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sábado, 12 de mayo de 2018

EL AMOR ES COSA DE IDIOTAS 4º

Personajes: JongTae [Jonghyun + Taemin]
Género: Drama /Suspense/Lemon
EEL: +16

Resumen: La clase de persona que no es Taemin, es Jonghyun. Dos polos completamente opuestos que más que atraerse, se repelen de forma irrefrenable. Tae maldice su suerte cuando descubre que en el presente curso, Jonghyun va a estar en su misma clase. ¿Podrá soportarle durante todo el curso o terminarán ambos de la peor de las maneras?


Taemin no tuvo tiempo de sentir el miedo subiendo por su espalda ante aquellas palabras... Jonghyun no terminaba de perturbarle con una cosa, que no tardaba nada en comenzar con otra nueva ¿Realmente era cierto lo que Jonghyun decía?¿Tan malagradecido era? 
Antes de poder darse siquiera cuenta de lo que estaba pasando, sintió algo punzante haciendo contacto con su costado y al bajar la vista, sus ojos se desorbitaron y palideció a causa del pánico. Jonghyun sujetaba una navaja contra su costado, si se movía lo más mínimo, iba a ensartarle con ella. De pronto, su pulso se disparó y dejó incluso de respirar, quedando totalmente petrificado a pesar de que había comenzado a temblar de forma totalmente involuntaria.
Aunque el filo estaba por encima de la ropa, podía sentir su frío sobre la piel y era una de las peores sensaciones que había tenido jamás. Cerró los ojos con fuerza y sintió como Jonghyun se acercaba más incluso, hasta que su torso estuvo contra su espalda ,provocando que su respiración le diera de lleno en el cuello...Entonces abrió lentamente los ojos y, asustado, Taemin observó sobre su hombro, la autosuficiente sonrisa del más alto, que se encontraba ligeramente inclinado sobre él.





— Ahora,haremos lo siguiente ¿de acuerdo,maknae? Vas a ir tranquilo hacia la puerta que hay a tu derecha y yo iré contigo, como hagas alguna tontería te rajaré y haré que decores el suelo con las tripas.

—P-Por Dios...Jonghyun...N-no hagas...

— Ssshh... Ahora camina o te haré andar por las malas. Vamos.





Taemin no dijo nada más y con mano temblorosa, se sujetó de uno de los pasamanos del vagón para poder avanzar hacia la puerta, sintiendo como Jonghyun caminaba detrás suyo y aquel filo pegado a su cuerpo,provocando que su cuerpo se erizara a causa del miedo. Se le podría ir en cualquier momento la mano y simplemente darle una puñalada... O tal vez eso era lo que quería, llevarlo fuera, llevarlo a un lugar oscuro y solitario y apuñalarlo allí... ¿Es que acaso no había límites?¿No iba a parar nunca?

Cuando estuvo ante la puerta, miró el reflejo de Jonghyun en el cristal, parecía tan tranquilo... Como si nada malo estuviera haciendo o estuviera pasando ¿Cómo podía mantenerse tan sereno mientras amenazaba a alguien con un arma. Taemin acabó mirando al techo mientras cerraba los ojos y tragaba saliva... Cada vez le era más y más cercana la idea de que Jonghyun no estaba bien de la cabeza y que era un peligro para la seguridad pública, y peor aún, estaba consiguiendo que él también empezara a perder el norte. Si sobrevivía a aquel día, iba a quedarse encerrado en su casa de por vida. No volvería a salir jamás y echaría el pestillo en las puertas y ventanas, para que nadie entrara a hacerle daño.

El metro se detuvo y sin necesidad de que Jonghyun le instigara a ello,abandonó la relativa seguridad del vagón y bajón con él a la estación. Estaba tan asustado, que ni siquiera pensó en correr. Se detuvo a unos metros de las vías y pronto una de las manos del más alto, lo jaló con fuerza hacia una de las salidas más próximas. Podía notar la fuerza que aquella mano ejercía entorno a su brazo y era como si estuviera sujeto por unas pinzas mecánica, que incluso llegaban a cortarle la circulación a causa de la fuerte presión que ejercían.
Ni siquiera se resistió a la sujeción de Jonghyun. Él parecía vivirlo todo con una pasmosa normalidad... ¿Y si de verdad le estaba llevando a un sitio aparte para apuñalarlo allí a gusto y deshacerse de él? Todo apuntaba a que eso era justamente lo que iba a suceder, si no ponía remedio de inmediato ¿Qué debía hacer?¿Gritar y pedir ayuda?¿Intentar zafarse de su agarre y correr? No... Definitivamente esa última ya la había intentado una vez y resultó mucho peor de lo que pensaba, además de que su tobillo aún se resentía si pasaba demasiado tiempo de pie o si lo forzaba demasiado.
Miró al rededor buscando a algún guardia de seguridad y Jonghyun tuvo que leer su mente, porque detuvo el paso de forma tajante y le sujetó por la mejilla haciendo que volteara a verle:





— Creí que habíamos acordado que ibas a comportarte ¿qué andas haciendo?

— Jonghyun... Por favor... Ya me has hecho bastante daño... N-no sigas... Haré lo que quieras, pero para de hacerme daño... No lo soporto más -dijo en un susurro con la voz rota.

— Lo que quiero que hagas, es que camines y que te comportes bien.

— Pero... ¿A dónde me llevas...?¿Qué piensas hacer conmigo?...E-es...¿Es que acaso ya no puedes conformarte con seguirme por el instituto y romperme las cosas?

— Vamos... No seas tan dramático -sonrió de lado y se inclinó sobre él para decirle al oído- Es nuestro último año juntos, no sólo hay que subir el listón, sino hacerlo inolvidable ¿no te parece?





