Género: Acción
EEL: +16
Resumen: Jonghyun es un acaudalado jefe de la mafia en Corea del Sur y que por circunstancias de la vida, quizás la mera casualidad, le llevó a coincidir en un desfile chino en el que un disfraz de dragón le hizo recordar una promesa que hacía casi 10 años que había olvidado. Ir a china en busca de un muchacho que tiempo atrás clavó en él algo más que sus ojos duros y severos.
Viaja a Pekín decidido a buscar la marca distintiva de aquel chico, un dragón amarillo...¿Qué le espera a un coreano en las duras calles de china donde abundan mafiosos dispuestos a sacarle las tripas por el simple hecho de ser coreano?
CAPÍTULO 1º
JONGHYUN MODE
Años atrás se había casado impulsivamente con un joven que le ayudó a desenmarañar la actividad de una pequeña banda de mafiosos chinos en el puerto de Busan y poco menos de tres meses después se habían divorciado como si nunca hubieran sido nada importante el uno para el otro.
Key, su ex marido, seguía trabajando para él, pero se había acomodado mucho, casi no hacía trabajos en la calle a menos que fuera sumamente importante y Jonghyun no quisiera moverse de su elegante despacho o de donde fuera... Sí, el tiempo y el éxito los había vuelto vagos y cómodos, apenas salían de su zona de conford, claramente porque tenían empleados, perros que se ocupaban de atacar todo lo que se moviese y pudiera resultar un peligro, por mínimo que fuese hacia su organización. Ninguno había tenido tampoco que vérselas con la cárcel ya que los policías siempre colaboraban, especialmente si decías que conocías a su familia, así era todo mucho más sencillo, por medio de la extorsión.
Con el tiempo, Jonghyun dejó de meterse personalmente en las peleas callejeras que tanto le encantaban a los veinte y que le daban el chute de adrenalina que su musculado y moreno cuerpo necesitaba para sentir la excitación del peligro. Hacía tanto que nada le interesaba como para implicarse en primera persona que casi había olvidado lo que era sentir aquel hormigueo recorrerle el cuerpo porque un fallo podía costarle la vida... Que va, Kim Jonghyun ahora se dedicaba a dejarse ver en actos de la alta sociedad, exhibiciones artísticas y culturales de alto nivel ¿y cómo no? Con alguna puta o puto, levantándose en alguna habitación de su cadena de hoteles tras una noche de borrachera. Estaba claro que tanto poder le había llevado poco a poco a no saber qué hacer con su vida.
Aquel año sus cuentas habían dejado un alto porcentaje de ganancias y era imposible no desear gastarlo en excesos. Solía acudir a salones de juegos como podían ser el poker o el black jack y cada vez con menos frecuencia, a mesas donde se jugaba a la ruleta rusa... Aquel juego consistía en sentarse entre dos o seis jugadores entorno a una mesa, cargar un revolver con una sola bala, hacer girar el tambor y encajarlo en el arma. Uno por uno, se apuntaba con la pistola en la cabeza y apretaba el gatillo, la idea principal del juego era que el perdedor simplemente muriese. En ocasiones se esperaba a que murieran todos los otros jugadores y a quedarse con el dinero apostado. A veces las cosas no salían bien y Jonghyun era el último... Tan simple saber que la bala era el siguiente disparo, que siempre haciendo alarde de su mal perder, sacaba una uzi del interior de su gabardina negra y mataba a los jugadores restantes, les vaciaba los bolsillos y los abandonaba allí a la espera de que la policía de Busan los encontrara e iniciase una búsqueda que acabaría sin ningún sospechoso y sin arma, ya que siempre se cuidaba de no ser él quien la suministrara ni quien cargara las balas. Pero eso solo pasaba cuando el juego era con niñatos que pensaban que formaban parte de la alta sociedad por llevar algunos miles encima... Cuando Jonghyun jugaba a la ruleta rusa con otros mafiosos o magnates, la bala se sustituía por una bala de pintura. Nadie quería salir herido teniendo un patrimonio tan grande y en esos juegos, solo se jugaban un par de millones y poco más. Luego de la partida, quizás unas copas de whisky y cada uno a su respectiva mansión. Sí, la vida se había vuelto muy aburrida.
Aquella noche, estaba en su lujosa suit de uno de los hoteles más prestigiosos de todo Busan y que además pertenecía su familia y en silencio observaba o mejor dicho, fingía observar las noticias del periódico.
