Género: Drama /Suspense/Lemon
EEL: +16
Resumen: La clase de persona que no es Taemin, es Jonghyun. Dos polos completamente opuestos que más que atraerse, se repelen de forma irrefrenable. Tae maldice su suerte cuando descubre que en el presente curso, Jonghyun va a estar en su misma clase. ¿Podrá soportarle durante todo el curso o terminarán ambos de la peor de las maneras?
Taemin no tuvo tiempo de sentir el miedo subiendo por su espalda ante aquellas palabras... Jonghyun no terminaba de perturbarle con una cosa, que no tardaba nada en comenzar con otra nueva ¿Realmente era cierto lo que Jonghyun decía?¿Tan malagradecido era?
Antes de poder darse siquiera cuenta de lo que estaba pasando, sintió algo punzante haciendo contacto con su costado y al bajar la vista, sus ojos se desorbitaron y palideció a causa del pánico. Jonghyun sujetaba una navaja contra su costado, si se movía lo más mínimo, iba a ensartarle con ella. De pronto, su pulso se disparó y dejó incluso de respirar, quedando totalmente petrificado a pesar de que había comenzado a temblar de forma totalmente involuntaria.
Aunque el filo estaba por encima de la ropa, podía sentir su frío sobre la piel y era una de las peores sensaciones que había tenido jamás. Cerró los ojos con fuerza y sintió como Jonghyun se acercaba más incluso, hasta que su torso estuvo contra su espalda ,provocando que su respiración le diera de lleno en el cuello...Entonces abrió lentamente los ojos y, asustado, Taemin observó sobre su hombro, la autosuficiente sonrisa del más alto, que se encontraba ligeramente inclinado sobre él.
— Ahora,haremos lo siguiente ¿de acuerdo,maknae? Vas a ir tranquilo hacia la puerta que hay a tu derecha y yo iré contigo, como hagas alguna tontería te rajaré y haré que decores el suelo con las tripas.
—P-Por Dios...Jonghyun...N-no hagas...
— Ssshh... Ahora camina o te haré andar por las malas. Vamos.
Taemin no dijo nada más y con mano temblorosa, se sujetó de uno de los pasamanos del vagón para poder avanzar hacia la puerta, sintiendo como Jonghyun caminaba detrás suyo y aquel filo pegado a su cuerpo,provocando que su cuerpo se erizara a causa del miedo. Se le podría ir en cualquier momento la mano y simplemente darle una puñalada... O tal vez eso era lo que quería, llevarlo fuera, llevarlo a un lugar oscuro y solitario y apuñalarlo allí... ¿Es que acaso no había límites?¿No iba a parar nunca?
Cuando estuvo ante la puerta, miró el reflejo de Jonghyun en el cristal, parecía tan tranquilo... Como si nada malo estuviera haciendo o estuviera pasando ¿Cómo podía mantenerse tan sereno mientras amenazaba a alguien con un arma. Taemin acabó mirando al techo mientras cerraba los ojos y tragaba saliva... Cada vez le era más y más cercana la idea de que Jonghyun no estaba bien de la cabeza y que era un peligro para la seguridad pública, y peor aún, estaba consiguiendo que él también empezara a perder el norte. Si sobrevivía a aquel día, iba a quedarse encerrado en su casa de por vida. No volvería a salir jamás y echaría el pestillo en las puertas y ventanas, para que nadie entrara a hacerle daño.
El metro se detuvo y sin necesidad de que Jonghyun le instigara a ello,abandonó la relativa seguridad del vagón y bajón con él a la estación. Estaba tan asustado, que ni siquiera pensó en correr. Se detuvo a unos metros de las vías y pronto una de las manos del más alto, lo jaló con fuerza hacia una de las salidas más próximas. Podía notar la fuerza que aquella mano ejercía entorno a su brazo y era como si estuviera sujeto por unas pinzas mecánica, que incluso llegaban a cortarle la circulación a causa de la fuerte presión que ejercían.
Ni siquiera se resistió a la sujeción de Jonghyun. Él parecía vivirlo todo con una pasmosa normalidad... ¿Y si de verdad le estaba llevando a un sitio aparte para apuñalarlo allí a gusto y deshacerse de él? Todo apuntaba a que eso era justamente lo que iba a suceder, si no ponía remedio de inmediato ¿Qué debía hacer?¿Gritar y pedir ayuda?¿Intentar zafarse de su agarre y correr? No... Definitivamente esa última ya la había intentado una vez y resultó mucho peor de lo que pensaba, además de que su tobillo aún se resentía si pasaba demasiado tiempo de pie o si lo forzaba demasiado.
