Género: Drama/ Suspense/ Pscológico
EEL: TP
Resumen: "Quizás el problema es que no supimos comprendernos a tiempo". Un joven Kitsune cae rendido ante el amor y con la única intención de conservarlo, será capaz de tejer toda una red de mentiras a su alrededor... ¿Qué podría salir mal cuando los celos nublan el juicio?
" Desearía que todo ésto no fuera más que un mal sueño...Que nunca hubieras entrado en mi vida para enloquecerme... Te amo demasiado y mi corazón se desquebraja y rompe como una frágil escultura de cristal que es golpeaba sin piedad con piedras... Yo tengo la culpa...Pero también la tienes tú... Tú eres el problema que hay que resolver...Si no eres mío, no serás de nadie..."
VANIDAD
El menor de los dos mantenía el silencio y la vista fija en la pared como un diligente alumno que cumple su castigo con religiosa conformidad. Por contra, la nueva forma de kitsune le miraba fijamente a la espera de una reacción que se prolongaba y hacía esperar. Incómodo por la insistencia de aquella mirada, Taemin giró la cabeza para poder verle a los ojos y susurró avergonzado:
- Me temo que no es un buen momento para hablar de esas cosas. Ni siquiera nos conocemos.
- ¿Nunca has oído hablar del amor a primera vista?
- Sólo en los cuento y ésto no es un cuento -replicó con incomodidad.
- No lo es, ciertamente, pero te sorprenderían las cosas que suceden en los cuentos y en la vida real sin que la gente se percate de ello.
- ¿Qué insinúas? Eres un completo desconocido para mi, por favor, déjame.
- Muy bien, pero quiero que sepas que estaré esperando a que dejes de inquietarte con mi compañía para acercarme.
- ¿Qué?
- Estudiamos en el mismo centro, es más que posible que nos encontremos muchas veces al día por los pasillos, en el patio o en el comedor.
- M-Me siento terriblemente incómodo con ésta conversación...
El kitsune fingió una risa que sonó tan natural y arrebatadora ,que las mejillas de Taemin se tornaron rojas como manzanas. Por suerte o desgracia para Minho, en cuanto sonó la campana para el cambio de clases, el más bajo salió disparado de la sala sin mirar atrás. No iba a ser sencillo, pero sin lugar a dudas, ya había logrado el primer acercamiento y el objetivo era mantener a Taemin alejado de Onew a cualquier precio. Mientras recogía su maleta para poner rumbo a su salón correspondiente, sintió vibrar el móvil en su bolsillo y al sacarlo y ver de quién se trataba, marchó a paso ligero al baño y descolgó carraspeando mientras se metía en un habitáculo para allí hacer su transformación, pues la voz de Minho y la de Key no eran ni mucho menos parecidas:
- Key ¿interrumpo? - dijo la voz de Jinki al otro lado del aparato.
- No ... He salido al centro comercial a hacer unos cobros ¿qué sucede?
- Oye, llevamos ya un par de días con mal pie y sinceramente no me siento a gusto estando así ¿te apetece que hoy salgamos a cenar?
- ¿A cenar? - sonrió al escucharle.
- Sí, a cenar, ya sabes, lo típico... Una velada romántica para limar asperezas.
- Que tonto eres cuando dices esas cosas -se muerde el labio inferior- Muy bien, me parece ideal. Podremos disfrutar el uno del otro y hablar con calma en un ambiente relajado.
- Entonces genial... Te quiero ¿me oyes?
- Yo también te quiero -sonrió tontamente.
- Ah... Te dejo, Key, me está entrando otra llamada.
- Hasta la noche.
Al colgar ,volvió a cambiar de forma y al ir a abrir la puerta del habitáculo escuchó unos pasos entrando y la inconfundible voz de Taemin:
- Onew... ¿Estás en el trabajo?¿Puedes venir a buscarme? ... No, no me encuentro nada bien... Quiero verte, por favor...Saldré por la puerta de mantenimiento y te esperaré en el parque... Gracias,Onew.
