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sábado, 5 de mayo de 2018

EL AMOR ES COSA DE IDIOTAS 1º

Personajes: JongTae [Jonghyun + Taemin]
Género: Drama /Suspense/Lemon
EEL: +16

Resumen: La clase de persona que no es Taemin, es Jonghyun. Dos polos completamente opuestos que más que atraerse, se repelen de forma irrefrenable. Tae maldice su suerte cuando descubre que en el presente curso, Jonghyun va a estar en su misma clase. ¿Podrá soportarle durante todo el curso o terminarán ambos de la peor de las maneras?




Si a Taemin le preguntaran, cómo definiría a un completo idiota, sin duda, señalaría a Jonghyun.


Aquella mañana, era el primer día de instituto y para su suerte, aquel era el último año de una tortura que se prolongaba desde tres años atrás. Taemin nunca había tenido la suerte que esperaba en el instituto, no porque no encajara en el sistema o los estándares que tenía la juventud para ser popular, sino, porque desde el mismo momento en el que entró por la puerta, se encontró de bruces con un chico, que como él acababa de empezar, pero que en sí, fue un momento completamente absurdo e irreal. Tras disculparse por tropezar con él y ofrecerle seguidamente una reverencia, la respuesta de aquel chico, que días después, supo, se llamaba Jonghyun, fue sacarse el chicle de la boca y pegárselo en el cabello. Fue sin duda la peor primera impresión que podría haberse llevado Taemin de alguien.
De modo que su estancia en aquel centro, había sido una tortura gracias a aquel completo imbécil. ¿Era muy duro por pensar así? En absoluto. En un principio intentó tontamente limar asperezas con aquel chico con el que parecía haber comenzado con mal pie, y la respuesta de Jonghyun, fue aún peor.
Finalmente, tras un par de intentos fallidos en el primer curso, Taemin dio por perdido a aquel compañero que no hacía más que joderle cada vez que se encontraban.
La suerte era que si se lo montaba bien, tan sólo se encontraban por los pasillos o no, dependiendo de si era o no capaz de evitarlo en medio del gentío de hormonas , que puede ser un instituto. En ocasiones, lo veía de lejos y cambiaba prudentemente de dirección, aunque cuando eso hacía, se daba cuenta de que Jonghyun iba tras él, casi corriendo. La primera y única vez que le dio alcance, lo estampó contra la pared y le tiró todos los libros al suelo y para mayor inri, también le tiró la mochila, jalándosela con tantísima fuerza , que llegó a romper una de las correas. Tras aquel "incidente", Taemin no se volvió a dejar coger. Ahora cuando se daba la vuelta, iba corriendo y empujando a quien fuera, en una huida desenfrenada por escapar de cualquiera que fuera la locura que aquel desgraciado pensaba hacerle.

Si se encontraban de frene y él no le había visto, por lo general, Jonghyun se aseguraba de que fuera consciente de que estaba allí y le daba algún golpe para que mirara en su dirección. Llegó incluso a tirarlo al suelo y pelearse con él hasta que le rompió completamente la camisa del uniforme. Los compañeros y amigos de Taemin a menudo se veían obligados a interferir porque verdaderamente a aquel pirado se le iba la mano. De modo que el más bajo, llegó a denunciarlo ante profesores y ante la propia directora del centro, esperando que aquello parase. Jonghyun lo negó incluso cuando chicos de la clase de Taemin mostraron fotos y vídeos de cómo se lanzaba sobre el maknae para pegarle y aún con ello, no cedió ni un milímetro. Fue expulsado en tres ocasiones por un par de semanas y cada vez que volvía, parecía que la cosa se había calmado, pero no era así, porque al par de días, volvían de nuevo los tirones de pelo, los golpes en el pasillo y las amenazas. Podría haber sido la época dorada de su vida, pero no... Era evidente que el mundo no quería que le fuera bien en el instituto, de modo que ya en el segundo año, trató de defenderse. Respondía a los golpes a los insultos e incluso en una ocasión, llegó a dejarle tal arañazo a Jonghyun, que la marca de sus uñas fue visible por semanas en su rostro. 
Obviamente, Jonghyun no tomó aquello nada bien y podía ver su cara de odio desde el otro lado del pasillo, podía ver cómo se tronaba los puños, seguro de que quería reventárselos encima. No había día ni semana en el que no volviera a casa con un cardenal nuevo,gracias a aquel estúpido.


