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sábado, 22 de octubre de 2016

♒ ♦ KITSUNE TWO FACES ♦ ♒ _ CAP 3

Personajes: Jonghyun - Key - Minho - Onew - Taemin
Género: Drama/ Suspense/ Pscológico
EEL: TP


Resumen: "Quizás el problema es que no supimos comprendernos a tiempo". Un joven Kitsune cae rendido ante el amor y con la única intención de conservarlo, será capaz de tejer toda una red de mentiras a su alrededor... ¿Qué podría salir mal cuando los celos nublan el juicio?
























" Desearía que todo ésto no fuera más que un mal sueño...Que nunca hubieras entrado en mi vida para enloquecerme... Te amo demasiado y mi corazón se desquebraja y rompe como una frágil escultura de cristal que es golpeaba sin piedad con piedras... Yo tengo la culpa...Pero también la tienes tú... Tú eres el problema que hay que resolver...Si no eres mío, no serás de nadie..."



VANIDAD


El menor de los dos mantenía el silencio y la vista fija en la pared como un diligente alumno que cumple su castigo con religiosa conformidad. Por contra, la nueva forma de kitsune le miraba fijamente a la espera de una reacción que se prolongaba y hacía esperar. Incómodo por la insistencia de aquella mirada, Taemin giró la cabeza para poder verle a los ojos y susurró avergonzado:


- Me temo que no es un buen momento para hablar de esas cosas. Ni siquiera nos conocemos.
- ¿Nunca has oído hablar del amor a primera vista?
- Sólo en los cuento y ésto no es un cuento -replicó con incomodidad.
- No lo es, ciertamente, pero te sorprenderían las cosas que suceden en los cuentos y en la vida real sin que la gente se percate de ello.
- ¿Qué insinúas? Eres un completo desconocido para mi, por favor, déjame.
- Muy bien, pero quiero que sepas que estaré esperando a que dejes de inquietarte con mi compañía para acercarme.
- ¿Qué?
- Estudiamos en el mismo centro, es más que posible que nos encontremos muchas veces al día por los pasillos, en el patio o en el comedor.
- M-Me siento terriblemente incómodo con ésta conversación...



El kitsune fingió una risa que sonó tan natural y arrebatadora ,que las mejillas de Taemin se tornaron rojas como manzanas. Por suerte o desgracia para Minho, en cuanto sonó la campana para el cambio de clases, el más bajo salió disparado de la sala sin mirar atrás. No iba a ser sencillo, pero sin lugar a dudas, ya había logrado el primer acercamiento y el objetivo era mantener a Taemin alejado de Onew a cualquier precio. Mientras recogía su maleta para poner rumbo a su salón correspondiente, sintió vibrar el móvil en su bolsillo y al sacarlo y ver de quién se trataba, marchó a paso ligero al baño y descolgó carraspeando mientras se metía en un habitáculo para allí hacer su transformación, pues la voz de Minho y la de Key no eran ni mucho menos parecidas:


- Key ¿interrumpo? - dijo la voz de Jinki al otro lado del aparato.
- No ... He salido al centro comercial a hacer unos cobros ¿qué sucede?
- Oye, llevamos ya un par de días con mal pie y sinceramente no me siento a gusto estando así ¿te apetece que hoy salgamos a cenar?
- ¿A cenar? - sonrió al escucharle.
- Sí, a cenar, ya sabes, lo típico... Una velada romántica para limar asperezas.
- Que tonto eres cuando dices esas cosas -se muerde el labio inferior- Muy bien, me parece ideal. Podremos disfrutar el uno del otro y hablar con calma en un ambiente relajado.
- Entonces genial... Te quiero ¿me oyes?
- Yo también te quiero -sonrió tontamente.
- Ah... Te dejo, Key, me está entrando otra llamada.
- Hasta la noche.



Al colgar ,volvió a cambiar de forma y al ir a abrir la puerta del habitáculo escuchó unos pasos entrando y la inconfundible voz de Taemin:


- Onew... ¿Estás en el trabajo?¿Puedes venir a buscarme? ... No, no me encuentro nada bien... Quiero verte, por favor...Saldré por la puerta de mantenimiento y te esperaré en el parque... Gracias,Onew.



El kitsune tenía los ojos tan abiertos y dilatados que si no se hubiera interpuesto el sonido de la campana,habría ido corriendo a matar a aquel niño. Antes de que Taemin saliera siquiera del baño, el móvil de Key comenzó a sonar y el más alto maldijo su suerte.


- ¿Ah?...¿¡Quién hay ahí!?- Taemin se acercó al habitáculo del que procedía el sonido- Chunji ¿eres tu? ¿Otra vez te estás metiendo coca en medio de las clases? ... Responde, idiota.
- No soy Chunji -fingió una voz algo más grave a la suya.
- Oh, disculpe,profesor... ¡Olvide lo que he dicho!



Segundos después, la puerta del baño se abrió y cerró y los pasos de un apurado Taemin se alejaban por el pasillo ahora silencioso. Minho miró la llamada perdida de su teléfono móvil y acto seguido recibió un mensaje en su KakaoTalk... Era su novio. Jinki le decía que le había surgido un problema en el trabajo, que compraría algo de cenar para comer en casa ya que no estaba seguro de a qué hora podía salir. Sintió tantísima rabia que lanzó violentamente el teléfono contra el suelo y lo pisoteó hasta que estuvo completamente destrozado. Se apartó el pelo de la cara y trató de recuperar la calma sin conseguirlo. ¿Cómo podía aquel hombre mentirle? Es más ¿por qué le mentía? Maldito hijo de puta... Seguramente iba a quedar con Taemin y follárselo... ¡NO!¡No podía permitirlo!
Salió abruptamente del baño y corrió por el pasillo principal del centro buscando la puerta de mantenimiento de la que el menor había hablado por teléfono y cuando la encontró, más allá de la sala de profesores, salió a lo que dedujo que debía ser el huerto de algún club de jardinería. Comenzó a atravesar el sendero con paso firme y al llegar a la puerta que daba a la calle, la encontró falsamente cerrada. El pestillo estaba roto y el candado era viejo y estaba oxidado. Miró a través de las rejas de la misma y vio al muchacho en cuestión sentado en un banco, esperando a que llegara Jinki... Si iba a hacer algo, era el momento idóneo. No había nadie por la calle, quizás debiera correr a matarlo y luego ir a casa como si no hubiese pasado nada... Pero no podía...Llevaba el uniforme escolar y adoptar su forma natural de zorro sería como exponerse a  que alguien lo atrapara... No podía ir por ahí cambiando alegremente de forma como si fuera lo más normal del mundo, ni tampoco podía ir impulsivamente tras Taemin... Si se asustaba y pensaba que era un acosador, su treta no funcionaría... Pero intentar apartarlo de forma pacífica iba a ser lento y su desesperación requería resultados inmediatos. 
Mientras permanecía allí de pie a la espera, llegó el coche de Jinki a recoger al estudiante. Que diligente era para lo que le interesaba... Una fugaz mirada de Tae hacia donde el kitsune se encontraba, sembró la duda en la mente del menor,que a pesar de sostenerle la mirada por casi dos segundos, creía estar viendo visiones. En cuanto el menor parpadeó, la silueta de aquel extraño joven, se había desvanecido.
Minho los vio marchar en el coche hacia un destino incierto... Podían ir solo a hablar de que Taemin estaba confuso porque un chico guapo le había declarado que le gustaba o podían ir a revolcarse en una cama como dos salvajes. Su mente no estaba en disposición de permanecer allí aquel día y echó a andar por la calle camino de casa, aunque pasando por delante de una tienda de telefonía, recordó lo sucedido con su móvil y entró a comprarse otro, con tarjeta y número nuevos, ni siquiera había pensado en que tendría que haberse detenido a recoger las tarjetas de aquella matanza... De modo que nada más salir con su nuevo teléfono, se dispuso a ir a casa para encenderlo y cargarlo, añadir todos los números de teléfonos que necesitaba tener a mano, por suerte, se los sabía de memoria. Una vez en casa, volvió a cambiar de aspecto, se quitó el uniforme del instituto y se apresuró a esconderlo en el fondo del armario. Después de actualizar de modo pertinente el aparato, no supo porqué, pero llamó a Jonghyun, necesitaba desesperadamente hablar con alguien y nadie mejor que él para eso, es más, ni siquiera lo dejó hablar, le dijo que era urgente y que quería verlo de forma inmediata en el Starbucks Coffee que quedaba cerca de las oficinas de la empresa. Su mejor amigo no supo decir que no y mientras él ponía rumbo al lugar de reunión, se acomodaba el cabello rubio pensando en lo idiota que era por estar enamorado de un imbécil como Jinki... Su primera reacción había sido rechazo y debió hacerle caso en lugar de permitir que aquellas flores y sonrisas le engatusaran poco a poco.
Mientras caminaba hacia el lugar en el que había quedado con su mejor amigo,pensaba seriamente si contarle lo que estaba pasando o no... Jonghyun no sabía, como ningún otro humano, que él era un kitsune, y era algo que no podía olvidar en ningún momento. No podía revelar detalles como el cambio de apariencia a un hombre más atractivo y masculino que su ya conocida forma de Key. Suspiró profundamente mientras llegaba a la cafetería y se encontraba allí a su mejor amigo con ya dos Vanilla Bean Creme pedidos y cómodamente sentado. Se saludaron a través del espejo, y al entrar y acercarse, aquella preciosa sonrisa que Jonghyun tenía le hizo sentir que todo podía cambiar e ir a mejor.

- Me alegro mucho de verte, Key, de verdad, pensaba que habías perdido la cabeza ayer diciendo que trabajarías desde casa... Es más, ni siquiera entiendo por qué lo haces.
- Es largo de contar -dijo con tono severo pero viendo los ojos de su amigo sintió confianza y que podía contarle todo- No sé por dónde empezar.
- ¿Qué tal por el principio? - bromeó para que él pudiera relajarse.
- Sí... Ya sabes que Jinki y yo llevamos un tiempo siendo pareja y que vivimos en su casa... Hace un par de días, salimos a la discoteca con unos amigos suyos ¿conoces a Taemin?
- ¿Taemin? Sí, claro que lo conozco -da vueltas con el sorbete a su frapuccino - Es alumno de Jinki, aunque según tengo entendido es algo más... ¿Es eso lo que quieres decirme?
- Aquella noche Taemin se llevó a Jinki fuera de la fiesta y le dijo que estaba enamorado... ¿¡Puedes creerlo!?
- ¿Y jinki te lo contó?
- No... Lleva estos días dándome esquinazo, no quiere ni verme y siempre tiene alguna excusa para no hablarlo.
- ¿Y si no te lo dijo cómo debo entender que lo sabes?
- Les seguí... No me fío de Taemin, con su cara de mosquita muerta -dice entre dientes - El caso es que hoy Jinki me dijo que saldríamos a cenar a un lugar romántico y hablaríamos, pero a los pocos minutos... Mentira, menos de cinco minutos después me llamó para decirme que no podía porque le había salido algo en el trabajo.
- ¿Y crees que tiene que ver con ese niño?
- No lo creo, lo sé... -piensa rápidamente una mentira para encubrir que estaba en el instituto con él y tras unos segundos continua- Lo sé porque esta mañana estaba en el centro comercial haciendo unas compras, cuando me llamó salí de la tienda y me acerqué a la baranda para hablar. Al colgar, escuché una voz a mis espaldas y cuando me giré vi a Taemin hablando con él por la cabina que hay cerca de los baños,le pedía verse con él...En cuanto colgó y se marchó, Jinki me llamó para anular la cena.
- ¡Madre mía,Key! El destino te lo puso delante para  demostrarte que Jinki no es trigo limpio.
- Sé que ahora mismo están juntos y me da miedo pensar que pueden estar teniendo sexo.
- Es una situación jodida... Deberías abordar a Jinki y decir que sabes que se ve con Tae, si elude el tema es que te está siendo infiel -dijo resuelto.
- ¿Realmente lo crees?
- No creo que se vea con él a escondidas como dices tú, para prepararte una fiesta - toma las manos de su mejor amigo y las acaricia de forma cariñosa- Key, es lo mejor. Intenta que hable, si no lo hace, es que no es un buen hombre para ti.
- Pero yo no quiero dejarle -acaba por emitir un sollozo bajando la cabeza- Oh, Jonghyun... ¿por qué a mi?