Miró al rededor buscando a algún guardia de seguridad y Jonghyun tuvo que leer su mente, porque detuvo el paso de forma tajante y le sujetó por la mejilla haciendo que volteara a verle:
— Creí que habíamos acordado que ibas a comportarte ¿qué andas haciendo?
— Jonghyun... Por favor... Ya me has hecho bastante daño... N-no sigas... Haré lo que quieras, pero para de hacerme daño... No lo soporto más -dijo en un susurro con la voz rota.
— Lo que quiero que hagas, es que camines y que te comportes bien.
— Pero... ¿A dónde me llevas...?¿Qué piensas hacer conmigo?...E-es...¿Es que acaso ya no puedes conformarte con seguirme por el instituto y romperme las cosas?
— Vamos... No seas tan dramático -sonrió de lado y se inclinó sobre él para decirle al oído- Es nuestro último año juntos, no sólo hay que subir el listón, sino hacerlo inolvidable ¿no te parece?
Las palabras de Jonghyun le provocaron escalofríos de pánico, que prontamente recorrieron todo su cuerpo como si fuera gelatina a punto de ser arrojada a las llamas... ¿A qué se refería con todo eso?... Subir el listón, lo que significaba, era, en pocas palabras, que se habían acabado los acosos de niños pequeños, tenían 16 y 17 años, lo que significaba que ya era momento de empezar a "jugar" como adultos.
Jadeando a causa del incremento de su ritmo cardíaco, se dejó arrastrar nuevamente por el mayor. Mientras salían de la boca del metro, la luz del sol de la mañana les dio a ambos en plena cara y se detuvieron por unos preciosos instantes en los que Taemin pensó si no sería peor provocar la ira de Jonghyun huyendo, que quedándose allí... Podía intentar plantarle cara, pero eso era algo que nunca sucedía como esperaba, sino más bien al contrario... Intentó arriesgarse y dar un fuerte jalón para liberarse el brazo, aprovechando aquellos escasos segundos en los que su compañero aflojó mínimamente el agarre debido a la impresión de verse deslumbrado.
Fue tan fuerte y rápido, que terminó desgarrando la manga del uniforme, pero no fue suficiente, pues a pesar de ello, Jonghyun lo retuvo y terminó por agarrarlo con más fuerza mientras se apresuraba a salir de allí e ir con Taemin hasta la sombra de unos edificios. Lo pegó bruscamente contra la pared y dijo entre dientes que dejara de hacerse el valiente o iban a terminar muy mal y no quería que el juego durase tan poco...
¿Juego...?¿De verdad era como lo percibía aquel desgraciado? Taemin cerró los ojos cuando vio que le mostraba la navaja y luego notó el filo sobre la cara...Acto seguido, le fue propinado un pequeño corte en la misma y eso le hizo dar un respingo a causa del miedo. Jonghyun lo sujetó por la mandíbula y le increpó a que abriera los ojos:
— No voy a volver a repetirlo, escoria, espero que te comportes o tendremos un grave problema.
— Jonghyun... -susurró casi en un sollozo- Te lo suplico... basta...No lo soporto... No puedo más...
— Vas a tener que soportarlo, sólo estamos en la segunda semana de clases y nos queda un largo curso por delante -dijo sonriendo y acto seguido,acarició la mejilla cortada del maknae con el pulgar, para recoger la sangre.
Le mostró a Taemin el dedo ensangrentado y al momento, pasó la yema del pulgar sobre sus labios, como si se los estuviera pintando con su propia sangre. No tardó en llegar a la boca y la nariz del más bajo, aquel desagradable olor y sabor a óxido. Intentó apartarse de él, pero nuevamente, una pared impedía que pudiera alejarse de aquel psicópata.
Jonghyun hizo alarde de su ya conocida bipolaridad para con él y se inclinó hasta que sus labios rozaron los de Taemin. Aquella situación parecía ponerle completamente a tono o simplemente, lo hacía para ponerle de los nervios...Era difícil saber cuál de las dos opciones era la más viable.
