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miércoles, 30 de diciembre de 2015

[TRAILER] ♚º♠ LA INACCESIBLE SAN BORONDÓN ♠º♚


Personajes: Jonghyun - Key - Minho - Taemin - Onew
Género: Suspense
EEL: TP

Resumen: La noche de Halloween un grupo de amigos decide hacer una fiesta de disfraces en un yate.
A media noche cuando ya comenzaban a animarse, una espesa niebla se levanta y les envuelve haciendo que el barco fue arrastrado de forma inexplicable hacia las playas de una isla que no sale en los mapas.
El desconcierto se apodera de cada uno de ellos.

♚º♠Momo♠º♚

domingo, 27 de diciembre de 2015

✞ SAINT MERCY ✞

Personajes: CL[Chae Rin] , Park Bom, Sandara & Minzy
Género: Drama
EEL: +13


Resumen: Chae Rin es una adolescente procedente de una familia acomodada. Queda embarazada por accidente y sus padres, para evitar las habladurías la llevaron a un convento para señoritas. Entre aquellos muros de ladrillos, había varías muchachas en su misma situación. Allí no todo era alegría por las criaturas que venían en camino... Se rumoreaba que el doctor que las atendía, había permitido que varías chicas salieran lesionadas del parto.



































Chae miraba por la ventanilla del coche en silencio. Apenas acababa de comenzar la década de los 70 y aún en aquellos tiempos tan avanzados, estaba muy mal visto que una muchacha se quedase embarazada sin estar casada. En su caso, había creído la palabra del que llevaba seis meses siendo su novio, le había asegurado que al ser ella virgen, era imposible que se quedara y ella inocentemente lo creyó. En medio de su ignorancia, pasó lo que tenía que pasar, cuando descubrió que estaba embarazada y se lo confesó a su amor del instituto. Minho, así se llamaba, él; le prometió lo que normalmente prometen los hombres en esas circunstancias, que hablaría con sus padres y se casaría con ella.

Habían pasado sólo tres meses y apenas sus padres se dieron cuenta de lo que ocurría con su hija, decidieron mandarla a un convento para que allí diese a luz y evitar que todo el barrio les señalase y hablara mal de ellos y de lo malcriada que tenían a su hija. Querían evitar a toda costa la vergüenza de las habladurías. 



-Estoy  más que segura de que Minho cumplirá con su promesa. Vendrá pronto a pedirme que me case con él.



Ninguno de sus padres dijo nada al respecto sobre las palabras de su hija. Más adelante, ya transcurrida otra interminable hora en coche, la joven dijo en voz alta que se había olvidado su peluche de gatito y que no estaba segura de poder conciliar el sueño sin él. Aquello se debía al gran cariño que le tenía a ese juguete desde que era sólo una niña, aunque con 16 años, no dejaba de ser una, pero como comentó su madre, no dejaba de ser  una niña que se había metido en un gran problema.
Cuando la fachada del convento se dibujó en el cristal del coche, Chae sintió que comenzaba a temblar. Aquel sitio le daba escalofríos a pesar de que simplemente era una antigua casona de piedra alejada a propósito de la ciudad. El sitio parecía bien cuidado, pero había algo entre aquellos muros, algo inteligible que lo volvía siniestro. 

Una monja ya esperaba en la entrada a la nueva ¿inquilina?¿reclusa? Sí, esa última era sin duda la realidad. Sus padres bajaron del coche y mientras su progenitor evitaba mirarla a la cara al descargar su equipaje, su madre le puso sobre los hombros una chaqueta y le dijo con voz calmada:



- Aquí cuidarán bien de ti.
- Mamá... mamá por favor no me dejes aquí... tengo miedo.
- No pasa nada, Chae, aquí se ocuparán de todas tus necesidades hasta que nazca el bebé.
- Déjame que lo tenga en casa... por favor, prometo que no saldré de casa hasta que nazca...-sujeta con mano temblorosa los hombros de su madre tratando de apelar a su corazón- No quiero quedarme aquí sola...