Su amigo no respondió, se cambió de asiento para poder abrazarle con fuerza y reconfortarle. Todo saldría bien y si no había forma de que saliera bien, le ayudaría a salir de aquel lugar.
Key le agradeció el gesto y la sinceridad sin saber que él también tenía un motivo de peso para desear que ambos rompieran y se separasen. 
Una vez el kitsune se relajó,decidió cambiar de conversación y hablar de cualquier tontería para animarse tanto él como Jonghyun se entendían bastante bien en el tema de las bromas y tras acabarse el frapuccino, el peliblanco dijo que tenía que volver a la oficina tras revisar el reloj y ya que Key trabajaba allí, que mejor que acompañarle. Claro que en aquellos momentos, no tenía ni mucho menos, ganas de meterse en las oficinas de la empresa, se excusó y tras un rápido beso en los labios de su amigo a modo de agradecimiento, puso rumbo a su casa, pero se detuvo antes de llegar a la esquina de la calle y volvió con paso apurado para notificarle el cambio de número de teléfono, a lo que Jong agradeció el gesto y luego volvieron a despedirse. De nuevo, la marcha se interrumpió porque Jonghyun le gritó desde la otra acera que si quería ir a cenar con él... Siempre tan atento... Agradeció el gesto pero se vio obligado a decirle que no. No era porque tuviera mejores cosas que hacer, es que quería estar presente cuando Jinki volviera a casa. 
Aún era por la mañana y su novio ya había dado por hecho que no se verían hasta la noche ¿qué tanto tenía que hacer con Taemin todo el santo día? Cuanto más lo pensaba, más sentía que nada iba bien, que aquel niño le iba a robar al amor de su vida y más aún perdía la cabeza. Pasó toda la tarde andando de un lado a otro de la casa, bebiendo copa tras copa de vino a la espera de que Jinki regresase. Veía pasar los coches con ansiedad y hubo momentos en los que sintió que las manecillas del reloj no querían caminar. Sin embargo el tiempo avanzaba inexorablemente hasta que poco a poco comenzó a oscurecer. Ya alterado y desesperado por la cantidad de vino ingerida y los propios nervios, revisó en el reloj la hora y desconsolado comprobó que eran las 9 de la noche. Maldijo su suerte, aquello era una locura y no pensaba dejar escapar a Jinki una vez lo tuviera en casa, no, iba a hacerle confesar lo que estaba seguro que ocurría entre él y el mequetrefe estudiante al que empezaba a plantearse si no sería mejor asesinar. Poco antes de que su trastornado y bebido cerebro concluyese que era la solución más viable, las luces de un coche iluminaron el interior de la casa y corrió a la ventana de la cocina al ver llegar el coche de su novio. Ni rastro de Taemin... Mejor así porque de haberlo llevado a su propia casa, no podría haber soportado la presión y sí que lo habría cosido a puñaladas hasta convertirlo en un amasijo irreconocible. Sin encender las luces, corrió a la puerta de entrada y se plantó delante cruzándose de brazos, dispuesto a no darle a Jinki la opción de huir a la habitación ni a ninguna parte. Cuando su novio entró,venía algo despeinado con las mejillas sonrojadas, para el alterado kitsune, fue inequívoca la señal de que se había acostado con Tae:


- ¿¡Dónde llevas todo el día!? -chilló histérico.
- ¡Joder,Key! -se lleva una mano al pecho y enciende la luz- Me has dado un susto de muerte.
- ¡No me ignores! Te he hecho una pregunta.
- He estado trabajando - mintió de forma más que evidente.
- ¡Embustero! - estalló- ¡Has estado con ese maldito niño!
- ¿Qué?
- ¡Sé que has estado con Taemin!
- ¿Cómo puedes saberlo? -replicó.
- ¡Jonghyun lo vio subirse en tu coche y me lo ha contado! -mintió a su vez - ¿¡Qué hacías con él!? ¡Llevas todo el día fuera de casa! Me habías prometido una cena romántica y desde las 9 de la mañana la suspendiste por irte con él ¿¡ Qué habéis estado haciendo!? -se lanza a pegar una bofetada.
- ¡AH!¡Para! -lo sujeta por las muñecas desconcertado por lo que está haciendo- Quieto, Key, no es lo que tu piensas, por favor, tranquilízate.
- ¡No quiero tranquilizarme maldito! ¡Me estás engañando con un niño! -rompe a llorar.
- ¡No, no es así!¡Venga ya, Key! Taemin es mi amigo, no he hecho ni haré nada extraño con él,debes creerme.
- ¡Me sigues mintiendo! Suspendes una cena conmigo que soy tu novio para andar con él haciendo Dios sabe qué.
- No voy a permitir que me faltes al respeto en mi propia casa, Key...Te digo que no he hecho nada.
- ¿Y por qué has estado todo el día fuera con él? ¿Por qué hueles a ese perfume que sé que no es tuyo ni mío? ¿Por qué llegas con ese aspecto de haber salido de una habitación de motel?
- ¡BASTA! -pierde la paciencia- ¡No he hecho nada de lo que deba arrepentirme! Solo hemos pasado el día en la avenida marítima hablando y jugando en los recreativos, hemos tomado un par de cervezas pero nada más.
- ¡Mentiroso! ¡No te creo! - se suelta bruscamente de su agarre y corre a la habitación.



Fue imposible lograr que Key le abriera la puerta a pesar de que pasó horas intentándolo por todos los medios, pero la Diva estaba demasiado alterado como para atender a razones y desgraciadamente, no creyó la verdad que Jinki le había contado. Su mente se estaba destruyendo a sí misma, en aquel momento no estaba seguro de ser capaz o no de diferenciar lo real de lo imaginario,como podía ser el hecho de que quizás sí que no hubiera pasado nada. 
A las cinco de la madrugada, abrió finalmente la puerta y se encontró con su novio sentado en el suelo del pasillo mirándole. Esperaba que le gritara, que le dijera aún más mentiras, pero Jinki solo suspiró, se puso en pie y le abrazó de un modo que le hizo sentir que todo estaba mal, que aquello no estaba funcionando. Luego, cuando le tomó de las mejillas y le besó,sintió extrañamente que su corazón dolido se reconfortaba y luego escuchó las palabras que el mayor susurró en su oído:


- Siento mucho que te sientas tan mal, pero te juro que no he hecho nada malo... Y tu lo sabes...


Tras aquellas palabras, Jinki se marchó finalmente al sofá para intentar descansar lo que no había podido en toda la noche, mucho mejor así... Desgraciadamente, Key tenía que volver a cambiar de forma para irse al instituto y decidir por el camino si iba o no a asesinar a Taemin... Si lo hacía, bastaba con cambiar de forma y nadie reconocería sus huellas dactilares... Sacudió la cabeza... Aún no estaba lo suficientemente loco como para hacer algo de aquel calibre. Se dio una ducha para despejarse la mente, preparó la mochila y se puso el uniforme del instituto, siempre cuidando que Jinki no subiera ni se asomara por allí, aunque no había cambiado de forma, pero no le convenía que viese que iba vestido de aquel modo. Al bajar, la casa aún estaba a oscuras, se acercó al sofá y besó la mejilla de su novio susurrando que le quería y poco después salía corriendo por la puerta diciendo que se verían más tarde.
Se puso unas gafas de sol mientras cambiaba de forma porque estaba seguro de que sus ojos se verían aún rojos e hinchados de pasar toda la noche llorando y no quería dar esa impresión delante de Taemin. Echó a andar hacia el instituto, encontrándose como siempre a aquella hora, con muchos estudiantes que hacía lo mismo,tanto a pie como en los diferentes transportes públicos. Una vez en el centro, se limitó a esperar en primer lugar que abrieran la puerta para entrar y en segundo, en quedarse cerca de la entrada del centro para esperar que el chico llegara. 
Poco a poco comenzó a aclararse la mañana y como un reloj, Taemin entró por la puerta a las 7 en punto y al levantar la vista de su teléfono móvil se encontró con la figura de aquel guapísimo chico nuevo que el día anterior le había descolocado tanto. Parecía esperarle y para su sorpresa, éste se alzó las gafas de sol e hizo un gesto que logró que el calor subiera por todo su cuerpo haciendo que sus piernas temblaran y su corazón comenzara a latir más deprisa, presa de un inexplicable embrujo que aquellos penetrantes ojos negros le lanzaron desde el primer momento en el que se cruzaron sus miradas.  




♒ ♦ CONTINUARÁ♦ ♒





jueves, 20 de octubre de 2016

♊ EVENTO DE HALLOWEEN EN NUESTRA PÁGINA DE FACEOOK ♊


<3 ¡¡ EVENTO DE HALLOWEEN !! <3

Leed atentamente las normas que aparecen en la imagen ^-^


En el caso de que no entendáis algo, por favor, no dudéis en preguntarme, estoy aquí para resolver vuestras dudas *O*

Si participa bastante gente ( Cosa que me haría ilusión) cada dos días diré quienes son los 3 primeros con más puntos.
¿Os gusta la idea? *-* 

♚ºMomoº♚

P.D: Hay una golosina escondida en el cartel del evento `w´ y otras dos en la foto de portada del evento *O* Si las encontráis y queréis participar,no olvidéis mandarme el mensaje privado diciendo cuál habéis encontrado y dónde ^^ .

Sólo se puede participar por Facebook *-*
Leed bien las normas y buscad las golosinas en las fotos del álbum del evento.



lunes, 17 de octubre de 2016

♒ ♦ KITSUNE TWO FACES ♦ ♒ _ CAP 2

Personajes: Jonghyun - Key - Minho - Onew - Taemin
Género: Drama/ Suspense/ Pscológico
EEL: TP


Resumen: "Quizás el problema es que no supimos comprendernos a tiempo". Un joven Kitsune cae rendido ante el amor y con la única intención de conservarlo, será capaz de tejer toda una red de mentiras a su alrededor... ¿Qué podría salir mal cuando los celos nublan el juicio?
























" Fue en aquel preciso momento cuando comprendí que aquel niño, era lo peor que podría haberme sucedido jamás... Fue tal la sensación de inferioridad que invadió mi cuerpo al escuchar aquella declaración que sentí por la expresión de Jinki, que realmente iba a dejarme porque a él le conocía de más tiempo...Tengo que hacer lago con ese niño...Tengo que...Tengo que hacerlo desaparecer..."



ENVIDIA



Jinki quedó mudo ante la declaración totalmente inesperada de su alumno. El silencio se hizo tan incómodo que Taemin comenzó a moverse sin saber si echar a correr o permanecer a la espera de una respuesta más concreta... Fue difícil saber cuánto tiempo transcurrió hasta que finalmente el mayor reaccionó... Se movió, acercó al más joven y lo abrazó con fuerza. No hubo respuesta verbal y ante aquel gesto, se dibujó una sonrisa en los labios de Tae, seguramente lo interpretaba como un sí y en un visto y no visto, le robó un beso a Jinki. Al momento de hacerlo,se disculpó asegurando que había tomado demasiado alcohol. 
Jinki se limitó a aceptar la excusa y dijo que lo mejor era regresar a la discoteca, pues todos estarían preocupados al ver que no volvían. De regreso a la discoteca, ninguno dijo nada, en realidad no sabían qué decirse, resultaba algo violenta la situación.

Key salió de su escondrijo y se preguntó si ir a matar a Taemin o no ... Jinki le había dado un abrazo, un abrazo más de consolación que de confirmación. Tomó aire varias veces y se dijo que no pasaba nada. Su novio había rechazado al niño y eso debía ser más que suficiente, significaba que Tae no le interesaba ¿¡Cómo le iba a interesar!? Imposible pretender cambiarlo a él por aquel niño que no tenía nada que ofrecer a su profesor, nada, todo lo que tenía se lo compraban aún mamá y papá y era una pretensión absurda que aún así lo aceptara... Todas aquellas cosas pasaban por su mente y hasta que no se detuvo a pensarlo con frialdad,no se dio cuenta de que todo era una tontería. Si Jinki había dicho que "NO" con aquel abrazo, era porque tenía novio y era un hombre cabal y respetuoso. Ambos estaban muy felices en aquella relación, todo resultaba idílico, los encuentros apasionados por las noches, la sensación de felicidad a todas horas...
Finalmente sonrió y entró de nuevo en la discoteca para ir con el grupo a seguir pasándolo bien, aunque al llegar comprobó de primera mano que la siempre presente sonrisa de su novio, se había esfumado... ¿Por qué?¿Tan preocupado estaba por lo que un niño le había dicho? El kitsune se sentó a su lado y tras hacerle un gesto, su pareja le indicó que estaba cansado y quería marcharse a casa. Desgraciadamente, cuando estaban en aquella zona en la que los locales nocturnos abundaban, era él quien llevaba y traía a Tae, de modo que tuvo que excusarse y los tres caminaron por la calle en silencio en dirección al estacionamiento en el que habían dejado el coche. Key intentó tomar a su novio de la mano en varias ocasiones, pero aparentemente, Jinki no estaba de humor para mimos y mucho menos llevando a su alumno detrás observando todo lo que hacían. Una vez en el coche, Key se dio cuenta por uno de los retrovisores que Taemin no le quitaba ojo de encima a su novio y que Jinki a su vez lo miraba cada poco por uno de los espejos. Sintió que se ponía verde de celos aunque podía ser que aquello no significara nada...o por contra, podía significar todo. Se mordió rabioso el labio inferior y por primera vez en aquellos meses, echó un vistazo al lugar en el que aquel niño vivía. Un barrio residencial de clase media, sin nada fabuloso que tener en cuenta, todas las casas eran iguales, pero se aseguró de aprenderse bien el número de la de aquel niño, tenía que tomar una decisión con respecto a él y no había nada mejor que hacer que saber dónde localizarlo. Taemin se bajó y se acercó a la ventanilla del conductor:


- Onew, siento mucho si te incomodé antes...es solo que no podía callármelo por más tiempo.
- ¿El qué? -intervino Key fingiendo que no sabía nada.
- Cosas nuestras, Key-comentó con voz áspera Jinki antes de volverse hacia el menor- Escucha,ya hablaremos, Taemin¿de acuerdo?
- Sí, por supuesto, Onew -sonrió ampliamente y luego miró a Key- Buenas noches.
- ...



