Género: Aventura,fantasía,yaoi
EEL: TP
Resumen:El mundo es gobernado por diferentes pueblos cuyas cibilaciones están fundadas sobre descomunales minas de piedras preciosas.Sus gentes tratan con dragones que parecen hechos de las mismas gemas.Pero el pueblo del oro ha extinguido ya a muchos dragones y su siguiente objetivo son los dragones negros.Una raza escasa y esquiva que conserva intactos todos sus tesoros.
Key había terminado por caer dormido en un rincón de aquella cueva atestada de dragones negros.El ambiente era húmedo y primeramente pasó frío,hasta que sintió algo caliente cubrirle y resopló aliviado.Por un momento soñó que volvía a estar en la cama del palacio de oro de Jonghyun y con su marido a su vera...Era contradictorio.Hacía unas horas hubiera dado cualquier cosa por escapar del Rey Dorado y ahora que estaba muy lejos de él,solo ansiaba regresar a sus brazos...Puede que Jong fuera brusco al tratarle,pero también sabía ser cariñoso...Lo que pasaba era que siempre recordaba cómo había matado a su padre,a su dragona y aniquilado sin piedad a todo el pueblo de los rubíes.Un largo suspiro salió de sus labios sin que ello perturbara su descanso.
Allí,sentado a su lado,se encontraba Onew.Lo había visto desde lejos tiritar de frío y se había acercado a cubrirlo con su capa para que conservase el calor y además quedara abrigado y protegido de la humedad de aquella gran cueva.Podía detectar aquel conflicto de sentimientos encontrados en el corazón y en la mente del Príncipe Rubí.Él era ajeno a esas cosas.Había crecido en un ambiente frío,su padre lo había criado como a un guerrero que debía perpetuar la escasa especie de dragones negros y mantenerla libre del yugo de los hombres de los pueblos de las piedras preciosas.Pero desde hace tiempo sabía que era una lucha perdida.Aunque los dragones negros fueran superiores en fuerza y velocidad a las razas ya domadas por los humanos,eran muy pocos.Su clan no superaba los 30 ejemplares contra los cientos y miles que crecían y eran domesticados para servir a los hombres.
Cuando finalmente volvió en sí,seguía allí sentado con la mirada perdida en los cabellos rubios de Key.
Ahora quién suspiraba era él,aunque no estaba muy seguro de porqué lo hacía.
No era un hombre que se preocupase fácilmente ni mucho menos que sintiera empatía por alguien.Pero sabía bien a lo que se había enfrentado Key al ver la aniquilación de su pueblo.
Onew desde muy pequeño,cuando aún era incapaz de adoptar su forma de dragón,volaba en el lomo de su padre,que le enseñaba el lugar en el que habitaban y era extraño el día en el que soldados de caballería alada,no derribaran a alguno de los suyos...Por eso no había acudido en ayuda del Reino de los Volcanes Rubíes.Seguramente la guerra se hubiese detenido para ir a derribarlo a él y a sus dragones negros.
¿Por qué de éste conflicto?Eran la única especie no sometida por los humanos y como había comprobado Key,mantenían un cuantioso tesoro que de haber sido hallado perfectamente podría servir para construir más ciudades de las piedras preciosas.
No reparó en que Key,ya despierto,le observaba sin moverse de su acurrucada posición.
Se había despertado sin saber bien el porqué,simplemente al abrir los ojos se había encontrado con la mirada perdida de aquella mezcla entre hombre y dragón,que no era tan terrible como contaban las viejas historias...Había oído a los ancianos de su ciudad contar que eran criaturas despiadadas y llenas de odio.Que les gustaba la carne humana...Pero no había visto a ninguno comerse a nadie.Siempre las gentes de su pueblo les daban caza si les era posible antes siquiera de que esos descomunales dragones tuvieran tiempo de atacar o simplemente de seguir de largo.
Tragó saliva y volvió a cerrar los ojos fingiéndose dormido cuando pensó que él volvía a mirarle.