El kitsune tenía los ojos tan abiertos y dilatados que si no se hubiera interpuesto el sonido de la campana,habría ido corriendo a matar a aquel niño. Antes de que Taemin saliera siquiera del baño, el móvil de Key comenzó a sonar y el más alto maldijo su suerte.
- ¿Ah?...¿¡Quién hay ahí!?- Taemin se acercó al habitáculo del que procedía el sonido- Chunji ¿eres tu? ¿Otra vez te estás metiendo coca en medio de las clases? ... Responde, idiota.
- No soy Chunji -fingió una voz algo más grave a la suya.
- Oh, disculpe,profesor... ¡Olvide lo que he dicho!
Segundos después, la puerta del baño se abrió y cerró y los pasos de un apurado Taemin se alejaban por el pasillo ahora silencioso. Minho miró la llamada perdida de su teléfono móvil y acto seguido recibió un mensaje en su KakaoTalk... Era su novio. Jinki le decía que le había surgido un problema en el trabajo, que compraría algo de cenar para comer en casa ya que no estaba seguro de a qué hora podía salir. Sintió tantísima rabia que lanzó violentamente el teléfono contra el suelo y lo pisoteó hasta que estuvo completamente destrozado. Se apartó el pelo de la cara y trató de recuperar la calma sin conseguirlo. ¿Cómo podía aquel hombre mentirle? Es más ¿por qué le mentía? Maldito hijo de puta... Seguramente iba a quedar con Taemin y follárselo... ¡NO!¡No podía permitirlo!
Salió abruptamente del baño y corrió por el pasillo principal del centro buscando la puerta de mantenimiento de la que el menor había hablado por teléfono y cuando la encontró, más allá de la sala de profesores, salió a lo que dedujo que debía ser el huerto de algún club de jardinería. Comenzó a atravesar el sendero con paso firme y al llegar a la puerta que daba a la calle, la encontró falsamente cerrada. El pestillo estaba roto y el candado era viejo y estaba oxidado. Miró a través de las rejas de la misma y vio al muchacho en cuestión sentado en un banco, esperando a que llegara Jinki... Si iba a hacer algo, era el momento idóneo. No había nadie por la calle, quizás debiera correr a matarlo y luego ir a casa como si no hubiese pasado nada... Pero no podía...Llevaba el uniforme escolar y adoptar su forma natural de zorro sería como exponerse a que alguien lo atrapara... No podía ir por ahí cambiando alegremente de forma como si fuera lo más normal del mundo, ni tampoco podía ir impulsivamente tras Taemin... Si se asustaba y pensaba que era un acosador, su treta no funcionaría... Pero intentar apartarlo de forma pacífica iba a ser lento y su desesperación requería resultados inmediatos.
Mientras permanecía allí de pie a la espera, llegó el coche de Jinki a recoger al estudiante. Que diligente era para lo que le interesaba... Una fugaz mirada de Tae hacia donde el kitsune se encontraba, sembró la duda en la mente del menor,que a pesar de sostenerle la mirada por casi dos segundos, creía estar viendo visiones. En cuanto el menor parpadeó, la silueta de aquel extraño joven, se había desvanecido.
Minho los vio marchar en el coche hacia un destino incierto... Podían ir solo a hablar de que Taemin estaba confuso porque un chico guapo le había declarado que le gustaba o podían ir a revolcarse en una cama como dos salvajes. Su mente no estaba en disposición de permanecer allí aquel día y echó a andar por la calle camino de casa, aunque pasando por delante de una tienda de telefonía, recordó lo sucedido con su móvil y entró a comprarse otro, con tarjeta y número nuevos, ni siquiera había pensado en que tendría que haberse detenido a recoger las tarjetas de aquella matanza... De modo que nada más salir con su nuevo teléfono, se dispuso a ir a casa para encenderlo y cargarlo, añadir todos los números de teléfonos que necesitaba tener a mano, por suerte, se los sabía de memoria. Una vez en casa, volvió a cambiar de aspecto, se quitó el uniforme del instituto y se apresuró a esconderlo en el fondo del armario. Después de actualizar de modo pertinente el aparato, no supo porqué, pero llamó a Jonghyun, necesitaba desesperadamente hablar con alguien y nadie mejor que él para eso, es más, ni siquiera lo dejó hablar, le dijo que era urgente y que quería verlo de forma inmediata en el Starbucks Coffee que quedaba cerca de las oficinas de la empresa. Su mejor amigo no supo decir que no y mientras él ponía rumbo al lugar de reunión, se acomodaba el cabello rubio pensando en lo idiota que era por estar enamorado de un imbécil como Jinki... Su primera reacción había sido rechazo y debió hacerle caso en lugar de permitir que aquellas flores y sonrisas le engatusaran poco a poco.