Las palabras de Jonghyun le provocaron escalofríos de pánico, que prontamente recorrieron todo su cuerpo como si fuera gelatina a punto de ser arrojada a las llamas... ¿A qué se refería con todo eso?... Subir el listón, lo que significaba, era, en pocas palabras, que se habían acabado los acosos de niños pequeños, tenían 16 y 17 años, lo que significaba que ya era momento de empezar a "jugar" como adultos.

Jadeando a causa del incremento de su ritmo cardíaco, se dejó arrastrar nuevamente por el mayor. Mientras salían de la boca del metro, la luz del sol de la mañana les dio a ambos en plena cara y se detuvieron por unos preciosos instantes en los que Taemin pensó si no sería peor provocar la ira de Jonghyun huyendo, que quedándose allí... Podía intentar plantarle cara, pero eso era algo que nunca sucedía como esperaba, sino más bien al contrario... Intentó arriesgarse y dar un fuerte jalón para liberarse el brazo, aprovechando aquellos escasos segundos en los que su compañero aflojó mínimamente el agarre debido a la impresión de verse deslumbrado.
Fue tan fuerte y rápido, que terminó desgarrando la manga del uniforme, pero no fue suficiente, pues a pesar de ello, Jonghyun lo retuvo y terminó por agarrarlo con más fuerza mientras se apresuraba a salir de allí e ir con Taemin hasta la sombra de unos edificios. Lo pegó bruscamente contra la pared y dijo entre dientes que dejara de hacerse el valiente o iban a terminar muy mal y no quería que el juego durase tan poco...
¿Juego...?¿De verdad era como lo percibía aquel desgraciado? Taemin cerró los ojos cuando vio que le mostraba la navaja y luego notó el filo sobre la cara...Acto seguido, le fue propinado un pequeño corte en la misma y eso le hizo dar un respingo a causa del miedo. Jonghyun lo sujetó por la mandíbula y le increpó a que abriera los ojos:





— No voy a volver a repetirlo, escoria, espero que te comportes o tendremos un grave problema.

— Jonghyun... -susurró casi en un sollozo- Te lo suplico... basta...No lo soporto... No puedo más...

— Vas a tener que soportarlo, sólo estamos en la segunda semana de clases y nos queda un largo curso por delante -dijo sonriendo y acto seguido,acarició la mejilla cortada del maknae con el pulgar, para recoger la sangre.





Le mostró a Taemin el dedo ensangrentado y al momento, pasó la yema del pulgar sobre sus labios, como si se los estuviera pintando con su propia sangre. No tardó en llegar a la boca y la nariz del más bajo, aquel desagradable olor y sabor a óxido. Intentó apartarse de él, pero nuevamente, una pared impedía que pudiera alejarse de aquel psicópata.
Jonghyun hizo alarde de su ya conocida bipolaridad para con él y se inclinó hasta que sus labios rozaron los de Taemin. Aquella situación parecía ponerle completamente a tono o simplemente, lo hacía para ponerle de los nervios...Era difícil saber cuál de las dos opciones era la más viable.
Taemin mantuvo sus ojos cerrados y emitió una especie de quejido cuando sus labios y los de Jonghyun se rozaron, si su pulso ya estaba disparado, en aquellos momentos se volvió completamente errático. Su mente no daba a basto con acertar en lo que estaba sucediendo entre ellos en esos momentos... Sólo sentía aquel cuerpo fuerte y caliente pegado al propio, arrinconándole como si fuera un animal herido y el más alto fuera el cazador a punto de propinar el golpe de gracia sin ninguna clase de misericordia... Los ardientes labios de Jonghyun provocaban quemaduras en los labios impregnados de sangre,de Taemin, logrando que su saturado cerebro, fuera incapaz de dar alguna orden clara al resto de su cuerpo.
No supo por cuánto se extendieron aquellos segundos, pero podría haber jurado que el tiempo se había parado en el roce y que el reloj había dejado de avanzar, para que él pudiera sentir con mayor claridad aquel contacto, que sin duda le hizo temblar de una manera diferente...
Aunque mantuvo las manos contra la pared y los ojos cerrados, casi podía imaginar el aspecto de Jonghyun delante suyo, tal vez observándole cómo dejaba arrastrar su cordura por aquel pantanoso lodazal en el que le había metido en contra de su voluntad...Quizás estaba allí, sonriendo de forma triunfal por volver a hacer con él lo que le daba la gana... O quizás, sólo quizás, estaba tan embriagado por el momento, como el propio Taemin lo estaba...
Aquel roce persistía y Taemin se vio sediento de aquellos crueles labios, levantó las manos para atrapar a Jonghyun de las mejillas y evitar así que se alejara y de forma inmediata, pegó sus bocas completamente. Ni siquiera supo el porqué, pero los labios de su eterno perseguidor, se abrieron y encajaron contra los propios como dos piezas de puzzle acomodándose en su lugar pertinente, el sitio justo,creado para encajar.
Por unos instantes, el más bajo pensó que de verdad estaba siendo correspondido, pero un mordisco realmente doloroso le hizo abrir mucho los ojos y cuando miró a DongHae separarse, apreció que tenía mucha más sangre en los labios, de la que le había puesto con el pulgar... Podía sentir de nuevo ese odioso olor y sabor en la boca...Sentía que su labio inferior escocía de una manera exagerada y se llevó una mano a la boca, notando, que le había mordido tan fuerte, que verdaderamente estaba sangrando de forma profusa. Prácticamente, saltó de un estado agradable a uno de pánico completo... Se cubrió la boca con ambas manos y se mantuvo mirando a Jonghyun a los ojos. No hacía falta que abriera la boca para saber lo que aquella mirada le estaba diciendo... Estaba notablemente disgustado por lo que le había hecho... ¿Por qué? Si había sido él quien había comenzado con aquello... Ni siquiera sabía o podía asegurar que fuera verdaderamente esa su intención. Seguido de aquel incómodo silencio, vino un fuerte bofetón que terminó echándolo al suelo tras emitir un quejido más que notable. Taemin se quedó mirando a Jonghyun desde el suelo, con los ojos muy dilatados:





— Es evidente que no tienes ni idea de lo que estás haciendo... Eres un maldito enfermo... ¡Vamos,arriba! -lo atrapa por una muñeca y le obliga a ponerse en pie de un fuerte jalón.