El kitsune no dijo nada, estaba más que rabioso con aquel asunto y tan pronto como su novio arrancó el coche decidió no guardarse más la desconfianza que de pronto había hecho mella en su celebro,taladrándolo como un puñal candente:


- ¿Qué tienes con ese niño?
- ¿A qué te refieres? -comentó apático sin apartar la vista de la carretera.
- No hace más que ponerte ojitos, no intentes engañarme, Jinki ¿qué hay entre vosotros?
- ¿Es una broma? -detuvo en seco el coche en medio de la calle y giró a ver a su pareja- ¿En serio me estás preguntando eso?
- No me respondas con evasivas, ¿tienes o no tienes algo con él?
- ¡Estás paranóico! Lo único que hay entre Taemin y yo es una gran amistad, por si lo has olvidado, no sólo era vecino mío hasta hace un par de años, sino que lo ayudo con clases de matemáticas desde que era pequeño ¿Qué cojones piensas que puede haber entre nosotros?
- ¡No te mira como a un amigo! ¡Es imposible que no lo hayas visto!
- ¡BASTA! No pienso seguir discutiendo más sobre éste tema. Tae y yo no tenemos nada, nada más que una buena amistad y tú estás loco.



Jinki reanuó la marcha del vehículo con el ceño fruncido, estaba terriblemente enfadado con Key por abordarlo de aquel modo. Claro que quería a su novio, pero realmente no podía pasar por alto la declaración de su mejor amigo. 
Aquella noche ni siquiera durmieron juntos, Jinki se marchó a descansar al sofá y bajo la atenta y celosa mirada del rubio,se quedó dormido a regañadientes. Key apenas se movió de la puerta del salón, apenas sí llegó a parpadear, le obsesionaba de pronto la idea de que aquel niño pudiera robarle lo que era suyo. Antes de que llegara la mañana, alzó la cabeza fijándose en el reloj y tomó una decisión que hasta aquel momento, no hubiera tomado bajo ningún concepto. Dejó sobre la mesa de la cocina una nota que decía que iba a salir a dar un paseo,que no se molestara en llamarle, hablarían al volver a casa sobre lo sucedido.
Entonces, entró en silencio en el baño del dormitorio principal y se puso ante el espejo. Debía concentrarse, hacía mucho tiempo que no utilizaba su magia para cambiar a una forma diferente a la que ya tenía ¿a qué podría cambiar? ¿Qué clase de aspecto podría apartar a Taemin de Jinki? 
Cerró los ojos con fuerza y trató de mantenerse en silencio, cambiar de forma era doloroso, pues sus huesos debían mutar hacia una forma más grande o más pequeña y el resto del cuerpo también, en aquella ocasión, se transformó en lo que hubiera definido como el "hombre ideal". Alto, fornido, con facciones marcadas y aspecto de príncipe de cuento de hadas.En el momento en el que abrió los ojos le costó mucho reconocerse a sí mismo y casi le llevó media hora poder controlar su nuevo cuerpo. Su cerebro debía asimilar la diferencia de tamaño y aspecto antes de poder dar órdenes tan simples,sencillas y naturales como mover los dedos, caminar o hablar. Tomó algo de ropa prestada a Jinki y una última vez se acercó al espejo para poder verse bien. Bajó en silencio a la planta inferior y comprobó que su novio aún dormía y tras agarrar las llaves de la casa, salió del coche para ir en busca de Taemin. 
Aún caminar le resultaba algo doloroso, sus huesos aún no se acostumbraban al nuevo tamaño y en cierto modo parecía que su nueva apariencia tenía cierta cojera; lo único en lo que sí reparó en aquel momento, es que las muchachas jovencitas que  en aquel momento paseaban por la calle de vuelta de las fiestas nocturnas y otras con rumbo a sus respectivos colegios, se detenían a verle... ¿Por qué?¿Sería quizás demasiado feo y él mismo se había dicho que tenía un aspecto atractivo para no tener que sobreesforzarse más en mejorar la transformación? ¿Se le habría deformado parte de la cara por la falta de práctica en la transformación? El caso es que las miradas le incomodaron tanto que se cubrió la cara con una mano conforme avanzaba entre la juventud y se detuvo ante un escaparate para poder observar su reflejo... No había nada fuera de lo común...Quizás era cierto que aquella expectación se debía a que era más atractivo que el resto. Tras calmarse al ver que nada había de malo en su nueva forma, decidió acelerar el paso para llegar a tiempo al instituto al que acudía Taemin pero... ¿Qué iba a hacer él allí? No era alumno y hacía muchísimo tiempo que no iba a la escuela, en realidad nunca había ido, todos sus conocimientos los había adquirido a lo largo de su vida tanto de kitsune como de humano. Antes de que el mundo comenzara a cambiar a un ritmo vertiginoso, en los tiempos de máximo esplendor de la cultura samurai, se hizo amigo de varios de aquellos guerreros que con el paso de los años, le fueron empapando de su cultura, de la manera de escribir, de actuar, aprendió a leer y escribir con ellos aunque cierto era que la decadente sociedad actual, había mermado la actitud de aquellos tiempo y una muestra intachable era que estaba dispuesto a mentir y a manipular con tal de conservar a Jinki a su lado... Podía fingir que acudía a la escuela como alumno de intercambio de un curso superior al del amiguito de su novio...¿Y qué decirle?¿Qué nombre darle? Aquel plan comenzaba a hacer aguas y aún no había hecho contacto con él. 
Se detuvo en una tienda a revisar las revistas de moda juvenil en busca de algún nombre convincente o al menos un apodo que darse a sí mismo. Por suerte,dio con uno que le pareció bueno, uno de los artículos sobre cantantes modernos estaba firmado con un nombre que le gustó, así que se preocupó de memorizarlo y de pensar en qué más hacer para encontrarse con Taemin... AL igual que con su aspecto de Key se había labrado e inventado una vida hasta el punto de conseguir un empleo sin tener en realidad estudios de cobros, sino sólo una rápida capacidad de adaptación y aprendizaje, que era fundamental detenerse a pensar antes de nada. 
Finalmente se sentó en una cafetería y tras pedirse un café bien cargado, sacó de su bolsa una libreta de notas, en ella comenzó a inventarse la vida de su nueva apariencia. Apuntó su nombre, una edad inventada, una fecha de nacimiento inventada acorde con la edad, todo lo necesario, una historia tan real y convincente, que lo complicado sería barajar la posibilidad de que no era quien decía ser. Todo aquel trabajo le llevó cerca de 4 horas, no podía dejar cabos sueltos... El resto de la mañana lo empleó en hacerse con algo de material escolar, incluidos un par de libros del último curso del instituto al que sabía que iba Taemin. Luego fue por allí para preguntar qué debía hacer para inscribirse, claramente a aquellas alturas del curso, sonaba algo descabellado, pero no sería la primera vez que sucedía algo así aunque no era lo más común. Rellenó los papeles y la solicitud alegando que apenas llevaba dos días en el país pues venía de vivir en el extranjero, quizás por lo convincente que parecía al hablar, no le pusieron muchas trabas, todo formaba parte del encanto sobrehumano que poseía, podía pedir cosas casi imposibles y se las concedían sin más... En realidad nunca había usado sus poderes de aquel modo, pero sentía que no tenía elección. Justo en el momento en que se disponía a abandonar el centro, sonó la campana para el cambio de la última clase y mientras él se dirigía a la salida, se encontró de frente con Taemin, ambos se cruzaron por el pasillo y como muchos otros, el menor se quedó quieto al verlo pasar y más aún, mirándose fijamente con aquel desconocido.




Aunque ambos se giran para verse una vez han pasado el uno junto al otro, aquel extraño desconocido volvió la cabeza y siguió caminando sin parecer darle mayor importancia a las miradas de todos los curiosos que se preguntaban sobre su identidad.

Extrañamente, Taemin sintió que todo su cuerpo se erizaba, no estaba seguro de si era a causa del miedo o porque aquel chico le había gustado... Pensó que no volverían a verse más, que sólo era el hermano de alguien que había ido a dejar algo...

En su nueva forma, Key regresó a casa con paso apresurado, sabía que Jinki no estaría, a esas horas aún se encontraba en el trabajo y no se preocupó por darse prisa en cambiar de forma, de hecho,necesitaba tiempo para poder adaptarse y cambiar más deprisa de forma...Por suerte, podía pedirle a su jefe que le dejara trabajar desde casa, al fin y al cabo, los temas que trataba en la oficina podía realizarlos desde su domicilio ,así como emplear el resto del día para ocuparse de ir a cobrar a los sitios pertinentes mientras por la mañana se ocupaba de ir al instituto y mantener alejado a Taemin todo lo posible de su novio. 
Una vez dentro de casa, se acercó al cuenco donde solían dejar las llaves del coche y de casa al volver, había una nota de Jinki:


"No sé bien lo que te está pasando, Key, me molesta mucho que no hayas venido a hablar conmigo cara a cara... Supongo que nos veremos cuando regrese ésta noche.
Te quiero."


Emitió un prolongado suspiro y mientras entraba en la cocina a dar buena cuenta del arroz con kimchi que Jinki había preparado, se sentó a mirar en silencio aquella notita. Quizás sí que se estaba pasando, podía ser que sí que había exagerado las cosas la noche anterior y todo se hubiera desbordado. Una vez acabó de comer, marchó apresurado al baño del dormitorio principal y allí volvió a adoptar su forma normal como Key... Tenía muchas cosas que hacer, llamar a su jefe y lo más seguro es que tuviera que ir a verle para hablar sobre las condiciones de trabajar desde casa. Pasó el resto de la tarde más ocupado en hacer llamadas alternando entre Jonghyun y su jefe, ya que su mejor amigo era el secretario principal y tuvo que rellenar varios papeles con su solicitud. A media tarde, sobre las seis y poco, escuchó la puerta y se levantó de la cama para ir a recibir a su novio:


- Hola,Jinki...
- Hola...
- ¿Quieres que hablemos?
- No... Ahora mismo no... Estoy muy cansado del trabajo, preferiría ir a darme un baño y acostarme.
- ¿Acostarte? Son las seis de la tarde- replicó el kitsune.
- Sí, puede que lo sea, pero estoy agotado.


El rubio miró indignado a su novio, que ignorándole por completo, subió a la habitación para darse una ducha y acostarse, extrañamente, al ir a recoger la ropa del mayor para ponerla a lavar, se encontró conque tenía un perfume extraño, no era el suyo, eso estaba claro, lo conocía demasiado bien y aquel ni siquiera era una de las fragancias que usaba. Revisó entonces el resto de la ropa y se encontró conque la corbata y el cinturón también tenían aquel extraño perfume. Frunció el ceño y se dijo que algo extraño estaba pasando... ¿Y si Jinki le engañaba? De golpe, todas sus inseguridades y todos sus celos se arremolinaron en su cabeza haciendo de él un terremoto presa de una histeria que no supo explicar. Se asomó al baño para ver si tenía alguna marca en el cuerpo, un morado o un arañazo que le confirmara que había estado con alguien más, pero a primera vista, al menos por la espalda, su cuerpo estaba libre de todo lo que pudiera inculparle de una infidelidad. Entró finalmente fingiendo ir a echarse una de sus cremas hidratantes en la cara y por medio del espejo vio que por delante, tampoco había nada incriminatorio y suspiró. Su novio alzó la vista mientras se aclaraba el jabón y entornó los ojos, parecía molesto por su presencia.