Pues encontrándose frente al tablón de listas de alumnos, se percató de que algo no encajaba. Buscaba su nombre en el listado de la clase a la que siempre había pertenecido, la clase "A", pero no lo encontraba... ¿Se debería a las asignaturas opcionales que había escogido en aquel último año? Eran las opciones de letras...¿Dónde podría haberle tocado?No fue hasta que Onew, un compañero que siempre había estado en su clase y,con el que tenía la suerte de llevarse muy bien; no fue hasta que le llamó, que no se giró:






— Taemin ¿Cómo estás? Desde la fiesta de San Juan que no te veo.

— Onew ¿sabes por qué no está mi nombre en el módulo "A"?

—¿No te has enterado? La normativa ha cambiado.

—¿Cómo que ha cambiado?¿Eso qué significa?¿En qué ha cambiado?

—Ya no van a agruparnos por nuestros apellidos, sino por las modalidades que hemos escogido por ser el último curso. Los del módulo "A" y "B" son los alumnos que van a la rama de matemáticas, ciencia y tecnología.

— ¿Y los de letras? -preguntó notablemente angustiado Taemin.

— Letras...Letras... los de letras, humanidades y sociales están en los módulos "C" y "D". Luego a mi me ha tocado en el módulo "E" por ir con la rama de arte.

— ¡¡NO!!¿¡"C" y "D"!?¡No es posible!






Horrorizado,Taemin se volvió hacia el enorme tablón con las listas y tras localizar el último curso, buscó los módulos que su compañero le había dicho que correspondía a la rama de humanidades y encontró su nombre en clase "C". Se le congeló la sangre.
Como había empezado desde abajo,ya que su apellido era Lee, siguió con el dedo hacia arriba,buscando los apellidos empezados por "K"... Emitió un grito de desesperación al encontrar en su misma clase el nombre de aquel maldito lunático. Kim Jonghyun estaba en su mismo curso. Iba a ir a la misma clase que aquel loco, iba a tener que verlo las 7 horas que duraban las clases. 
Ni qué decir tiene que medio instituto se le quedó viendo cuando empezó a llorar con un horrible ataque de ansiedad. Por suerte, Onew, lo sujetó de los hombros y lo llevó a la cafetería para que pudiera sentarse y una vez vio que estaba temblando como una gelatina, le intentó animar con uno de sus malos chistes antes de decidirse a ir a comprarle una infusión para que pudiera calmarse. Nadie que estuviera en aquel instituto y en su mismo curso, era ajeno a lo que pasaba entre Taemin y Jonghyun y lo más difícil era saber que prácticamente TODA la clase "C", seguía siendo la misma y que salvándole a él y a un par de chicos más, todos ya se conocían de 3 años atrás. 
Estaba tan histérico que apenas podía sujetar el vaso de la manzanilla y mantenía la cabeza gacha mientras sollozaba y trataba de recuperar el aliento perdido:





—Va a matarme...Se acabó, Onew... Se acabó... Voy a morir -sollozaba desolado Taemin.

— Estás exagerando, Taemin... No tiene porqué hacerte nada. A lo mejor ha cambiado y ahora te pide perdón por lo que ha pasado éstos años.

— ¿Es que no me has escuchado? No voy a salir vivo de éste maldito suplicio...Tengo... Tengo que pedirle al director que por favor me cambie de clase... No puedo quedarme en la clase "C"...