Su madre pareció titubear y seguramente hubiera accedido a llevarla de regreso a casa, si su padre no la hubiese apurado para marcharse. La mujer se limitó a besar la frente de su hija y regresar al automóvil. Ella sólo pudo ver con horror como sus padres la abandonaban allí sin ni siquiera girar la cabeza para verla. Aún así los llamó a gritos hasta que hubieron desaparecido en el camino. Cuando quiso darse cuenta, la monja le estaba recriminando su comportamiento. una señorita de buena familia debía ante todo comprender que las cosas que hacían sus padres eran por su bien. Tras hacerla cargar con las dos maletas que llevaba, la condujo por unos destartalados pasillos hacía la que sería su nueva habitación.
Chae se dio cuenta en seguida de que el buen estado de aquel convento, cárcel o  lo que demonios fuera aquel lugar, era sólo superficial. La pintura de las paredes estaba descascarillada e incluso algunas tenían agujeros que dejaban ver las salas contiguas. Su habitación no era muy grande y no estaba sola, era una habitación con una litera y allí ya había una joven que parecía estar descansando hasta su llegada. La monja, se limitó a decirle a Chae Rin que allí un médico la revisaría una vez cada dos semanas y que saldría al patio sólo cuando una monja la acompañara para estirar las piernas. Una vez la anciana se hubo marchado, la joven giró la cabeza para ver a su compañera de habitación. Ésta no le quitaba los ojos de encima.



- Hola, me llamo Chae Rin ¿y tu?- sonrió tratando de mostrarse amable y tranquila.

- Me llamo Park Bom, pero todas aquí me dicen sólo Bom - contestó con voz seca y luego se levantó de su cama para ponerse frente a ella.



A primera vista, Chae hubiera jurado que tenía su misma edad, pero quizás su embarazo tuviera algo más de tiempo, pues su tripa presentaba ya un poco de bulto con respecto a la figura que tenía. Sintió que aquella chica tenía mal carácter, pues desde ese momento se refirió a ella como la novata. 
Los primeros días fueron duros para Chae. Ninguna de los otras internas tenía intención de entablar amistad con ella y mucho menos Bom que siempre encontraba algún motivo para descalificarla, ya fuera en público o en privado.
Desde su ingreso, tardó casi 10 días en poder pisar el jardín exterior del convento. Fue llevada allí con las últimas que habían ingresado ese mes, entre ellas Bom y dos chicas con las que parecía llevarse bien, como la abeja reina... Las habían puesto en fila y a cada una, la monja que estaba a su cuidado en ese momento, les repartió un anillo:


-Aquí tenéis vuestros anillos de casadas. Recordad que el anillo se pone en el dedo anular de la mano izquierda.


Chae recogió el suyo con mucha ilusión y no se percató de que Bom había visto su manera de sonreír:


- ¿Y por qué sonríes, novata?
- Porque pronto tendré uno real... Mi novio me ha prometido que nos casaremos - mira sonriendo a su compañera de habitación.
- ¿Te ha prometido? ¿Y tú te lo has creído? 
- Claro ¿por qué no me lo iba a creer? Yo sé que él no me mentiría nunca.
- Todos los hombres mienten, sin excepción, ya despertarás y te darás cuenta de que no va a volver, novata.



La rubia permaneció en silencio mientras su compañera se alejaba y suspiraba:


-No le hagas caso, Bom tiene muy mal carácter.
- ¿? -se gira y se queda mirando a la chica que le hablaba.
- Hola, soy Sandara y Bom es mi mejor amiga.
- Ah, hola, encantada-sonrió ampliamente Chae.
- Te decía que Bom tiene muy mal carácter, su novio la dejó embarazada y luego se desentendió por competo de ella y sus padres la trajeron aquí.
- ¿ La dejó tirada? ¿Por qué?
- Porque no quería ser padre y entonces ella se sintió traicionada y vino voluntariamente.
- Yo... de haber podido me habría quedado en casa con mis padres pero dicen que aquí cuidarán mejor de mi...claro que no estoy tan segura.
- Los padres no lo dicen, pero está claro que les desagrada la idea de que sus hijas estén embarazadas sin estar casadas... Es para todas la misma historia.
- Supongo... -se mira el vientre y se lo acaricia- Gracias por hablar conmigo Sandara... Iba a volverme loca sino hablaba pronto con una cara amable.
- La verdad que siendo un sitio donde todas estamos en la misma situación, hay muchos grupitos dispersados. Hablaré con Bom para que puedas estar con nosotras.
- ¡Gracias! Me haría muy feliz-sonríe ampliamente.




