Género: Hardcore
EEL: +16
Resumen: Onew es un científico desquiciado y sociópata pero con una gran reputación dentro del mundo de la ciencia gracias a sus increíbles descubrimientos en medicina. Había dado con la cura de distintas enfermedades que en pleno siglo XXI aquejaban a la humanidad...De pronto aparece Key en su vida,es hijo de su hermano mayor y éste ha fallecido,por tanto Onew es el único que puede ocuparse de él...Al principio se niega, pero entonces decide probar sus nuevos experimentos con su sobrio.
En una casa alejada de la civilización,se escuchan gritos que rompen el silencio de la noche.
"Si accedes,no habrá vuelta atrás..."
Allí estaba, parado como un pasmarote mirando a los ojos a aquel extraño hombre al que su padre jamás le había presentado a pesar de que se trataba de su propio tío. Jinki Lee u Onew, como se le conocía en la familia, había sido desde muy joven un prometedor científico pero se había alejado de los suyos al acabar el instituto y nunca más se había puesto en contacto con ellos.
Su padre decía que Onew era el orgullo de sus abuelos por todos los avances que había descubierto en medicina, pues había descubierto una cura para el cáncer donde a nadie se le había ocurrido buscar antes...
Aquel hombre lo miraba en silencio,un silencio sobrecogedor que le tenía helada la sangre. Llevaba ya al rededor de veinte minutos de pie delante de la puerta de la mansión de su tío y éste tras leer la carta que su supuesto sobrino llevaba consigo,se quedó mirándolo sin expresión,sin mostrar lo que se le pasaba por la cabeza ni invitarlo siquiera a entrar.
Key tragó saliva y mantuvo como pudo la fría mirada de aquel hombre y el silencio le fue tan incómodo que finalmente comenzó él a hablar:
-¿Ocurre algo,tío Onew?
-...
-Le prometo que no molestaré...no tengo a nadie más al que acudir...por favor...
-...
-¿No piensa decirme nada?
-...
-...
-Yo no puedo cuidar de ti,mocoso-dijo finalmente con voz lúgubre.
-¿Por qué no?-comenzó a ponerse nervioso-¡Me mandarán a un orfanato!Por favor...Le juro que ni siquiera notará mi presencia-se llevó las manos al pecho.
-No me gustan las personas y tenerte aquí sólo me producirá incomodidad.
-¡Puedo limpiar!O...O puedo cocinar, coser,lavar...Lo que sea...-solloza y se cubre la cara con ambas manos-Se lo suplico...Snif...No quiero ir a un orfanato ni a una casa de acogida.
-...
De nuevo el joven científico se quedó en silencio observando a aquel chiquillo que resultaba ser su sobrino. Él era un hombre que gustaba de la soledad y el silencio, pero no necesitaba nada que aquel muchacho pudiera ofrecerle.
-No tengo sitio para ti.
-...Dios...
-Ahora vete.
-¡Espere!...La asistenta social me... dijo que la llamase usted en el caso de que no se hiciera cargo de mi custodia...
-¿?... Muy bien,dame su número,la llamaré y ya no serás problema mío.
-E-está bien...-bajó la cabeza y tras rebuscar en su mochila,ofreció al mayor un papelito con un nombre y un teléfono.
Onew tomó el papel y de su bolsillo sacó su teléfono móvil y marcó el número escrito en la hoja, se llevó el aparato a la oreja y esperó. Poco después respondió una mujer con la que no se entretuvo demasiado,ni se fue por las ramas ni trató de tener tacto, él no podía ni quería cuidar de su sobrino, ese no era su problema. Cuando colgó el teléfono se quedó mirando al joven Kibum:
-¿Qué haces aún en mi propiedad?
-Ah...Pe-perdón...Pensé que la asistenta le diría que venía a recogerme...
-En la estación de autobuses, dentro de dos horas.
-Bien...gracias,tío Onew.
-No soy tu tío.
-...Es el hermano de mi padre.
-Escucha,niño,tú familia no tiene nada que ver conmigo¿te queda claro?
-Sí...supongo que sí.
Tras coger su maleta y cargarse de nuevo la mochila sobre los hombros, Kibum se despidió de aquel hombre tan extraño. Realmente no sabía si preferir pasar la vida en un orfanato o viviendo con aquel hombre que parecía detestar a toda la familia sin motivo aparente.