— ¡Kiiaaa!¡Basta,basta!¡¡SOCORRO!! -empieza a gritar y a patalear.



Los gritos de Taemin no tardaron en llamar la atención de la gente que caminaba por la calle y,aunque muchos se detenían a ver que pasaba, nadie se acercó hasta que los dueños de un local cercano lo hicieron. Jonghyun se quedó quieto y los miró como un perro rabioso, miraría a cualquiera que se le acercara. Soltó a regañadientes a Taemin, quien completamente desolado y aún con el labio sangrando, corrió a esconderse tras aquellos hombres, los cuales amenazaron a Jonghyun con llamar a la policía sin volvían a verlo por allí. Entre ambos, hicieron que el joven se alejara y se preocuparon de atender a aquel chico que lucía sin duda como lo haría una víctima de agresión. Le ofrecieron llamar a la policía, pero el muchacho sólo dijo que quería irse a casa, de modo que lo invitaron a entrar en su establecimiento y quedarse con ellos hasta que alguno de sus padres apareciera para recogerle. Le dejaron unos pañuelos para que pudiera limpiarse la sangre y no pudieron pretender que dijera mucho más, pues tras decir vagamente una mentira de que había sido culpa suya que le golpearan, le dejaron sentarse en una mesa y le invitaron a un vaso de zumo e incluso a un bocadillo, que tuvo que declinar, ya que tal y como tenía el labio, no solo le dolería horrores comerlo, sino que se encontraba completamente inapetente.

Estuvo por cerca de hora y media esperando, lo cual era comprensible, porque a primera hora de la mañana, la ciudad siempre estaba completamente saturada y llena de atascos y retenciones de coches, que se extendían por varias calles y durante demasiado tiempo. De modo que cuando llegó su madre a buscarlo, ya se había calmado, al menos en gran medida. Pero no podía decirse lo mismo de lo que vio en el rostro de su progenitora. Ella estaba completamente espantada. Su rostro lucía desencajado... Otra semana y su hijo volvía a tener moratones en la cara, la ropa rota y el labio sangrando. Agradeció infinitamente a aquellos hombres y les pidió una descripción del chico, sabiendo que Taemin no iba a querer hablar de ello. La situación estaba completamente fuera del control de cualquiera y más aún del de su hijo. Pero no era una mujer estúpida, sabía perfectamente a quién le estaban describiendo porque ya había tenido que ir muchas veces a hablar al centro de estudios para quejarse de lo que aquel chico le estaba haciendo a su hijo y peor aún... Las cosas quedaron demasiado claras... Se giró a ver a Taemin con tal determinación en los ojos, que parecía tener intención de llegar al fondo de su alma para que confirmara que sus sospechas eran ciertas, estaba más que segura que el "incidente" de la semana anterior había sido cosa del mismo chico... Y su hijo no quería denunciarlo... No iba a esperar más. 
Tras agradecer de nuevo a aquellos dos amables señores, se encaminó a la puerta junto con Taemin mientras decía:





— ¿Por qué no me lo has dicho antes,Taemin?... E-ese chico... Jonghyun... Es el que te ha estado molestando todos éstos años ¿verdad? Es evidente que ni los padres ni la escuela le han sabido poner el freno... Voy a denunciarlo a la policía.

— Mamá... por favor...Olvidemos ésto...

— ¿Cuánto más quieres que olvide,Taemin?- se detiene y le mira con ojos lloros- Ya no es un simple empujón, ni tampoco un codazo... Ni siquiera es que te robe el dinero del almuerzo... Taemin, te dio una paliza y luego... Y luego -se cubre la boca cuando comienza a llorar y resopla- Y ahora ésto... No, no voy a permitir que siga pasando... No estás bien, él te ha hecho mucho más que daño físico... -sujeta a su hijo por los hombros- Taemin, mamá está aquí, no dejaré que te siga haciendo daño.





Taemin no le respondió a su madre... Él no quería que todos aquellos trapos sucios por los que había estado pasando desde los trece años, fueran aireados, no quería que su madre montara tal escándalo, que absolutamente medio planeta se enterara de que un chico más grande y más fuerte, le tenía sometido bajo un yugo difícilmente concebible para nadie... Le mataba más la idea de que la gente lo supiera, que el hecho de estar pasando por esa situación... Iba a ser terriblemente humillante si su madre lo sacaba todo a la luz. De modo, que le suplicó que no lo hiciera, pero ella no tenía intención de escucharle en aquellos momentos.

Mientras se dirigían al coche, Taemin levantó la vista, seguro de haber sentido algo, esa clase de corazonada que te insta a que levantes la cabeza porque algo a tu alrededor no anda bien. Tras unos escasos segundos, localizó el rostro de Jonghyun al otro lado de la calle. Estaba allí, tan tranquilo, fumando un cigarro y con los brazos cruzados mientras observaba en su dirección... ¿Qué hacía aún allí? Se detuvo en seco, su madre no llegó a percibirlo porque se preocupó por buscar las llaves del coche en el bolso. 
Jonghyun tampoco hizo ademán de acercarse, descruzó los brazos y se quitó el cigarro de la boca para luego echar a andar por la calle y perderse entre la gente, como si allí nunca hubiese pasado nada y menos, que tuviera que ver con él.
Cuando su madre se percató de que su hijo estaba allí de pie mirando para otro lado, se apresuró a imitarlo y buscar a Jonghyun, pero sin dar con él, puesto que ya se había marchado.
Taemin se sobó un brazo, junto el que tenía la manga rota y fue el dolor lo que le trajo de regreso. Comprobó que allí tenía una marca por la forma en la que el mayor le había sujetado... ¿Tan sensible era su piel, que se marcaba por nada o... acaso era que el más alto apretaba verdaderamente fuerte?

