Género: Drama /Suspense/Lemon
EEL: +16
Resumen: La clase de persona que no es Taemin, es Jonghyun. Dos polos completamente opuestos que más que atraerse, se repelen de forma irrefrenable. Tae maldice su suerte cuando descubre que en el presente curso, Jonghyun va a estar en su misma clase. ¿Podrá soportarle durante todo el curso o terminarán ambos de la peor de las maneras?
Tras aquel inesperado puñetazo en el estómago, Taemin calló al suelo de rodillas, intentando encontrar con mucho esfuerzo, el aire que había perdido tras el golpe. Bajó la vista intentando concentrarse más en respirar, que en el dolor que sentía en esos momentos. Con jadeantes espasmos, fue poco a poco recuperando el aliento y cuando en cierto modo, pudo respirar, obviando el dolor, cerró los ojos y frunció el ceño. ¿Qué diablos le pasaba a aquel tipo? Jonghyun parecía no tener límites en su constante arremetida contra su persona, y lo peor es que la sensación de alivio y seguridad que había sentido mientras le atendía las heridas, se había esfumado. No podía fiarse de él ni bajar la guardia ¿en qué estaría pensando? El propio Jonghyun le dijo que no sentía por él más que desprecio y que quería hacerle daño pero... ¿por qué? Siempre le llamaba de forma despectiva por su nacionalidad pero ,era criado en Corea, de modo que aquello no tenía mayor sentido de ser.
Levantó la vista y observó en silencio a Jonghyun, lo observaba desde arriba con un aire de superioridad que no había visto nunca en nadie. Sin duda, se regodeaba del dolor que le había causado y que a ciencia cierta,debía reflejarse en su cara.
Taemin nunca había sido de peleas, odiaba pelearse y más aún odiaba tener que pegarle a la gente, pero pegarse con aquel chico, era un pase VIP a urgencias con traslado en ambulancia. Estaban solos en un sitio en el que absolutamente nadie sabía que estaban y él, estaba en inferioridad de condiciones, comparado con Jonghyun, era todo un enclenque y debía lucir como una hormiga queriendo vérselas contra un elefante.
— Creo que ya te ha quedado finalmente claro cómo funciona ésto ¿no es así,maknae?
— Mnff...
— Sí,creo que sí que lo has entendido.
— Puedo saber... ¿por qué me odias tanto?
— ¿Cómo dices?¿Por qué te odio? -se ríe de forma estruendosa antes de negar con la cabeza - Eso es lo que me enferma de la gente como tú. Siempre necesitáis encontrar un motivo para cada cosa. No hay un porque, es simple, te odio y no hay nada más. Buscar justificaciones a eso, es de cobardes.
— ¡Pero es que no te he hecho nada como para que me odies!
— Existir. Eso es suficiente como para que mi odio por ti sea tan inmenso. Sólo quiero hacerte daño y que entiendas que te has cruzado con el hombre equivocado.
— No puede ser que sólo quieras dañarme... Hace unos minutos me estabas socorriendo -acaba por ponerse en pie y encararlo- Algo de bondad tiene que haber en todo esto.
— Te estás ganando que te aplaste la cabeza contra el suelo, escoria.
—¡Deja de llamarme así!¡Me llamo Taemin! ¡Has tenido tres malditos años para aprenderte mi nombre!
— Como sea, no voy a ocupar mi tiempo en aprender cosas de ti.
— Y sin embargo lo ocupas yendo todo el día detrás mío...
Cuando Jonghyun se giró a verle, Taemin supo que había cometido un error garrafal al ponerse a responderle como si fuera alguien con quien pudiera discutir sin ninguna clase de consecuencia. En cuanto lo vio fruncir el ceño, su cerebro encendió la luz de emergencia y echó a correr al interior del edificio en obras, con Jonghyun pisándole los talones. Podía escuchar el eco de su voz ronca profiriendo insulto tras insulto hacia su persona y antes de poder pensar en los contras de su decisión, se encaramó a unas escaleras que estaban sin terminar y las cuales fue subiendo de dos en dos hasta que dejó de haber peldaños y se encontró con el armazón de hierro. Ni pensó que se podía matar, se sujetó como pudo de la pared y empezó a caminar por encima de los hierros, intentando centrarse en no perder pie y dando por hecho que aquello iba a sostener su peso. Se detuvo a unos 6 metros de dónde estaba el último escalón y giró la cabeza para ver si Jonghyun le seguía o no.
Aquel toro en plena estampida, parecía haberse frenado en seco en cuanto los escalones se hubieron terminado y parecía a la expectativa de ver si se mataba o no en aquella caída de cerca de 20 metros, que tenía a sus pies si una de las barras de hierro cedía por estar mal sujeta. No parecía tener intención de seguirlo, pero había algo mucho peor... Le bloqueaba completamente el único sitio por el que podía volver a suelo firme. Cuando el pánico se reflejó en los ojos y la cara de Taemin, Jonghyun sonrió ampliamente, de nuevo había ganado a aquel maknae, sin que se diera cuenta, como la presa que era, que él mismo se había arrinconado y que ahora, el cazador, sólo tenía que esperar. La presa se cansaría y tarde o temprano tenía que regresar sobre suelo firme y ahí estaría él, esperándole.