Bom había vuelto donde ellas. Había ido a estirar las piernas y caminar un poco por el jardín a pesar de que la monja que tenía que vigilarlas estaba hablando con Minzy y no se había percatado de la marcha de la pelirroja. Luego de ello, Sandara intercedió por Chae y le dijo a Bom que era una chica muy simpática. La líder de aquel pintoresco grupito de embarazadas no parecía tan segura de ello o al menos no tenía intención de verificar si era o no tan agradable,por el momento.
De pronto a Sandara le calló un huevo en la cabeza y en principio se quedó confundida sin comprender qué estaba sucediendo. Bom esquivó otro huevo y vio que allí entre los árboles del jardín habían unos niños que debían haberse saltado el pequeño muro de piedra y les estaban tirando huevos a ellas mientras les gritaban que eran unas zorras. Era sabido en el pueblo cercano a qué iban allí las mozas y lo más seguro es que aquellos mocosos supieran vagamente lo que pasaba. Mientras Minzy, Sandara y Chae trataban de ponerse a cubierto, Bom tomó pequeñas piedras y comenzó a lanzarlas a los críos.


- ¡No os quedéis ahí paradas!-les gritó a sus compañeras- Vamos, novata, haz algo.
- ¡Sois unas zorras!-gritó uno de los niños.



La temperamental Bom alcanzó a ambos con piedras del tamaño de la palma de su mano gritando que debería darles vergüenza y que si los pillaba les iba a dar una buena zurra. Los niños salieron a la carrera de allí y una de las monjas apareció de a nada para preguntar con desagrado lo que había sucedido, pero sin dar tiempo a ninguna clase de explicación, se llevó a la pelirroja, diciendo que iba a ser severamente castigada.
Sandara y Minzy fueron tras la monja intento explicarle lo que los niños habían hecho y porqué su amiga había actuado de aquella manera, pues no quedaba más remedio, les habían lanzado huevos e insultado. Aún con ello la monja no permitió que Bom se fuera sin un castigo y la mandó a la capilla a rezar y luego a su habitación sin comer. Cuando Chae llegó allí, su compañera de habitación la miró con el ceño fruncido:


- Eh, gracias por tu ayuda, novata- dijo con ironía.
- Lo siento, Bom, me asusté y no supe reaccionar...
- Siendo tú ni me sorprende- suspira y se masajea el vientre mirando hacía la ventana- ¿Tienes revisión ésta tarde?
- Sí ¿y tú?
- También.



No hablaron mucho más hasta que se vieron con otras jóvenes esperando en una sala vieja, con la pared de ladrillos desnuda, algunas sillas colocadas pegadas a la pared, desgastadas y con los cojines rotos o cojas de una pata. Mientras pasaban una tras otra Chae decidió volver a intentar un acercamiento con Bom:



- ¿Qué crees que será?
- ¿Cómo dices? -gira la cabeza para mirarla.
- ¿Crees que será niño o niña?
- Me da igual, lo único que quiero es que nazca para poder volver a mi vida y que lo manden lejos de mi.
- ¿Cómo puedes hablar así? Es tu hijo...
- Sólo me está amargando la existencia... Yo debería estar en mi casa con mis padres y mis amigas, saliendo a bailar los viernes y los sábados, sin embargo estoy aquí encerrada como un animal esperando que éste crío nazca.
- Yo creo que mi bebé será niña -sonrió la rubia antes de sobresaltarse al escuchar un grito y miró a otra joven que salía corriendo de la consulta del médico- ¿Qué sucede?
- Oh, es el doctor Jonghyun... En lo que llevo aquí, ha matado a cuatro chicas mientras daban a luz.
- ¿Qu- qué? - la miró pálida.
- Dicen que es muy bruto y que a menudo, las chicas mueren desangradas.