Taemin mantuvo sus ojos cerrados y emitió una especie de quejido cuando sus labios y los de Jonghyun se rozaron, si su pulso ya estaba disparado, en aquellos momentos se volvió completamente errático. Su mente no daba a basto con acertar en lo que estaba sucediendo entre ellos en esos momentos... Sólo sentía aquel cuerpo fuerte y caliente pegado al propio, arrinconándole como si fuera un animal herido y el más alto fuera el cazador a punto de propinar el golpe de gracia sin ninguna clase de misericordia... Los ardientes labios de Jonghyun provocaban quemaduras en los labios impregnados de sangre,de Taemin, logrando que su saturado cerebro, fuera incapaz de dar alguna orden clara al resto de su cuerpo.
No supo por cuánto se extendieron aquellos segundos, pero podría haber jurado que el tiempo se había parado en el roce y que el reloj había dejado de avanzar, para que él pudiera sentir con mayor claridad aquel contacto, que sin duda le hizo temblar de una manera diferente...
Aunque mantuvo las manos contra la pared y los ojos cerrados, casi podía imaginar el aspecto de Jonghyun delante suyo, tal vez observándole cómo dejaba arrastrar su cordura por aquel pantanoso lodazal en el que le había metido en contra de su voluntad...Quizás estaba allí, sonriendo de forma triunfal por volver a hacer con él lo que le daba la gana... O quizás, sólo quizás, estaba tan embriagado por el momento, como el propio Taemin lo estaba...
Aquel roce persistía y Taemin se vio sediento de aquellos crueles labios, levantó las manos para atrapar a Jonghyun de las mejillas y evitar así que se alejara y de forma inmediata, pegó sus bocas completamente. Ni siquiera supo el porqué, pero los labios de su eterno perseguidor, se abrieron y encajaron contra los propios como dos piezas de puzzle acomodándose en su lugar pertinente, el sitio justo,creado para encajar.
Por unos instantes, el más bajo pensó que de verdad estaba siendo correspondido, pero un mordisco realmente doloroso le hizo abrir mucho los ojos y cuando miró a DongHae separarse, apreció que tenía mucha más sangre en los labios, de la que le había puesto con el pulgar... Podía sentir de nuevo ese odioso olor y sabor en la boca...Sentía que su labio inferior escocía de una manera exagerada y se llevó una mano a la boca, notando, que le había mordido tan fuerte, que verdaderamente estaba sangrando de forma profusa. Prácticamente, saltó de un estado agradable a uno de pánico completo... Se cubrió la boca con ambas manos y se mantuvo mirando a Jonghyun a los ojos. No hacía falta que abriera la boca para saber lo que aquella mirada le estaba diciendo... Estaba notablemente disgustado por lo que le había hecho... ¿Por qué? Si había sido él quien había comenzado con aquello... Ni siquiera sabía o podía asegurar que fuera verdaderamente esa su intención. Seguido de aquel incómodo silencio, vino un fuerte bofetón que terminó echándolo al suelo tras emitir un quejido más que notable. Taemin se quedó mirando a Jonghyun desde el suelo, con los ojos muy dilatados:
— Es evidente que no tienes ni idea de lo que estás haciendo... Eres un maldito enfermo... ¡Vamos,arriba! -lo atrapa por una muñeca y le obliga a ponerse en pie de un fuerte jalón.
— ¡Kiiaaa!¡Basta,basta!¡¡SOCORRO!! -empieza a gritar y a patalear.
Los gritos de Taemin no tardaron en llamar la atención de la gente que caminaba por la calle y,aunque muchos se detenían a ver que pasaba, nadie se acercó hasta que los dueños de un local cercano lo hicieron. Jonghyun se quedó quieto y los miró como un perro rabioso, miraría a cualquiera que se le acercara. Soltó a regañadientes a Taemin, quien completamente desolado y aún con el labio sangrando, corrió a esconderse tras aquellos hombres, los cuales amenazaron a Jonghyun con llamar a la policía sin volvían a verlo por allí. Entre ambos, hicieron que el joven se alejara y se preocuparon de atender a aquel chico que lucía sin duda como lo haría una víctima de agresión. Le ofrecieron llamar a la policía, pero el muchacho sólo dijo que quería irse a casa, de modo que lo invitaron a entrar en su establecimiento y quedarse con ellos hasta que alguno de sus padres apareciera para recogerle. Le dejaron unos pañuelos para que pudiera limpiarse la sangre y no pudieron pretender que dijera mucho más, pues tras decir vagamente una mentira de que había sido culpa suya que le golpearan, le dejaron sentarse en una mesa y le invitaron a un vaso de zumo e incluso a un bocadillo, que tuvo que declinar, ya que tal y como tenía el labio, no solo le dolería horrores comerlo, sino que se encontraba completamente inapetente.