Durante el trayecto a casa, Taemin le pidió a su madre un poco de tiempo... Necesitaba pensarlo mucho, aunque su madre no comprendía qué tanto era lo que tenía que pensar, no debía pensar en nada que no fuera su propia seguridad y el hecho de que debía hacerse justicia con respecto a lo que aquel chico le había estado haciendo durante los últimos tres años. Según ella, había pasado hacía rato, el límite de lo aceptable y de lo permisible, pero su hijo insistió tanto conque tenía que pensarlo, que logró hacerla ceder, aunque no sin condiciones. Le dijo que iba a darle tan solo 24 horas para que decidiera cómo o qué era lo que quería hacer con respecto a aquel tema , porque si no, se ocuparían ella y su padre. Con tal de tener algo de tiempo para pensarlo o para buscar una alternativa, Taemin le habría dicho que sí a cualquier cosa. Desgraciadamente, un día iba a ser insuficiente para poder pensar seriamente y con cierta "calma" sobre todo lo referente a Jonghyun... Sabía qué era lo correcto, pero es que ni siquiera esa opción le parecía viable y ni siquiera entendía el porqué... Querer ser aún bueno, era lo que iba a acabar con él... pero no había motivo para que todo aquello siguiera sucediendo... Él no quería que pasase, nunca lo había querido y ahora que le ofrecían poder pararlo de golpe, se echaba para atrás como si la idea fuera una locura o algo que en vez de dar ayuda y solución, iba a empeorar el problema.

Ya en casa, su madre le dijo que iba a hablar con el director del centro, pero que no le daría muchos detalles, sino de que su hijo iba a seguir sin acudir a las clases por un par de días más por temas de salud.

Taemin marchó a su habitación y una vez más pasó la llave sin querer que nadie fuera a molestarle. En aquellos momentos, lo único que le importaba, era darse una ducha para limpiarse la sangre de la cara y del cuerpo y luego, coser el uniforme roto. Ya era el segundo que Jonghyun le destrozaba en apenas 8 días y sólo le quedaba uno más en perfectas condiciones... 
Dejó la chaqueta y la camisa del uniforme junto a la máquina de coser y mientras se quitaba el resto de la ropa, se aseguró de que las ventanas estuvieran bien cerradas y las cortinas corridas. No quería sustos de ninguna clase, y no sabía porqué, tenía la ridícula y peliculesca idea de que Jonghyun iba a tratar de meterse en su casa, empleando la ventana. Sacudió aquellas ideas de su mente y entró a darse un baño que se prolongó por horas, al menos hasta que el agua caliente comenzó a salir fría, porque se había sentado en la ducha a pesar y dejar pasar el tiempo, sin mayor intención que la de estar allí, en su mundo y su espacio particular, sin problemas, sin disturbios, sin nada que le pudiera hacer daño.
Tras ponerse de pie y cerrar el grifo, se puso su bata y salió de la ducha secándose el cabello con una toalla mientras calmadamente, se acercaba al espejo del baño para revisarse el corte de la mejilla y la herida del labio. Ambas estaban ya a medio coagular, de modo que se aplicó un poco de desinfectante, sin llegar a ponerse ninguna clase de crema, ni encima ni cerca, por cualquier cosa. Observándose, se dio cuenta de que su labio inferior lucía terriblemente hinchado y su mejilla derecha también, gracias a aquel bofetón que le habían dado... Se rozó apenas la zona, pues le dolía terriblemente. Suspiró cerrando los ojos por unos segundos para abrirlos a continuación y quitarse la bata para poder verse completamente. Muchas zonas de su cuerpo, lucían hematomas, muchos morados, otros ya de color amarillento por el paso del tiempo... No era la clase de reflejo que quería ver de sí mismo... Tal vez su madre tuviera razón y el momento de solucionarlo todo de una buena vez, había llegado.
Volvió a cubrirse para luego ir a su dormitorio, ponerse el pijama y sentarse en su máquina de coser a remendar el uniforme escolar. Lo cierto era que coser le relajaba bastante, aunque ese día, no se sintió tan animado ni relajado como se puede esperar de una actividad que te gusta.

El resto de la tarde, estuvo sentado en su escritorio, intentando plasmar en una lista, los pros y contras de aquella situación y, siendo sinceros, todo lo que se le venía a la cabeza, eran cosas positivas. Era muy positivo el hecho de deshacerse para mucho tiempo de aquel chico... Si lo pensaba bien, podían caerle un par de años, tiempo suficiente como para que él pudiera acabar el último curso del instituto y poder irse a una escuela especializada en donde hacer el bachillerato y luego, irse aún más lejos para estudiar en la universidad... Sonaba tan idílico, que sin duda no podía ser verdad... Tenía que poner los pies sobre la tierra y preguntarse ¿llamarían a testigos?¿Cómo sería el juicio? Él tenía gente que le apoyaba, muchos compañeros del instituto estaban de su lado, pero no estaba seguro de si los dejarían testificar en caso de que fuera necesario, porque todos eran menores de edad... Y en el caso de los maestros... ¿Alguno querría gastar su tiempo en ir a defenderle? ... Sacudió la cabeza diciéndose que estaba haciendo el idiota pensando en cosas así. Lo importante de todo era que pudieran agarrar a Jonghyun por todo. ¿Qué clase de pruebas se aceptaban en un caso así? O mejor dicho ¿realmente habría castigo para algo que sucedió entre dos adolescentes?
Se dio el tiempo de bajar a cenar para intentar despejar la mente de todas las cosas malas que rondaban su cabeza en aquellos momentos. Su madre, tal y como prometió, no le insistió en nada, ni tampoco le dijo a su padre al respecto, al parecer, sería completamente discreta, al menos hasta que pasaran las 24 horas que le había dado a su hijo para que pensara en lo sucedido.