—Pero es que no te van a cambiar, los grupos son inamovibles porque están colocados por las optativas... Taemin, no pierdas la calma, todos sabemos cómo son los abusones, si te ve asustado, se aprovechará de eso. Además, ya sabes que si hace algo, se lo tienes que decir a los profesores.

— Tenemos ya 16 años... No somos niños pequeños como para ir corriendo al profesor cada vez que algo va mal.

— Seguimos dependiendo de los profesores, al menos, dentro de las paredes del centro, Taemin... Si ves que no está bien la situación, díselo al director.

— No voy a esperar a que empiece a torcerse todo para ir a quejarme, voy inmediatamente y si es necesario, le diré al director, que revise el historial de Jonghyun... Ésto no puede seguir así...






En el mismo momento en el que Taemin fue a ponerse de pie, un golpe en la mesa le hizo dar tal respingo, que terminó tirando el vaso con la infusión por toda la mesa. Ya antes de mirar, sabía quién estaba allí. Levantó la vista y se encogió en el sitio al ver a Jonghyun con sus gafas de sol, inclinado sobre él y con una sonrisa macabra en el rostro:





— Así que éste año, vienes a mi territorio.

— Jonghyun -intervino Onew saliendo inmediatamente en defensa de Taemin y levantándose de la mesa para ponerse entre medio de ambos - Apártate de él inmediatamente.

— ¿Y a ti quién te ha dado vela en ésto? -comentó molesto el imponente Jonghyun mientras ladeaba la cabeza y se quitaba las gafas de sol obviando al intermediario para decirle al maknae- Te veré en clase, escoria.





Cuando la alta figura de aquel chico desapareció por la puerta de la cafetería, Taemin se puso violentamente en pie y llevado por un sentimiento mezclado entre rabia e impotencia, salió tras Jonghyun gritándole y dándole alcance "¡Espera imbécil!¡Veme ahora!". En cuanto el más alto se giró, lanzó un golpe contra su cara. Nunca había sido bueno dando puñetazos, pero aquel lo dio tan fuerte como pudo y cuando fue consciente, le había tumbado las gafas de sol a su ya declarado enemigo. Un corrillo se formó tan deprisa al rededor de ambos, que Taemin no tuvo por dónde escapar cuando Jonghyun lo jaló por el cuello de la camisa y le dio un soberbio puñetazo en la cara. Mientras todos los estúpidos de turno gritaban "Pelea,pelea" como unos críos, los antiguos compañeros y amigos de Taemin, se abrieron paso entre la multitud para intentar que Jonghyun lo soltara mientras otros iban a buscar a director y profesores. 
Un segundo puñetazo, hizo que sintiera el sabor metálico y oxidado de la sangre en la boca, y por suerte,antes de que llegara el tercero, fue el propio Onew quien se tiró encima de su agresor. Lo siguiente que sucedió podría definirse con la palabra "Caos". Todos los de la clase de Taemin, contra los del grupo de Jonghyun, como una batalla campal en la que todos eran enemigos de todos. A los profesores les llevó un buen rato lograr calmar y separar a todos. Nunca antes había pasado algo así y menos originado por una rivalidad entre dos alumnos, pero es que Taemin era muy querido en su antigua clase por su constante buen humor y porque siempre ayudaba a los demás, mientras que Jonghyun, era el "Rey" de la clase "C", era la clase de los chicos malos y él era el más perverso de todos.

Un primer día fascinante.Todo el mundo se fue a casa con un expediente y algún que otro cardenal... Taemin, por supuesto, volvió con un ojo morado, que ni se molestó en explicar a sus padres, porque ninguno vio nada más allá de la nota oficial que había llevado para que le firmaran el expediente por mal comportamiento e incitación a la violencia.