Notó algo acercarse y dio un respingo mal calculado cuando la mano del Rey Dragón acarició su cabello de forma cariñosa.Sintió sus mejillas arde e inevitablemente abrió los ojos para poder ver a Onew.Él también le estaba mirando.Sabía de sobra que Key no dormía pues su arrebujado molino de pensamientos no le era indiferente.
No le dijo nada a cerca de lo que pensaba sobre los dragones negros.Ni si era verdad o pura invención de los viejos.Simplemente lo dejó estar y siguió acariciando aquellos cabellos rubios que se asemejaban tanto al oro.
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-¡Su majestad!-le llamaron desde el exterior de su habitación-¡Majestad!¡Es urgente!...¿¡Rey Minho!?
-...¿Nyaa?-bostezó Taemin mientras abría los ojos de forma perezosa-¿Mmn?...
El menor volvió a abrazarse al cuerpo desnudo de Minho y sonrió tratando de volver a quedarse dormido,pero los golpes en la puerta eran insistentes y no tuvo más remedio que zarandear suavemente a su prometido:
-Ranita,ranita,te están llamando tus hombres-le besa los labios-Despierta,ranita o acabarán entrando.
-Mmnff...¿Qué ocurre?No he tenido una buena noche-resopla-He sentido el bosque agitado y he tenido taquicardía toda la noche.
-¡Majestad!
-¿Ah?
Minho se levantó corriendo para ponerse unos pantalones y la corona antes de acercarse a abrir la puerta intentando no parecer recién despertado.Allí estaban un par de soldados de su guardia de palacio:
-¿Qué sucede?
-Majestad,llevamos horas intentando hablar con usted-dijo apuradamente uno de ellos.
-Bueno,aquí estoy¿qué pasa?
-Es el Rey Dorado...
-¿Jonghyun?¿Qué le ocurre?¿Ha venido a molestar otra...?
-No,señor,hace unas horas llegó su dragón dorado.El animal venía malherido y sin su jinete.Hemos mandado que lo atiendan los sanadores pero no sabemos qué ha sido del Rey de Oro.
-¿¡Qué!?¿Malherido?¡Vamos,tengo que ver a ese dragón!
Apenas tuvo tiempo de entrar a enfundarse las botas y coger su atuendo,así que salió apuradamente dejando a un joven Taemin con ganas de un beso de buenos días.
Con paso apresurado recorrió con sus soldados las largas galerías del Palacio de las Esmeraldas y luego saliendo a las ramas del Árbol Madre,en el que estaba construido,marchó hacía las copas de los árboles de los sanadores.No quedaban demasiado lejos.Puede que a unos ocho o nueve árboles a la derecha del árbol madre.Una vez allí,vio al dragón dorado de Jong,acostado sobre un lecho de musgos sustentado por unas lianas para evitar que se cayera y a sus curanderos ocupándose de él.
Realmente tenía mal aspecto.Debió de sufrir una lucha encarnizada.Quizás se habían encontrado con el dragón negro y aquel había sido el desenlace.
Minho se acercó al extremo de las ramas y silbó llamando a Jade.En apenas un par de minutos,su dragón asomó la cabeza por entre las ramas del frondoso árbol y rugió a modo de saludo hacia su propietario.
-Jade,pregúntale qué ha pasado y dónde está Jonghyun-ordenó el rey.
El dragón obedeció y por medio de una serie de gruñidos que fueron coreados vagamente por el dragón dorado,fijó sus ojos en su amo y volvió a rugir de forma aguda y bajando y levantando la cabeza:
-¿Qué?¿Árboles-hombre?-palidece-Es imposible,se han enfrentado a Ents...-escuchó a los soldados cuchichear y luego miró a los ancianos-Pero¿no habían dejado de existir?-mira de nuevo a su dragón ante otro rugido-¿Jong cayó?¿Dónde?Si pelearon contra ellos puede estar mal herido...
-Majestad...-comenzó un anciano pero fue acallado por un agotado rugido del dragón dorado y otro de Jade que parecía trasmitir el mensaje al monarca del bosque.