Ambas se quedaron en silencio cuando la monja encargada de llamarlas nombró a Chae. La menor se levantó temblando y se quedó anclada en el sitio. Si lo que Bom le había contado era real, no quería que aquel hombre le atendiera en el parto pero por lo que supo más tarde, era el mejor que podían permitirse con los escasos fondos de aquel lugar.
Jonghyun era un médico de profesión, sí, pero no era especialista en ginecología. Era un alcohólico redomado y su alarmante número de pérdidas se debía a que siempre iba borracho a trabajar. La revisión al menos pareció normal, el doctor no la trató con especial cuidado ni delicadeza, tampoco se mostraba interesado en meterle mano a las jovencitas, simplemente anotaba si iba o no bien el embarazo y luego las despachaba con brusquedad. La joven salió de allí temblando, preocupada de que aquel hombre fuese el único doctor disponible en el momento de dar a luz.


Poco después de aquello, se organizó una salida, puesto que los padres de cada interna pagaban un dinero mensual por la estancia de sus hijas allí, las monjas decidieron que saldrían a la ciudad permitiéndoles estirar un poco las piernas; pero siempre en grupos. Tampoco eran demasiadas, algunas ya se habían ido y quedaban al rededor de quince muchachas, así que saldrían en grupos de cinco a la ciudad.
Por aquellos días, Bom se había vuelto más simpática con Chae y le había permitido entrar a formar parte de su pequeño grupo. Minzy y Sandara comenzaron a tratarla como si se conocieran de toda la vida. Salían juntas al patio, iban juntas por los pasillos del convento y a menudo a la hora de descansar un poco, iban todas al cuarto de la " cabecilla" del grupo y allí se sentaban tranquilamente a dormitar o seguir charlando. 


La semana que su grupo iba a salir a la ciudad, Chae sentía especial emoción, quizás pudiera ver a sus padres o a alguna de las amigas que había dejado fuera.



- Hace tanto que no piso la calle... -sonreía Sandara - Me pregunto si habrá cambiado mucho...

- Tampoco llevamos fuera tanto tiempo como para que haya cambiado todo - se rió Minzy.
- Te equivocas, vi en una película que un hombre iba al futuro y cuando regresaba, todo había cambiado porque habían pasado muchos años.
- Vamos, Dara-dijo sonriendo la rubia- ¿Cuánto llevas dentro de Saint Mercy?
- No estoy segura... el tiempo se me hace infinito...
- Si no he calculado mal -intervino Bom- Creo que llevas apróximadamente cuatro meses.
- ¿Tanto? - Dara comenzó entonces a echar cuentas- Entonces mi bebé nacerá dentro de unos dos meses o dos y medio, ya que entré con tres.
- A mi me queda mucho menos -sonrió Minzy- Dijo el doctor Jonghyun que en unas dos semanas o menos nacerá el mío... ¡Me queda menos para volver a casa, que feliz soy!



Todas rieron ante aquella exclamación, sin duda sería genial volver a casa y además continuar siendo amigas las unas de las otras para convivir de forma normal en el mundo que había fuera de los fríos muros de ladrillo de Saint Mercy.
Cuando el coche en el que iban se detuvo, fijaron su vista en una tienda de discos, aquel iba a ser su paseo fuera del convento y por poco que pareciese, les hacía mucha falta ver a otras personas. Desgraciadamente por aquella zona de la ciudad no vivía ninguna de ellas y la posibilidad de encontrarse de casualidad con alguien de su familia, fue prácticamente nula... Teniendo en cuenta de que debido a su estado de preñez más que evidente, quizás fuera lo mejor, pues las habían internado con el fin de evitar habladurías de los vecinos y que les señalaran con el dedo y les criticaran. Las cinco muchachas entraron en tropel a la tienda y cada una se puso a buscar la música que le gustaba oír antes de haber sido recluídas. Chae optó por una pequeña grabadora con micrófono con la que hizo la broma a sus compañeras de estar cantando la canción que sonaba en el hilo musical de la tienda. Incluso la imperturbable Bom rió ante el entusiasmo que mostraba su nueva amiga y siguió el ritmo de la canción con la cabeza. Entonces, sucedió que al girarse Chae, se encontró de frente con alguien a quien no había visto en los últimos meses ... Se trataba de su novio del instituto, aquel al que debía su estado y del que esperaba como poco, el matrimonio en su vuelta a casa. Pero no fue eso lo que dejó a la joven sin aliento, sino el ver que iba acompañado por otra muchacha.
Cuando Minho alzó la cabeza de los discos que miraba, se quedó pálido al reconocerla. Entonces, Chae se acercó a él y trató de sonreír:



- Minho, estás guapísimo...
- ¿Chae? ... Dios... Hace ya muchos meses... ¿Cómo estás?
- Bien -acabó por sonreír y tomó la mano del que antaño era su novio y la depositó sobre su abultado vientre- Mira que grande está nuestro hijo.
- ¿Qué haces? -retiró apresuradamente la mano y luego giró la cabeza a ver a la otra chica- Jessica, espérame en el coche.