Taemin frunció el ceño cuando vio que se sentaba tan alegre en el último escalón mientras descolgaba los pies en el vacío y los balanceaba calmadamente.
— ¿Q-qué haces,Jonghyun?
— Esperar. No durarás mucho ahí arriba y yo estaré aquí cuando se te ocurra moverte.
— Jonghyun, esto no es gracioso... Esto está muy alto... ¿De verdad que te vas a quedar ahí sin hacer nada?
— Sin duda. Desde que decidas venir aquí, yo mismo voy a empujarte y a ver qué tanto ruido haces al estamparte contra el suelo.
— ¿Qu-qué? -se queda sin aire mirando hacia el más alto - Jonghyun... Por favor...M-me...me está dando mucho vértigo... Deja que regrese y me baje de aquí...
— Eres libre de voltearte y venir -dijo sonriendo con evidente malicia mientras se ponía en pie nuevamente- ¿No te sientes bien al borde del precipicio,maknae?
— Al diablo... -dijo para sí mismo antes de intentar retornar por encima de los hierros de regreso hacia donde estaba Jonghyun, aunque se detuvo a una distancia suficiente como para que no pudiera alcanzarle con la mano - Es en serio,Jonghyun...Deja que me baje de aquí... Una cosa es darme una paliza y otra es hacer que me mate.
— ¿Y por qué crees que es así? Puedo dejar que te caigas, que te rompas y luego abandonarte a tu suerte. Nadie sabe que estás aquí. Nadie, salvo yo...
— ¡Estás enfermo!¡Basta,basta!¡O dejas que me baje o voy a...!
— ¿¡O vas a qué!?¿¡A tirarte!?¡Tírate! Llevo tres insufribles años esperando éste momento ¡Tírate y que te jodan,maldito Taemin!
— ¡¡CÁLLATE!!
Ambos se miraron. Taemin notaba subir y bajar su pecho a causa de la ansiedad que le daba el saber que estaba suspendido en el aire sin nada más que lo sostuviera, que unas finas barras de hierro, que poco a poco empezaban a ponerle nervioso. Un tropiezo y se convertiría en puré maknae. Cerró los ojos de nuevo y pegó la espalda cuanto pudo a la pared mientras intentaba mantener sin éxito, la calma. Incluso terminó sollozando y sabía que aquel enfermo de Jonghyun, no le quitaba los ojos de encima y que seguía a la espera de agarrarlo y echarlo al vacío.
Cuando volvió a mirar, él seguía allí de pie, con su sonrisa torcida, esperando a que perdiera completamente la paciencia y que diera un paso en falso... ¿Merecía la pena todo lo que estaba sucediendo aquel día, con tal de evitar una paliza de Jonghyun? Los golpes, los moratones, podía curarse... pero una mala caída, podía matarle, podía dejarle inválido para toda la vida... Volvió a fijarse de nuevo en su perseguidor y se dijo a sí mismo "Ahora o nunca,Taemin...". Hizo de tripas corazón y en cuestión de segundos, se lanzó contra Jonghyun,pillándolo completamente por sorpresa y acabando ambos, rodando escaleras abajo hasta el primer descansillo de aquellas grandes escaleras. Los escalones no les hicieron a ninguno, precisamente caricias y cuando quedaron detenidos en el rellano, Taemin podía notar no sólo todo el cuerpo dolorido, sino el peso de Jonghyun encima suyo. Desorientado, movió la cabeza y pudo ver que parecía haberse desmayado, pero tenía una brecha en un lado de la cabeza, que le hizo preocuparse horriblemente por toda la sangre que había manchando sus ropas. Se hubiera movido, pero él mismo no estaba en condiciones de hacerlo y sufrió también un leve desmayo. En la caía escaleras abajo, Jonghyun había tenido la mala suerte de darse con la cabeza en los escalones en más de una ocasión y por ello, estaba en aquellos momentos, sin consciencia.
Taemin emitió un leve sollozo en el momento en el que volvió a abrir los ojos y levantó la vista al techo mientras sentía dolor en cada parte de su cuerpo. Quizás se hubiera roto algo... Quizás tuviera algo más que contusiones, tal vez fracturas o algo así... Todo aquello, simplemente por lidiar con aquel psicópata que decía que quería hacerle todo el daño posible ¿podía hacerle ya más daño? Seguramente sí... Intentó moverse despacio para incorporarse, pero el hecho de tener a Jonghyun encima, no ayudaba a que su dolorido cuerpo pudiera obedecer de forma eficaz las órdenes que su cerebro transmitía. Intentando mantener la calma, movió un poco al más alto:
— Jong... Jonghyun, despierta... Vamos... no me...no me hagas esto... Despierta... por favor...Jonghyun -lo llamó con un hilo de voz,temiendo que en lugar de estar desmayado, se hubiera roto el cuello - Despierta, por favor... -le mueve levemente la cabeza para apartarle el cabello del rostro- ¿Jonghyun?