Estuvo por cerca de hora y media esperando, lo cual era comprensible, porque a primera hora de la mañana, la ciudad siempre estaba completamente saturada y llena de atascos y retenciones de coches, que se extendían por varias calles y durante demasiado tiempo. De modo que cuando llegó su madre a buscarlo, ya se había calmado, al menos en gran medida. Pero no podía decirse lo mismo de lo que vio en el rostro de su progenitora. Ella estaba completamente espantada. Su rostro lucía desencajado... Otra semana y su hijo volvía a tener moratones en la cara, la ropa rota y el labio sangrando. Agradeció infinitamente a aquellos hombres y les pidió una descripción del chico, sabiendo que Taemin no iba a querer hablar de ello. La situación estaba completamente fuera del control de cualquiera y más aún del de su hijo. Pero no era una mujer estúpida, sabía perfectamente a quién le estaban describiendo porque ya había tenido que ir muchas veces a hablar al centro de estudios para quejarse de lo que aquel chico le estaba haciendo a su hijo y peor aún... Las cosas quedaron demasiado claras... Se giró a ver a Taemin con tal determinación en los ojos, que parecía tener intención de llegar al fondo de su alma para que confirmara que sus sospechas eran ciertas, estaba más que segura que el "incidente" de la semana anterior había sido cosa del mismo chico... Y su hijo no quería denunciarlo... No iba a esperar más.
Tras agradecer de nuevo a aquellos dos amables señores, se encaminó a la puerta junto con Taemin mientras decía:
— ¿Por qué no me lo has dicho antes,Taemin?... E-ese chico... Jonghyun... Es el que te ha estado molestando todos éstos años ¿verdad? Es evidente que ni los padres ni la escuela le han sabido poner el freno... Voy a denunciarlo a la policía.
— Mamá... por favor...Olvidemos ésto...
— ¿Cuánto más quieres que olvide,Taemin?- se detiene y le mira con ojos lloros- Ya no es un simple empujón, ni tampoco un codazo... Ni siquiera es que te robe el dinero del almuerzo... Taemin, te dio una paliza y luego... Y luego -se cubre la boca cuando comienza a llorar y resopla- Y ahora ésto... No, no voy a permitir que siga pasando... No estás bien, él te ha hecho mucho más que daño físico... -sujeta a su hijo por los hombros- Taemin, mamá está aquí, no dejaré que te siga haciendo daño.
Taemin no le respondió a su madre... Él no quería que todos aquellos trapos sucios por los que había estado pasando desde los trece años, fueran aireados, no quería que su madre montara tal escándalo, que absolutamente medio planeta se enterara de que un chico más grande y más fuerte, le tenía sometido bajo un yugo difícilmente concebible para nadie... Le mataba más la idea de que la gente lo supiera, que el hecho de estar pasando por esa situación... Iba a ser terriblemente humillante si su madre lo sacaba todo a la luz. De modo, que le suplicó que no lo hiciera, pero ella no tenía intención de escucharle en aquellos momentos.
Mientras se dirigían al coche, Taemin levantó la vista, seguro de haber sentido algo, esa clase de corazonada que te insta a que levantes la cabeza porque algo a tu alrededor no anda bien. Tras unos escasos segundos, localizó el rostro de Jonghyun al otro lado de la calle. Estaba allí, tan tranquilo, fumando un cigarro y con los brazos cruzados mientras observaba en su dirección... ¿Qué hacía aún allí? Se detuvo en seco, su madre no llegó a percibirlo porque se preocupó por buscar las llaves del coche en el bolso.
Jonghyun tampoco hizo ademán de acercarse, descruzó los brazos y se quitó el cigarro de la boca para luego echar a andar por la calle y perderse entre la gente, como si allí nunca hubiese pasado nada y menos, que tuviera que ver con él.