La otra muchacha se despidió con un beso y Chae se quedó estupefacta.



- Escucha, no hagas más eso¿de acuerdo?-suspiró Minho.
- Pero... Dijiste que ibas a casarte conmigo...
- Chae, no puedo. Ahora estoy en la universidad y en el equipo de fútbol, tengo toda una vida por delante y no quiero que se trunque mi futuro por ser padre.
- D-Deberías haberlo pensado mejor antes de hacerme esto...
- Lo siento...



Dicho eso, el joven del que siempre había estado enamorada, salió apurado por la puerta con la esperanza de no tener que volver a cruzarse con ella. Bom se apresuró a ir hasta Chae Rin y abrazarla con fuerza, pues apenas se hubo ido Minho, comenzó a llorar y a ponerse amarillenta.
Su día de salida no había sido tan perfecto y maravilloso como ellas pensaban que sería. Las palabras que Bom le había dicho tiempo atrás sobre los hombres que prometían hacerse cargo de su descuido, le rebotaron en la cabeza como bloques de hormigón y se sintió estúpida y desamparada.
Una vez en el convento, mientras la rubia descansaba, sus tres amigas marchaban al comedor para hablar de lo sucedido:



-Pobre Chae... -susurró entristecida Sandara.
- Era de esperar - dijo cortante la pelirroja - Los hombres no son de fiar.
- ¿Creéis que se recuperará de ésto?

- Es difícil saberlo, ella tenía puestas muchas esperanzas en ese chico.
- Las esperanzas propias de una niña... - suspiró Minzy y luego añadió - Aunque suene ridículo ... Me hubiera encantado tener la oportunidad de creer en el amor como ella lo ha hecho hasta ahora.
- ¿Para salir dañada después? -dijo Sandara con el ceño fruncido.
- No... Para haber tenido un motivo que me alegrara los días aquí dentro... Todas nosotras menos Chae, cuando entramos, ya sabíamos que los padres de nuestros hijos no se iban a preocupar por ésto.
- Por un embarazo, las más perjudicadas somos nosotras -dijo seriamente Bom- Es tan simple como que el hombre no reconozca lo que ha hecho, para que nosotras pasemos nueve meses sufriendo...
- En eso tienes razón -suspiró la morena antes de regresar a su habitación.




Ninguna habló de lo sucedido ese día , así que las cuatro muchachas trataron tan sólo de olvidar y seguir con sus vidas, algo que Chae agradeció enormemente.
Los meses seguían pasando en Saint Mercy y la rubia cada vez recurría más al amparo de Dios, pues poco a poco sus amigas se fueron marchando. Sandara fue la primera en salir de cuentas y la misma noche, desapareció, las monjas aseguraban que sus padres habían venido por ella y se la habían llevado.
Poco después Minzy también dio a luz y tuvieron que trasladarla a un hospital, por lo visto el doctor Jonghyun había vuelto a trabajar borracho y la pobre muchacha estuvo a punto de morir desangrada.
Ahora Bom y ella se sentaban solas en los bancos del jardín y aunque la pelirroja no decía nada, Chae le notaba el rostro pálido, siempre sudorosa y nerviosa y sabía que el motivo era el miedo. De pronto la Bom fuerte e impenetrable que había conocido meses atrás, estaba desprotegida y frágil como un cristal... Chae trataba de hacer bromas para que no tuviera tanto miedo, aunque ella seguía manteniendo que quería deshacerse del bebé y volver a su vida normal con sus padres y sus amigas.