— Mmnff... -jadea y entreabre apenas los ojos sin llegar a enfocar bien, lo que había a su alrededor, aunque lo primero que le llegó fue el olor y el sabor de la sangre, y el sonido de la voz de aquel maknae, pronunciando su nombre y haciendo que se le revolvieran las tripas.
— Dios...M-menos mal... Estás vivo...¿Crees que...puedes mover...?
Taemin no llegó a finalizar la pregunta, porque las manos de Jonghyun se apretaron de forma inminente entorno a su cuello y apretaron oprimiéndole de tal modo la tráquea, que no tardó más de unos pocos segundos en comenzar a sentir la falta de aire. ¿Es que nunca iba a parar? Apenas si estaba completamente consciente y su primer impulso había sido agarrarlo por el cuello y apretar para asfixiarle. Taemin abrió la boca buscando el aire que le faltaba y comenzó a patalear con todas sus fuerzas y a tratar desesperadamente de quitar las manos de Jonghyun de su cuello, pero él parecía recuperar más y más fuerza por momentos, haciendo que quitárselo de encima, fuera algo verdaderamente complicado y casi imposible. El más bajo empezó a ponerse más y más colorado conforme perdía el oxígeno, hasta que en un destello de lucidez, levantó una rodilla y golpeó tan fuerte como pudo, la entrepierna de Jonghyun, logrando que éste soltara su cuello y se preocupara por sujetarse las partes nobles de su cuerpo. Fue entonces cuando Taemin comenzó a toser y a tomar bocanas de aire de manera completamente errática e irregular. Pudo escuchar la voz de Jonghyun llamándole de todo en su de por sí, soez y vulgar lenguaje e inmediatamente trató de ponerse en pie para alejarse de él , todo lo que le fuera posible.
Craso error. Apenas trató de ponerse en pie y notó un terrible dolor en el tobillo derecho, teniendo no solo que detener su nuevo intento de huída, sino que además, se agachó y sentó en uno de los escalones,comprobando con horror, que parecía tener el hueso salido de sitio. Lo primero que se le pasó por la cabeza al ver aquello fue "Estoy acabado...". Giró la cabeza a ver a Jonghyun ,pero éste, no se le había acercado, estaba sentado contra la pared con aparentes intenciones de empezar a reírse y en cuanto comenzó a hacerlo, se preguntó si es que el golpe en la cabeza lo había terminado de volver demente...
Jonghyun se reía aunque terminaba con una mano en la zona herida de su sien y profiriendo maldiciones, aún sin haber dejado de carcajearse. No fue hasta que levantó la vista y miró a Taemin, que finalmente se decidió a hablarle:
— No puedo creer que después de todo lo que te ha pasado, aún tengas ganas de correr -le observa sin perder la sonrisa- ¿Por qué no te rindes,maknae?
— Porque quiero vivir... -susurró Taemin frunciendo el ceño y apretando los labios - ¿Es que acaso lo ves divertido?
— Vivir... -dijo sin responder a su pregunta y levantando la vista al techo- De modo que, tu idea de vivir, es que nos matemos los dos por las escaleras.
— ¿Y qué esperabas?¿Qué te dejara que me tirases desde allá arriba?
— ¿Qué te hace pensar que lo habría hecho?
Ambos se miraron en un silencio que se prolongó por varios minutos, tanto fue así, que Taemin empezó a sentir incomodidad por el modo en el que Jonghyun le miraba... Como si estuviera tratando de leer sus pensamientos con los ojos, como si aquella mirada fueran dos dardos clavándose en los más profundo de su ser... Tenía miedo, no lo negaba y no disimulaba que a esas alturas, Jonghyun, le daba pánico. Pero él solo sonreía y le observaba de forma casi casi cariñosa... O más bien de forma menos agresiva, más desenvuelta, con mucha menos inquina de la que solían reflejar sus ojos.
Aquella sonrisa le preocupaba, quizás estaba barajando en su desequilibrada mente, tomarlo desprevenido y reventarle la cabeza con un bloque de cemento o algo peor. Pero no parecía tener intención de moverse, de pronto, lucía como si hubieran levantado la bandera blanca e hicieran un alto el fuego por unos momentos.
— ¿Te quedaste sin palabras, maknae?
— Deja de llamarme así... Tengo nombre ¿no te acuerdas?-replicó mientras se abraza a sí mismo y le daba la espalda.