Mientras caminaba hacia el lugar en el que había quedado con su mejor amigo,pensaba seriamente si contarle lo que estaba pasando o no... Jonghyun no sabía, como ningún otro humano, que él era un kitsune, y era algo que no podía olvidar en ningún momento. No podía revelar detalles como el cambio de apariencia a un hombre más atractivo y masculino que su ya conocida forma de Key. Suspiró profundamente mientras llegaba a la cafetería y se encontraba allí a su mejor amigo con ya dos Vanilla Bean Creme pedidos y cómodamente sentado. Se saludaron a través del espejo, y al entrar y acercarse, aquella preciosa sonrisa que Jonghyun tenía le hizo sentir que todo podía cambiar e ir a mejor.
- Me alegro mucho de verte, Key, de verdad, pensaba que habías perdido la cabeza ayer diciendo que trabajarías desde casa... Es más, ni siquiera entiendo por qué lo haces.El kitsune fingió una risa que sonó tan natural y arrebatadora ,que las mejillas de Taemin se tornaron rojas como manzanas. Por suerte o desgracia para Minho, en cuanto sonó la campana para el cambio de clases, el más bajo salió disparado de la sala sin mirar atrás. No iba a ser sencillo, pero sin lugar a dudas, ya había logrado el primer acercamiento y el objetivo era mantener a Taemin alejado de Onew a cualquier precio. Mientras recogía su maleta para poner rumbo a su salón correspondiente, sintió vibrar el móvil en su bolsillo y al sacarlo y ver de quién se trataba, marchó a paso ligero al baño y descolgó carraspeando mientras se metía en un habitáculo para allí hacer su transformación, pues la voz de Minho y la de Key no eran ni mucho menos parecidas:
- Key ¿interrumpo? - dijo la voz de Jinki al otro lado del aparato.
- No ... He salido al centro comercial a hacer unos cobros ¿qué sucede?
- Oye, llevamos ya un par de días con mal pie y sinceramente no me siento a gusto estando así ¿te apetece que hoy salgamos a cenar?
- ¿A cenar? - sonrió al escucharle.
- Sí, a cenar, ya sabes, lo típico... Una velada romántica para limar asperezas.
- Que tonto eres cuando dices esas cosas -se muerde el labio inferior- Muy bien, me parece ideal. Podremos disfrutar el uno del otro y hablar con calma en un ambiente relajado.
- Entonces genial... Te quiero ¿me oyes?
- Yo también te quiero -sonrió tontamente.
- Ah... Te dejo, Key, me está entrando otra llamada.
- Hasta la noche.
Al colgar ,volvió a cambiar de forma y al ir a abrir la puerta del habitáculo escuchó unos pasos entrando y la inconfundible voz de Taemin:
- Onew... ¿Estás en el trabajo?¿Puedes venir a buscarme? ... No, no me encuentro nada bien... Quiero verte, por favor...Saldré por la puerta de mantenimiento y te esperaré en el parque... Gracias,Onew.
El kitsune tenía los ojos tan abiertos y dilatados que si no se hubiera interpuesto el sonido de la campana,habría ido corriendo a matar a aquel niño. Antes de que Taemin saliera siquiera del baño, el móvil de Key comenzó a sonar y el más alto maldijo su suerte.
- ¿Ah?...¿¡Quién hay ahí!?- Taemin se acercó al habitáculo del que procedía el sonido- Chunji ¿eres tu? ¿Otra vez te estás metiendo coca en medio de las clases? ... Responde, idiota.