Ya encerrado a solas, se miró en el espejo del baño cómo se le había hinchado la boca y el ojo izquierdo y cómo lo rodeaba una profunda marca morada... Terminó sonriendo al pensar que al menos, él también había logrado alcanzarle la cara a Jonghyun y que ahora estaría de seguro, preguntándose qué había pasado. Sin embargo, dejó de sonreír al ser consciente de que el golpe no valió de nada. Aquel desgraciado no era de los que se echaban para atrás. Al contrario...Como tantas otras veces, había respondido con mucha más saña y coraje... ¿Qué pasaba por la mente de aquel hombre, que tanto le odiaba? Sólo pensar que tendría que volver a verle al día siguiente, resultaba como poco aterrador.





— De verdad que ésto es horrible... ¿Cómo se supone que voy a presentarme mañana en el instituto con la absurda idea de que voy a salir vivo?... No voy a poder correr, no voy a tener dónde esconderme... Ese idiota va... Lo mínimo que va a darme es una paliza... Las cosas no podrían empeorar...





Ese día, lo pasó no solo castigado en su dormitorio, sino mandando mensajes a sus antiguos compañeros de curso, preguntando a todos qué podía hacer mañana. El director iba a negarse a cambiarlo de clase tras el tremendo revuelo del día. Unos le sugerían simplemente mantenerse lejos e ignorarlo, otros, le decían que lo conveniente, era que le plantara cara cada vez que fuera increpado; según ellos, terminaría cansándose de hacerlo si veía que ya no se quedaba callado.
Al menos le quedaba el consuelo de pensar que si los hacían sentarse en orden de lista, como hacía su tutor en la clase "A", iba a ser mucho más llevadero, porque a él le tocaría atrás, lejos de la vista de Jonghyun y más lejos aún de cualquier perrería que se le pudiera pasar por su maquiavélica mente. Tal vez con esas escasas ideas, tuvo una certeza más firme sobre lo que podría o no hacer,dependiendo de las circunstancias. Se dijo mentalmente que tenía que ser muy cuidadoso con todas sus pertenencias. Jonghyun ya le había abierto la mochila alguna vez y le había roto todo lo que tenía dentro, tanto libros como libretas, obligándole a tener que vivir de fotocopias de los libros y de notas de otros compañeros... No era algo que podría hacer en la clase "C", porque allí eran todos amigos de aquel maldito psicópata. Tendría que llevar las cosas más importantes encima. No podía ser en los bolsillos del uniforme, porque corría el riesgo de que se le perdieran o algo peor... Recordando los tiempos de kinder, rebuscó en el baúl de cosas viejas en el armario de su dormitorio y dio con una pequeña bolsa de color rosa clarito... No recordaba muy bien el porqué su fascinación infantil por aquel color, pero no podía presentarse en el curso con algo así, de modo que lo que hizo, fue confeccionarse una nueva, más pequeña y con suficientes bolsillos como para meter en cada uno las cosas importantes. El dinero para el almuerzo, la cartera con los pases de los transportes públicos, la acreditación estudiantil,las llaves de casa, las llaves de la taquilla y finalmente el móvil. Se dijo a sí mismo, que aquella era la bolsa que NUNCA -JAMÁS, iba a quitarse, incluso saldría al pizarrón con ella puesta. Era lo suficientemente pequeña y discreta en color negro, como para poder llevar encima sin que al profesor le pareciera descabellado. Reforzó la zona de las costuras de la correa para asegurarse de que si Jonghyun tiraba de ella, no lograra rompérsela y quitársela. Pasó toda la tarde trabajando en aquella bolsita que llevaría como oro en paño, de modo que cuando llegó la noche, simplemente escuchó sus huesos tronar al moverse finalmente de la incómoda posición de estar inclinado sobre la máquina de coser, y sin pensar en comer, se fue directo a la cama... Mañana comenzaría el verdadero infierno.