-...M-Mierda-susurró Minho.
-¿Qué ocurre,majestad?
-¡Ranita!-gritó Taemin que venía corriendo intentando no matarse debido a las resbaladizas superficies de las ramas.
-¡Tae!-se acerca para ayudarlo a saltar a donde se encuentran.
-Oh,por los dioses-mira al dragón dorado-Tiene muy mal aspecto...¿Y el Rey Jong?
-...Jade me ha dicho que según su montura,fueron atacados por unos ents y que Jong cayó más allá de la hierva oscura...
-¿E-eso qué significa?
-Significa,Taemin,que ha caído al bosque subterráneo...
-¿Y eso es...malo?
-Es terrible...Las gentes del Reino de las Esmeraldas huyeron de la sombra de esos bosques y de sus oscuros habitantes...Desde que comenzó el mundo los fundadores de éste reino fueron testigos de que allí abajo era peligroso vivir...Si Jong ha caído en él no puedo hacer nada.
-...¿No irás a rescatarlo?
-No...
-Pero...
-¿A precio de qué?¿Tienes idea de cuántos hombres me puede costar salvarlo a él?-le mira preocupado-No,ni hablar...Más allá de la hierva,no bajará nadie...
-¡Pero Minho!-reprochó el pequeño-¡Es una decisión equivocada!Si el Reino del Oro descubre que ya no tiene soberano,y sin un heredero al trono estallará la guerra¡Eso es mucho peor!
-¡Taemin!-lo hizo callar-No es nuestra guerra-señala al dragón dorado-¿Ves el estado en el que se encuentra?¿Has pensado lo que esos seres pueden hacer a mi caballería y a mis hombres?...Lo siento,pero no puedo jugarme el cuello de ningún ciudadano esmeralda por Jonghyun.
-...No esperaba que fueras tan cobarde.
-¡Tae!
-Iré yo mismo a buscarlo-dice enfadado y emite un sonido agudo llamando a su dragón-¡Lapislazuli!
-¡No,de eso nada!-lo sujeta de un brazo-¿Te volviste loco?¿Sabes acaso a lo que te enfrentas?
-Es lo mismo que en el fondo del mar-le mira enfadado-Allí también hay seres extraños y está muy oscuro,pero si tengo un palacio en el fondo del mar,puedo bajar perfectamente al bosque al que le tienes tanto miedo para salvar a un ser humano.Por muy terrible que sea Jonghyun,no podemos abandonarlo a su suerte-se gira para mirarle-¿Vienes conmigo?-le tiende una mano.
-...Oh,Taemin-le abraza con fuerza-Está bien,iremos juntos,pero si te digo que debemos volver,obedecerás,no podemos perdernos también.
-De acuerdo Minho-asiente.
-Iremos en Jade.Es más rápido y en caso de peligro nos camuflaremos mejor.
Taemin asintió y mientras montaba sobre el lomo del dragón de Minho,el Rey de las esmeraldas dio indicaciones a sus soldados de patrullar por las tierras bajas por si encontraban a Jonghyun.
-Majestad-llo detuvo uno de los ancianos-Es posible que el dragón dorado no sobreviva.
-¿Cómo?...-mira hacia el dragón y suspira-De ser así,esperad a mi regreso...
-Muy bien,majestad.
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Apenas lograba moverse.Sentí el cuerpo entumecido y gélido como si se hubiera congelado...Era desagradable...Miró confuso al rededor y salvo una confusa luz verdosa que emanaba de todo el lugar,no era capaz de ver nada.El cielo no se apreciaba tras el oscuro manto de las densas copas de aquellos enfermizos árboles.La maleza era espesa y sentía que estaba tumbado sobre un mullido pero repulsivamente húmedo colchón de musgo.Resopló.Le dolía demasiado el brazo derecho.Giró la cabeza y apenas sí alcanzó a ver que debía tenerlo partido,aún el sabor de la sangre era latente en su boca...Ese asqueroso sabor a metal...Se incorporó sujetándose el brazo y al momento sintió un escalofrío recorrerle el cuerpo.Algo le trepaba por el brazo,parecía como una de las culebras del desierto pero con patas.Asqueado se sacudió con fuerza aquella cosa,fuera lo que fuese y trató sin éxito de ponerse en pie.