- No soy Chunji -fingió una voz algo más grave a la suya.
- Oh, disculpe,profesor... ¡Olvide lo que he dicho!
Segundos después, la puerta del baño se abrió y cerró y los pasos de un apurado Taemin se alejaban por el pasillo ahora silencioso. Minho miró la llamada perdida de su teléfono móvil y acto seguido recibió un mensaje en su KakaoTalk... Era su novio. Jinki le decía que le había surgido un problema en el trabajo, que compraría algo de cenar para comer en casa ya que no estaba seguro de a qué hora podía salir. Sintió tantísima rabia que lanzó violentamente el teléfono contra el suelo y lo pisoteó hasta que estuvo completamente destrozado. Se apartó el pelo de la cara y trató de recuperar la calma sin conseguirlo. ¿Cómo podía aquel hombre mentirle? Es más ¿por qué le mentía? Maldito hijo de puta... Seguramente iba a quedar con Taemin y follárselo... ¡NO!¡No podía permitirlo!
Salió abruptamente del baño y corrió por el pasillo principal del centro buscando la puerta de mantenimiento de la que el menor había hablado por teléfono y cuando la encontró, más allá de la sala de profesores, salió a lo que dedujo que debía ser el huerto de algún club de jardinería. Comenzó a atravesar el sendero con paso firme y al llegar a la puerta que daba a la calle, la encontró falsamente cerrada. El pestillo estaba roto y el candado era viejo y estaba oxidado. Miró a través de las rejas de la misma y vio al muchacho en cuestión sentado en un banco, esperando a que llegara Jinki... Si iba a hacer algo, era el momento idóneo. No había nadie por la calle, quizás debiera correr a matarlo y luego ir a casa como si no hubiese pasado nada... Pero no podía...Llevaba el uniforme escolar y adoptar su forma natural de zorro sería como exponerse a que alguien lo atrapara... No podía ir por ahí cambiando alegremente de forma como si fuera lo más normal del mundo, ni tampoco podía ir impulsivamente tras Taemin... Si se asustaba y pensaba que era un acosador, su treta no funcionaría... Pero intentar apartarlo de forma pacífica iba a ser lento y su desesperación requería resultados inmediatos.
Mientras permanecía allí de pie a la espera, llegó el coche de Jinki a recoger al estudiante. Que diligente era para lo que le interesaba... Una fugaz mirada de Tae hacia donde el kitsune se encontraba, sembró la duda en la mente del menor,que a pesar de sostenerle la mirada por casi dos segundos, creía estar viendo visiones. En cuanto el menor parpadeó, la silueta de aquel extraño joven, se había desvanecido.
Minho los vio marchar en el coche hacia un destino incierto... Podían ir solo a hablar de que Taemin estaba confuso porque un chico guapo le había declarado que le gustaba o podían ir a revolcarse en una cama como dos salvajes. Su mente no estaba en disposición de permanecer allí aquel día y echó a andar por la calle camino de casa, aunque pasando por delante de una tienda de telefonía, recordó lo sucedido con su móvil y entró a comprarse otro, con tarjeta y número nuevos, ni siquiera había pensado en que tendría que haberse detenido a recoger las tarjetas de aquella matanza... De modo que nada más salir con su nuevo teléfono, se dispuso a ir a casa para encenderlo y cargarlo, añadir todos los números de teléfonos que necesitaba tener a mano, por suerte, se los sabía de memoria. Una vez en casa, volvió a cambiar de aspecto, se quitó el uniforme del instituto y se apresuró a esconderlo en el fondo del armario. Después de actualizar de modo pertinente el aparato, no supo porqué, pero llamó a Jonghyun, necesitaba desesperadamente hablar con alguien y nadie mejor que él para eso, es más, ni siquiera lo dejó hablar, le dijo que era urgente y que quería verlo de forma inmediata en el Starbucks Coffee que quedaba cerca de las oficinas de la empresa. Su mejor amigo no supo decir que no y mientras él ponía rumbo al lugar de reunión, se acomodaba el cabello rubio pensando en lo idiota que era por estar enamorado de un imbécil como Jinki... Su primera reacción había sido rechazo y debió hacerle caso en lugar de permitir que aquellas flores y sonrisas le engatusaran poco a poco.