Tras cenar, volvió a irse derecho a su dormitorio, negándose a quedarse con su padre y su madre en el salón,viendo una película. No era momento de eso sino más bien, de dormir, necesitaba descansar y darle un respiro a su agitada mente, de lo acontecido durante todo el día... Como los otros encuentros con Jonghyun, aquel había sido en su totalidad, un día para olvidar, para pensar que todo había sido un mal sueño y que en realidad nada malo había sucedido.

Sentado en la cama, observó en silencio la lámpara de su mesa de noche y susurró para sí mismo: "Ah, es hora de dormir...".

Tras unos segundos más observando la luz, alargó el brazo y apagó el interruptor para acostarse en la cama, acomodarse e intentar dormir.

Cerró los ojos, seguro de poder conciliar el sueño con la normalidad propia de los días en los que uno está física y mentalmente agotado, días como aquel, en donde todo había sobrepasado una vez más, los límites de lo permisible sin que él hiciera nada al respecto.
Tras abrazarse de su almohada y dar varias vueltas en la cama, encontrándose conque el sueño no deseaba alcanzarle aquella noche, abrió nuevamente los ojos y miró al rededor, cada recoveco oscuro de su habitación, preguntándose si Jonghyun estaría por allí, escondido en alguna parte, observándole y esperando a que realmente se relajara y se confiara para poder irse encima suyo y acabar con su vida... Se llevó las manos a la cabeza y resopló frustrado por no poder dormirse... Claro que tampoco era demasiado tarde... Eran las 10 de la noche, quizás aquel día fuera de esos pocos en los que no alcanzaba el sueño hasta las tantas de la noche a causa de las preocupaciones...

Se giró en la cama y se quedó mirando hacia la ventana con gesto pensativo, preguntándose si él estaría fuera como aquella vez que se asomó, una semana atrás... Esperando a que se diera cuenta de que estaba allí, de que sintiera el miedo subiendo por su cuerpo... Negó con fuerza y cerró los ojos del mismo modo, mientras se cubría con la sábana hasta por encima de la cabeza resoplando. Allí no había nadie, ni fuera ni dentro de su habitación, de modo,que tenía que sacarse esa ridícula idea de la cabeza y calmarse.

En vista de que no llegaba el sueño, una vez más, se destapó por completo y se quedó acostado sobre la espalda mirando fijamente al techo. Trataba de dejar la mente en blanco pero era incapaz. Recuerdos de ese día venían a su cabeza en tropel... Se llevó una mano a los labios y entrecerró los ojos en cuanto sus dedos pasaron sobre la herida, haciéndole sisear en voz baja por el escozor... Notó todo el cuerpo erizarse y cerró los ojos por unos segundos, visualizando a Jonghyun allí, delante de él, besándole de aquel modo tan salvaje que sólo él tenía y ese momento justo en el que le mordió el labio para dañarle... Fue como revivirlo por unos segundos...
Sin darse cuenta, Taemin volvió a rozarse los labios con la yema de los dedos y empezó a presionarse sobre la herida, con toda la intención de que le doliera, lo cual, acabó llevándole inevitablemente a gemir. Aquel dolor se le hacía placentero y poco a poco su respiración comenzó a volverse jadeante mientras su pulso se aceleraba. Bajó lentamente la otra mano, a lo largo de todo su cuerpo, levantándose la camisa para poder tocarse directamente sobre la piel del vientre,apretando allí donde notaba dolor por los moretones o dónde recordaba que Jonghyun le había sujetado, llegando incluso a acariciarse la zona del costado en la que esa mañana había sentido el filo de la navaja del mayor. Volvió entonces a apretar los dedos sobre la herida de su labio antes de introducirlos lentamente en su boca e ir chupándolos muy despacio, deleitándose con lo que su mente imaginaba que eran, queriendo creer que se trataba de la lengua del propio Jonghyun, buscando la suya para poder enrredarlas en un combate lento y húmedo... Más gemidos y jadeos escaparon de su boca hasta que finalmente llegó con la otra mano hasta los pantalones, colándola lentamente por dentro de la tela para empezar a tocarse por encima de la ropa interior, sintiendo como todo su cuerpo se erizaba ante los roces, siendo su propia cabeza la que le hacía pensar que era él quien le estaba tocando, quien estaba allí con él en la cama, del mismo modo en el que habían estado aquella mañana en la calle y la semana anterior en aquel edificio abandonado.
Retiró la tela de los boxers y sujetándose su ya erecto miembro, comenzó a masturbarse de forma lenta, mientras aún su boca se negaba a dejar ir aquellos dedos que apretaban de forma dolorosa sobre sus labios heridos. 
Cuando finalmente los dejó ir, descendió con esa misma mano, delineando un camino húmedo de restos de su saliva,desde su barbilla, bajando por su cuello y llegando hasta su torso y sus pezones, los cuales empezó a estimular con pequeños pellizcos y juguetonas carias, que le hicieron girar la cabeza y tratar de esconderla contra la almohada para poder ahogar los siseantes gemidos que ahora pujaban por salir de su boca y que trataba desesperadamente de retener, al morderse los labios.





— Aahh...Mmnff... M-más... qu-quiero más...Aah... -gimió contra la almohada conforme empezaba levantar instintivamente las caderas.