Los amigos que en un tiempo aconsejaron a su difunto padre, ahora le aconsejaban a él que se mantuviera lejos de las calles y de mancharse las manos sin necesidad, aparentemente ningún asunto necesitaba de algo que no fuera su firma estampada en un papel,. Su presencia ya no era menester en nada y eso le había casi anulado como persona.
Miró con cansancio la mesa servida frente a sí. Un montón de platos deliciosos y ligeros esperando ser parte de su cena y preparados en las cocinas de aquel sitio de lujo.
Asqueado ni quiso tomar siquiera café, estaba apático y eso le provocaba incomodidad y mal humor ante todo.
Pronto sonaron unos golpecillos en la puerta, una especie de sinfonía coordinada con los nudillos sobre la elegante madera blanca. Movió la cabeza para mira hacia allí y con calma permitió el paso. Sólo una persona tocaba así.
Cuando Key entró en la suit se vio sorprendido por la oscuridad y antes de lograr alcanzar el interruptor, el líder de la mafia le pidió que no la encendiera, la luz a aquellas horas le producía dolor de cabeza. Una vez cerrada la puerta a las espaldas de su secretario, la única luz reinante allí era la que se filtraba por la ventana, pero era luz opaca, lejana, ya que el completo estaba construido a una notable distancia de otros edificios y parecía que la ciudad quedaba lejos aunque no fuese así.
El más joven de ambos suspiró se acostó sobre el sofá quedando de frente al mayor:
- Me preocupas, te pasas la vida encerrado sin hacer nada apasionante.
- ¿Acaso haces tu algo más apasionante? Siempre estás encerrado con papeleo que crece y crece sin control.
- Puede ser, Jonghyun, pero yo al menos sigo disfrutando de la noche. Salgo a tomar algunas copas, follo cuando quiero, me voy a la playa... Esa clase de cosas que hace mucho que no te veo hacer a ti.
- No te metas en mi vida y yo no me meteré en la tuya -dijo con calma el mayor- ¿A qué has venido?
- He escuchado que mañana hay un importante evento sobre culturas del mundo y muchos de nuestros competidores van a ir para ver si financian la exposición, he pensado que podrías ir y que así te daría el aire.
- ¿Y ya me has buscado a la puta que va a acompañarme?
- No -se ríe - Consideré que sería buena idea que fueras solo. A nadie le pasa por alto lo desastroso que eres tratando a todas las mujeres que te acompañan.
- Sólo son putas.
- Pero son damas de lujo, por muy putas que sean no puede pagarlas cualquiera y parece que a ti te gusta tirar tu dinero tratándolas mal, cuando he visto de primera mano que ellas son muy educadas y merece mucho la pena que estén a tu lado.
- ¿Por qué no te casas con alguna y le metes tu opinión por donde le quepa?
- Muy gracioso -se incorpora en el sofá y le mira fijamente- De verdad, hyung ¿qué nos ha pasado? Antes pasábamos tanto tiempo matando como follando por los callejones como un par de descosidos... Extraño aquellos tiempos y no logro explicarme por qué llegamos a éste punto.
- ¿Y por qué no? ¡Deberíamos salir a vivir la noche como siempre lo hemos hecho! ¡A beber hasta que la lengua se nos trabe! ¡A matar gente hasta quedarnos sin balas! ¡ A follar hasta que nos duela la polla de tanto meterla!
- En todo caso, me dolería a mi de meterla y a ti te dolería el culo de recibir- apuntó con una sonrisa el jefe mafioso.
Durante unos segundos se hizo el silencio y la cara de Key le hizo pensar que su comentario había molestado a su amigo, pero sintió alivio al ver como poco a poco, el secretario comenzaba a sonreír e incluso a reírse de aquella corrección ya que era de lo más acertado que su ex marido había dicho en mucho tiempo.
La tensión sexual entre ellos siempre había existido, pero tanto agobio con el trabajo les había hecho pensar que no era así, que ya no sentían ninguna clase de deseo el uno por el otro.
Jonghyun se levantó de la mesa y se sentó en el sofá al lado de su ahora mejor amigo-secretario-ex marido y rodeándole los hombros con un brazo lo atrajo hacía sí y comenzaron a besarse. Quizás aprovechando aquel pequeño tiempo muerto, no quisieron ponerse románticos de ninguna manera, fue un beso salvaje que pronto Key acompañó con un masajeo insistente sobre la entrepierna de Jonghyun enclaustrada en aquellos oscuros pantalones de vestir. Poco después se habían arrancando la ropa el uno al otro y estaban follando como dos locos, Jong convencido de que era una especie de toro y tenía que perforar a Key con la polla y éste sin controlar el nivel de sus siempre exagerados y agudos gemidos. Acabaron cayendo del sofá y rodando por el suelo hasta que uno de los dos se colocaba encima y llevaba el ritmo del juego...