Mientras caminaba hacia el lugar en el que había quedado con su mejor amigo,pensaba seriamente si contarle lo que estaba pasando o no... Jonghyun no sabía, como ningún otro humano, que él era un kitsune, y era algo que no podía olvidar en ningún momento. No podía revelar detalles como el cambio de apariencia a un hombre más atractivo y masculino que su ya conocida forma de Key. Suspiró profundamente mientras llegaba a la cafetería y se encontraba allí a su mejor amigo con ya dos Vanilla Bean Creme pedidos y cómodamente sentado. Se saludaron a través del espejo, y al entrar y acercarse, aquella preciosa sonrisa que Jonghyun tenía le hizo sentir que todo podía cambiar e ir a mejor.
- Es largo de contar -dijo con tono severo pero viendo los ojos de su amigo sintió confianza y que podía contarle todo- No sé por dónde empezar.
- ¿Qué tal por el principio? - bromeó para que él pudiera relajarse.
- Sí... Ya sabes que Jinki y yo llevamos un tiempo siendo pareja y que vivimos en su casa... Hace un par de días, salimos a la discoteca con unos amigos suyos ¿conoces a Taemin?
- ¿Taemin? Sí, claro que lo conozco -da vueltas con el sorbete a su frapuccino - Es alumno de Jinki, aunque según tengo entendido es algo más... ¿Es eso lo que quieres decirme?
- Aquella noche Taemin se llevó a Jinki fuera de la fiesta y le dijo que estaba enamorado... ¿¡Puedes creerlo!?
- ¿Y jinki te lo contó?
- No... Lleva estos días dándome esquinazo, no quiere ni verme y siempre tiene alguna excusa para no hablarlo.
- ¿Y si no te lo dijo cómo debo entender que lo sabes?
- Les seguí... No me fío de Taemin, con su cara de mosquita muerta -dice entre dientes - El caso es que hoy Jinki me dijo que saldríamos a cenar a un lugar romántico y hablaríamos, pero a los pocos minutos... Mentira, menos de cinco minutos después me llamó para decirme que no podía porque le había salido algo en el trabajo.
- ¿Y crees que tiene que ver con ese niño?
- No lo creo, lo sé... -piensa rápidamente una mentira para encubrir que estaba en el instituto con él y tras unos segundos continua- Lo sé porque esta mañana estaba en el centro comercial haciendo unas compras, cuando me llamó salí de la tienda y me acerqué a la baranda para hablar. Al colgar, escuché una voz a mis espaldas y cuando me giré vi a Taemin hablando con él por la cabina que hay cerca de los baños,le pedía verse con él...En cuanto colgó y se marchó, Jinki me llamó para anular la cena.
- ¡Madre mía,Key! El destino te lo puso delante para demostrarte que Jinki no es trigo limpio.
- Sé que ahora mismo están juntos y me da miedo pensar que pueden estar teniendo sexo.
- Es una situación jodida... Deberías abordar a Jinki y decir que sabes que se ve con Tae, si elude el tema es que te está siendo infiel -dijo resuelto.
- ¿Realmente lo crees?
- No creo que se vea con él a escondidas como dices tú, para prepararte una fiesta - toma las manos de su mejor amigo y las acaricia de forma cariñosa- Key, es lo mejor. Intenta que hable, si no lo hace, es que no es un buen hombre para ti.
- Pero yo no quiero dejarle -acaba por emitir un sollozo bajando la cabeza- Oh, Jonghyun... ¿por qué a mi?
Su amigo no respondió, se cambió de asiento para poder abrazarle con fuerza y reconfortarle. Todo saldría bien y si no había forma de que saliera bien, le ayudaría a salir de aquel lugar.
Key le agradeció el gesto y la sinceridad sin saber que él también tenía un motivo de peso para desear que ambos rompieran y se separasen.