Antes de que amaneciera, como ya era costumbre, estaba en pie y estaba acomodándose su impoluto uniforme tras haberse pasado cerca de una hora bastante larga, maquillando y tapando cuanto le fue posible aquel horrible morado que se había formado entorno a su ojo izquierdo. Al menos, ahora, parecía estar relativamente bien,salvo por una notable hinchazón en esa zona y la evidente marca en su labio inferior,del golpe propiciado por los puños de Jonghyun... De verdad,que hombre más horrible...
Ya preparado, tomó un rápido y ligero desayuno para luego apresurarse a salir de casa y tomar el metro en la estación más cercana. El instituto quedaba a casi una hora de camino, teniendo en cuenta, que iba en un transporte bastante rápido, con lo cual, lo peor de que fuera primera hora de la mañana, es que aquello siempre iba terriblemente saturado, de modo que le esperaba un largo camino de pie, más lo que quiera que fuese a pasar aquel día. Conforme entraba y salía gente en las diferentes paradas, miró pensativo, más bien, completamente enajenado, los paneles superiores por los que pasaban diferentes anuncios, que observaba sin mayor atención que la de estar completamente distraído. Dejaba pasar el tiempo, por el momento, no tenía notas ni exámenes de los que preocuparse o los que quisiera repasar, así que era uno de esos pocos días, que iba a ser relativamente tranquilo en cuanto a ese tema.

En una de las paradas, en ésto que la gente a su lado comenzó a moverse para salir, miró al rededor y suspirando vio que iba a entrar mucha más gente de la que estaba intentando salir pero,entonces, lo vio... Pudo distinguir el rostro de Jonghyun entre las personas que intentaban acceder al vagón. Su pulso se disparó y de forma inmediata, Taemin se dirigió hacia la otra salida junto con el resto de personas, cubriéndose la cara con la mano, a la espera de que aquel chico no le viera. No iba a ir con él y mucho menos iba a ir en el mismo vagón. Con tantísima gente apretada, lo más probable, era que se acercara a él y le terminara dando golpes sin que nadie pudiera apreciarlo.
Una vez salió del vagón, aún cubriéndose la cara, se dirigió hacia la salida más próxima, era hora de cambiar de transporte. Mientras se acercaba a las escaleras mecánicas para subir, algo dentro le dijo que se girara y al voltear la cabeza, abrió mucho los ojos al ver que Jonghyun le había visto y peor aún, que iba corriendo en su dirección. Ni lo pensó, empezó a subir corriendo a zancadas de dos en dos, los peldaños de la escalera mecánica mientras sujetaba con fuerza su mochila bandolera con una mano. Ya en la calle, ni idea de en qué zona estaba exactamente, simplemente echó a correr como alma que lleva el diablo por la calle, sin escatimar en empujar a las personas que le cortaban el paso. De vez en vez, giraba la cabeza y veía cómo su perseguidor iba acotando poco a poco las distancias conforme corrían. Taemin nunca había sido un gran deportista, pero tampoco estaba dentro de sus intenciones, detenerse para tratar de hablar las cosas con aquel demente. Podía escuchar los ecos de las pisadas de Jonghyun, descargando sobre el suelo parte de la frustración que sin duda debía tener con él por lo que le había hecho delante de todo el instituto. Intentaba sin éxito despistarlo al girar y girar en diferentes calles y esquinas, sin tener ninguna clase de control o idea de a dónde le estaba llevando. 