Onew le miraba desde la puerta para asegurarse de que salía de su casa pero mientras lo veía marchar se dio cuenta de algo que le podía ser de utilidad, pero no era fiable al cien por cien que aquel niño fuese capaz de mantener la boca cerrada¿o sí?
Avanzó rápidamente hacía él y le dijo que se detuviera. Kibum obedeció al momento y giró la cabeza:
-¿Qué sucede?¿Hice algo que no le gustó?¿Le he pisado las flores?
-No, no es eso,niño. He cambiado de opinión.
-¿D-de verdad?-abrió mucho los ojos.
-Afirmativo.
El científico le hizo una seña al muchacho para que le siguiera de regreso a la mansión y luego le permitió entrar mientras tomaba de nuevo el teléfono para llamar a la mujer de servicios sociales y decirle que se encargaría del niño y que en unos días iría a la capital a firmar los papeles pertinentes.
Acto seguido, guió a su sobrino a una de las innumerables habitaciones de la mansión.El lugar se veía muy pulcro, pero no había cortinas ni alfombras,de hecho apenas había muebles y los que encontraba a su paso, estaban a rebosar de libros y notas matématicas que estaban muy por encima de lo que Kibum comprendía con respecto a aquella materia.
Una vez en su habitación, pobremente amueblada, sin nada más que una cama y una silla, el mayor dijo con tono severo:
-Una vez deshagas la maleta, reúnete conmigo abajo,si vas a quedarte a mi cargo vas a tener que seguir mis normas.
-E-está bien,tío Onew...Perdón, señor Jinki...
-...
El ceño levemente fruncido de aquel hombre le produjo escalofríos y en cierto sentido agradeció que lo dejara a solas. Deshizo la maleta y colocó todo en el pequeño armario de aquella habitación,tampoco es que llevara demasiado encima, marchó de casa con pocas cosas, más que nada porque no las podía transportar todas.
Al acabar de colocar la ropa, salió de la habitación tratando de quedarse con la ubicación exacta y echó a andar por el largo pasillo en busca de las escaleras que descendían hasta el recibidor en donde su tío le estaba esperando de pie y con los brazos cruzados. Cuando se puso frente al mayor éste mantuvo el silencio durante algunos minutos hasta que finalmente dijo:
-¿Qué edad tienes?
-Dieciséis, señor Jinki.
-Presupongo que no has acabado aún la secundaría, con todo éste alboroto habrás dejado el último curso a medias.
-Así es,señor...
-Presta atención. Irás a un instituto que queda cerca de aquí, pero no voy a llevarte, irás andando o tomarás el transporte público. Te levantarás a las cinco para desayunar y ducharte... Jamás hagas ruido, es algo que no soporto...No cotillees las habitaciones de la casa que tengan la puerta cerrada, no te inmiscuyas en mis asuntos a menos que yo te lo diga y... Si accedes a todas mis normas, ten por seguro que ya no podré dejarte libre nunca más.
-...¿Puedo preguntar el por qué?
-No. Se te dirá cuando yo considere que es el momento.
-Está bien...
-En ese caso no hay más que hablar. En tu dormitorio hay un baño incorporado y la cocina es aquella puerta de allí-se la señala- Si precisas de ordenador o biblioteca para tus estudios,sólo dímelo.
-Así lo haré,señor Jinki...
-Bien. Hasta la hora de la cena, recuerda no montar escándalo.
-Lo recordaré.
Key sonrió un poco. Al menos estaba en casa de un familiar, con horarios estrictos que seguir y por lo que veía por allí, no había televisión, por suerte él tenía su propio ordenador portátil y se lo había traído de su vieja casa. Caminó curioseando las estancias abiertas de la planta inferior de aquella enorme casa. Vio la cocina y la biblioteca tan inmaculadas como todo lo que había allí. Ni siquiera en el jardín había una sola brizna fuera de sitio,ni un seto más grande que otro¿lo hacía todo su tío sólo?No tenía aspecto de ser la clase de hombre que se ocupaba de algo así. En la biblioteca encontró varios diplomas enmarcados y colgados de la pared,todos ellos certificando toda su carrera... Era impresionante y al mismo tiempo parecía de lo más irreal.
Después de merodear un poco por su nueva casa, regresó a su habitación preguntándose qué era aquello que su tío pensaba decirle cuando fuera a clase. No se imaginaba bien el porqué había cambiado de opinión con respecto a él¿pensaba que el gobierno iba a darle alguna ayuda?Tal vez estaba apretado de dinero...o tal vez era otra cosa que él no entendía por el momento.