— Ah...Es verdad, lo había olvidado por completo... Taemin ¿no es así?
Lo dijo con un tono terriblemente burletero, pretendiendo en evidencia, sacar a Taemin de sus casillas... pero tras todo lo acontecido aquella mañana, lo último de lo que tenía ganas el más bajo, era de ponerse a discutir con él por una banalidad... Antes de verlo venir, Jonghyun se había acercado por su espalda y se había sentado a su lado, observándole con esa media sonrisa que ahora hacía que su cuerpo se erizara. No confiaba en él, ya había demostrado en aquel horrible día, que no era de fiar y que fiarse de él, significaba acabar con un puñetazo en el estómago. Se recostó un poco en la pared y le miró con preocupación:
— ¿Ahora qué vas a hacerme...? Ya no puedo correr... Tampoco puedo esconderme en ninguna parte ni tengo con qué defenderme... ¿Aplastarás mi cabeza como si fuera una sandía?
— Estoy seguro de que disfrutaría mucho haciéndote algo así -dijo sonriendo de forma autosuficiente mientras observaba a Taemin a los ojos,casi sin parpadear- Pero no... Se me ocurre algo mucho mejor que hacerle a la persona a la que más odio.
— ¿Me romperás uno a uno los huesos del cuerpo? -ve que acorta la distancia entre ambos y se apoya más en la pared, siendo consciente de que no tiene modo de escapar.
— Seguro que eso te gustaría ¿no es así,Taemin? Que te destroce y si sales con vida, puedas decirle a todo el mundo, el malvado y perverso que soy con un mierdecilla como tú.
— E-eres perverso... y todo el instituto lo sabe...
— Ssshh... -lo manda a callar mientras apoya una mano al lado de la cabeza del más bajo- Voy a demostrarte, que tengo muchas otras maneras de acabar contigo.
Tras aquellas palabras, Taemin observó con desconcierto cómo Jonghyun se inclinaba sobre él y acercaba sus rostros hasta que finalmente sus labios hicieron contacto. Sintió un escalofrío subir por su cuerpo cuando adivinó un desagradable sabor a sangre, provenir de la boca del mayor. Resoplando y tratando de imponer la lógica, Taemin puso las manos sobre el torso de Jonghyun para procurar apartarlo de su cuerpo, algo que no logró, pues el más alto, le sujetó las muñecas e hizo que las apoyara contra la pared a modo de inmovilizarlo, provocando que el maknae emitiera un quejido. Era normal que se quejara, tenía todo el cuerpo magullado de golpes, de cortes... Y los escalones por los que habían rodado, no hacían precisamente caricias.
Poco a poco, los labios de Jonghyun comenzaron a presionar los suyos para abrirse paso y encajar sus bocas, la una con la otra como dos piezas de puzzle, hechas para estar juntas. Sus lenguas se rozaron y enredaron, mezclando las salivas y la sangre que aún hubiera en la boca del más alto, dejando en ambos, la sensación de tener algo oxidado en la boca, pero que por consiguiente, era igual de excitante.
Aún sin ser plenamente consciente de lo que estaba pasando, Taemin notó que Jonghyun soltaba sus manos para poder moverle y echarle sobre el suelo, mientras él mismo se acostaba encima suyo, dejando sus cuerpos juntos, sintiendo sus respiraciones aceleradas y el calor manar de uno y otro.
Aquello era un sin sentido... Si se odiaban tanto ¿por qué estaba pasando aquello?¿Por qué se estaban besando?¿Por qué las manos de Jonghyun habían empezado a recorrer de aquel modo el cuerpo del maknae?
Taemin podía sentir aquellas firmes caricias bajar desde sus hombros hacia su vientre por encima de la ropa, llegando en ocasiones, a ser más que evidente el roce accidental de la piel de los dedos del mayor con la suya propia a través de las roturas que tenía su uniforme tras lo sucedido con los alambres de espino. Asistió con sorpresa a la prematura desnudez de su ahora amante. Jonghyun se quitó el jersey y la camisa del uniforme escolar, como si fueran prendas en llamas, que le molestaban y le quemaban sobre la piel, dejándose el cabello despeinado, viéndosele así, con un toque completamente sensual y salvaje. No era la primera vez que Taemin le veía sin camisa, pero era la primera vez que verdaderamente se detenía a observarlo y a deleitarse con su musculada silueta, ya que en el instituto, aquel demente, podía pasar muchas horas jugando en las canchas sin camisa y haciendo suspirar a todas las chicas cada vez que se sacudía el sudor del cuerpo... Por primera vez, entendía aquella fascinación... Tragó saliva en el mismo momento en el que Jonghyun se inclinó para volver a besar sus labios, ahora de forma hambrienta, como un animal que acaba de ser liberado de su jaula y que ha encontrado lo que desea devorar tras meses de ayuno. Entre jadeos, Taemin, sintió cómo empezaba a desabrocharle la camisa y con cierto sonrojo en el rostro, con timidez, por lo que él pudiera pensar al ver su cuerpo, ayudó a desabotonar la camisa, dejando visible una piel blanca salpicada de enormes hematomas amoratados por todas partes. Sus brazos estaban llenos de cortes e incluso alguno más había en su vientre. Aquello no pareció disgustar al más alto, pues esbozó una gran sonrisa al saberse artífice de aquel lienzo de cardenales.