Cuando Taemin quiso darse cuenta, estaba en una calle sin más salida que la de escalar una reja. Ni tiempo tuvo de pensarlo, se encaramó sin preocuparse y sin saber si iba o no a entrar de forma ilegal en el terreno de la casa de alguien o algo así. Todo ello cargando la mochila...No era precisamente el plan ideal, era más como llevar un lastre que sin duda, lo ralentizó al llegar arriba y tener que cargarla y sujetarla bien para no perder el equilibrio y de nuevo volver a bajar. Al volver a tener los pies en el suelo, gritó al ver de frente a Jonghyun. Aquel chico debía ser alguna clase de deportista de escalada, porque se encaramó a la verja de un solo brinco. 
Taemin no tenía tiempo de pararse a ver qué tan rápido era en lo que hacía y comenzó nuevamente a correr por aquella callejuela estrecha que quedaba entre edificios. Hasta casi 200 metros más adelante, no se fijó en que había dado a una zona aparentemente en obra y escuchando tras de sí, el eco de los pasos de su perseguidor, su instinto habló por él y corrió hacia el edificio vallado que se encontraba ante él. Un muro de hormigón de escasos dos metros de altura, se interponía entre él y una posible escapatoria fructífera, de modo que sin pensarlo, tomó carrerilla y logró sujetarse del borde del mismo y subirlo prácticamente de un brinco. Sin mirar atrás, como un auténtico estúpido, se descolgó del muro sin mirar tampoco si era o no seguro y cuando quiso darse cuenta, estaba tirado encima de un enorme rollo de alambre de espinos y de hecho, al revolver de forma instintiva por los cortes, se percató de que se estaba haciendo daño:





— ¡¡AAH!! -gritó dolorido antes de escuchar los pasos de Jonghyun frenarse al otro lado del muro.



En apenas cuestión de segundos, giró la cabeza y vio sobre el muro a Jonghyun observándole... Incluso quiso creer que se apreciaba algo de preocupación en sus ojos pero... ¡Por favor, era Jonghyun! Lo mínimo que iba a pasar en aquel momento es que se le echara encima y se asegurara de que se hiciera verdadero daño.

Jonghyun saltó de forma más eficaz y calló en suelo seguro, sin ningún percance como el que había sufrido Taemin, luego de ello, se acomodó las gafas de sol y acercándose al maknae dijo:





— Mira por donde,Taemin... Justo te han hecho parar a la fuerza...-resopló- Nunca imaginé que corrieras tan rápido, escoria.

— Por Dios...Jonghyun... Basta ya, por favor... -suplicó el más bajo mientras el otro se agachaba frente a él - ¿Es que no vas a ayudarme? M-me he enredado y me estoy haciendo cortes... Por favor...

— ¿Qué te hace pensar que voy a ayudarte? Si después de todos éstos años, crees que tengo algo bueno reservado para ti, te equivocas.

— ¡Haz un alto el fuego,joder! -chilla aunque intenta no moverse demasiado y luego cierra los ojos con fuerza- ¡Por favor,Jonghyun!¡Sácame de aquí! Luego puedes darme una paliza si es lo que quieres, pero por favor...Ayúdame... E-estoy sangrando...

— ... - por primera vez en todos aquellos años, Jonghyun pareció pensativo.






Nunca antes se había detenido a pensar en ayudar a Taemin en ninguna situación posible y de hecho, estaba más que seguro, de que no era algo que nunca pretendiera hacer. Su odio irracional por aquel chico no tenía en sí, una explicación. Simplemente le veía y quería hacerle daño, quería que llorara, que suplicara y que fuera humillado pero... Aunque llevaba varios años golpeándole y acosándole en el instituto, era verdad que nunca antes habían estado en una situación como aquella. Taemin se había enrredado los brazos por culpa de la correa de la mochila y cada vez que se movía, las cuchillas del alambre de espinos, se frotaban contra su piel,produciendo cortes y heridas que sangraban y manchaban su ahora, arrugado y estropeado uniforme.

No estaba claro cuánto tiempo transcurrió...Dudaba demasiado en si ayudarle o no. Podía simplemente largarse y dejar allí a aquel maknae al que odiaba sin mayor motivo que el de ser quien era. Lo odió desde aquel primer choque y desde que aquella sonrisa de dientes torcidos le había pedido disculpas. Se incorporó y antes de que llegara a encaramarse de regreso al muro, escuchó a Taemin llamándole nuevamente con voz débil y evidentemente cargada de pánico.





— ¿Q-qué haces...?¿Dónde vas?...Jonghyun, por favor... Te lo ruego...No me abandones aquí...