-¡Joder!¡Maldita sea!-mira al rededor y silbó en busca de la respuesta de su dragón-¡¡Mierda!!-bufa furioso y de nuevo se duele del brazo-Aff...No voy a morir,no aquí,no así...
Guardó silencio cuando escuchó el eco de un sonido que no le era del todo desconocido.Parecía el golpear de unos cascos contra rocas,como el que hace un caballo al andar.Pero no estaba seguro,los caballos eran para la gente vulgar,para los ciudadanos pobres que no podían permitirse un dragón..Se tensó porque tenía la sensación de que aquello se estaba acercando...Fuera lo que fuese venía hacía él.Buscó su espada pero en medio de la oscuridad le fue imposible hallarla.
A lo lejos,mientras el sonido se acercaba haciéndole daño en los oídos,podía ver como una luz dorada se iba moviendo y filtrando entre los troncos de árbol.
Entonces vio aparecer un caballo majestuoso,pero no un caballo cualquiera,tenía algo extraño,una especie de lanza o espada sobresalía de su frente.
-Pero ¿qué...?¿Qué clase de brujería es...?
Nunca había visto algo así en su vida y no sabía como describir a aquel animal semejante a un caballo que se acercaba al trote hacía él.Se cubrió los ojos para evitar que la luz que emanaba el animal le dañara tras estar expuesto a la oscuridad casi absoluta y al bajar el brazo,se encontró con la mirada curiosa del animal.Pero eso no fue lo que llamó su atención,sino el volver a sentir que algo le subía por el brazo,entonces giró la cabeza y...
-Ah...¡¡AAAAH!!-se sacudió violentamente al bicho de encima y de un salto se puso en pie.
Su involuntario gesto de asco provocó que el caballo se encabritase y comenzara a moverse nervioso al rededor de Jong como si lo acorralara para atacarlo.El Rey Dorado se sujetó el brazo herido y resopló al verse la sangre que aún manaba de la herida,aunque la hemorragía mayor había pasado durante su estado de inconsciencia.Cuando volvió a centrar su atención en el caballo,éste estaba muy cerca,mirando con atención la herida de su brazo.
Rápidamente el animal perdió interés y se dispuso a marcharse al trote en cuanto escuchó un silbido suave que lo llamaba.Jong vio su oportunidad cuando el corcel se dio la vuelta.De un salto se subió a su grupa y resopló casi cayendo sobre el mismo lomo del animal,agotado y dolorido.Viendo como atrás se quedaba aquel suelo sucio y mugriento lleno de repulsivas alimañas...No le gustaba aquel bosque,prefería sus bastos desiertos,donde con la vista podías fijar un punto al que dirigirte sin miedo de que haya algo tras un árbol que aceche a que te desmayes para comerte vivo...
La luz que irradiaba el caballo iluminaba de forma momentánea los parajes por los que pasaban,aunque a ojos del Rey de Oro,todo era igual.Desfallecido y exausto,no se dio cuenta de que poco a poco se acercaban a una casita que quedaba oculta entre muros de hiedra...Solo le preocupaba cómo salir de allí y lo más importante...Su dragón...¿Cómo debía de estar su pobre dragón?Era como si le faltase una parte de su ser y hasta que no recordó porqué había ido al bosque,no entendió el que unos árboles le hubieran derribado...No tenía tiempo que perder...Si quería salvar a su amado de las garras del dragón negro,utilizaría todos los medios a su alcance para conseguirlo...Quizás si lograra algo de comer y domar a aquel caballo para que le llevase a la salida...
-Vaya,Pirita,veo que hoy has traído compañía-dijo una voz suave.
CONTINUARÁ◕♘~~~◕♘