La hora le llegó a Bom de improvisto, según decían las monjas que corrían con toallas hacia el paritorio, se le había adelantado casi quince días el parto. Fue una agonia, la propia Chae permanecía en el pasillo escuchando los gemidos ahogados de dolor de su amiga... Temía por ella, no iba a negarlo, pero peor aún era la espera. El parto de Bom se prolongó durante 48 horas y cuando al fin vio a una de las monjas salir con el bebé en brazos, se preguntó temerosa si su amiga había sobrevivido, pero no pudo acercarse a ella hasta la noche siguiente al parto.
Cuando entró en la habitación, se quedó en silencio, su amiga lucía descolorida y tenía los ojos perdidos en el techo de la habitación. Decían que tenía que guardar cama, pues el parto había sido terriblemente difícil.



-Bom... -se acerca hasta ella- ¿Cómo estás?
- Me lo han quitado... -susurró y luego giró la cabeza para mirarla - Tenías razón... cuando nació... me lo dejaron en los brazos por unos minutos y... cuando lo vi... Es un niño, Chae... Mi pequeño es un niño...
- ¿De verdad? -se sienta a un lado de la cama y le toma la mano a su amiga.
- Tiene la nariz de su abuelo ...-sonrió la pelirroja- Quisiera quedármelo pero... -resopla con cansancio- Me han dicho que va a ir con una buena familia, con un abogado y su esposa, le llenaran de caprichos- sonrió ampliamente.




Chae sonrió a su vez y accedió a la petición de Bom de ir a buscar al bebé para llevárselo y poder cogerlo en brazos por última vez.
La rubia caminó despacio por los oscuros pasillos de Saint Mercy hacia donde se encontraba la sala en donde ponían las monjas a los recién nacidos y se detuvo al ver luz procedente de una de las puertas contiguas. La puerta no estaba cerrada del todo y al escuchar hablar a una de las hermanas, se acercó a mirar por la rendija de la puerta. El interior estaba iluminado con una vela y había un hombre delante de una mesa de madera, la monja estaba frente a él y sobre la mesa, un bebé en una cesta de mimbre. Entonces Chae vio como la monja recibía un fajo de billetes y se llevó las manos a la boca para ahogar un grito de sorpresa. Marchó lo más rápido que pudo a ver si estaba el hijo de Bom en el "nido" y al cerciorarse de que todas las cunas estaban vacías, regresó corriendo a ver a su amiga, pero justo cuando iba a entrar en la habitación sucedió lo inesperado y de hecho Bom la vio desde su cama. Chae había roto aguas. La pelirroja no tardó en alertar a las monjas y pronto Chae se vio en una sala muy parecida a la que usaba el doctor Jonghyun como despacho, con poco más que una camilla para las parturientas. Por contra que a su amiga, el parto fue mucho más rápido y quizás por suerte del destino, el doctor estaba más lúcido que en otras ocasiones... A nadie en el mundo le importaba lo que sucedía entre los muros de aquel terrible lugar, donde las jóvenes eran tratadas casi como criminales.
Se recuperó del parto mucho antes que Bom, quizás por la inminente necesidad de huír de allí con su bebé, que por cierto había sido una niña. Sí, tenía que escapar antes de que las monjas vendieran a su pequeña. A diferencia de muchas de las que allí entraban, ella siempre había querido a aquel bebé y estaba más que segura de que en casa no le dirían que no si volvía con aquel pequeño regalo en brazos. Apenas un día después de haber dado a luz, Chae se deslizó por todo el convento hasta la sala de los bebés, tomó a su hija en brazos, la abrigó bien y marchó apresurada. En cuanto se vio fuera de aquellos muros, sintió que volvía a ser libre y echó a correr por el bosque lo más deprisa que pudo, sin saber que Bom la había visto desde su cuarto y había bajado para ir tras ella.



-¡Chae! ¡Chae, espera! ¿Dónde vas?
- ...  Bom ... -se detuvo y giró a ver a su amiga- Me llevo a mi hija... Aquí no dan a los bebés en adopción, han vendido a tu hijo a una familia.
- ¿Q-qué? ¿Cómo dices?... No es verdad, mi hijo va a vivir con un abogado y le cuidarán bien...
- No Bom... No es así... Lo siento mucho... tu has perdido a tu hijo pero yo aún tengo a mi pequeña y pienso huír con ella para que no la aparten de mi lado.
- ...



Bom estaba realmente perturbada en aquellos momentos. Sufría un fuerte trauma pos parto y aquella información no logró asimilarla. De pronto su amiga se convirtió en una amenaza, en alguien que trataba de hacerle daño en vez de ayudarla.