Una vez el kitsune se relajó,decidió cambiar de conversación y hablar de cualquier tontería para animarse tanto él como Jonghyun se entendían bastante bien en el tema de las bromas y tras acabarse el frapuccino, el peliblanco dijo que tenía que volver a la oficina tras revisar el reloj y ya que Key trabajaba allí, que mejor que acompañarle. Claro que en aquellos momentos, no tenía ni mucho menos, ganas de meterse en las oficinas de la empresa, se excusó y tras un rápido beso en los labios de su amigo a modo de agradecimiento, puso rumbo a su casa, pero se detuvo antes de llegar a la esquina de la calle y volvió con paso apurado para notificarle el cambio de número de teléfono, a lo que Jong agradeció el gesto y luego volvieron a despedirse. De nuevo, la marcha se interrumpió porque Jonghyun le gritó desde la otra acera que si quería ir a cenar con él... Siempre tan atento... Agradeció el gesto pero se vio obligado a decirle que no. No era porque tuviera mejores cosas que hacer, es que quería estar presente cuando Jinki volviera a casa.
Aún era por la mañana y su novio ya había dado por hecho que no se verían hasta la noche ¿qué tanto tenía que hacer con Taemin todo el santo día? Cuanto más lo pensaba, más sentía que nada iba bien, que aquel niño le iba a robar al amor de su vida y más aún perdía la cabeza. Pasó toda la tarde andando de un lado a otro de la casa, bebiendo copa tras copa de vino a la espera de que Jinki regresase. Veía pasar los coches con ansiedad y hubo momentos en los que sintió que las manecillas del reloj no querían caminar. Sin embargo el tiempo avanzaba inexorablemente hasta que poco a poco comenzó a oscurecer. Ya alterado y desesperado por la cantidad de vino ingerida y los propios nervios, revisó en el reloj la hora y desconsolado comprobó que eran las 9 de la noche. Maldijo su suerte, aquello era una locura y no pensaba dejar escapar a Jinki una vez lo tuviera en casa, no, iba a hacerle confesar lo que estaba seguro que ocurría entre él y el mequetrefe estudiante al que empezaba a plantearse si no sería mejor asesinar. Poco antes de que su trastornado y bebido cerebro concluyese que era la solución más viable, las luces de un coche iluminaron el interior de la casa y corrió a la ventana de la cocina al ver llegar el coche de su novio. Ni rastro de Taemin... Mejor así porque de haberlo llevado a su propia casa, no podría haber soportado la presión y sí que lo habría cosido a puñaladas hasta convertirlo en un amasijo irreconocible. Sin encender las luces, corrió a la puerta de entrada y se plantó delante cruzándose de brazos, dispuesto a no darle a Jinki la opción de huir a la habitación ni a ninguna parte. Cuando su novio entró,venía algo despeinado con las mejillas sonrojadas, para el alterado kitsune, fue inequívoca la señal de que se había acostado con Tae:
- ¿¡Dónde llevas todo el día!? -chilló histérico.
- ¡Joder,Key! -se lleva una mano al pecho y enciende la luz- Me has dado un susto de muerte.
- ¡No me ignores! Te he hecho una pregunta.
- He estado trabajando - mintió de forma más que evidente.
- ¡Embustero! - estalló- ¡Has estado con ese maldito niño!
- ¿Qué?
- ¡Sé que has estado con Taemin!
- ¿Cómo puedes saberlo? -replicó.
- ¡Jonghyun lo vio subirse en tu coche y me lo ha contado! -mintió a su vez - ¿¡Qué hacías con él!? ¡Llevas todo el día fuera de casa! Me habías prometido una cena romántica y desde las 9 de la mañana la suspendiste por irte con él ¿¡ Qué habéis estado haciendo!? -se lanza a pegar una bofetada.
- ¡AH!¡Para! -lo sujeta por las muñecas desconcertado por lo que está haciendo- Quieto, Key, no es lo que tu piensas, por favor, tranquilízate.
- ¡No quiero tranquilizarme maldito! ¡Me estás engañando con un niño! -rompe a llorar.
- ¡No, no es así!¡Venga ya, Key! Taemin es mi amigo, no he hecho ni haré nada extraño con él,debes creerme.