Entreabrió los ojos en el momento en el que su mano afianzó su miembro con más fuerza, con tanta, que incluso empezaba a dolerle por cómo se estaba centrando en ella el riego sanguíneo. Notaba cómo se calentaba la zona y acabó por agarrar la almohada con la otra mano a modo de buscar un apoyo en el mismo momento en el que comenzó a masturbarse de forma brusca, más para hacerse daño que para darse placer, como sabía que lo haría Jonghyun... Él nunca sería clemente con su cuerpo y no quería sentir que lo era en aquella ocasión, en la que simplemente estaba en su cabeza. Apretó y mordió la almohada mientras contenía los quejidos, que entre resoplidos y jadeos, lograban abandonar su garganta y llenar la soledad de su habitación, provocando que alguno saliera algo más ronco por la fuerza ejercida, avivando así la sensación de que el motivo de su delirio, estaba allí con él.
Cada nuevo jalón que se daba en la polla, era tan acertado como decir que su única intención constaba de arrancársela o arrancar la piel, por el modo en el que lo llevaba a cabo. Sus caderas siguieron levantándose con cada espasmo provocado por el éxtasis, notando que su entrada palpitaba casi tan fuerte como su hinchado glande, demandando las mismas atenciones que éste... ¿Acaso podía llegar a imaginar a Jonghyun allí de una forma tan real?...
Flexionó las rodillas y abrió las piernas mientras alzaba una vez más la cadera, como si se ofreciera de sacrificio a una pronta y dolorosa penetración, que en realidad deseaba con ansiedad. Soltó la almohada y se sujetó con fuerza del cabecero de la cama mientras con la otra, soltaba su castigado miembro para ir más allá, colarse entre sus piernas y empezar a apretar contra su entrada... Era tan similar a sentir la dura polla de Jonghyun... Se penetró a sí mismo con tres dedos a la vez y arqueó la espalda al tiempo que gemía de forma algo más notoria que antes, apretando el agarre de su mano al cabecero de la cama.





— ¡Jonghyun!¡AAhh!¡Jonghyun!MMmnff...AAff...S-sigue...Por favor...Sigue, sigue...-deliraba entre susurros.





Empezó a mover sus dedos hacia adentro y hacia afuera, sacudiendo las caderas en cada una de aquellas arremetidas que sentía, propinadas por aquel hombre que lo miraba con ojos fríos y salvajes. Su cuerpo entero se retorcía y movía como si en vez de tener sus dedos dentro, estuviera lidiando con un toro desbocado que pujaba por romper su cuerpo por la mitad. Jalaba y apretaba con más y más fuerza aquel punto al que se mantenía sujeto para poder hacer frente a todo ese fuego placentero... Podía notar su entrada cerrarse entorno a sus dedos con cada nuevo embiste que él mismo se daba, apretándose de forma que realmente le hacía delirar. Subía y bajaba la cadera, arrastraba los pies por la cama y se retorcía entre gemidos y jadeos de puro desenfreno, llegando incluso a darse un bofetón con tantísima fuerza, que se hizo sangre en la nariz además de volver a abrir la herida de su labio, la cual comenzó a morder y chupar para que doliera y escociera más aún. 
Había soltado la mano con la que se agarra al cabecero de la cama y con esa misma mano, comenzó a propinarse golpes por el cuerpo, simulando los que Jonghyun le haría, tirándose del pelo con tantísima fuerza, que llegó incluso a arrancarse algunos cabellos y no satisfecho con eso, golpeó tan fuerte su propia erección, que de no haberse ahogado el grito en su garganta, habría hecho subir a sus padres y tirar la puerta abajo. Un ardor lacerante cruzó todo su cuerpo en el momento en el que descargó aquel brutal golpe sobre su polla, provocando que inmediatamente sufriera un orgasmo doloroso, en el que tuvo que sujetarse del cabecero de la cama con ambas manos, mientras todo su cuerpo se arqueaba y hacía que aquellos segundos de placer total, le hicieran sentir como si hubieran agarrado su polla y la hubieran cubierto de brasas candentes.

Taemin abrió mucho los ojos y jadeando de forma errática, se quedó mirando al techo de su habitación, con las manos sujetas tan fuertes del cabecero, que escuchaba sus propios dedos crujiendo y sus músculos agarrotándose porque le faltaba la circulación al apretar de aquella manera. Su corazón golpeaba tan fuerte en su pecho, que el eco de cada palpito resonaba en su cabeza como si se la estuvieran golpeando con una piedra vez tras vez... Todo él temblaba y era incapaz de comprender qué era lo que había sucedido, salvo que estaba completamente cubierto de sudor y con un dolor horrible por todo el cuerpo... Pero había una zona que le dolía especialmente... Soltó lentamente, muy lentamente, una de sus manos, y estiró su brazo tembloroso hasta la mesa de noche, palpando sobre la misma hasta dar con el interruptor de la lamparita.
Al encenderla, tuvo que cerrar los ojos por unos momentos, comenzó a tiritar tanto, que sus dientes castañeaban y todo su cuerpo sufría espasmos. Tras algunos segundos, entreabrió los ojos y movió la cabeza, para descubrir porqué le dolía tantísimo entre las piernas...
Más que semen, había eyaculado sangre...

sábado, 5 de mayo de 2018

EL AMOR ES COSA DE IDIOTAS 3º

Personajes: JongTae [Jonghyun + Taemin]
Género: Drama /Suspense/Lemon
EEL: +16

Resumen: La clase de persona que no es Taemin, es Jonghyun. Dos polos completamente opuestos que más que atraerse, se repelen de forma irrefrenable. Tae maldice su suerte cuando descubre que en el presente curso, Jonghyun va a estar en su misma clase. ¿Podrá soportarle durante todo el curso o terminarán ambos de la peor de las maneras?