- No puedes hacerlo ... No te lo permitiré...
- ¿Cómo dices... ? - alza la vista y mira a la pelirroja.
- ¡No te llevarás a mi hijo!
- ¿Bom? ... Bom ¿qué estás diciendo? Éste no es tu hijo, él ya no está, se lo llevaron...
- ¡Mientes!¡Eres tu quien me lo quiere robar!




Chae se dio cuenta de que su amiga no se encontraba en sus cabales y sacudiendo la cabeza se dio la vuelta para continuar su huída con su hija en brazos.
Bom se agachó y cogió una piedra. Estaba convencida de que Chae Rin trataba de robarle a su hijo haciéndolo pasar por el de ella y llena de furia se lanzó sobre su amiga y le golpeó la cabeza con una piedra con toda la fuerza que pudo. Al momento, Chae calló de rodillas, sintiendo una fuerte conmoción que pareció paralizarle todo el cuerpo. Escuchó que su bebé comenzaba a llorar y sintió como Bom se la arrebataba de los brazos.



- N-no es hija tuya... es mío, es mi hijo...-sollozó la pelirroja apretando al bebé contra su pecho.
- Bom... d-de... devuélmela...




La pelirroja retrocedió al ver como Chae se quedaba tendida en el suelo del bosque con los ojos abiertos, buscando entre las estrellas del firmamento algo... Quizás una luz de paz mientras llamaba a su hija por el nombre que había elegido para ella... "Sara" ...
Bom dio media vuelta y corrió de regreso a Saint Mercy, convencida de que era a su hijo al que llevaba en brazos y dejando atrás a aquella amiga con la que había compartido fatigas en aquel lugar. No era consciente de que con aquel golpe en la cabeza la había condenado a muerte, ni era consciente de que en el momento en el que cruzó el umbral de aquel lugar malito, Chae exhalaba su último aliento en medio del bosque.





FIN


miércoles, 9 de diciembre de 2015

♥ HAPPY B-DAY MINHO 2015 ♥

Personajes: SHINee [Onew-Jonghyun-Key-Minho-Taemin]
Género: Short
EEL: TP


Resumen: Otro año más pasa y Minho se plantea si su vida ha sido tal y como esperaba. Su paso por Mermelada de Melocotón se remonta al 2011 y con sus cuatro compañeros de fatiga, rememora todas las aventuras que ha vivido en compañía de los melocotoncitos que día a día se acercaban a leer.


























Habían pasado ya cuatro años desde que Minho se estrenase en el Blog Mermelada de Melocotón como uno de sus cinco eternos protagonistas. Pensado en cifras era muy poco tiempo, cuatro años no eran nada pero al mismo tiempo era toda una vida. Resultaba imposible no recordar su primera aparición en CLIPPER DE FRESA, un fic corto y que en principio iba a lo que iba, el meollo del asunto era que en él mantuviese sexo con Taemin y hasta ahí, había cumplido. Sinceramente en ese momento se dio cuenta de lo absurdo que fue su comienzo, pero la gente le quería, las "frutitas" demotraban que les gustaba verle aparecer y de eso justamente estaba hablando con sus compañeros:



- Lo recuerdo como si fuera ayer, todos nosotros comenzamos como una broma para el mundo-reía el cumpleañero con una cerveza en la mano.
- Pero hemos perdurado y creo que a muchas frutitas les encantaría vernos durante algún tiempo más -coincidió Jonghyun.
- No lo dudo -añadió Key- Es más, Minho, aún hay apariciones tuyas que están por llegar ¿cómo se llamaba esa historia en la que eras el jefe mafioso de una familia china? El final dejó abierta una posible ventana a una nueva aventura.
- Sí, imagino que Jong tendría que venir a buscarme a Pekín.
- Ese fue el trato al despedirnos -asintió el más bajo.
- Pero si tuviéramos que hablar de tu paso por Mermelada de Melocotón -inquirió Onew- ¿Con qué aventura te quedarías?
- Sin lugar a dudas, con EL TESORO DEL DRAGÓN ... Aunque irónicamente muero en la batalla, pero creo que representa muy bien mi sentido de la responsabilidad y el deber y el amor que Tae y yo nos profesamos en ese lugar lo describiría como tierno y hermoso, además, me enamoré también de Jade, mi dragón esmeralda y de la intriga que rodeaba al desaparecido Príncipe Key de los rubíes.
- Te recuerdo, Minho, que tú y yo tuvimos también una historia de amor muy bonita en la que recogías mis cartas embotelladas a la orilla del mar.
- También fue romántico, pero nuestras "shawols- frutitas" recordarán más y mejor el verme montado sobre un poderoso dragón verde con mi corona de hojas... Sé que a muchas les dolió mi muerte, me emocioné al leerlo. Además en ese momento todos teníamos nuestro punto de vista sobre el mundo aunque nadie estaba del lado del poderoso Rey Dorado Jonghyun y mira que a muchas les gustan los chicos malos-mira al más bajo.
- Quizás yo me pasaba de malo-pone morros- Pero en el fondo no soy más que un puppy adorable y mimoso y sé que mis frutitas me quieren así, lo demostraron al leer CANDY CANDY LOVE.