Cuando su madre se percató de que su hijo estaba allí de pie mirando para otro lado, se apresuró a imitarlo y buscar a Jonghyun, pero sin dar con él, puesto que ya se había marchado.
Taemin se sobó un brazo, junto el que tenía la manga rota y fue el dolor lo que le trajo de regreso. Comprobó que allí tenía una marca por la forma en la que el mayor le había sujetado... ¿Tan sensible era su piel, que se marcaba por nada o... acaso era que el más alto apretaba verdaderamente fuerte?
Durante el trayecto a casa, Taemin le pidió a su madre un poco de tiempo... Necesitaba pensarlo mucho, aunque su madre no comprendía qué tanto era lo que tenía que pensar, no debía pensar en nada que no fuera su propia seguridad y el hecho de que debía hacerse justicia con respecto a lo que aquel chico le había estado haciendo durante los últimos tres años. Según ella, había pasado hacía rato, el límite de lo aceptable y de lo permisible, pero su hijo insistió tanto conque tenía que pensarlo, que logró hacerla ceder, aunque no sin condiciones. Le dijo que iba a darle tan solo 24 horas para que decidiera cómo o qué era lo que quería hacer con respecto a aquel tema , porque si no, se ocuparían ella y su padre. Con tal de tener algo de tiempo para pensarlo o para buscar una alternativa, Taemin le habría dicho que sí a cualquier cosa. Desgraciadamente, un día iba a ser insuficiente para poder pensar seriamente y con cierta "calma" sobre todo lo referente a Jonghyun... Sabía qué era lo correcto, pero es que ni siquiera esa opción le parecía viable y ni siquiera entendía el porqué... Querer ser aún bueno, era lo que iba a acabar con él... pero no había motivo para que todo aquello siguiera sucediendo... Él no quería que pasase, nunca lo había querido y ahora que le ofrecían poder pararlo de golpe, se echaba para atrás como si la idea fuera una locura o algo que en vez de dar ayuda y solución, iba a empeorar el problema.
Ya en casa, su madre le dijo que iba a hablar con el director del centro, pero que no le daría muchos detalles, sino de que su hijo iba a seguir sin acudir a las clases por un par de días más por temas de salud.
Taemin marchó a su habitación y una vez más pasó la llave sin querer que nadie fuera a molestarle. En aquellos momentos, lo único que le importaba, era darse una ducha para limpiarse la sangre de la cara y del cuerpo y luego, coser el uniforme roto. Ya era el segundo que Jonghyun le destrozaba en apenas 8 días y sólo le quedaba uno más en perfectas condiciones...
Dejó la chaqueta y la camisa del uniforme junto a la máquina de coser y mientras se quitaba el resto de la ropa, se aseguró de que las ventanas estuvieran bien cerradas y las cortinas corridas. No quería sustos de ninguna clase, y no sabía porqué, tenía la ridícula y peliculesca idea de que Jonghyun iba a tratar de meterse en su casa, empleando la ventana. Sacudió aquellas ideas de su mente y entró a darse un baño que se prolongó por horas, al menos hasta que el agua caliente comenzó a salir fría, porque se había sentado en la ducha a pesar y dejar pasar el tiempo, sin mayor intención que la de estar allí, en su mundo y su espacio particular, sin problemas, sin disturbios, sin nada que le pudiera hacer daño.
Tras ponerse de pie y cerrar el grifo, se puso su bata y salió de la ducha secándose el cabello con una toalla mientras calmadamente, se acercaba al espejo del baño para revisarse el corte de la mejilla y la herida del labio. Ambas estaban ya a medio coagular, de modo que se aplicó un poco de desinfectante, sin llegar a ponerse ninguna clase de crema, ni encima ni cerca, por cualquier cosa. Observándose, se dio cuenta de que su labio inferior lucía terriblemente hinchado y su mejilla derecha también, gracias a aquel bofetón que le habían dado... Se rozó apenas la zona, pues le dolía terriblemente. Suspiró cerrando los ojos por unos segundos para abrirlos a continuación y quitarse la bata para poder verse completamente. Muchas zonas de su cuerpo, lucían hematomas, muchos morados, otros ya de color amarillento por el paso del tiempo... No era la clase de reflejo que quería ver de sí mismo... Tal vez su madre tuviera razón y el momento de solucionarlo todo de una buena vez, había llegado.