Inclinándose del todo sobre el maknae, Jonghyun se pegó a sus claros y pequeños pezones, para juguetear con ellos con lengua y dientes mientras escuchaba a Taemin gemir a causa de sus atenciones mientras subía y enredaba una mano en sus cabellos. Apenas le dio tiempo a disfrutarlo verdaderamente, porque de forma casi inmediata, Jonghyun se incorporó, quedando frente a su presa con una sonrisa autosuficiente. Era evidente a qué zona de su anatomía, estaba dirigiendo Taemin su mirada, y en un inequívoco gesto de picardía y seguridad, el más alto tomó sus manos e hizo que desabotonara el cierre de su pantalón y que comenzara a bajarlo para dejar salir lo que llevaba rato siendo oprimido dentro de la tela. Para ese momento, el maknae miraba a los ojos a Jonghyun... Y en cuanto sintió que la tela se deslizaba hacia abajo, movió la cabeza y se incorporó un poco para poder mirar. Sus ojos se posaron primero en el vello oscuro que bajaba del ombligo del mayor y que dibujaba un camino descendente hasta su entrepierna, en la que también había vello...Se llevó una mano a la boca en un evidente gesto de sorpresa al ver el tamaño de aquella erección, se presentaba ante él, erecta y orgullosa, venosa,hinchada y enrrojecida por el encierro al que había estado sometida.
Tras unos segundos de duda, y volviendo a mirar a Jonghyun a los ojos, Taemin bajó una mano y tratando de mostrar su mayor aplomo, sujetó la erección del mayor, haciéndole emitir un gemido ronco en el mismo momento que comenzó a masturbarle. Cerró los ojos sintiendo cómo le vibraba en la mano, como si el cierre que ejercían sus dedos entorno a aquella polla, fuera el verdadero destino por el que debía entrar.
Jonghyun comenzó entonces a llenarle los hombros y el cuello de marcas de mordeduras, pues cada vez que enganchaba la piel de Taemin, no saltaba hasta haber incrustado bien los dientes en ella,asegurándose de que así dejaba aún más señales en él. De vez en vez,movía la cadera contra la mano del maknae, al menos hasta que perdió completamente la paciencia y como quien maneja un muñeco, se incorporó y puso al más bajo a cuatro, pasando las manos hacia delante y sacándole con premura el cierre del pantalón, para a jalones, bajar la pendra por debajo de sus muslos. Sonrió de nuevo y al ver que en aquella zona, no había marcas,se dio el gusto de propiciarle a Taemin un buen azote, escuchándole gritar sobresaltado y cómo, de forma inmediata, la piel de la zona, se enrrojecía tras el golpe.
No es que fuera un hombre escrupuloso, pero no tenía intención de dañarse su propia polla por entrar en aquel estrecho orificio sin dilatación y sin lubricante, de modo que pegó la boca y comenzó a lamerle y llenarle de saliva, mientras le mantenía sujeto por las caderas para evitar que se apartara, llegando incluso a dejar un buen mordisco en una de sus nalgas.
Taemin gimió con voz aguda mientras echaba una mano atrás para sujetar a Jonghyun por el cabello, si bien para pegarle más contra sí o para alejarlo cada poco. En un visto y no visto, Jonghyun se había incorporado y lo tenía sujeto por el pelo, haciendo que apoyara la cabeza contra el suelo, evitando así que se levantara o revolviera, mientras con la otra mano, se sujetaba la base de la polla y apretaba contra aquella estrecha entrada:
— Aah...Mmnff... E-espera... E-espera, Jonghyun...¿N...No vas a ponerte...un condón? -jadeó Taemin intentando moverse de la postura en la que el mayor lo tenía colocado.
— Ah...¿Para que coño quieres uno? -sonríe de lado y dice con voz gutural- Disfruta de que vas a notarla entera dentro de ti, sin la molestia de esa porquería.