No hubo palabras bonitas por parte de ninguno, solo apretones y alguna bofetada. No era momento para el amor, solo para sentirse libres por un par de horas...
Cuando al fin habían alcanzado la cama y habían logrado caer dormidos, no trascurrieron ni treinta minutos que el teléfono del más bajo comenzó a sonar. En primera instancia se negó a moverse de la cama, pero la llamada insistía e insistía sin aparente intención de detenerse hasta que crispándole los nervios, descolgó con un gruñido. Al otro lado de la línea, un informante, uno de los mejores amigos de su padre le daba una mala noticia, algo que hizo que la resaca sexual desapareciera y diera paso al desconcierto. Había aparecido en el muelle de Busan el cadáver de uno de sus más importantes distribuidores de droga , aparentemente cortado por la mitad de forma limpia y para más inri, le habían sacado los intestinos y lo habían ahorcado con ellos... Imposible de creer que eso les sucediera a ellos justamente en el centro de su territorio, nadie en aquella ciudad se atrevería a levantar la mano contra uno de los suyos. De repente parecía que el mundo se había puesto de acuerdo para darle más de un sobresalto en la misma noche. Parecía que iba a volver a la calle de la forma más abrupta. Colgó el teléfono y se sentó en la cama resoplando y maldiciendo hacia sus adentros. Tras follar, lo único que quería era dormir, por lo menos una o dos horas para recuperarse, pero no iba a tener suerte, movió el brazo y zarandeó de forma violenta a Key haciendo que este chillara y maldijera por haber sido despertado de aquel modo tan poco delicado. No pensaba irse solo y dejar a aquel estúpido durmiendo en su cama como un rey:
- Levántate, acaban de asesinar a uno de los nuestros en el muelle y debemos ir personalmente allí.
- ¿Qué? ¿Qué dices? ...- se toca la cabeza y resopla- Jong, quiero dormir...aún me duele la cadera, no sé siquiera si podré caminar- dramatiza.
- No me das, pena, es una maldita orden, ponte en pie, vístete y ven conmigo, si no estás en cinco minutos mandaré que te corten las pelotas.
- Gilipollas... -murmuró con enfado al verlo salir de la habitación en busca de su ropa.
Key hizo lo mismo y fue hasta el salón para buscar su traje que desgraciadamente, Jong había roto su camisa, había hecho saltar un par de botones y una costura casi la había arrancado por completo, sus pantalones casi habían sufrido mejor suerte, sólo tenían el cierre roto... Resopló pensando que podría ser peor y se apuró a vestirse para evitar que Jonghyun dijera que le había desobedecido y se le ocurriera cortarle algo que consideraba que necesitaba. Se puso la chaqueta y llegó a la puerta justo al tiempo que su jefe y ambos salieron de la suit y se encaminaron al ascensor en absoluto silencio. Eran las tres de la mañana y los dos estaban terriblemente enfadados por haber tenido que levantarse de la cama tras semejante salvajada de sexo que habían tenido. Especialmente Key tenía un fuerte dolor en la zona de los lumbares y no paraba de masajearse emitiendo algún quejido en voz baja mientras el líder de la mafia pensaba en qué demonios había pasado en los muelles para que aquello ocurriese. La muerte de aquel hombre no había sido normal, algo quería decirle el asesino, un mensaje quizás intimidatorio de algún enemigo que quería escalar puestos en la venta de drogas en Corea ¿era alguno de sus competidores lo suficientemente valiente como para hacer aquello? Estaba seguro casi por completo de que no...
Al llegar a la puerta, ya había un coche negro y blindado esperándoles, como no, en cuanto él salía a la calle, era imposible pasar desapercibido, llevaba siempre una escolta de al menos diez motoristas y dos coches más que lo cubrían desde delante y desde atrás.