Volvió a cubrirse para luego ir a su dormitorio, ponerse el pijama y sentarse en su máquina de coser a remendar el uniforme escolar. Lo cierto era que coser le relajaba bastante, aunque ese día, no se sintió tan animado ni relajado como se puede esperar de una actividad que te gusta.
El resto de la tarde, estuvo sentado en su escritorio, intentando plasmar en una lista, los pros y contras de aquella situación y, siendo sinceros, todo lo que se le venía a la cabeza, eran cosas positivas. Era muy positivo el hecho de deshacerse para mucho tiempo de aquel chico... Si lo pensaba bien, podían caerle un par de años, tiempo suficiente como para que él pudiera acabar el último curso del instituto y poder irse a una escuela especializada en donde hacer el bachillerato y luego, irse aún más lejos para estudiar en la universidad... Sonaba tan idílico, que sin duda no podía ser verdad... Tenía que poner los pies sobre la tierra y preguntarse ¿llamarían a testigos?¿Cómo sería el juicio? Él tenía gente que le apoyaba, muchos compañeros del instituto estaban de su lado, pero no estaba seguro de si los dejarían testificar en caso de que fuera necesario, porque todos eran menores de edad... Y en el caso de los maestros... ¿Alguno querría gastar su tiempo en ir a defenderle? ... Sacudió la cabeza diciéndose que estaba haciendo el idiota pensando en cosas así. Lo importante de todo era que pudieran agarrar a Jonghyun por todo. ¿Qué clase de pruebas se aceptaban en un caso así? O mejor dicho ¿realmente habría castigo para algo que sucedió entre dos adolescentes?
Se dio el tiempo de bajar a cenar para intentar despejar la mente de todas las cosas malas que rondaban su cabeza en aquellos momentos. Su madre, tal y como prometió, no le insistió en nada, ni tampoco le dijo a su padre al respecto, al parecer, sería completamente discreta, al menos hasta que pasaran las 24 horas que le había dado a su hijo para que pensara en lo sucedido.
Tras cenar, volvió a irse derecho a su dormitorio, negándose a quedarse con su padre y su madre en el salón,viendo una película. No era momento de eso sino más bien, de dormir, necesitaba descansar y darle un respiro a su agitada mente, de lo acontecido durante todo el día... Como los otros encuentros con Jonghyun, aquel había sido en su totalidad, un día para olvidar, para pensar que todo había sido un mal sueño y que en realidad nada malo había sucedido.
Sentado en la cama, observó en silencio la lámpara de su mesa de noche y susurró para sí mismo: "Ah, es hora de dormir...".
Tras unos segundos más observando la luz, alargó el brazo y apagó el interruptor para acostarse en la cama, acomodarse e intentar dormir.
Cerró los ojos, seguro de poder conciliar el sueño con la normalidad propia de los días en los que uno está física y mentalmente agotado, días como aquel, en donde todo había sobrepasado una vez más, los límites de lo permisible sin que él hiciera nada al respecto.
Tras abrazarse de su almohada y dar varias vueltas en la cama, encontrándose conque el sueño no deseaba alcanzarle aquella noche, abrió nuevamente los ojos y miró al rededor, cada recoveco oscuro de su habitación, preguntándose si Jonghyun estaría por allí, escondido en alguna parte, observándole y esperando a que realmente se relajara y se confiara para poder irse encima suyo y acabar con su vida... Se llevó las manos a la cabeza y resopló frustrado por no poder dormirse... Claro que tampoco era demasiado tarde... Eran las 10 de la noche, quizás aquel día fuera de esos pocos en los que no alcanzaba el sueño hasta las tantas de la noche a causa de las preocupaciones...
Se giró en la cama y se quedó mirando hacia la ventana con gesto pensativo, preguntándose si él estaría fuera como aquella vez que se asomó, una semana atrás... Esperando a que se diera cuenta de que estaba allí, de que sintiera el miedo subiendo por su cuerpo... Negó con fuerza y cerró los ojos del mismo modo, mientras se cubría con la sábana hasta por encima de la cabeza resoplando. Allí no había nadie, ni fuera ni dentro de su habitación, de modo,que tenía que sacarse esa ridícula idea de la cabeza y calmarse.