- ¿Ahora resulta que me estás siguiendo?
- ¿Es que ya no puedo siquiera entrar en el baño? -se gira para verle- ¿Desde cuándo te molesta mi presencia?
- Quizás desde que no haces más que rondarme ¿qué diablos te pasa? ¿Es que no confías en mi?
- ¡Sólo he entrado a ponerme crema!
- ¿A quién pretendes engañar? En todo el tiempo que llevamos juntos he visto de primera mano que eres un chico de costumbres, tu nunca te pones crema si no es justo antes de acostarte y justo después de darte la ducha de por la mañana ¡No soy estúpido! ¿Qué me estás vigilando?
- ¡NADA! Me siento muy idiota por lo que pasó ayer y solamente intentaba acercarme a ti para pedirte disculpas...¿Tan malo es que quiera disculparme contigo? Estoy muy triste por éste enfado...
- Por favor... necesito pensar...Deja que descanse y hablaremos mañana sobre ésto.


Key asintió en silencio y salió del baño sin querer decir nada más. No podía explicarse en ese momento si Jinki tendría o no la razón de sus celos... Pero estaba seguro de que un olor raro estaba anclado en su ropa, sin duda era perfume... ¿Y si simplemente había pasado por la zona de perfumería y uno de sus compañeros le había presentado uno nuevo?No...Sin duda aquello no era una explicación razonable. Se sentó en la cama pensativo y cuando lo vio salir desnudo, quiso decirle algo,pero él se fue derecho a su lado de la cama y se acostó. Por tanto, aquel fue un día extraño en el que no hubo modo de entablar ninguna clase de conversación, lo más probable es que al día siguiente pudieran hablar con calma, pero no podría ser por la mañana. No iba a decirle que había pedido trabajar desde casa y que se lo habían concedido sin casi ponerles trabas... Tenía que ser un secreto porque a partir de ese momento iba a llevar una doble vida.



♒ ♦ - ♦ ♒


Aquella mañana llovía, el tiempo era asqueroso y él se había olvidado el paraguas en casa, de modo que corría bajo la lluvia intentando no retrasarse para la entrada a clases. Poco antes de llegar,la lluvia cesó sobre su cabeza y giró a mirar a quien sostenía un paraguas negro y le miraba muy fijamente. Se trataba del mismo desconocido que el día anterior había causado un gran revuelo en el instituto debido a la novedad y a lo atractivo que era... Alto, fuerte, bien parecido...Taemin sacudió la cabeza y se escurrió un poco el pelo antes de decirdirse a darle las gracias.


- Gracias...
- No hay de qué - le respondió el más alto con voz calmada.
- ¿Te conozco? -dijo intrigado, pues algo en sus ojos le resultaba familiar.
- Creo que ayer nos cruzamos en el instituto.
- Ah, sí... - intentó sonreír para mostrarse simpático aunque aquel extraño le parecía cuanto menos sospechoso, pero no sabía por qué motivo.
- Mi nombre es Choi Minho, voy a último curso -dijo de sopetón- ¿Y tu eres...?
- Me llamo Taemin...
- Encantado de conocerte,Taemin.


Su sonrisa no hizo más que aumentar sus sospechas sobre aquel extraño chico salido de ninguna parte aparentemente. Mientras caminaban bajo la lluvia hasta las puertas del instituto, giró la cabeza para poder verlo mientras sacudía el paraguas y aunque quiso agradecerle de nuevo que le cobijara, no tuvo tiempo. Habían llegado tarde y el encargado los sorprendió antes de que intentaran siquiera llegar a sus clases respectivas y con tono serio los mandó a la sala de los castigados, donde deberían permanecer en riguroso silencio de cara a la pared, aunque como muchos otros adolescentes, en cuanto el adulto se marchó, Taemin suspiró mirando de reojo a Minho:


- Bonita forma de comenzar en una escuela ¿no te parece?
- En realidad lo hice a propósito.
- ¿Llegar tarde?¿Por qué?
- Así podía pasar contigo una hora completa a solas.

El más bajo de ambos enmudeció y se sintió incapaz de mirar a otro sitio que no fuera la pared. Sintió como sus mejillas enrojecían tras aquella poco inusual declaración y avergonzado jugó con su pelo sin ser capaz de responderle nada.




CONTINUARÁ

lunes, 10 de octubre de 2016

♒ ♦ KITSUNE TWO FACES ♦ ♒ _ CAP 1

Personajes: Jonghyun - Key - Minho - Onew - Taemin
Género: Drama/ Suspense/ Pscológico
EEL: TP


Resumen: "Quizás el problema es que no supimos comprendernos a tiempo". Un joven Kitsune cae rendido ante el amor y con la única intención de conservarlo, será capaz de tejer toda una red de mentiras a su alrededor... ¿Qué podría salir mal cuando los celos nublan el juicio?
























""La vida es extraña... Primero piensas que cada día es una aburrida calcomanía del anterior y de pronto, algo extraño sucede y lo pone todo patas arriba haciendo que te plantees si no hubieras preferido la vida anterior a todo lo que se te presenta sin previo aviso... 
Como kitsune, siempre pensé que mi vida era muy tranquila y que era imposible que algo perturbase mi calma, al fin y al cabo, estoy por encima de los asuntos que tanto preocupan a los humanos... Desgraciadamente para mi, todo cambió la noche en que decidí acompañar a Jonghyun, mi mejor amigo a un bar para tomar unas copas y descansar del trabajo, simplemente para desconectar... Allí fue donde le conocí... Jinki...Mi amor... ""


Tras una dura semana de trabajo, Key y su mejor amigo Jonghyun decidieron salir a tomar unas cervezas y pasarlo bien, olvidar que a la mañana siguiente tenían que volver a aquella oficina en la que ambos trabajaban. Era Jong quien había elegido el sitio al que ir, por lo que dijo era más bien una pequeña tasca en la que servían diferentes tapas acompañadas de cerveza o vino como un menú cerrado pero a muy buen precio. El local no era precisamente grande, decorado con colores neutros y con luz tenue daba la sensación de ser un lugar íntimo y discreto, a Key le encantó y pensó que era una muy buena idea haber ido. Tras las primeras tapas de jamón serrano y queso, acompañadas de unas cervezas que podrían haber revivido a un muerto de lo bien que sabían. Mientras reían hablando de banalidades y cosas de la infancia, el más bajo se giró al escuchar una voz que le llamaba:


- ¡Jonghyun,eres tu!¡Cuantísimo tiempo sin verte! -dijo una voz a las espaldas de ambos.
- ¡Jinki, que sorpresa!



Key apenas giró un poco la cabeza para ver al recién llegado y que había saludado tan abruptamente a su mejor amigo. Aquel chico no le llamó la atención a pesar de la gran sonrisa que se reflejaba en su cara al abrazarse de Jong. No sintió mucha más curiosidad por él y se volvió de nuevo hacia la barra ya que entendía que aquello no iba con él, sin embargo y para su frustración, su mejor amigo le dio unos toquecitos en el hombro mientras le decía que quería presentarle a un viejo amigo de la universidad, con lo cual,el rubio no tuvo más remedio que darse la vuelta para ver a aquel hombre fijamente con sus ojos casi felinos:


- Encantado de conocerte, Key, mi nombre es Jinki.


Key se limitó a asentir, era muy desconfiado con la gente que no estaba en su círculo de amistades o conocidos de muchos años y le pilló completamente por sorpresa que fuera tan cariñoso cuando le plantó un fuerte abrazo que más que gustarle, le provocó rechazo y lo obligó a apartarse mientras su ceño se fruncía y su boca se curvaba en una clara muestra de disgusto. Extrañamente, Jinki se rió y como si no hubiera invadido su espacio personal,se disculpó y peor aún, Jonghyun decidió cambiar de la barra a una mesa para poder sentarse los tres juntos a hablar... La idea de por sí, era terrible ¿por qué aquel hombre había aparecido de la nada para molestarles?¿Por qué no se iba y los dejaba solos?Key no dijo casi nada el resto de la velada mientras escuchaba a aquellos dos bromear y reírse, intentando hacerle partícipe en la conversación a pesar de su clara negativa a ello. Cuando ya las cervezas empezaban a amontonarse en la mesa, aquel intruso soltó una bomba que ni a Jong ni a Key le hizo la más mínima gracia, aseguró de pronto y sin justificación alguna que quería enamorar a Key.
Fue tal el impacto de aquellas palabras que más que enfadado, el kitsune se puso en pie,recogió su abrigo del respaldo del asiento y se marchó indignado por el descaro de aquel impertinente humano que sin conocerlo pretendía semejante tontería... ¿Amor?¿Qué era eso?¡Qué gran estupidez!
No respondió a las llamas de Jong que había salido tras él a la carrera, cuando quería, se ocultaba de quien fuese y en aquella ocasión su amigo no logró dar con él por mucho que lo buscó en los alrededores. Ni siquiera se acordaba de que no había pagado su parte, pero en aquel momento eso no era nada importante. Al regresar a casa se metió en la cama con la ropa puesta y quiso olvidarse de aquella desastrosa noche de fiesta perturbada por un perturbado...¡Que hombre tan estúpido!¡Que poca vergüenza! ¿Cómo se atrevía a hablarle a él de ese modo?
Por suerte para su agotado cerebro, el alcohol ingerido le impidió darle muchas más vueltas al asunto y pronto quedó profundamente dormido, tal fue su estado de embriaguez, que a la mañana siguiente, no fue capaz de levantarse para ir a trabajar, ni siquiera las dos alarmas del despertador lograron sacarlo de los brazos de Morfeo... No fue hasta casi el medio día, que el sonido de su teléfono móvil le obligó a abrir perezosamente los ojos y como si no fuera nada importante, aún se dio tiempo de remolonear y estirarse, ni siquiera recordaba qué día u hora era,tomó el teléfono y descolgó al ver que se trataba de Jonghyun y como si nada, volvió a acomodarse en la cama:


- ¿Sí?-ronroneó.
- ¿Key?¿Estás bien? ¿Cómo te encuentras? ¿Por qué no has venido a trabajar?
- ¿A trabajar...?...¡Oh, Dios mío!-abrió abruptamente los ojos y se sentó en la cama-¡Dios,no me he dado cuenta de la hora! -mira horrorizado el reloj de la mesilla de noche.
- ¿Pero estás bien? Siento mucho lo que pasó anoche...
- ¿Ya ha llegado el jefe?- se levanta apresuradamente para empezar a quitarse la ropa del día anterior.



Mientras alternaba el móvil entre los hombros y las manos para poder desvestirse, Jonghyun le explicaba que el jefe había preguntado por él pero que le había mentido y dicho que ya había salido a hacer los cobros pertinentes de algunos clientes y que con eso no había vuelto a preguntar. Key le dio las gracias y dijo que en media hora estaría en la oficina y sin dar tiempo a su amigo de decir nada más,colgó el aparato y se apresuró a asearse las axilas, la cara,el pelo y los dientes para después vestirse correctamente, perfumarse y demás menesteres que uno lleva acabo antes de salir de casa. Ni se dio tiempo a desayunar algo, no tenía tampoco apetito y corrió escaleras abajo revisando la hora en su reloj de muñeca y corriendo como loco para alcanzar el siguiente metro que debía pasar por la zona en poco menos de cinco minutos. Normalmente era Jonghyun quien pasaba en su coche a recogerlo, pero claramente aquel día y a aquella hora era imposible. Llegó con el tiempo justo de colarse entre las puertas del metro que ya amenazaban con cerrarse del todo sin él.
Respiró agitado una vez dentro del vagón y se sentó en uno de los muchos sitios libres, a aquella hora, no había demasiada gente y eso le dio más confianza para revisar el papeleo que llevaba en su maletín. Era toda una suerte tener siempre algo más de trabajo acabado, no solía dejar cosas para la semana siguiente y había unas facturas y cobros ya firmados y sellados que podía presentar como el trabajo del día, siempre dejaba su firma para el momento de la entrega,de modo que no habría problemas con las fechas porque era él quien las ponía. Sacó su pluma estilográfica y comenzó a rellenar todo lo más rápido posible, no tenía ni 10 minutos para calmarse y llegar bien a la oficina,no...En lugar de ello, tenía demasiado que hacer e inventarse por el camino.
Al llegar a su parada,volvió a meter apuradamente los papeles en su sitio y al bajarse del metro abrió mucho los ojos al encontrarse con aquel idiota de la noche anterior,Jinki. Él le sonrió pero tras un empujón con el maletín,Key comenzó a correr despavorido hacia la salida más preocupado por lo que diría su jefe que por aquella voz que lo llamaba. De hecho al girar un poco la cabeza vio que le perseguía y más espantado aún, aceleró la carrera para entrar en el rascacielos donde la empresa en la que trabajaba, tenía las oficinas. No tuvo ni que presentar su acreditación, el segurita lo conocía y al verlo tan apurado lo dejó pasar con un escueto saludo que la Diva no correspondió. Mientras se dirigía con paso apresurado hasta el ascensor vio por las enormes cristaleras del edificio a Jinki quedarse fuera,observándolo con una gran sonrisa a pesar de que le hubiera dado claro esquinazo...¿Qué le pasaba a aquel tío?¿Es que no entendía que no quería saber nada de él? Tomó aire intentando calmarse una vez que se vio a salvo dentro del elevador y cerró los ojos recostándose en la pared del mismo para mantener la cabeza fría y su imperante necesidad de tener todo bajo control. Abrió los ojos el escuchar que el altavoz indicaba que había llegado a la planta en la que trabajaba y al abrirse las puertas, apenas logró salir sin que Jonghyun lo abordara de imprevisto con mil preguntas que no comprendió por lo rápido que hablaba...Entonces cubrió con una mano la boca de su mejor amigo para que se callara y tras unos segundos,la retiró y dijo con voz calmada:


- ¿Qué decías?
- ... Perdona, es que desde anoche estoy muy nervioso-se disculpó- ¿Qué te sucedió?¿Te encuentras bien?
-Sí, estoy bien -asiente levemente- Tengo los cobros para que los firme el jefe -se acerca a su escritorio y sacó los papeles para ponerles el sello correspondiente y se los entregó a su amigo para que se los llevara al superior.
- Eres impresionante, Key ¿has hecho todo ésto ahora?
- No... El sábado antes de acabar la jornada los tenía ya listos para entregarlos hoy,sólo faltaba mi firma y sello.
- Te juro que ésta mañana estuve tocando a tu puerta durante 10 minutos y ni siquiera me respondiste... Me asusté al pensar que algo malo pudo haberte sucedido...
- Eres un exagerado... -sonrió tomando asiento y de pronto reparó en algo que no había visto- ¿Qué es esto? 


Sobre su mesa había un bonito ramo de rosas, con un pequeño sobrecito. Giró la cabeza a ver a Jonghyun y éste aseguró que no sabía de quién era porque no había querido cotillear,pero que el repartidos las había dejado allí no hacía ni veinte minutos. 
Key se quedó en silencio hasta que se le encendió la bombilla, no hacía ni veinte minutos que él se había encontrado con Jinki en el metro...No podía ser... Agarró el sobre y lo abrió, no leyó nada, fue a ver si tenía o no firma y al comprobar que era de Jinki, tomó el ramo y como si nada, delante de todos sus compañeros, lo dejó caer sobre la papelera sin intención de quedarse con las flores, destruyó la nota en la triturado de papel y se puso a trabajar en su computadora como si nada hubiera pasado a pesar de que todo el mundo, incluído Jonghyun, estaban expectantes y deseosos de saber quién había sido o si le había gustado. Nadie en la oficina esperaba aquella reacción. Jonghyun tragó saliva, de haber sido él quien enviara las flores le habría dado un disgusto al verlas en la basura... Mientras recogía los papeles de la mesa de Key, que debía entregar al jefe, se percató de que aquella noche, Jinki había dicho que quería enamorar a Key porque le había hechizado con sus preciosos ojos... Ojalá no fueran en serio sus palabras...
Cuando Jonghyun se alejó de su mesa,Key se masajeó los ojos, estaba cansado y el brillo de la pantalla le irritaba aún teniéndolo al mínimo, pero aún así intentó que aquel fuera un día normal de trabajo. Al acabar la jornada, le pidió a Jong que lo alcanzara a casa, no era lo habitual,pero en el caso de que Jinki estuviera fuera esperándole, que no se llevara el gusto de verlo,bajando con su mejor amigo irían derechos al garaje y saldrían por detrás del edificio... ¿Por qué se tomaba tantas molestias para esquivar a aquel tipo? No tenía ni idea... Quizás en el fondo le daba miedo aquella sonrisa desenfadada y aquel brillo en sus ojos que daban a entender que no abandonaría hasta haberle enamorado del todo.
 Aquellos ramos de flores siguieron llegando a lo largo de tres semanas, todos los días, cuando el kitsune llegaba a la oficina, ya había un regalo floral esperando y descansando sobre su mesa. Hastiado, uno tras otro, todos los ramos acabaron en la basura ante la atónita mirada de todos sus compañeros. Tanto él como Jonghyun comenzaron a sentirse cada vez más incómodos con la insistencia de aquel hombre y curiosamente, antes de que el mes tocara a su fin, un día en el que la lluvia parecía no tener intención de permitir que saliera el sol, ambos compañeros iban en el coche del mayor de camino a la oficina y fue entonces cuando lo vieron. Un sonriente Jinki permanecía en la entrada peatonal del edificio, sujetando un paraguas de color verde y con una gran sonrisa en los labios. En ese momento Key sintió que perdía la paciencia y aprovechando que Jong había aminorado la marcha,se bajó del coche de forma apresurada y se acercó dando gritos a aquel hombre, empapándose en escasos segundos debido a la intensidad de la lluvia:


- ¡Basta, basta ya! ¡Deja de acosarme maldito!
- ¿No te han gustado las flores? - sonrió sin perder la gran sonrisa que adornaba su rostro a pesar de los gritos histéricos de Key y así mismo lo cubrió con su paraguas para que dejara de mojarse.
- ¡No, no me han gustado! ¡Deja de mandarme flores! -le empuja- ¡Déjame en paz o juro que te denunciaré por acoso y pediré una orden de alejamiento!
- ¿Sólo por mandarte flores? Vaya,veo que no estás acostumbrado a que te cortejen.
- ¿Has oído algo de lo que te he dicho?
- Sí, alto y claro -asintió con calma.
- ¿Entonces? ¿Por qué sigues sonriendo?
- Me gustas, Key, quizás no lo veas ni lo comprendas, pero desde aquel día en la tasca me juré a mi mismo que te enamoraría y lograría que te fijaras en mi. Eres el hombre más perfecto que he visto nunca y quiero hacerte feliz por cualquier medio.
- Déjame y seré feliz -contestó secamente.


Justo en el momento en el que Key se giró para caminar hacia la entrada del edificio, Jinki sonrió más aún y jalándolo del brazo, lo hizo retroceder abruptamente para segundos después, cerrar los ojos y besarle de la mejor forma que sabía... Key quedó paralizado, nunca antes le habían besado y aquel contacto provocó en su cuerpo un estímulo extraño, sus neuronas mandaron a todo su ser corrientes eléctricas que hicieron erizar su piel y sin darse cuenta, calló en el embrujo de aquel sonriente humano. Rodeó su cuello con los brazos y correspondió al beso mientras Jinki soltaba el paraguas para abrazarle por la cintura. La lluvia los empapó a ambos y cuando el kitsune abrió los ojos para mirar a su pretendiente se encontró de nuevo con su gran sonrisa y no pudo evitar contagiarse y sonreír a su vez... ¿Qué había sucedido? Hacía unos momentos estaba más que seguro de no querer volver a ver jamás a aquel estúpido humano y sin embargo un simple beso lo había cambiado todo,provocando en su ser una reacción en cadena y activando una bomba que ni el propio Key sabía que iba a explotar en cualquier momento de la peor de las formas.
Jonghyun lo había presenciado todo desde la entrada del garaje y apretaba con tanta fuerza el volante que bien podría haberlo partido. No sabía de qué hablaban aquellos dos tras el beso, pero sí sabía que no quería que aquel hombre le quitara a Key... De haber sabido que iba a enamorarse, jamás los habría presentado un mes atrás... Hasta que el claxon de otro coche no lo sacó de sus pensamientos, no se movió para entrar en el garaje y aún así, no quería hacerlo para no dejarlos juntos. Aparcó lo más rápido que pudo y subió corriendo por las escaleras con el tiempo justo de encontrarse con un empapado Key en la puerta del ascensor. Sin perder el tiempo, lo sujetó por los hombros y lo interrogó:


- ¿Qué es lo que ha pasado? ¿Estás bien? ¿Te ha forzado?
- N-No... Claro que no me ha forzado, Jong, qué tontería-dijo con una gran sonrisa.
- ¿Entonces?¿Qué ha pasado?
- Creo... creo que voy a darle una oportunidad... Hemos quedado para ir después a cenar... ¿Sabes? Me he sentido muy extraño cuando me ha besado...pero también muy feliz... no sabía que sensaciones así existieran realmente.


Jonghyun guardó silencio y se mordió con rabia el labio inferior. No podía creer que las palabras de su mejor amigo fueran sinceras, pero a lo largo de aquella jornada de trabajo lo encontró tan feliz y rebosante de energía que sintió que había perdido algo importante en su vida.
Por contra, Key comenzó a pensar que realmente merecía que lo adoraran como Jinki aseguraba que lo hacía, aunque para los humanos era desconocida su naturaleza como criatura mítica, llevaba tanto tiempo viviendo entre ellos e ignorando sus sentimientos que el simple hecho de haber recibido un beso estimuló su mente y le hizo plantearse que durante todos aquellos años había perdido grandes oportunidades de ser realmente feliz... ¿No era en realidad lo que los hombres debían hacer? Adorarle, aunque no fuera como kitsune, pues era un secreto que no podía dar a conocer, pero igualmente merecía aquel trato, estaba seguro de merecer aquel amor por su vida tan austera y sencilla. Ni él mismo ni nadie podía imaginar que la vida junto a Jinki iba a traerle muchas sorpresas.


En apenas unos días, era tal su nivel de compenetración y entendimiento que finalmente Jinki dio el paso y le pidió a Key, no solo ser novios sino irse a vivir juntos. De modo que en un agitado fin de semana, el rubio abandonó su apartamento y se mudó con su pareja a un elegante piso del centro de la ciudad que le quedaba a menos de cinco minutos a pie del trabajo. Pronto comenzó a conocer a las amistades del mayor y a encajar perfectamente con ellos. Todos eran jóvenes a los que les gustaba salir por las noches a beber y disfrutar para al día siguiente, simplemente volver al trabajo.
En uno de aquella reuniones, conoció a un muchacho aún menor de edad al que su novio daba clases particulares de matemáticas y se le hizo muy extraño que un joven que aún no había acabado siquiera la universidad, se moviera en un grupo en el que todos pasaban de los 22 años y que además trabajaban... Podía no parecer importante, al fin y al cabo sus 17 años no estaban tan alejados de la franja de edad del resto, pero no era lo normal que gente trabajadora se juntara con estudiantes, ya que la prioridad de éstos debía ser sacar buenas notas en la universidad hasta acabar una carrera y no estar de fiesta con los adultos durante la noche.
En principio no le dio mayor importancia, la vida le sonreía, la relación con Jinki era todo cuanto podía soñar, noches de pasión desenfrenada, desayunos en la cama, regalos y sorpresas románticas... Para el poco tiempo que llevaban juntos todo iba maravillosamente bien o al menos hasta la noche del 11 de noviembre. Aquel día se celebraba en Corea, el conocido "Día del Pepero" y junto con los amigos de su pareja ,Key había decidido ir a una discoteca a bailar y pasarlo bien. En aquel local se repartían peperos a la gente con cada copa que compraban y en su caso, ya habían compartido dos peperos y resultaba tan divertido como romántico. Sin embargo, cerca de las 12 de la noche, se percató de la falta de su novio tras haber ido en busca de dos cervezas más.
Key se levantó del reservado y comprobó que no solo faltaba Jinki en el grupo sino que también aquel niño al que le daba clases había desaparecido ¿le habría ocurrido algo a aquel chico y como su novio era su tutor había ido a ocuparse de él? El kitsune echó a andar a paso ligero y en apenas unos minutos se recorrió todo el lugar de arriba a abajo y reconoció el cabello del muchacho saliendo seguido de Jinki del local. Pensó que quizás se encontraría mal y decidió ir por si necesitaban ayuda pero una vez fuera de la discoteca, Taemin, el estudiante infiltrado en un grupo de adultos, se llevaba a su tutor a un sitio más tranquilo alejado de la puerta y allí se detenían a hablar. Apresurado, Key se acercó sin saber porqué, procurando que no lo vieran, quizás porque quería saber el motivo de que hubieran salido prácticamente a escondidas y lo peor es que aquel niño se veía físicamente bien. Se quedó tras una cabina de teléfono escuchando la conversación.