Una vez ambos en el interior de aquel elegante BMV, Jong observó como Key hacia el ademán de querer dormirse pero no se lo permitió, le dio un par de golpes con el codo sonriendo casi divertido al ver aquella mirada rabiosa de aquel intento de diva que reprochaba con una voz aguda y molesta su manera de tratarlo. Lo cierto es que sí que se había pasado un poco y lo quiso compensar con alguna que otra caricia ocasional y luego se olvidó de él y centró su atención en el paisaje que veía por la ventanilla. Los edificios quedaban atrás dejando paso al paisaje marítimo lleno de almacenes, barcos y oficinas de marítima y facturación... Finalmente en el número 23 se encontró con Min Sung, era quien le había llamado para darle la noticia y se le notaba nervioso esperando por el líder de la familia. Cuando Jonghyun bajó del coche se extremaron las precauciones a su alrededor, todos los motoristas y los hombres que ya estaban allí acompañando a su viejo amigo, sacaron armas y se dispusieron a cubrirle. Dentro del almacén no había luz, pero sus hombres habían dispuesto unas linternas para alumbrar aquella escena tan escabrosa e inexplicable. Reconocía a aquel hombre, pero no entendía cómo lo habían cortado por la mitad y de una forma aparentemente tan perfecta, como si el tajo hubiera sido con un arma tan grande, potente y afilada que incluso el hueso cedió de manera limpia. Los intestinos al rededor del cuello y usados como soga para " ahorcar al sujeto" no eran más que mera decoración por llamarlo de alguna manera, ya que para cuando el asesino hizo aquello, el pobre infeliz ya estaba muerto. Key a su lado hizo algunas fotos con el móvil ya que lo más probable era que a la mañana siguiente en el despacho hablaran sobre aquello. Una vez vista la escena del crimen y la ausencia de toda clase de pruebas o firma por parte del asesino, Jonghyun mandó limpiar el lugar lo mejor posible y hacer desaparecer el cadáver para evitar que aquella muerte salpicase de cualquier manera a su clan.
El regreso en el coche fue igual de silencioso y a pesar de la escena tan atroz que acababan de presenciar, Key se quedó dormido con la cabeza apoyada en el regazo del mayor. El viaje hasta el hotel no demoraba demasiado y menos con aquel escaso tráfico a aquellas horas de la noche. Jonghyun tampoco tenía muchas ganas de pensar y también se quedó dormido poco antes de llegar a la puerta del edifico. Cuando sus hombres los vieron dormir, ninguno tuvo la osadía de despertarlos, más bien, el chófer puso la calefacción y preferiblemente condujo hacia la mansión familiar de los Kim, donde sin dura, su jefe estaría mucho más seguro de cualquier ataque aunque aquel pareciera completamente fortuito.
A la mañana siguiente, ambos amantes se habían despertado casi a la par y estaban tan preocupados por hablar sobre el asesinato que Key se dio cuenta tarde de que Jong iba con retraso al evento al que esperaba que fuese, pero no fue algo importante, podría ir un poco más tarde o directamente no ir, igual daba, sólo era para que le vieran aparecer en sociedad... Sentados cada uno a un lado del escritorio del despacho del más bajo, revisaban las fotos de la escena por medio del móvil de la diva.
- Sigo pensando que ha sido simplemente para asustar, sea quien sea quien lo haya hecho, no ha dejado pistas, pero tampoco tiene idea de lo que hace, es... ¿Cómo decirlo?- piensa el más bajo.
- ¿Puro teatro?
- Sí, eso es justamente lo que ha hecho ese asesino, teatro... Qué dramático parece colgarlo con sus propios intestinos... No tiene sentido cuando la víctima ya ha muerto.
- ¿Entonces, Jonghyun? ¿No te preocupa acaso que ese asesino pueda ser uno de nuestros propios hombres y que venga además a por ti?
- Ni lo uno ni lo otro, creo que tan sólo quiere avisar de algo, quizás algún negocio reciente que hayamos robado a una de las otras mafias coreanas y que se hayan enfadado por ello...No lo sé, todo es posible.
- Pero es que no te veo preocupado...
- No sé porqué, pero simplemente no lo estoy...
- Debes de haber perdido la cabeza- suspira profundamente el secretario mientras vuelve a echar un ojo a aquellas fotos.
Jonghyun no dijo nada, tomó el mando a distancia de su televisión y al encenderla, buscó las noticias para saber si decían algo del cadáver, sus hombres deberían de haberlo limpiado todo perfectamente y claramente, no quería escuchar lo contrario. El almacén en el que habían hallado el cuerpo estaba aún en uso, lo que significaba que a esa hora y quizás desde las cinco o seis de la mañana, estaría lleno de pescadores que irían de un lado a otro con las cajas para la mercancía. Si alguno encontraba algo sospechoso, seguro llamarían a las autoridades e inevitablemente, a aquel hombre era más que fácil relacionarlo con su familia... Sin duda era un escándalo que no le convenía lo más mínimo. Pasó los canales con calma uno por uno hasta que en uno encontró algo que llamó su atención y escuchó de soslaire decir a su amante que aquel era el espectáculo al que quería que acudiese para ocupar su tiempo en algo diferente a los papeles y que por ende pudiera disfrutar. Dejó aquel canal algo más de lo que esperaba hacer, el colorido de aquel acto llamó su atención de una manera sorprendente, quizás porque rompía de golpe con la escala de grises y negros que él y sus hombres acostumbraban a usar para ir discretos entre la gente... Allí algo le hizo contener la respiración y que de pronto un recuerdo, una promesa olvidada hacía casi diez años, le sobrevino a la mente ante aquella imagen.