En vista de que no llegaba el sueño, una vez más, se destapó por completo y se quedó acostado sobre la espalda mirando fijamente al techo. Trataba de dejar la mente en blanco pero era incapaz. Recuerdos de ese día venían a su cabeza en tropel... Se llevó una mano a los labios y entrecerró los ojos en cuanto sus dedos pasaron sobre la herida, haciéndole sisear en voz baja por el escozor... Notó todo el cuerpo erizarse y cerró los ojos por unos segundos, visualizando a Jonghyun allí, delante de él, besándole de aquel modo tan salvaje que sólo él tenía y ese momento justo en el que le mordió el labio para dañarle... Fue como revivirlo por unos segundos...
Sin darse cuenta, Taemin volvió a rozarse los labios con la yema de los dedos y empezó a presionarse sobre la herida, con toda la intención de que le doliera, lo cual, acabó llevándole inevitablemente a gemir. Aquel dolor se le hacía placentero y poco a poco su respiración comenzó a volverse jadeante mientras su pulso se aceleraba. Bajó lentamente la otra mano, a lo largo de todo su cuerpo, levantándose la camisa para poder tocarse directamente sobre la piel del vientre,apretando allí donde notaba dolor por los moretones o dónde recordaba que Jonghyun le había sujetado, llegando incluso a acariciarse la zona del costado en la que esa mañana había sentido el filo de la navaja del mayor. Volvió entonces a apretar los dedos sobre la herida de su labio antes de introducirlos lentamente en su boca e ir chupándolos muy despacio, deleitándose con lo que su mente imaginaba que eran, queriendo creer que se trataba de la lengua del propio Jonghyun, buscando la suya para poder enrredarlas en un combate lento y húmedo... Más gemidos y jadeos escaparon de su boca hasta que finalmente llegó con la otra mano hasta los pantalones, colándola lentamente por dentro de la tela para empezar a tocarse por encima de la ropa interior, sintiendo como todo su cuerpo se erizaba ante los roces, siendo su propia cabeza la que le hacía pensar que era él quien le estaba tocando, quien estaba allí con él en la cama, del mismo modo en el que habían estado aquella mañana en la calle y la semana anterior en aquel edificio abandonado.
Retiró la tela de los boxers y sujetándose su ya erecto miembro, comenzó a masturbarse de forma lenta, mientras aún su boca se negaba a dejar ir aquellos dedos que apretaban de forma dolorosa sobre sus labios heridos.
Cuando finalmente los dejó ir, descendió con esa misma mano, delineando un camino húmedo de restos de su saliva,desde su barbilla, bajando por su cuello y llegando hasta su torso y sus pezones, los cuales empezó a estimular con pequeños pellizcos y juguetonas carias, que le hicieron girar la cabeza y tratar de esconderla contra la almohada para poder ahogar los siseantes gemidos que ahora pujaban por salir de su boca y que trataba desesperadamente de retener, al morderse los labios.
— Aahh...Mmnff... M-más... qu-quiero más...Aah... -gimió contra la almohada conforme empezaba levantar instintivamente las caderas.
Entreabrió los ojos en el momento en el que su mano afianzó su miembro con más fuerza, con tanta, que incluso empezaba a dolerle por cómo se estaba centrando en ella el riego sanguíneo. Notaba cómo se calentaba la zona y acabó por agarrar la almohada con la otra mano a modo de buscar un apoyo en el mismo momento en el que comenzó a masturbarse de forma brusca, más para hacerse daño que para darse placer, como sabía que lo haría Jonghyun... Él nunca sería clemente con su cuerpo y no quería sentir que lo era en aquella ocasión, en la que simplemente estaba en su cabeza. Apretó y mordió la almohada mientras contenía los quejidos, que entre resoplidos y jadeos, lograban abandonar su garganta y llenar la soledad de su habitación, provocando que alguno saliera algo más ronco por la fuerza ejercida, avivando así la sensación de que el motivo de su delirio, estaba allí con él.
Cada nuevo jalón que se daba en la polla, era tan acertado como decir que su única intención constaba de arrancársela o arrancar la piel, por el modo en el que lo llevaba a cabo. Sus caderas siguieron levantándose con cada espasmo provocado por el éxtasis, notando que su entrada palpitaba casi tan fuerte como su hinchado glande, demandando las mismas atenciones que éste... ¿Acaso podía llegar a imaginar a Jonghyun allí de una forma tan real?...