- ¡Me sigues mintiendo! Suspendes una cena conmigo que soy tu novio para andar con él haciendo Dios sabe qué.
- No voy a permitir que me faltes al respeto en mi propia casa, Key...Te digo que no he hecho nada.
- ¿Y por qué has estado todo el día fuera con él? ¿Por qué hueles a ese perfume que sé que no es tuyo ni mío? ¿Por qué llegas con ese aspecto de haber salido de una habitación de motel?
- ¡BASTA! -pierde la paciencia- ¡No he hecho nada de lo que deba arrepentirme! Solo hemos pasado el día en la avenida marítima hablando y jugando en los recreativos, hemos tomado un par de cervezas pero nada más.
- ¡Mentiroso! ¡No te creo! - se suelta bruscamente de su agarre y corre a la habitación.
Fue imposible lograr que Key le abriera la puerta a pesar de que pasó horas intentándolo por todos los medios, pero la Diva estaba demasiado alterado como para atender a razones y desgraciadamente, no creyó la verdad que Jinki le había contado. Su mente se estaba destruyendo a sí misma, en aquel momento no estaba seguro de ser capaz o no de diferenciar lo real de lo imaginario,como podía ser el hecho de que quizás sí que no hubiera pasado nada.
A las cinco de la madrugada, abrió finalmente la puerta y se encontró con su novio sentado en el suelo del pasillo mirándole. Esperaba que le gritara, que le dijera aún más mentiras, pero Jinki solo suspiró, se puso en pie y le abrazó de un modo que le hizo sentir que todo estaba mal, que aquello no estaba funcionando. Luego, cuando le tomó de las mejillas y le besó,sintió extrañamente que su corazón dolido se reconfortaba y luego escuchó las palabras que el mayor susurró en su oído:
- Siento mucho que te sientas tan mal, pero te juro que no he hecho nada malo... Y tu lo sabes...
Tras aquellas palabras, Jinki se marchó finalmente al sofá para intentar descansar lo que no había podido en toda la noche, mucho mejor así... Desgraciadamente, Key tenía que volver a cambiar de forma para irse al instituto y decidir por el camino si iba o no a asesinar a Taemin... Si lo hacía, bastaba con cambiar de forma y nadie reconocería sus huellas dactilares... Sacudió la cabeza... Aún no estaba lo suficientemente loco como para hacer algo de aquel calibre. Se dio una ducha para despejarse la mente, preparó la mochila y se puso el uniforme del instituto, siempre cuidando que Jinki no subiera ni se asomara por allí, aunque no había cambiado de forma, pero no le convenía que viese que iba vestido de aquel modo. Al bajar, la casa aún estaba a oscuras, se acercó al sofá y besó la mejilla de su novio susurrando que le quería y poco después salía corriendo por la puerta diciendo que se verían más tarde.
Se puso unas gafas de sol mientras cambiaba de forma porque estaba seguro de que sus ojos se verían aún rojos e hinchados de pasar toda la noche llorando y no quería dar esa impresión delante de Taemin. Echó a andar hacia el instituto, encontrándose como siempre a aquella hora, con muchos estudiantes que hacía lo mismo,tanto a pie como en los diferentes transportes públicos. Una vez en el centro, se limitó a esperar en primer lugar que abrieran la puerta para entrar y en segundo, en quedarse cerca de la entrada del centro para esperar que el chico llegara.
Poco a poco comenzó a aclararse la mañana y como un reloj, Taemin entró por la puerta a las 7 en punto y al levantar la vista de su teléfono móvil se encontró con la figura de aquel guapísimo chico nuevo que el día anterior le había descolocado tanto. Parecía esperarle y para su sorpresa, éste se alzó las gafas de sol e hizo un gesto que logró que el calor subiera por todo su cuerpo haciendo que sus piernas temblaran y su corazón comenzara a latir más deprisa, presa de un inexplicable embrujo que aquellos penetrantes ojos negros le lanzaron desde el primer momento en el que se cruzaron sus miradas.
♒ ♦ CONTINUARÁ♦ ♒