Antes de que Taemin tuviera tiempo de replicar, Jonghyun había apretado su glande contra su entrada con tanta presión, que los músculos habían cedido y se habían dilatado para dar paso a la punta de su erección,antes de contraerse y volver a apretarse y cerrarse entorno al glande. Un gemido agudo salió de los labios del más bajo ,mientras el mayor de ambos,tensaba todos los músculos del cuerpo y aún sujetándolo por el cabello contra el suelo, retiraba la mano de su erección y la colocaba en la cadera del maknae para evitar que se apartara. No iba a esperar a que su cuerpo se dilatara, no era de esos hombres pacientes; de modo que moviendo la cadera de forma brusca, chocó violentamente contra el cuerpo de Taemin, deteniéndose tan solo cuando el muro de sus caderas impidió que llegara más allá,hundiendo su polla en su cuerpo como un puñal venoso que no pretendía más que hacer daño. El coche de sus testículos contra la piel del maknae, hizo eco en aquel edificio, para al momento ser coreado por un grito proferido en una mezcla perfecta entre dolor y placer.
Jonghyun emitió al mismo tiempo un jadeo y sin pensar en nada más que en "herir" a su compañero, comenzó entonces a embestirle a un ritmo relativamente acompasado, en el que sacaba la polla casi por completo, para luego arremeter hasta el fondo de Taemin, sonriendo cuando el propio maknae empezó a intentar mover la cadera al ritmo que él marcaba, siguiendo con movimientos serpenteantes el vaivén de sus cuerpos, conforme aquella grosa virilidad se perdía en sus entrañas vez tras otra. Todo ello acompañado del fabuloso olor de la excitación y los deliciosos gemidos que salían por la boca de aquel chico, al que sin duda iba a follarse cada vez más fuerte.
Puesto que lo tenía aún agarrado por el cabello, Jonghyun jaló a Taemin del mismo para hacer que fuera incorporándose,de modo que quedara completamente apoyado sobre sus rodillas y con la espalda pegada al torso del más alto. En el mismo momento en el que adquirió aquella nueva postura, una bofetada le fue dada a la par que la mano que lo tenía antes por el pelo, pasó a su cuello y comenzó a ahogarle, apretando entorno a su traquea en cada arremetida, para dejarle sin aire y luego aflorar, permitiendo así, que fuera recuperándolo. Regresaron entonces aquellos besos hambrientos, en los que sus bocas buscaban saciarse la una con la otra, sus lenguas se enredaban,dejando caer el exceso de saliva por entre las comisuras de sus labios e incluso, llegando a caer en hilos por sus barbillas, aunque luego, Jonghyun se ocupaba de recogerlas con la lengua y volver de nuevo a los labios de Taemin, para morderle y hacerle heridas en los mismos.
El ritmo de los embistes comenzó a acelerarse y en ese momento, Taemin cerró los ojos y se inclinó levemente hacia delante porque la polla de Jonghyun era como un puñal que acababa de encontrar su punto G y arremetía contra él sin ninguna clase de piedad, descargando vez tras otra, choques que hacía que su cuerpo entero vibrara a causa del placer y que hacían que de forma completamente mecánica, tensara los músculos y estrechara su entrada en un intento de contener aquellas descargas sobre un punto tan sensible. Incluso algún grito con el nombre del más alto, escapó de aquellos labios sangrantes.
Aún sujeto por las caderas, Taemin se vio sacudido por algo más que las salvajes arremetidas de Jonghyun, éste había vuelto a ocuparse de dejar marcas de mordiscos por su cuello y sus hombros e incluso, en algún momento, perdido en el éxtasis, creyó escucharle susurrar con voz animal en su oído "Eres mío"... Pero ni siquiera podía asegurar que verdaderamente hubiera sido así. Incluso el agarre de las manos del más alto era tan fuerte en sus pequeñas caderas, que lo más seguro, es que le quedaran cardenales con la forma de sus manos.
Una lamida y un mordisco en su nuca ,pillaron al maknae por sorpresa y, de forma completamente automática, se movió hacia arriba intentando librarse de los dientes que tenían atrapada su piel en una zona tan sensible, pero las manos de Jonghyun, tiraron de él hacia abajo al mismo tiempo que éste empujaba su cadera hacia arriba y en ese momento, el choque entre ambos cuerpos, fue completamente doloroso, para uno y otro. Taemin lo expresó con un grito y Jonghyun, lo dejó saber apretando más los dientes en el nacimiento del cabello del maknae, hasta hacer brotar la sangre. Y de nuevo, como a un muñeco,sacó la polla del interior de Taemin y lo echó bruscamente al suelo, dejándolo en ésta ocasión acostado sobre la espalda. En un nuevo alarde de su poco cuidado, jaló de una de las perneras del pantalón del uniforme del maknae y tras desgarrarlo para liberar sus piernas, sonrió separándoselas y sujetándole por los muslos, para hacer que levantara la cadera y así poder volver a penetrarlo.
Tras un nuevo grito orgásmico, Taemin se sujetó de Jonghyun, aferrándose con desesperación a sus hombros y arañándole con fuerza, dejando surcos rojos por su piel, conforme volvía a ser embestido por aquel hombre, que parecía una bestia hambrienta a la que habían liberado al fin de sus cadenas y se deshacía en frenesí contra la presa a la que iba a devorar. En esos momentos, no sólo sus cuerpos se fundían en uno solo. También lo hacían sus salivas, su sudor y sus fluidos corporales, haciendo que todo a su alrededor,ardiera embriagado con el inequívoco aroma del sexo.