Flexionó las rodillas y abrió las piernas mientras alzaba una vez más la cadera, como si se ofreciera de sacrificio a una pronta y dolorosa penetración, que en realidad deseaba con ansiedad. Soltó la almohada y se sujetó con fuerza del cabecero de la cama mientras con la otra, soltaba su castigado miembro para ir más allá, colarse entre sus piernas y empezar a apretar contra su entrada... Era tan similar a sentir la dura polla de Jonghyun... Se penetró a sí mismo con tres dedos a la vez y arqueó la espalda al tiempo que gemía de forma algo más notoria que antes, apretando el agarre de su mano al cabecero de la cama.
— ¡Jonghyun!¡AAhh!¡Jonghyun!MMmnff...AAff...S-sigue...Por favor...Sigue, sigue...-deliraba entre susurros.
Empezó a mover sus dedos hacia adentro y hacia afuera, sacudiendo las caderas en cada una de aquellas arremetidas que sentía, propinadas por aquel hombre que lo miraba con ojos fríos y salvajes. Su cuerpo entero se retorcía y movía como si en vez de tener sus dedos dentro, estuviera lidiando con un toro desbocado que pujaba por romper su cuerpo por la mitad. Jalaba y apretaba con más y más fuerza aquel punto al que se mantenía sujeto para poder hacer frente a todo ese fuego placentero... Podía notar su entrada cerrarse entorno a sus dedos con cada nuevo embiste que él mismo se daba, apretándose de forma que realmente le hacía delirar. Subía y bajaba la cadera, arrastraba los pies por la cama y se retorcía entre gemidos y jadeos de puro desenfreno, llegando incluso a darse un bofetón con tantísima fuerza, que se hizo sangre en la nariz además de volver a abrir la herida de su labio, la cual comenzó a morder y chupar para que doliera y escociera más aún.
Había soltado la mano con la que se agarra al cabecero de la cama y con esa misma mano, comenzó a propinarse golpes por el cuerpo, simulando los que Jonghyun le haría, tirándose del pelo con tantísima fuerza, que llegó incluso a arrancarse algunos cabellos y no satisfecho con eso, golpeó tan fuerte su propia erección, que de no haberse ahogado el grito en su garganta, habría hecho subir a sus padres y tirar la puerta abajo. Un ardor lacerante cruzó todo su cuerpo en el momento en el que descargó aquel brutal golpe sobre su polla, provocando que inmediatamente sufriera un orgasmo doloroso, en el que tuvo que sujetarse del cabecero de la cama con ambas manos, mientras todo su cuerpo se arqueaba y hacía que aquellos segundos de placer total, le hicieran sentir como si hubieran agarrado su polla y la hubieran cubierto de brasas candentes.
Taemin abrió mucho los ojos y jadeando de forma errática, se quedó mirando al techo de su habitación, con las manos sujetas tan fuertes del cabecero, que escuchaba sus propios dedos crujiendo y sus músculos agarrotándose porque le faltaba la circulación al apretar de aquella manera. Su corazón golpeaba tan fuerte en su pecho, que el eco de cada palpito resonaba en su cabeza como si se la estuvieran golpeando con una piedra vez tras vez... Todo él temblaba y era incapaz de comprender qué era lo que había sucedido, salvo que estaba completamente cubierto de sudor y con un dolor horrible por todo el cuerpo... Pero había una zona que le dolía especialmente... Soltó lentamente, muy lentamente, una de sus manos, y estiró su brazo tembloroso hasta la mesa de noche, palpando sobre la misma hasta dar con el interruptor de la lamparita.
Al encenderla, tuvo que cerrar los ojos por unos momentos, comenzó a tiritar tanto, que sus dientes castañeaban y todo su cuerpo sufría espasmos. Tras algunos segundos, entreabrió los ojos y movió la cabeza, para descubrir porqué le dolía tantísimo entre las piernas...
Más que semen, había eyaculado sangre...
A MI CASI NO ME GUSTA LEER PORQUE LEO MUCHO EN EL TRABAJO, PERO ESTO ME LLEVÓ LA IMAGINACIÓN A VOLAR UGR QUE RICO
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