Como pensaba, de mantener la casa impoluta no se ocupaba su tío pues a la hora justa de la cena se encontró con él en el pasillo y la comida ya estaba servida en el gran comedor. Onew le había pedido expresamente que no tratara de iniciar ninguna clase de conversación con él, quizás era que no le gustaba hablar o tal vez era otra cosa... Igualmente no pudo evitar decir en voz alta algo:
-Muchas gracias por permitirme quedar-miró a su tío.
-...-se limpió la boca con una servilleta e ignoró el comentario del muchacho.
Key no quiso insistir, al menos ya había expresado que estaba agradecido con él por dejar que se quedase a su lado pero... Que extraño era su tío Onew, ni siquiera preguntaba porqué no había ido a vivir con sus abuelos ¿tal vez estaba ya enterado de que los dos habían muerto el año pasado? Y si era así...¿por qué no había ido al entierro?¿No le importaba llevar más de 15 años alejado de toda la familia y no haberlos visto en sus últimos momentos de vida? Quizás su desbordante inteligencia le hubiera privado de los sentimientos que por lo general experimentaba todo el mundo...No, eso era absurdo, nadie era insensible por completo o al menos eso quería pensar, tal vez sólo era que no mostraba sentimientos delante de otras personas.
Su tío no se hizo esperar, al día siguiente le mandó con un escrito a inscribirse a uno de los institutos más cercanos a su mansión, el más cercano quedaba a una hora de trayecto a pie así que dirigió a ese mientras su pariente iba a la capital a resolver los temas sobre su adopción.
Como eminencia que era a nivel mundial, Onew logró deshacerse de todas las normas que iba a ponerle la asistenta social. Nada de visitas para comprobar en qué estado vivía el muchacho ni nada de evaluaciones psíquicas mensuales. Él se ocuparía personalmente de pasar un parte a los servicios sociales y así estos estorbarían apareciendo en su mansión como invitados indeseables que eran. La mujer no puso una sola objeción ¿Quién iba a desconfiar del hombre que había descubierto la cura para el cáncer? Una persona que había salvado a millones al rededor del mundo, no podía tener nada de malo.
Esa misma tarde, cuando Key regresó de matricularse para el siguiente curso, su tío le esperaba sentado en la sala de lectura de la planta baja de la mansión.
-Kibum, justamente estaba esperándote ¿cómo ha ido todo en tu inscripción?
-Bien, muy bien, tío Onew...perdón, señor Jinki.
El científico asintió en silencio y con el gesto de una mano ofreció al joven sentarse en la butaca que estaba frente a la suya.
Una vez su sobrino obedeció, él permaneció dando golpecitos con el dedo a una lupa ,que utilizaba cuando revisaba notas escritas a mano cuya letra era inteligible a simple vista, durante varios minutos.
Transcurrido ese tiempo asintió a algún pensamiento que cruzaba su mente y finalmente habló:
-¿Sabes por qué he aceptado hacerme cargo de ti?
-N-no... Lo desconozco, señor Jinki...Pero imagino que no ha sido por pura piedad.
-No, esos sentimientos son para la gente mundana-comentó con desagrado pero sin que el tono de su voz variase- Creo que puedes serme de utilidad para dar con la solución al VIH.
-¿Cree que puedo serle útil?¿Por qué?
-Necesito alguien que haga el trabajo de campo mientras yo me ocupo de comprobar las distintas sustancias en los sujetos.
-Pero... es que yo no sé nada sobre medicina...
-Sólo tendrás que seguir mis instrucciones, no es tan complicado.
-Supongo que no...¿Que necesita que haga?
-Antes que nada, necesito que me prometas que serás completamente obediente a mis órdenes.
-...-el muchacho miró con extrañeza al mayor-¿Eso que significa?
-Significa que harás todo lo que yo te diga y como yo te diga que lo hagas.
-Pero¿por qué? No comprendo.
-Mi casa mis normas, sino accedes,te echaré de aquí como a un indigente.
-...¡No por favor!-se puso tenso en su asiento- Haré lo que me pida,tío Onew...Le doy mi palabra.
-Bien. Me conformaré con un contrato oral-asintió el mayor y luego se puso en pie.
-No me ha dicho lo que debo hacer...
-En primer lugar dejar que tome una muestra de tu sangre. Quiero hacer unos análisis y ya más adelante, cuando vayas conociendo gente y haciendo amigos, puede que te pida otras cosas.