— No es mi problema, basura miserable -dicho eso trepó por el muro y se descolgó por el lado contrario.

— ¡No,espera! ¿Jonghyun?¿¡Jonghyun!?





Taemin se quedó petrificado... ¿Realmente se había ido y le había abandonado allí?¿Así sin más? ¿Tantísimo era el odio que acumulaba Jonghyun en sus vísceras hacia él? Empezó a hiperventilar al ser consciente de que estaba sólo en una zona de construcción en la que no había nadie y estuvo a punto de ponerse a gritar, pero dentro de ese pánico que sentía, intentó entrar en razón:





— Va-vale...Calma,Taemin... S-si lo hago despacio... Si tengo cuidado, quizás pueda soltarme...





La idea era más sencilla de decir que de llevar a cavo, pues en cuanto comenzó a mover sus brazos de forma lenta, podía notar el filo de aquellas púas, clavándose en su piel y provocando cortes que comenzaban a escocer y a sangrar.

Temblando, observó que había llegado a hacerte un corte verdaderamente feo en el antebrazo derecho, podía ver perfectamente que iba a necesitar puntos en esa herida. ¿Cómo iba a poder soltarse si apenas alcanzaba a moverse sin hacerse daño? Un movimiento brusco en falso y corría el riesgo de cortarse una vena o una arteria y eso significaría un "Sayonara forever".
Aún intentando concentrarse en algo positivo, escuchó ruido al otro lado del muro y dijo con voz temblorosa:





— ¿Hola?...¿Jonghyun...eres tú?...¿Hay alguien ahí?...Por favor, necesito ayuda...





Taemin escuchó que alguien se subía al muro e inmediatamente giró la cabeza pensando que quizás en vez solucionar el problema, iba a empeorarlo de forma drástica. Ni siquiera sabía si podía o no ser una persona peligrosa que se aprovechara de la situación. No fue hasta que vio el rostro de Jonghyun aparecer, que volvió a sentirse capaz de respirar. Cerró los ojos por unos segundos, dándole las gracias por no haberse marchado y entonces se percató de que venía abriendo un paquete con unas enormes tijeras de poda, que daba por hecho, servirían para cortar el alambre de espinos. Una vez se arrodilló a su lado y comenzó a cortar y a liberarlo de aquella horrible tortura, no pudo sentirse más agradecido con él... Realmente significaba mucho que hubiera dejado los rencores a un lado para socorrerle, aunque recordó que le había prometido que si le soltaba, podía darle la paliza que deseara y eso se traducía en que soltarle le era conveniente.
Cada vez que cortaba una parte del alambre, notaba un leve tirón en el resto que aún seguía enganchado por su cuerpo y sus brazos y se mordía el labio inferior intentando mantener los quejidos acallados, aunque de vez en vez se le escapaba alguno lastimero y en ese momento, Jonghyun paraba de lo que hacía con las tijeras y se ocupaba de tratar de desenrredar y sacar las púas clavadas en la piel de Taemin... Lo que parecía que iba a durar escasos minutos, se prolongó a lo largo de una hora. A ninguno le preocupaba en aquellos momentos el no llegar a clases. Aunque al maknae le dolía todo el cuerpo, Jonghyun estaba siendo verdaderamente cuidadoso al retirar el alambre de su alrededor. Llegaron a mirarse fijamente alguna que otra vez y fue una sensación extraña para Taemin, porque los grandes ojos azules de su momentáneo salvador, le produjeron un nerviosismo muy diferente al que solía proferirle cuando estaban en el instituto. Por el contrario, el más alto no parecía sentir ninguna clase de empatía o de emoción referente al menor, simplemente, le estaba haciendo el favor de soltarle, si bien porque no era divertido ver a una persona sufriendo y sangrando como en aquella ocasión , o porque de verdad pensaba agarrarlo allí mismo a golpes.
Hora y media después, ambos estaban sentados en el suelo, a varios metros de dónde se encontraba el alambre de espinos y Jonghyun, había demostrado ser una persona de mente fría, pues había traído en su mochila,algo más que unas simples tijeras de podar. Había comprado alcohol de romero y desinfectante para las heridas, vendas, unas pequeñas toallas esterilizadas... Había prácticamente obligado a Taemin a que se sacara la camisa y en el momento en el que lo hizo y vio que llevaba bajo el uniforme una camisa de tiras, dejo algo que el maknae no llegó a comprender y luego lo tomó con brusquedad por una muñeca y comenzó a limpiarle las heridas de forma eficiente. 
No fue hasta ese momento, que Taemin reparó en el morado que tenía sobre el pómulo su eterno acosador y luego, observó en silencio el cuidado y la habilidad con la que trataba sus cortes y heridas. Sin duda, Jonghyun tenía experiencia curando cosas así y se preguntó si es que habría hecho algún curso de salvación o de primeros auxilios en verano o... No... Aquel chico no parecía de los que se pasaban el verano estudiando y mucho menos en algo que fuera para ayudar a los demás.
Terminado el primer brazo, prosiguió con el siguiente, donde además de limpiar, se detuvo a observar el corte que Taemin tenía en el antebrazo:





— Vas a tener que ir al hospital...Ésto tienen que coserlo, pero por ahora te haré un vendaje para que no se infecte y que puedas aguantar hasta que vayas al médico.

— Jonghyun... Muchas gracias -susurró Taemin haciendo que él levantara la vista para verle a los ojos - N-no sé qué habría hecho sin ti... Pensé por un momento que...

— No me des las gracias, no lo estoy haciendo por ti y no creas que me das pena -replicó frunciendo el ceño- Cuando mañana regreses al instituto, pienso hacer que todos los puntos que te pongan hoy,salgan volando. No vas a librarte de mi por ésto que ha pasado ¿lo comprendes? No somos amigos. Tú no me caes bien. Creo que eres un completo imbécil.

— Pero... ¿Por qué...? Ni siquiera me conoces como para decir que soy imbécil.

— Cállate, todo estaba bien hasta que abriste la boca. Tu problema, es que intentas caerle bien a todo el mundo y eso me da muchísimo asco.





Taemin se sintió terriblemente mal... No estaba seguro de si por el reproche de Jonghyun o porque de pronto, le había apretado tantísimo el vendaje,que le había dejado sin aliento. 
Era evidente que entre ellos jamás iban a llevarse bien y eso era lo peor de todo ¿Cómo no iba a estarle agradecido tras aquel gesto que había tenido con él? No dijo nada durante el resto del tiempo que Jonghyun siguió atendiendo sus heridas. Cuando finalmente se apartó de él y comenzó a desechar por ahí las vendas y las toallas sucias, Taemin se miró los brazos ya vendados y luego siguió la figura del más alto por los alrededores. Sus palabras seguían taladrando su cerebro,haciéndole pensar que verdaderamente había hecho algo malo al intentar ser agradecido con él por sus amables atenciones y por no haberle dejado allí abandonado... Era imposible saber si habría llegado o no otra persona para salvarle o si en su lugar, habría ido alguien peor que él para hacerle aún más daño... De modo que se puso en pie y se acercó lentamente hacia donde estaba Jonghyun de espaldas y de igual modo, intentó expresarle que le agradecía su preocupación. Hizo una leve reverencia y dijo:





— Sé que no te gusta que lo haga, pero de verdad que te estoy muy agradecido,Jonghyun...





Cuando Taemin levantó la cabeza y miró al más alto,podía ver en sus ojos que era como una locomotora a punto de reventar, y antes de verlo venir siquiera, un fuerte puñetazo en el estómago le hizo quedarse sin aire y sujetarse a como sus escasas fuerzas dieron lugar, de Jonghyun. Quien entre diente dijo:



— No vuelvas a hacer eso jamás...Escoria...






-¢σηтιηυαяá-


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