Taemin abrió los ojos lentamente, muy lentamente. Se sentía aturdido, confuso, desorientado... Escuchó el silencio... Todo parecía estar envuelto en un silencio soporífero, como si el mundo entero hubiese decidido guardar silencio a la vez. 
Sus párpados pesaban y le costaba demasiado mantenerlos separados. Cuando fue capaz de centrarse lo suficiente y mantenerlos abiertos, fue poco a poco, enfocando lo que había a su alrededor. Una luz lejana y blanca, iluminaba un oscuro pasillo, que podía apreciar por una puerta abierta... La luz tintineaba de vez en vez... Podía notar un olor difícil de describir, tal vez un olor que inevitablemente te traía la sensación de estar en un lugar determinado... Olía como huelen los hospitales. Vagamente, vio al lado de la cama, un gotero de suero,cuyo tuvo iba irremediable conectado a una de sus manos. Estaba terriblemente aturdido...
Allí, frente a donde estaba había una silla, como si alguien hubiese estado allí acompañándole mientras permaneció inconsciente. 
Notaba apenas su propio cuerpo, pues sentía un incómodo cosquilleo en las extremidades, en las puntas de los dedos, dejando con ello una sensación de tenerlos plenamente entumecidos.
Giró la cabeza lentamente al otro lado. En aquella habitación no había nadie salvo él. Su uniforme roto y lleno de sangre, reposaba sobre una mesilla blanca que quedaba bajo la venta, la cual a su vez, estaba cubierta por unas pesadas cortinas del mismo tono frío e impoluto del resto de la habitación. Su mochila y su bolsa personal también estaban en aquella mesilla... Debido a la oscuridad, pensó que debía de ser ya noche entrada, lo que poco a poco fue derivando en la pregunta de "¿Dónde están mis padres?". Era extraño no verlos allí... Tal vez es que habían ido pero se había terminado el horario de visitas y habían tenido que irse de nuevo.
Lentamente comenzó a mover los dedos, tenía que obligarse a desentumecerlos para poder levantarse. Sin duda, debía estar bajo alguna clase de anestesia.
Una vez sus extremidades comenzaron a responderle, emitió un profundo suspiro de alivio y se llevó las manos a la cabeza, descubriendo que tenía vendas colocadas en la misma, de hecho, comprobó que prácticamente un 60% de su cuerpo, estaba cubierto por ellas... Terminó por apoyar las manos en el colchón y hacer el esfuerzo por incorporarse, al menos hasta poder sentarse en la cama. Su mente estaba muy confusa, no estaba seguro de lo que había pasado o de cómo había acabado allí. De modo que al quedar sentado y ver sus brazos debidamente vendados e incluso con zonas llenas de curas y cortes que habían tenido que ser grapados, levantó la cabeza y miró a ambos lados de su camilla en busca del botón para llamar a la enfermera de guardia. Cuando dio con él, lo pulsó casi de forma insistente... Necesitaba saber demasiadas cosas ¿dónde estaban sus padres?¿Había estado alguien allí?¿Cómo había llegado hasta el hospital?

Apenas unos minutos más tarde de haber pulsado el botón, una enfermera portando una pequeña linternita, apareció por la puerta de la habitación, sonriendo de forma amable al muchacho:





— ¿Ya has despertado?¿Cómo te encuentras?

— ¿Qué hora es...?¿Cómo he llegado aquí?¿Y mis padres?

— Bueno, vayamos poco a poco... -revisó la ficha a los pies de la cama- A ver ¿te llamas Taemin,verdad?

—Sí...

— Tengo que revisarte primero - comentó mientras encendía una pequeña luz que había sobre la camilla, observando que el muchacho reaccionaba, como era de esperar,cerrando sus ojos a causa del cambio de luz - Taemin, necesito que abras los ojos y mire fijamente mi linterna.





Tras aquellas palabras, apagó la luz de la misma y la puso frente a la cara del joven para comprobar que enfocaba y la seguía de forma correcta. Asintió y luego de eso, la volvió a encender y comprobó de nuevo, que de forma normal, sus pupilas se contraían y tendía a cerrar los ojos para evitar una luz tan directa. 
Una vez echo eso y comprobado que tenía el pulso bien, del mismo modo que el que podía mover y coordinar correctamente las manos la joven enfermera escribió algo en el fichero a los pies de la cama y luego le miró y dijo con tranquilidad:





— ¿Qué querías preguntarme?

— ¿Dónde están mis padres? ¿Por qué no están aquí?

— Han estado aquí, pero las normas del hospital no permiten que los familiares se queden en la habitación de los pacientes durante la noche.

— ¿Entonces se fueron a casa?

—Vendrán por la mañana, no tengas miedo, aquí vamos a cuidar bien de ti.

— ... ¿Cómo llegué hasta aquí?

— Sobre eso, la policía querrá hablar contigo por la mañana.

— ¿Conmigo?¿Por qué conmigo?¿ Qué he hecho?

— No te asustes, Taemin... Te desmayaste en medio de la calle y varias personas que te socorrieron llamaron a emergencias y a la policía... ¿Recuerdas lo que te pasó antes de desmayarte?

— No... S-sólo recuerdo que iba al instituto en el metro...

— Entiendo... No te preocupes ¿de acuerdo? Aquí estás a salvo... mañana todo estará más claro y la policía no hablará si no están tus padres presentes, a menos que quieras pedirles que salgan.

— No comprendo porqué quieren hablar conmigo...

— Yo... Bueno, será mejor que ellos hablen mañana contigo, Taemin, es un tema muy delicado. ¿Quieres que te traiga algo de comer?

— No... Pero me gustaría poder beber agua...

— Te traeré un vaso ¿de acuerdo? Procura descansar, mañana el doctor te explicará el estado en el que te encuentras.