-E-está bien.
Kibum se levantó para seguir a su tío hasta una pequeña sala muy similar a las que usaban en los centros de salud para sacar la sangre, la pared estaba recubierta de azulejos blancos que le daban un toque impoluto al lugar, una mesa despejada con una silla en uno de sus lados y finalmente una cómoda con varios materiales, incluso con una pila en la que estaban a remojo algunos objetos quirúrgicos que no llegó a ver bien. Se preguntó por qué tenía todo aquello en una casa privada, pero no tuvo el valor de formular la pregunta en voz alta. Tomó asiento mientras su tío se ponía los guantes de latex para evitar contaminar cualquier muestra, localizó la vena de su sobrino con bastante rapidez:
-¿Te dan miedo las agujas?
-No.
-¿No?¿Y la sangre?
-No-sonrió Key- De hecho me gusta ver como me sacan sangre...-bajó la cabeza avergonzado- Diría incluso que me produce excitación...ver entrar en mi la aguja y ver como sale mi sangre oscura me hace relamerme.
-Primera vez que lo escucho.
A Jinki no le desagradó aquella información, más bien le gustó,agarró la aguja para introducirla en la vena de su sobrino y a parte de estar pendiente de su trabajo también se percató de los ojos con los que el menor miraba como entraba la aguja en su cuerpo. Sus pupilas se habían dilatado del mismo modo en el que lo hacían cuando se sufre una gran excitación.
-¿Y bien? -preguntó su tío en el momento en el que retiraba la aguja del brazo de su sobrino.
-Ha sido... intenso... -susurró y miró al mayor.
-¿Hace cuánto te hiciste el último análisis de sangre?
-Cuatro años... Apenas paso por el médico.
-¿Por algo en especial?
-No me gusta ir, pienso que me medican por cualquier tontería y con tanta medicina mi cuerpo se acostumbra y deja de trabajar por sí solo.
-Muy interesante.
-Tío Onew...
-¿?-giró a verle mientras guardaba las muestras de sangre.
-¿Volvería a pincharme?
-¿Quieres que te saque más sangre?
-Sólo un poco más... cuando me hacen las analíticas tengo escasos segundos para disfrutar del pinchazo y de la sensación de que la sangre me abandona...
-Tienes un concepto muy distante de lo que opina todo el mundo sobre las analíticas.
-Las agujas no dan miedo... y menos cuando producen tanto placer.
-¿Te atreverías a que te pinchara en otra zona del cuerpo?
-¿Cómo cuál?
-¿Alguna vez te has hecho un piercing?
-En las orejas-asintió su sobrino.
-Es una sensación parecida, pero siempre dependerá de dónde me permitas perforar.
-Donde quiera...-mira fijamente al mayor.
-Bien,abre la boca y yo me ocuparé del resto.
Kibum obedeció y abrió la boca. Pensaba que su tío iba a perforarle el labio o quizás la lengua,pero no fue ninguna de esas cosas la que realizó.Le pasó un algodón por una mejilla y luego comenzó a introducir la aguja por esa zona. Su sobrino emitió un gemido de sorpresa e incluso llegó a tensarse pero no se movió ni un milímetro, permitiendo que la aguja quedase por completo dentro de su boca a través de la mejilla. Resopló por unos segundos y al momento,Jinki retiró la aguja de su mejilla y colocó el algodón con un poco de alcohol sobre el pinchazo por el que asomó tímidamente un poco de sangre.
-Bien hecho,Kibum, creo que después de todo no ha sido tan mala idea permitir que te quedes en mi casa. Es posible que tengamos tiempo de divertirnos juntos en alguna ocasión.
El menor no dijo nada,aún tenía la sensación de tener aquella aguja dentro de la boca y mientras su tío marchaba de la sala,ajeno a ello; Kibum bajó una mano a apretarse el pantalón y resopló con fuerza. Era una de las pocas veces que había logrado alcanzar un verdadero orgasmo gracias a una aguja y un poco de sangre...No terminaba de imaginar lo que acababa de desencadenar a su alrededor con aquella confesión tan poco habitual.
-Alguien acaba de darme una idea fabulosa-comentaba sonriendo el moreno mientras colocaba un taladro en un extremo de un aparato- ¿Y si te perforo la cara?
Activó la máquina y en silencio comprobó cómo se desarrollaba el resultado.
✙ CONTINUARÁ...✙