Tal y cómo le mantenía Jonghyun las piernas levantadas y el modo en el que sus caderas chocaban una y otra vez, tenía la sensación de que nunca una polla, le había perforado tan rudamente como la de él lo estaba haciendo, profanando su cuerpo y haciéndolo llegar al delirio absoluto a pesar de estar siendo tortuoso por su escaso cuidado. Taemin terminó soltándose de los hombros de Jonghyun y apoyando ambas manos en la pared,en busca de un punto firme de apoyo para poder hacer frente a las arremetidas, que vez tras otra se repetían sobre su cuerpo y que no llegaban más adentro, por el límite que imponía la barrera física de sus caderas.
Taemin cerró los ojos musitando entre gemidos que no podía soportarlo más, no iba a poder aguantar más. Jonghyun lo escuchó y reparó entonces en el abandonado miembro de Taemin, sonrió de forma traviesa y con una mano comenzó masturbarlo al mismo ritmo de los embistes y con el mismo nulo cuidado hasta que finalmente, y pocos segundos después, el maknae alcanzó el orgasmo corriéndose sobre ambos vientres mientras emitía un gemido que alcanzó tal nivel, que por unos segundos,hubiera jurado que todo el edificio tembló ante su voz.
Jonghyun también estaba cerca de correrse y acabó por salir de entre las piernas de Taemin, provocando que éste protestara casi de forma automática por semejante abandono, pero no tuvo tiempo de decir mucho más al respecto, puesto que Jonghyun lo tomó por el cabello y le ordenó con voz ronca que abriera la boca.
Una vez la orden fue obedecida, Jonghyun comenzó a masturbarse a la vista de Taemin y en apenas unos instantes, llegó también al orgasmo, eyaculando sobre la cara y la boca del maknae, sin importarle verdaderamente si su simiente quedaba o no en el lugar deseado en un principio. Emitió un gemido ronco en el momento en el que finalmente se corrió y acto seguido se apartó de Taemin para apoyarse contra la pared.
Ambos comenzaron a recuperar el aliento y poco a poco a tratar de normalizar sus agitadas respiraciones y los desbocados latidos de sus corazones. Fue en ese momento, en el que Taemin se percató, en el que fue verdaderamente consciente de lo que había sucedido y de que tenía en la boca el semen de Jonghyun. Frunció el ceño al sentir el sabor salado y amargo de aquel fluido, que en aquellos momentos, le provocó una profunda sensación de asco, haciendo que se incorporara un poco, se girara sobre uno de sus costados y comenzara a escupirlo, casi sufriendo arcadas al mismo tiempo.
Escuchó entonces a Jonghyun reírse como si verdaderamente, aquello fuera algo divertido y giró un poco la cabeza a verlo. Él ya se había puesto en pie y se estaba abrochando los pantalones mientras buscaba en los bolsillos de los mismos algo... Entonces, vio que sacaba una cajetilla de tabaco y de ésta, un cigarrillo... Nunca antes había visto a Jonghyun fumar, pero era evidente que en esos momentos, cumplía perfectamente el mito de que después del seco, siempre hay quien quiere o necesita fumarse un cigarro.
Taemin por su parte, se encontraba completamente desconcertado, completamente confundido y perdido. No estaba acostumbrado a aquella clase de situaciones y ahora que la adrenalina y el éxtasis del momento iban pasando, sentía su cuerpo aún más dolorido y magullado que antes. Notaba que había heridas que le escocían y un molesto dolor se había alojado en sus lumbares a causa del constante golpeteó contra el suelo, al que había estado sometido gracias a los embistes de Jonghyun. Se cubrió avergonzado con las manos y luego vio al mayor buscar el mechero por todos los bolsillos del uniforme, conforme se volvía a vestir:
— D-Jonghyun... Yo... -musitó mientras intentaba acomodarse la camisa y los pantalones.
— Ni se te ocurra decirlo -dijo con voz ronca mientras seguía buscando el encendedor por los bolsillos de su uniforme.
— Pero... ¿Qu-qué ha sido ésto?¿Po...por qué...?
— No ha sido nada. No te equivoques, escoria, para mi no ha significado nada y para ti tampoco.
— P-pero... ¿¡Cómo puedes decirme eso!? -replica sintiéndose terriblemente mal - Y-yo... Yo no soy de esos...
— ¿De esos? -se ríe y sube por las escaleras buscando el mechero hasta que lo encuentra en una esquina de unos escalones, en los cuales se sienta antes de encender el cigarro y observar a Taemin desde arriba- Déjame que lo adivine. Tú eres la clase de idiota que folla por "amor" ¿no es así?