- Aún no comprendo porqué querías hacerme salir ¿qué es eso tan importante que tienes que decirme, minnie?
- Onew -le llamó de forma cariñosa por aquel apodo que nadie más que él empleaba- No podía callarme más y necesitaba hablarlo contigo a solas...
- ¿El qué? Me estás asustando.
- ¡¡Onew estoy enamorado de ti desde hace mucho tiempo!!- soltó de golpe haciendo acopio de todo su valor.



♒ ♦ CONTINUARÁ ♦ ♒

sábado, 1 de octubre de 2016

◄ ▬ TÉ DE DRAGÓN AMARILLO ▬ ► 7º Cap [FINAL]

Personajes: JongHo [Jonghyun + Minho]
Género: Acción
EEL: +16

Resumen: Jonghyun es un acaudalado jefe de la mafia en Corea del Sur y que por circunstancias de la vida, quizás la mera casualidad, le llevó a coincidir en un desfile chino en el que un disfraz de dragón le hizo recordar una promesa que hacía casi 10 años que había olvidado. Ir a china en busca de un muchacho que tiempo atrás clavó en él algo más que sus ojos duros y severos.
Viaja a Pekín decidido a buscar la marca distintiva de aquel chico, un dragón amarillo...¿Qué le espera a un coreano en las duras calles de china donde abundan mafiosos dispuestos a sacarle las tripas por el simple hecho de ser coreano?

































7º CAPÍTULO [FINAL]


JONGHO MODE




Aún no sabían cómo abordar aquello, estaba claro que no sobrevivirían por muy blindado que estuviera el coche. Se dirigieron una mirada y sin saber porqué, sintieron la necesidad de confesarse el uno al otro sin prestar caso a lo que quisiera que Niel empezaba a decir delante del coche sobre ellos o la situación en la que se encontraban:


- Minho, tengo que admitir que pienso que tú y yo no hacemos buena pareja después de todo y que tú y tus costumbres son una frikada.
- Jonghyun, pienso que eres un hipócrita malcriado y un incapacitado para estar al frente de ninguna mafia.


Se sostuvieron la vista y contrariamente a esas voces en sus cabezas que les instaban a darse de puñetazos, acostaron distancia para darse el último beso en esa vida. Luego se quedaron en silencio pensando en si iba o no a doler cuando el coche explotase y todos sus pedazos fueran desperdigados sobre la calzada... Justo en aquel momento escucharon disparos y sorprendentemente ninguno parecía impactar sobre el coche, de modo que ambos se acercaron a las ventanillas para tratar de ver lo que sucedía. Los Tigres Blancos corrían en aparente desorden por la calle, algo a sus espaldas los estaba tiroteando y desde dentro del coche era imposible saber de quién o quienes se trataba. Jonghyun vio pasar a Niel sobre su moto sin preocuparse de llevarse a alguno de sus hombres por delante como si no fueran más que trozos de carne inertes... Fue entonces cuando el peliblanco escuchó una voz familiar que lo llamaba a gritos, hubiera reconocido aquel tono en cualquier parte del mundo:


- ¿¡KEY!?- abrió apresuradamente la puerta del coche y salió encontrándose de frente con su ex marido y casi dos centenares de sus hombres, armados hasta los dientes y que en su mayoría seguían disparando a los Tigres Blancos- ¿¡Qué haces aquí!?
- ¡Imbécil! -le abraza con fuerza escondiendo la cabeza en su pecho- P-pensé que no llegaría a tiempo...Oh,Dios...Eres tan estúpido...-sollozó.
- Pero... ¿cómo me has encontrado?¿Cómo has...?
- Tus guardaespaldas me llamaron preocupados porque no te habían podido seguir la pista cuando te largaste con ese chino... Me preocupé tantísimo que vine con 170 hombres por si te habías metido en un lío... Tienes suerte de que te haya encontrado...



Key giró la cabeza para mirar a Minho salir del coche. Odiaba en sobremanera a aquel hombre y no lo disimulaba, pero era el elegido de Jonghyun y hasta que no se cansara de él, no podía ponerle una mano encima sin provocar la ira del mayor. El mafioso chino, hizo una reverencia para agradecerle a Key su inestimable ayuda, al fin y al cabo los acababa de salvar de una muerte más que segura.


- Gracias - dijo a la Diva- Te debo mi vida, señor Kibum.
- ... -miró en silencio a aquel hombre sin querer dirigirle la palabra.
- Jonghyun, lo ideal sería que regresáramos a mi casa y nos preparásemos para...
- ¡No irá contigo a ninguna parte! -bramó Key- Jonghyun, vámonos, tenemos el avión en el aeropuerto esperando para regresar a Corea, por favor, éste sitio es peligroso ¿merece acaso la pena?
- ... - Jong alzó la vista para fijarse en Minho y tras sonreír tontamente contestó- Sí que la merece, Key.



Se apartó de los brazos de la Diva para acercarse y tomar a Minho de las mejillas y besarlo con ansias. Quizás en aquellos momentos en los que pensó y dio por seguro que ambos iban a morir, se percató de que realmente estaba enamorado de él a pesar de todos aquellos defectos o aquellas pamplinas que él no comprendía del tradicional y disciplinario comportamiento del chino... Sí, sin duda lo amaba y estaba seguro de que así era cuando un escalofrío recorrió toda su espina dorsal mientras Minho correspondía al beso en aquellos momentos.
El ex marido de Jonghyun, los observó besarse sintiendo que en aquellos momento deseaba que alguna bala le atravesara la cabeza o que la tierra se lo tragara para no tener que soportar la visión de que el hombre al que seguía adorando, estaba besándose con otro delante suyo y peor, manifestándo su absoluto amor por él...Miró en otra dirección y mientras sus soldados revisaban que el lugar fuera seguro, se frotó los ojos con los extremos de las mangas de su jersey para evitar que las lágrimas se dejaran ver y luego comenzó a respirar con fuerza para intentar calmarse... Nunca se había sentido tan humillado con en aquel momento y lo mejor que podía hacer era fingir que no le importaba, que no le molestaba...
Tras algunos segundos que parecieron durar años, Jonghyun llamó a su ex y le dijo que si habían traído vehículos, era mejor que los siguieran a él y Minho de regreso a la mansión del más alto para prepararse para una más que segura batalla campal. Key no dijo nada y ante su silencio el peliblanco lo apartó del coche sujetándolo por el brazo y dijo en un susurro a modo de reproche:


- ¿Es que no me has escuchado?
- Suéltame... -le mira disgustado- No me pongas una sola mano encima, Jong... Mis hombres no irán a ningún lado... Ésta guerra no es nuestra, no arriesgaré sus vidas por nada. Elige ¿vuelves a Corea con nosotros o te quedas?
- No voy a irme ahora-replica disgustado- Y no son tus hombres, son los míos y si les ordeno que se queden, no te seguirán.
- ¿Qué? - le mira frunciendo el ceño- ¿Qué diablos te pasa?
- Mejor dicho ¿qué te pasa a ti? Deberías pensar en tu vida, vuelve a Corea conmigo, ésto es una locura.
- ¿Por qué no aceptas que estoy enamorado de otro hombre? Ya ha pasado mucho tiempo desde que rompimos.
- ¡No decías eso cuando te acostabas conmigo!


Minho observó sorprendido como en un visto y no visto, aquel chico aparentemente frágil, se lanzaba sobre Jonghyun haciéndole un placaje que lo lanzó al suelo y allí ambos empezaron a forcejear. Hubiera sido imposible adivinar que Key era tan bueno en combate cuerpo a cuerpo, pues no le costaba defenderse de los puñetazos de Jong ni devolvérselos e inmovilizarlo. 
Finalmente, el más alto intervino y los separó cogiendo a Key por sorpresa e inmovilizándole los brazos hacia atrás. Fue el único modo de conseguir que se separase del peliblanco, el cual se levantó hecho una fiera y por muy poco no le propició un buen golpe al rubio. Por suerte Minho lo bloqueó también y los mantuvo a distancia cuan largos eran sus brazos para que no se hicieran daño. 


- Basta ya, sois adultos, dejad de comportaros como unos niños pequeños.
- ¡Tu no te metas!-gritó histérico Key.
- Me temo que no tengo más remedio -mira al rubio y luego tras soltarlos a ambos suspira- Entiendo que te enfades con él pero tampoco puedes reaccionar de una manera tan destructiva.
- ¿Y qué me lo impide?
- Los estallidos de rabia no son buenos para el cuerpo, dejar salir todo de golpe puede hacer más daño que bien - intentó mantener la calma y ser comprensivo al hablar.


Key tampoco le caía nada bien a él, pero no por ello lo iba a tratar mal, eso no era lo que su padre le había enseñado. Intentó explicar al coreano que era mejor dejar salir la rabia poco a poco y en forma de respiraciones pausadas para calmar el cuerpo. La Diva lo miraba como si estuviera diciendo gilipolleces, pero aún así, Minho se mostró tranquilo, cosa que incluso terminó por relajar a Jonghyun, era como si el chino fuera un foco de energía positiva y relajante y tras unos minutos, logró conseguir el mismo efecto sobre Key. Así mismo lo convenció de ponerse en marcha a su casa, quedarse en medio de la calle era peligroso y lo peor que podían hacer era ser un blanco fácil, el clan de Niel volvería e irían mucho más y mejor preparados, si había un momento para marchar y preparar un ataque desde otro lado, era ahora.
De modo que Minho tomó el volante del coche, Jonghyun se puso a su lado en el asiento del copiloto y Key tras él, mirando en silencio a ambos, intentando comprender qué era lo que había hecho que Jong prefiriese a aquel chino antes que a su persona. Pocos segundos después, dejó de prestar atención a aquellos dos que cada poco se echaban miraditas como dos adolescentes enamorados y se sonreían el uno al otro haciendo que él quedara anulado e invisible en el asiento de atrás. Suspiró con pesar sin querer verlos así y giró la cabeza para mirar por la ventanilla aquel lugar que le parecía incivilizado, algo horrible en comparación con su adorada ciudad portuaria de Busan... Quizás fuera porque China para él, era un sitio contaminado, oscuro y lúgubre... Se cruzó de brazos y cerró los ojos , en realidad era como si no estuvieran en un "alto el fuego" tenso, sino en una aparente calma, como si se encontraran en un momento en el que toda la ciudad se había quedado dormida... Aquello en realidad se debía a que la gente de a pie sabía cuando había que esconderse, las mafias chinas podían llegar a ser terriblemente sanguinarias y en cuanto comenzaba un tiroteo, todo el mundo corría a esconderse y daba la sensación de ser una ciudad fantasma. Cuando volvió a abrir los ojos estaban dentro de un garaje de piedra y el frío que allí hacía fue lo que le hizo reaccionar. Minho y Jonghyun aún estaban allí, el chino mirando el móvil y el coreano mirándolo a él. Sin decir una palabra, bajaron todos del coche y siguieron a Minho por toda la casa mientras hablaba con sus hombres y les daba ordenes para que tuvieran todo preparado en caso de que llegaran los Tigres Blancos para atacarles en la misma puerta de la vivienda. 
Jonghyun parecía sorprendido, al menos sus hombres ya habían sido recogidos por los de Minho y estaban allí, siendo preparados y dirigidos por Key, que al fin y al cabo era el que los formaba. No tenían más remedio que ayudar a los chinos en caso de ser necesario y era evidente en la cara de los mafiosos coreanos que no estaban por la labor, pero el hecho de tener que apoyar a su implacable líder, los convenció de que estaban haciendo lo correcto al ponerse de parte de los Dragones Amarillos. Sin embargo, aquel día transcurrió en aparente calma aunque en un par de ocasiones, los vigilantes avisaron de que habían visto pasar a Tigres Blancos Cazadores, ninguno se acercaba, pero era evidente que estaban tratando de averiguar la magnitud de la fuerza de defensa que podía tener el clan de Minho dentro de su casa. Puesto que ninguno se acercaba y que el mafioso chino no daba la orden, no hubo disparos aunque daba la sensación de que no tardaría en haberlos. 
A la hora de la comida, Minho explicó a los líderes coreanos que lo más probable era que Niel mandase algún mensajero, no era tan común como parecía presentarse en casa de otro clan a disparar, para las peleas también había protocolos y una de las normas era que NO se atacaría la casa del clan, jamás; aunque la antigua alianza entre los otros clanes había roto aquella regla, era más seguro dispararse en la calle, al fin y al cabo el gobierno chino, en diferentes estratos era afín a un clan o a otro y solía silenciar las bocas reconstruyendo eficazmente los destrozos que se generaban en territorio público. A Key no le sorprendió lo más mínimo que los políticos fueran corruptos, ya fuera en mayor o menos medida puesto que tenía entendido que se había implantado una pena de muerte para aquellos que fueran corruptos; a lo que el líder de los Dragones Amarillos tuvo que aclarar que la ley era para quienes aceptaran sobornos o robaran dinero del pueblo estando en un cargo público, el hecho de pertenecer a un clan mafioso no era conocido para cualquiera, a menudo otros clanes descubrían a un político de un clan rival por alguna nimiedad como podía ser la preferencia por usar corbatas de uno u otro color, pequeños detalles en los que la gente de a pie no ponía interés.
Jonghyun escuchó atento toda la conversación, tenía un nuevo punto de vista sobre Minho y su extraña pero eficiente manera de dirigir su mafia. Se hacía el distraído, dejaba que la Diva hiciera todas las preguntas mientras él se limitaba a sorber su ramen y beber vino, en cierto modo, el rubio sabía perfectamente las preguntas que hacer al chino para saciar su curiosidad y la del peliblanco. Finalmente Jonghyun intervino para saber si había también alguna norma estúpida que hiciera restricciones en cuanto a las armas que había que utilizarse; sorprendentemente, las había, lo más destructivo que se podía emplear en una guerra abierta entre ambas era un bazuca de calibre 60mm y M9A1, así como granadas de mano, aunque tampoco era habitual utilizar ambas armas en peleas así:


-¿Cómo que no? -replicó entonces Jonghyun- Esos fueron justamente los bazucas que estuvieron a punto de hacernos volar con coche incluido.
- Sí, es cierto, era una clara demostración de fuerza, pero en esos momentos todos los Tigres Blancos se encontraban agrupados, ten en cuenta que lo normal aquí es dispararse simplemente, fuego cruzado con armas de cualquier calibre que no superen la potencia destructora del bazuca.
- ¿Y cómo se acaba la pelea?¿Hasta que estén todos muertos?- intervino Key cada vez más incómodo.
- Normalmente es hasta que muera el que dirige a tu equipo.
- O sea... Que vamos a estar disparándonos como locos hasta que tu mueras o muera el que va con ellos -comentó el peliblanco mientras encendía un cigarro y daba una prolongada calada.
- Me temo que sí.
- ¿Y cuánto tiempo se alarga algo así? -se interesó la diva.
- No creáis que demasiado, mis hombres ya saben a por qué cabeza ir y te garantizo que los Tigres Blancos también lo saben, la más larga de la que he tenido conocimiento se alargó durante 45 minutos.
- ... Incluso me parece poco tiempo.
- Ten en cuenta que nadie se queda en el sitio. Se hace una barrera de vehículos, más los que la gente abandone en la calle en el momento de la pelea, todo el mundo se va a mover para ganar terreno, chicos, nadie va a estar estático esperando que le vengan a disparar.
- Así no es como peleamos los coreanos.
- Mejor, podéis cubrir las espaldas mientras mis hombres y yo vamos a reventarle la cabeza a Niel.
-¿Crees que Niel tendrá el valor de ir en persona?-Jonghyun levantó la vista para ver a Minho.
- No lo sé, pero si no lo hace, demostrará ante todos que es un cobarde y te garantizo que su padre no permitirá algo así. Ese clan no es conocido por ser cobarde, no creo que quiera manchar esa beligerante reputación.
- Ésto no me gusta...-musitó Key.
- Bueno Minho, tus hombres saben lo que deben hacer, pero los míos no ¿qué esperas que hagamos?
- Mantener la posición y cubrirnos, desgraciadamente yo no puedo quedarme atrás, cosa que sé que sí hará Niel, mi deber es avanzar con mis hombres hasta tener al muchacho a tiro y acabar con él.
- Es coña¿no?-intervino Jong.



- ¿Por qué dices eso? -Minho giró la cabeza viendo la sonrisa del peliblanco y sonrojándose después.
- Yo no puedo quedarme atrás como un cobarde. Mis hombres cubrirán las espaldas, pero yo avanzaré contigo.
- ¿No te das cuenta de que tú también eres un objetivo preferente para ellos?
- Mira, chinito, si me conocen y temen tanto en Corea no es por quedarme detrás esperando a que los demás hagan todo, voy contigo a por Niel y no se hable más.
- Pero Jonghyun ... -quiso intervenir Key.
- Dije "No se hable más" -repitió algo irritado el peliblanco.



Una vez más, la Diva se sintió completamente excluido de lo que allí sucedía. Siempre Jong le había dado su lugar en temas de "guerra" contra otras bandas, pero allí, no sólo le ninguneaba sino que todas sus atenciones eran únicamente para Minho, quien por supuesto, tampoco le daba importancia a Key, pues al fin y al cabo no era más que el segundo al mando en Corea y ya no estaban en su país, sino en China y allí el juego tenía normas diferentes.
Llegadas las diez de la noche, Minho garantizó que no habría ataque y pronto él y Jong se dedicaron a charlar sobre banalidades mientras tomaban cerveza y reían; todo bajo la felina mirada del rubio. Poco después de las once y media,Key no pudo hacer más que verlos marcharse juntos a la habitación y sintió un profundo odio quemándole desde lo más profundo de sus entrañas, de haber podido, habría matado al chino y discusión terminada, zanjada y bien enterrada,pero no se sintió capaz de hacerle aquello a su ex marido, de modo que junto con el resto de sus soldados, ocupó el gran gimnasio con futones en el suelo. Le resultó horrible verse allí con casi doscientos hombres sudorosos durmiendo, de modo que acabó por salir al corredor a tomar aire y sentarse. No podía dormir... ¿estarían Jonghyun y Minho teniendo sexo en aquellos momentos?

Lo cierto es que podría haber sido así, ambos líderes mafiosos estaban lo suficientemente animados por el alcohol como para comenzar a subir los besos de intensidad, incluso llegaron a desnudarse el uno al otro y a masturbarse, pero Jong, que había consumido alegremente casi 12 cervezas, cayó redondo sobre la cama y Minho tras él sin haber tomado tanto, pero igual de cansado tras aquel día de locos. Sin embargo, la impresión que dieron a los ojos de Key, fue efectivamente que habían estado follando.
Irrumpió allí a las cuatro de la madrugada con una carta que llevaba el sello de los Tigres Blancos. No fue nada cuidadoso ni considerado, prácticamente levantó a Minho a golpes recriminándole que no era más que un niñato inconsciente. Los segundos que el más alto tardó en percatarse de lo que sucedía,sintió ganas de emprenderla a golpes con aquel coreano de ojos de gato, pero al ver que le mostraba una carta con el inconfundible sello de sus rivales, se levantó apresurado de la cama, rompió el sobre y leyó apuradamente el contenido segundos antes de ponerse una bata y salir con premura de su dormitorio para comenzar a preparar a sus hombres. Key no había podido leer nada, no entendía nada de chino y claramente la carta estaba escrita en ese idioma, no podía imaginar que podía ocurrir todo lo contrario a lo que el líder de los Dragones Amarillos había dicho... Mientras fuera, todos se movilizaban, se inclinó a ver a Jonghyun dormir y se sintió tentado de despertarlo con un beso, como siempre había hecho cuando se quedaba a dormir en su cama... ¿¡Qué diablos!? Si se había acostado con el asqueroso chino lo menos que merecía era un beso de modo que sacudió con violencia la cama provocando el sobresalto del peliblanco:


- ¿¡Qu-e... qué diablos pasa!?¿Ah?¿Key...?¿¡Qué cojones crees que haces!?
- ¡Arriba Jonghyun! -sonríe de forma socarrona- Ha llegado una carta del enemigo, ponte en pie y vamos a ver qué dice el chino.
- ... Mmnff...-se toca la cabeza- ¿Una carta...?- se baja de la cama y tras estirarse, busca su ropa para vestirse lo más rápido que puede- ¿Qué hora es?
- Las cuatro y cuarto de la mañana.
- Joder... Como odio madrugar -ronda los ojos.
- Ésto es China , aquí no controlas nada, vamos, date prisa.
- Juro que cualquier día te mataré... Maldita Diva loca.


Jonghyun salió de la habitación siguiendo a Key. Aún se sobaba los ojos, sentía que no había dormido lo suficiente... Ah, la edad... Que mala era la edad. Con 20 años, podría haberse pasado casi 3 días enteros sin dormir, bebiendo como loco y aún así se presentaría con fuerzas para cualquier cosa que le saliera al paso...Ah,la edad...
Se encontraron con todos los habitantes de la casa caminando con premura de un lado a otro, buscando sus armas, equipándose, preparándose para una guerra en la calle entre dos grupos rivales... Casi parecía un conflicto bélico a nivel nacional... En China todo daba la impresión de ser mucho más exagerado que en Busan. En Corea los conflictos entre mafias eran como mucho , algunos asesinatos puntuales en medio de la calle , disparos furtivos a personas concretas,pero jamás había sucedido algo semejante como tener que convocar "un ejército"... ¿Cuántos hombres iban a ir a la calle a matarse a tiros? En cierto momento, sintió que realmente era una locura ponerse en medio de la calle a disparar en un fuego cruzado sin ninguna clase de control hasta que todos los miembros de una banda estuvieran muertos... Alcanzar al líder no iba a ser nada sencillo ¿y si dañaban a Minho? Al chino no parecía preocuparle que le alcanzaran con una bala en medio de las cejas, de modo que se acercó a él por la espalda y dijo con seriedad:


- ¿Crees que es lo mejor? ¿Y si te alcanzan?
- Lo que tenga que ser, será, Jonghyun, el destino escapa a nuestras manos -dijo con calma.- Verás, nuestras propias decisiones nos han traído aquí... No podemos darle la espalda a la vida como cobardes.
- No es cobardía... En Corea no pasan éstas cosas, como mucho, te pueden poner una bomba en el coche o dispararte por la calle,pero no ésto.
- ¿Qué quieres decir?
- Minho, ¿una guerra campal con bazucas?¿Siquiera te has parado a pensar la cantidad de gente que se puede matar con un arma como esa?
- No creo que la usen... ¿Estás asustado?
- ¿Tú no?
- Claro que lo estoy, pero también estoy dispuesto a echarle un último pulso a la vida. Antes de salir vamos a rezar a los dioses de la fortuna ¿querrás rezar con nosotros?
- Yo no creo en la religión... Pero te acompañaré.
- Algo es algo -sonríe ampliamente.


Poco después, todos se dirigían de forma ordenada al patio principal de la casa, mientras los coreanos permanecían en pie mirando y sumidos en un silencio casi fantasmal, los chinos, encabezados por Minho, se arrodillaron en el suelo mirando hacia la capilla de la casa y comenzaron a rezar, todos a un mismo tiempo, pidiendo a sus antepasados y a los dioses que les dieran buena fortuna y suerte en aquello que estaban a punto de emprender. Aunque rezaban en su lengua natal, Jonghyun interpretaba mentalmente ¿qué otra cosa se puede pedir cuando se reza sino suerte ante los problemas? Cuando acabaron, Minho encendió diferentes velas olorosas, incienso e hizo varias ofrendas ante el altar de la casa para después girarse hacia sus hombres encendiendo unas varillas que no solo desprendieron un agobiante olor a manzana con canela, incluso diría que algo más, algo más fuerte...Así mismo las varillas soltaban un peculiar humo amarillento, símbolo inequívoco del color del clan mientras recitaba una especie de juramento que todos sus hombres repitieron al unísono.



- ¡Que la sabiduría del Dragón Amarillo nos conduzca a la victoria!
- Malditos chinos -dijo Key en voz baja - Parecen más una secta de la edad media que hombres del siglo XXI.
- Cállate, Key - gruñó Jonghyun girando la cabeza para verle- Eres demasiado estúpido para comprender el simbolismo de éste momento.
- ¿Qué? ¿Desde cuando eres tan profundo, imbécil?


En un visto y no visto, Jong tenía a Key contra la pared y con el cañón de la pistola hundido en su mandíbula:


- Si sigues jodiendo con tu lengua de serpiente te volaré la cabeza.
- Adelante... hazlo... -le miró fijamente a los ojos.
- Jonghyun -intervino Minho- No es momento de mancharte de sangre y mucho menos con él.
- No te entrometas, chino, ésto no va contigo.
- Estás en mi casa, no sólo va conmigo, sino que además estoy seguro de que cuando lo pienses fríamente, agradecerás no haber apretado el gatillo. Baja el arma,por favor.
- Estás de suerte,Diva.