Key le observaba porque había notado como el ceño de Jong se fruncía mientras daba vueltas a algo que sólo él sabía y esperaba ansioso saber de qué se trataba. Su mejor amigo levantó finalmente la cabeza tras meditarlo durante unos cinco minutos y finalmente dijo:
- Prepara mi pasaporte, me voy a Pekín ésta misma noche. Quiero que pongas todo en orden antes de mi marcha y te dejaré indicaciones expresas para que te quedes al mando de la organización en mi ausencia.
- ¿Que qué?- dijo estupefacto Key- No puedes hablar en serio ¿cómo que te vas a China tan de repente? ¿Y- y el asesinato? ¿Y las maletas? ¿Cómo que vas solo y me dejas al mando? ¿Te has vuelto loco?
- Sí, justamente eso me ha pasado- se pone en pie- Vamos, deja de olgazanear, necesito que empieces a tramitar mis papeles inmediatamente.
- P-pero... ¿en un vuelo comercial?
- No, idiota, iré en mi jet privado.
- ¿Y una vez allí qué hará?-le espeta- No sabes hablar chino-se tira de los pelos-¡ Jong no entiendo nada!
- Ni falta que hace, limítate a obedecer mis órdenes.
Ambos se sostuvieron la mirada durante un par de minutos... Aunque siempre buscaban la forma de putearse entre ellos, también siempre se protegían mutuamente y la repentina decisión de Jonghyun de marcharse solo a un lugar como China, ponía en alerta a Key. Quizás no le quedara más remedio, las palabras que le confesó el jefe de la mafia incluso le hicieron sonrojar: " Eres el único en quien puedo confiar que no me joda en mi ausencia"... Aquello no era verdad o al menos no lo era del todo, los que en un pasado habían sido consejeros de su padre y aún seguían a su servicio, eran hombres expertos en el negocio y con un honor y lealtad intachables hacia su persona, pero a pesar de ello, a la diva le sonó tan bonito que le dijese esas palabras que finalmente accedió y comenzó a hacer llamadas y organizar el papeleo pertinente de Jong para que pudiera salir del país aquella noche, pero le seguía preocupando que no se llevara a nadie e incluso insistió más de una vez que llevara aunque fuese , uno o dos guardaespaldas, algo que le diera seguridad y no solo las armas que llevaría en la maleta para quedarse quién sabía dónde... Porque ese era otro detalle que le ponía los pelos de punta ¿no pensaba ir a un hotel? ¿No quería que lo recogiera un coche en el aeropuerto? ¿Dónde diablos iba a quedarse a dormir? Temía por la vida de su amigo y así se lo hizo saber sin que éste cambiara de parecer. Esa misma noche, lo acompañó en el coche hasta el aeropuerto y casi sentía que iba a ser la última vez que viese a su jefe y eso le entristecía. Jonghyun le pidió que dejara de hacer un drama, que no era para tanto y tras algunos besos fugaces en el coche llegó el momento de la despedida. Key no lo habría dejado marchar de haber sabido que la intención del más bajo, era simplemente ir casi con las manos vacías en busca de un chico al que perdonó la vida cuando Busan estuvo patas arriba por un pequeño a insignificante grupo de mafiosos chinos cuyo líder era él... Choi Minho...
Ya sentado en su jet se preguntó si sería tan fácil encontrarlo como pensaba o por el contrario aquella aventura era una mala decisión... Lo único claro allí es que estaría sólo en un país donde las mafias no aceptaban competidores extranjeros de ninguna clase, mucho menos coreanos.
Miró por la ventanilla y suspiró, sólo tenía el nombre, ni una dirección ni nada, también estaba la barrera del idioma, pero con la tecnología, descargaría cualquier app que le sirviera en el móvil como traductor inmediato de una conversación. Sin querer darle más vueltas a lo mismo, cerró los ojos y se limitó a descansar el tiempo que durara el vuelo, convencido de que no podía ser tan complicado dar con él o saber si tras aquellos diez años, continuaba o no vivo.
CONTINUARÁ