— ¿Por qué lo dices así...? ¿Por qué lo has hecho sino...?No comprendo nada...
— Escucha, ha sido sexo sin más ¿entiendes eso, maknae? Follar por follar, sin nada más, simplemente quería descargarme los huevos y tú eras lo que me quedaba más cerca -da una calada y luego echa el humo por la boca hacia Taemin sonriendo- Además, el amor es para los idiotas.
— ¡Cállate! -cierra los ojos y sacude la mano delante de su rostro para disipar el humo mientras resopla con fuerza.
Claro que Taemin no podía esperar que fuera algo tan profundo como el amor, pero al menos, hubiera querido pensar que era algo, fuera lo que fuese, que quizás hubiera un deje que significara que no eran tan ajenos y tan enemigos como siempre había parecido y como Jonghyun siempre se esforzaba en recordarle por medio de golpes... Cerró los ojos negándose a llorar y luego de morderse el labio inferior con fuerza, intentando no venirse abajo, reparó en el dolor de aquel tobillo que se había torcido y del que se había olvidado completamente en medio de la euforia.
Jonghyun seguía allí fumando, mientras Taemin se revisaba las heridas, dándose cuenta de que su tobillo se había hinchado de manera horrible y que lucía verdaderamente mal. Apenas podía siquiera estar sentado porque le dolía todo. Mientras pensaba en cómo iba a llegar ahora a casa...Su pantalón de uniforme tenía una enorme rotura por la costura lateral que dejaba a la vista prácticamente toda su pierna llena de cardenales. Su camisa y su chaqueta, estaban también rotas y llenas de raspones por los alambres de espino... Él mismo era un completo, total y absoluto desastre.
En ese preciso momento, escuchó que Jonghyun se levantaba y que al pasar por su lado, de forma completamente inoportuna, le apagaba la colilla del cigarro en el cuello, provocándole así una quemadura. De forma inmediata, Taemin se puso en pie con un sobresalto y un grito de dolor antes de mirar con los ojos muy abiertos a aquel chico que aún con lo que acababa de hacerle, continuaba sonriendo. El maknae se cubrió la zona afectada con la mano y estuvo a punto de romper a llorar... Aquel era con diferencia el peor día de su maldita existencia.
Jonghyun, no añadió nada más y se dirigió hacia la salida:
— ¡E-eyh!¡Jonghyun, espera!...¡No puedes dejarme aquí!
— Ya estás suelto de los alambres, búscate la vida, trozo de mierda.
Taemin se quedó callado viendo a Jonghyun trepar por el muro y salir de allí, en aquella ocasión, sin mirar atrás y sin intención de volver para ayudarle. De modo que Taemin se quedó solo, observando en silencio a su alrededor y sintiendo una profunda angustia. Estaba por subirse de nuevo a aquellos hierros y lanzarse al vacío a ver si tenía la suerte suficiente como para matarse... Cerró los ojos con fuerza y trató de contener las lágrimas mientras se decía mentalmente que tenía que ser valiente, que tenía que ser fuerte y dar la cara tras todo lo acontecido aquella horrible y fatídica mañana... Jonghyun había jugado con él como un gato jugaría con una bola de estambre y luego le había abandonado allí sin más, con un tobillo herido, con todo el cuerpo lleno de más y más cardenales... Tardó bastante en salir de allí, en primer lugar, porque tuvo que atravesar de regreso todo el edificio para buscar sus dos mochilas, encontrándose conque en la pequeña que había confeccionado el día anterior, su móvil se hallaba con la pantalla estallada y completamente inactivo. Sin duda, el día no podía ir a peor... Tuvo que bordear todo el lugar en obras hasta que dio con una salida lo suficientemente segura y accesible como para poder salir por ella sin romperse el otro tobillo. ¿Cuál era su primera opción una vez fuera? Ni siquiera sabía cómo había llegado allí ,ni en qué zona de la ciudad se encontraba... Ni dónde quedaba el hospital más cercano... Tomó aire y simplemente eligió una dirección y echó a andar por ella. Iba despacio, cojeando, no podía tener prisas en caminar,teniendo el pie como lo tenía y en general,como tenía todo el cuerpo... Siendo necesario acudir de urgencias a un centro médico, la idea de volver a casa a descansar, se le hizo demasiado alegre y lejana... Lidiar con todo aquello, provocó que ese día tuviera pensamientos que nunca antes había tenido...
¿Por qué Jonghyun le había hecho todo aquello?¿Cuál era el objetivo de aquella innecesaria mañana y aquella horrible sucesión de catástrofes, una detrás de otra?
Cuando por fin llegó a una calle principal, estaba tan terriblemente agotado, cansado y dolorido, que ante la estupefacta mirada de al menos una veintena de transeuntes,calló desmayado al suelo.
-¢σηтιηυαяα-
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