Tras aquel incómodo momento, Key no volvió a dirigirle la palabra a Jonghyun y a la inversa, sin embargo,tanto Minho como Jong, hablaban sin parar en susurros sobre lo que estaba a punto de suceder. No sabían si sobrevivirían o no y cada poco se besaban apasionadamente para demostrarse que a pesar de las diferencias, se amaban locamente, de una forma que seguramente, ni siquiera ellos mismos terminaban de entender. Apenas dieron las seis de la mañana, ya iban todos en sus coches blindados hacia el lugar de reunión. No se trataba de ninguna calle, no, Niel los había citado a las afueras y eso significaba que era más que posible que los bazucas sí que fueran empleados en aquel combate. Aquella ciudad no había visto en más de 30 años, semejante despliegue de fuerzas mafiosas con el único propósito de aniquilarse. En el momento en el que los edificios de Pekín quedaron atrás, ambos líderes mafiosos se sostuvieron la mirada, ya no había marcha atrás y era imposible saber si tendrían tiempo de decirse o no lo mucho que se querían el uno al otro antes de morir. 
A la llegada al lugar acordado, los Tigres Blancos ya se encontraban allí apostados tras el muro de contención que eran sus vehículos blindados, era evidente que mucho antes de enviar la nota, ya estaban allí preparando a la perfección su parte del tablero. Para sorpresa de Jonghyun, permitieron de buen grado que Minho y sus hombres se posicionaran a una distancia no superior a 300 metros de donde ellos se encontraba, de una forma muy similar, los coches eran la barricada tras la que esconderse, dispuestos en tres filas de forma dispar, los huecos de al menos dos metros que quedaban entre coche y coche, eran rellenados en la fila siguiente por la presencia de otro coche más para permitir que fuera una barrera completa que al mismo tiempo permitía el paso de los hombres para acabar en un campo abierto en el que era más que simple fijar un blanco y matarlo... Jonghyun se puso de los nervios, aún no había localizado a Niel en medio de aquella marea de hombres vestidos de blanco hasta que finalmente lo localizó con ayuda de unos binoculares. Estaba atrás del todo, era el único que estaba sentado encima de una moto y con el casco puesto y no sabía si eso significaba que iban a atacar en ellas o que simplemente estaba intentando hacerse el chulo por última vez ataviado de aquella forma que en cierto modo se le antojó un poco absurda a pesar de que en otro momento le habría parecido como poco, una vestimenta muy chula, sin duda con el aire de chico malo de los años 90. Minho suspiró, la tensión era tal que podría haberse cortado con un cuchillo. Ambos bandos se mantenían a la espera de que el reloj diera las siete de la mañana, una vez el sol brillara sobre sus cabezas, comenzarían los disparos y era difícil concebir algo de aquella magnitud. Todos los hombres presentes permanecían en silencio, como si tuvieran miedo de hablar y que ello provocara por algún accidente, que los disparos comenzaran antes de tiempo. 
Los Dragones Amarillos sacaban brillo a sus armas o revisaban que estuvieran debidamente cargadas y armadas, todo en un perturbador silencio. Minho y él se miraron a los ojos y no hizo falta que palabra alguna saliera de sus bocas, sólo con el contacto visual sabían que estaban felices de haberse vuelto a encontrar y que fuera cual fuera el resultado de aquella pelea, siempre iban a estar juntos, en vida o en muerte. Un última beso y ambos líderes se prepararon para que diera comienzo aquella escena surrealista... Aún el peliblanco pensaba que todo aquello era maldita y excesiva exageración de algo que había ocurrido por una infeliz casualidad y que en vez de aquello, era mejor pararse y hablarlo. Resultaba cuanto menos extraño, ver a Jonghyun el temerario, asustado de algo así, quizás por la falta de costumbre, los fuegos cruzados a los que se enfrentaba en Corea, jamás habían  alcanzado unas dimensiones semejantes. Cuando el reloj del líder de los Dragones Amarillos marcó las siete en punto, lo hizo también el reloj de Niel y ni medio segundo se dio antes de que hubiera disparos por parte de ambos bandos y hombres y mujeres que se lanzaban como si fueran kamikaces hacia aquel terreno abierto que no era más que el comienzo de una desenfrenada y desesperada carrera por acercarse todo lo posible al bando rival para atrapar al líder. Más pronto que tarde, comenzó el suelo a llenarse de cadáveres y de hombres heridos. La impresión y el ruido fueron tan ensordecedores que Key se agazapó tras la segunda fila escondido tras un coche cubriéndose los oídos y temblando como una gelatina al igual que el resto de coreanos, incluyendo a Jonghyun,que quedó paralizado sin saber cómo reaccionar ante aquella estruendosa tormenta de balas que crujían al rebotar contra la superficie blindada de los coches.
Minho puso una mano sobre el hombro de Jonghyun en un gesto silencioso de apoyo moral. Antes de que el más bajo pudiera darse cuenta, Minho había abandonado la segunda línea de defensa de sus coches y estaba tras la primera, dispuesto a aventurarse junto al resto de sus hombres en la cacería por la cabeza de Niel. Inevitablemente, Jonghyun saltó como un resorte y en cuanto el más alto comenzó a correr campo través, él le siguió disparando con mano experta y certera a todo Tigre Blanco que se acercara peligrosamente o que tan sólo se pusiera en su punto de mira. Todo era demasiado confuso y no escuchó el grito de Key suplicándole que por favor diera media vuelta y regresara a la seguridad de los coches. Fue en ese momento cuando un ruido ensordecedor y una onda expansiva, lanzó a muchos contra el suelo. Los soldados del clan de Niel habían lanzado un misil con un bazuca y había impactado en la tercera línea de coches provocando que dos de ellos salieran por los aires junto con hombres tanto de Minho y Jong, quienes a causa de la onda expansiva habían acabado en el suelo también. Se levantó tal cantidad de polvo, que gracias a la cercanía de ellos dos, el peliblanco logró escuchar a su amante decirle a él y sus hombres que no se levantaran del suelo, pues los disparos persistían y sin lugar a dudas los sentían pasar por encima de sus cabezas. De modo que comenzaron a avanzar reptando por el suelo como si fueran soldados haciendo entrenamiento en el ejército. Tan pronto como la humarera se disipó, se encontraron en medio del camino, ni cerca de los suyos ni cerca de los enemigos. Por suerte o desgracia, Minho rodó por el suelo evitando balas hasta ocultarse tras una puerta de uno de los coches que al recibir el bombazo, explotaron en pedazos lanzando metralla en todas direcciones y aquella puerta blindada ofrecía cierto nivel de seguridad. Los Tigres Blancos ni siquiera se habían percatado de que aquel era el objetivo al que debían aniquilar, estaban pendientes de aquellos que venían de frente corriendo y disparando.
Jonghyun se había quedado tumbado en el suelo avanzando más lentamente para evitar que le dispararan y hasta que no llegó a un punto en el que pudo cubrirse con tres cadáveres apilados, no intentó disparar siquiera...En ese momento, todo volvió a ser presa del pánico y la confusión, un nuevo misil había sido lanzado y más coches de la barrera de los Dragones Amarillos volaron por los aires junto con todos los hombres que estuvieran cerca. Jong miró confundido a todos lados y amparado por la humarera intentó localizar a Niel con el único fin de acabar de una vez por todas con aquella locura de campo de batalla. La adrenalina que se había disparado en su cuerpo le daba un fuerte dolor de cabeza y trataba de controlarla y no dejarse llevar por el pánico a pesar de sentir que aquella situación se le iba de las manos. En ese momento escuchó a Minho gritar de dolor y se temió lo peor, salió de su pequeña defensa para buscarlo en medio de una lluvia de balas, fuego y humo. Sorprendentemente lo encontró peleando con Niel varios metros más atrás y sin pensar que estaba dando la espalda a quienes no debía, corrió para ayudarle. Su carrera se vio detenida abruptamente por un disparo en una pierna que le hizo sentir una profunda quemazón e inmediatamente se fue de rodillas al piso resoplando con fuerza. Giró la cabeza y casi pudo sentir que el siguiente disparo iba a ser en su cabeza, simplemente escuchó el ruido y cerró los ojos con fuerza sintiendo que el tiempo se detenía y que en aquella ocasión su gran suerte se había acabado... Pero no sintió dolor...¿Ya estaba muerto? Al abrir los ojos se encontró a Key protegiéndole con su propio cuerpo, como escudo humano, había detenido la bala con el pecho y a cámara lenta el peliblanco lo sujetó antes de que se desplomara sobre sí. No tuvo tiempo de comprobar si respiraba o no, alzó la mano diestra y comenzó a soltar una ráfaga de disparos que no cesaron hasta que el cargador se vació tras haber hecho de aquel maldito Tigre Blanco un jodido colador de sangre. Miró a la Diva asustado y apretó con las manos la herida que sangraba a borbotones, Key no hablaba, intentaba concentrarse en respirar a pesar de que sentía que no podía hacerlo. 
A pesar de no querer separarse, Jonghyun se vio obligado a retroceder y dejar a su mejor amigo allí tirado en el suelo sin saber si podría o no darle las gracias cara a cara. En un visto y no visto estuvo a la espalda del joven líder de los Tigres Blancos, que herido en los brazos y las piernas, se revolcaba por el suelo forcejeando con Minho mientras éste pujaba por no soltar la pistola a pesar de que una bala le hubiera atravesado la mano de lado a lado. No hubo tiempo para pensar en nada más, Jonghyun agarró a Niel de la ropa y jalándolo lo separó de Minho con el tiempo justo de que éste se incorporase y pusiera la pistola en la sien del muchacho. AUtomáticamente y como por arte de magia, los disparos se detuvieron y el clan blanco contuvo la respiración a la espera de que su líder fuera brutalmente ejecutado para zanjar la disputa. Y efectivamente, el disparó se alojó entre ceja y ceja del chiquillo que segundos después calló al suelo muerto y con los ojos abiertos de par en par. No había sido Minho quien había disparado,sino Jonghyun...
Pocos segundos después, los supervivientes corrían en desorden buscando la manera de huír de allí de regreso a la ciudad, pues en cierto modo, nada les impedía en aquellos momentos,ser masacrados por los hombres de Minho y Jonghyun... El campo quedó en un silencio que únicamente era perturbado por el crujir del fuego que aún se mantenía en las zonas que habían sido bombardeadas por los bazucas y fue entonces cuando Jong recordó que Key estaba herido y corrió para ver si podrían o no salvarlo haciendo una última y desesperada carrera al hospital.




◄ ▬ EPÍLOGO ▬ ►



- ¿De verdad que no quieres volver conmigo a Corea? -suspiraba mientras esperaba en la zona de facturación mirando al peliblanco.
- No, Key... Después de lo que has hecho, te debo la vida, pero cuanto puedo hacer es dejarte mis negocios, creo que serás un líder alucinante- sonreía Jonghyun.
- Yo no quiero ser un líder, yo sólo te quiero a ti... Aunque ya veo que es imposible... ¿Qué harás ahora aquí?-susurró bajando la cabeza.
- Minho y yo estamos pensando en adoptar un niño que pueda seguir con la tradición de los Dragones Amarillos... Lo creas o no, he aprendido mucho de todo ésto y sinceramente, creo que quiero pasar el resto de mi vida con ese chino.
- ... Bueno... -suspira- Espero que al menos vengas un día a Busan a verme y a presentarme a tu hijo... Por llamarlo de algún modo.



Ambos guardaron silencio cuando la megafonía anunció que el vuelo de Key estaba a punto de salir. Se miraron unos segundos y tras un abrazo más bien amargo, el rubio se despidió de Jonghyun deseándole lo mejor y lamentando no poder formar parte de aquella nueva etapa que estaba a punto de emprender.
Una vez Key se hubo perdido entre la gente, Jong sintió que había hecho lo correcto y salió del aeropuerto, caminó menos de dos minutos por el gran aparcamiento hasta dar con el coche de Minho y se subió a éste suspirando:


- Ha debido de ser duro decirle adiós -comentó el más alto mientras lo miraba con gesto cariñoso y comprensivo.
- Sí... pero sé que volveremos a vernos, algún día, el hijo que adoptemos, tendrá que ir a Corea a conocer lo que me pertenece.
- Creí que se lo habías dejado todo a él.
- Key nunca abandonará la idea de que volveré, la empresa sigue siendo mía, pero será él quien la dirija y sé que lo hará bien mientras tú y yo nos dedicamos a recuperar el tiempo perdido.
- Es una idea fantástica.


Ambos se sonrieron y tras un beso efímero pero intenso, Minho puso el coche en marcha y arrancó con rumbo a una nueva vida, un nuevo camino que el destino , de ser benevolente, les permitiría disfrutar hasta el último día de sus vidas. Era una aventura a fin de cuentas, una en la que dos hombres diferentes, quedaron enamorados siendo apenas unos adolescentes y que media vida después, como hombres adultos decidieron compartir con todas sus consecuencias y todas sus sorpresas.



◄ ▬  ▬ ►

FINAL



JONGHO MODE