Minho asintió. Su papel en aquella trama le había gustado también, no sólo era el chico duro del instituto sino que además, lo subliminal fue que además de adolescentes, eran una especie de espías y asesinos a sueldo que el padre de Key tenía para controlar a su hijo y así poder quedarse con él. ¿Y sobre lo que menos le había gustado? El cumpleañero se detuvo a meditarlo largamente... Tampoco quería romperle el corazón a nadie,pero una de sus actuaciones menos destacables era sin duda:



- LAS ESPINAS RETORCIDAS DE LAS ROSAS ... Ahí sólo me vi como a un personaje de relleno que apareció durante unos momentos como un zombie para nada, supuestamente sólo para perseguir a Key y Taemin y luego no se sabe nada más de mi.
- En realidad no se dijo el porqué estabas allí ni porqué el cristo hecho con diferentes trozos de personas.
- Puag... Ni lo nombres, en realidad no quiero hablar de nada deprimente por el momento, es mi cumpleaños y trato de recordar todo lo bueno que he hecho y le he dado a los demás durante éstos cuatro años "trabajando" aquí. Historias más divertidas o por lo menos diferentes, menos trágicas... Virtual Humanoid fue una historia entretenida, yo era un robot y lo mejor es que mi nombre eran siglas, es muy ingenioso. Aunque claro que hubiera preferido alguna historia como las de Jong y Key que también son muy buenas.
- Pero Minho, tú no has pasado desapercibido.
- Oh, ya lo sé... pero me gustaría que de vez en cuando se me prestara un poco más de caso - saca pecho - Pronto volveré a ser protagonista,ya lo verás.
- ¡ Claro que sí! - aplaudió Taemin - Siempre hay que ser positivo ... ¿Habías pensado que de estar tras la barra de un bar sirviendo clipper de fresa pasarías por tanto como ser un mafioso, un rey y un chico popular en el instituto en otras varias?
- No, ni siquiera pensé que fuéramos a ir a más o a triunfar, estoy muy contento de todo lo que hemos hecho en éstos años.



Dicho eso, el resto de sus compañeros se pusieron en pie y le trajeron de la cocina una tarta de melocotón con velas, una por cada año transcurrido en el blog y luego otras con la edad que cumple, 25 en Corea. Se acercaron a su compañero de batallas y tras encender las velas le dijeron con calma:

- Pide un deseo, Minho.
- Mmn... Deseo que sigamos emocionando a nuestras frutitas durante muchos años más -sonríe y sopla.
- ¡Bien! ¡FELICIDADES!



-Estamos a nada de hacer juntos cinco años, gracias por todo el tiempo que habéis pasado apoyándonos y dándonos amor. Esperamos seguir compartiendo con todos y cada uno de los melocotoncitos, nuevas aventuras que os hagan amar, llorar, reír y soñar.

























SÉ QUE ES MUY CORTO PERO EN REALIDAD QUERÍA USAR ÉSTE ESPECIAL DE MINHO PARA DAROS LAS GRACIAS POR HACER DE ÉSTE BLOG ALGO QUE MERECE LA PENA.
OS QUIERO Y ESPERO PODER COMPARTIR MUCHOS AÑOS MÁS CON VOSOTROS.
GRACIAS POR VUESTRA PACIENCIA Y VUESTRO APOYO INCONDICIONAL.