Taemin no añadió nada más y se recostó en la camilla viendo marchar a la enfermera, entornando los ojos mientras intentaba hacer sin éxito, memoria de lo que le había llevado a estar allí ¿Qué podría haber pasado para que tuviera que intervenir la policía?¿Se habría metido en algún problema? Resopló con fuerza y luego de ver volver a la enfermera y dejarle un vaso de plástico con agua junto a la camilla, suspiró y luego la vio apagar la luz de encima de la camilla antes de volver a irse y dejarle de nuevo solo, sumido en una parcial oscuridad.
Ni se molestó en acercarse a coger el vaso de agua y tomar... No... Lo cierto es que en aquellos momentos, lo único que le preocupaba era saber qué sucedía... Claro que por el momento, su cerebro parecía negarse a recordar nada. Miró de nuevo hacia donde estaban sus pertenencias y tras unos segundos, se puso en pie para ver si lograba alcanzar su teléfono móvil. No es que sirviera de nada, porque comprobó que la pantalla estaba reventada y el aparato en sí mismo, no respondía, de modo que estaba completamente incomunicado y sin poder hablar con nadie.
Se sintió profundamente cansado y profundamente frustrado, de modo que regresó a la cama y trató simplemente dormir, pero no pudo. Ahora que estaba despierto e incómodo, se preguntaba sobre lo que estaba pasando entorno a él. No comprendía nada y aunque intentaba recordar algo, no era capaz de ir más allá de estar en el metro de camino al instituto...



Ya sentado en la cama, miró en silencio su uniforme roto y lleno de sangre y le cruzó por la cabeza la idea de que quizás, le habían atacado y que por eso la policía quería hablar con él. Suspiró disgustado y volviendo a ponerse en pie, agarró el "perchero" del que iba pendido el suero y salió de la habitación. Puede que no estuviera nada bien que un interno saliera de su dormitorio sin permiso, pero necesitaba hacerlo o iba a enloquecer estando allí él solo. Les costaba bastante caminar, sentía una profunda incomodidad y algunos pinchazos de dolor en la zona de los lumbares,además de que su tobillo derecho estaba evidentemente en malas condiciones a pesar de haber sido debidamente vendado y atendido... Pero aquella molestia en esa zona... Inmediatamente se le vino a la vente el hecho de que podrían haberle violado... Abrió los ojos de par en par, cuando a su mente comenzaron a acudir en tropel todos los recuerdos vividos durante aquella mañana... Y en todos ellos estaba aquel completo idiota... Jonghyun... El causante de que en aquellos momentos estuviera ingresado en un hospital, era él... Seguramente la gente hubiera visto sus ropas rotas y llenas de sangre y hubieran pensado que habían intentado asesinarle... más luego, si en el hospital le habían hecho un chequeo médico, habrían encontrado algo más en cierta zona de su anatomía, que de seguro encajaría a la perfección con la idea de que había sido violado.
En ese preciso momento, Taemin se dio cuenta de que lo sucedido entre él y Jonghyun, se había ido completamente de las manos de ambos. Los dos habían perdido el control o quizás, nunca lo habían tenido pero... En ese momento, era su decisión... Tenía ahora mismo el poder de frenar en seco la horrible tortura a la que había estado sometido durante los últimos tres años... Podía señalar directamente a Jonghyun y culparlo de todas las heridas que habían encontrado en su cuerpo... Jonghyun tenía 17 años y ya podía ser juzgado como un mayor de edad si los cargos eran lo suficientemente graves, podrían incluso mandarlo a la cárcel pero... ¿No era algo excesivo...?¿Estaba bien?

No... No estaba bien. Ni siquiera debería estar barajando algo de semejante calibre... No podía pensar en hacerle algo así a nadie, ni siquiera a Jonghyun, por muy cruel que fuera, la idea de privar de la libertad a alguien, le dolía profundamente... Se debatía entre mentir y adornar la historia lo suficiente como para que le dieran a aquel demente una pena de cárcel, o decir la verdad, que ellos dos pelearon y que hubo cosas en las que perdieron el control y que por tanto, llevaron a las autoridades a error...

Sí, en cierto modo podía engañarse y pensar que Jonghyun le había violado, pero habría sido fatídicamente hipócrita por su parte si lo pintara de esa manera, ya que la realidad, distaba mucho de una violación... Él mismo había cedido y ni siquiera sabía porqué ¿En qué diablos estaría pensando para acabar permitiendo que aquel estúpido le tocara? ¿Qué le pasaba por la cabeza? Ni siquiera él mismo se entendía.
Miró al rededor... Todo estaba aparentemente desierto. La luz que tintineaba en el pasillo y que se veía desde su habitación, correspondía con un viejo letrero que señalaba una salida de emergencia. Definitivamente no quería esperar a mañana. Regresó a su habitación y lo primero que hizo fue sacarse de la forma,más rápida y limpia que pudo, el tuvo de suero. Se cubrió la pequeña herida que restaba con la misma cinta con la que estaba sujeto el suero y luego se quitó la bata del hospital para apresurarse a ponerse su ropa rota.
No iba a quedarse allí y no iba a esperar al día siguiente para tener que enfrentar la vergüenza de tener que decir que todo era un absurdo malentendido.

Una vez se puso su uniforme roto, se cargó su mochila y su bolsa, comprobando tener aún las llaves en ésta última. Se iba a casa... No iba a quedarse allí ni un segundo más.
Se acercó de regreso a la camilla y dándole la vuelta a la hoja del informe médico, usó el bolígrafo que pendía del mismo y dejó una nota que rezaba así.

"Lamento informar a los señores agentes que todo lo que les hayan informado ha sido pura sugestión. No tengo nada que denunciar ni nada que decir al respecto de lo sucedido.
Por favor, no acudan a molestarme, no tengo nada más que decir.
Sólo quiero que éste incidente se olvide tan pronto como sea posible y que se me permita regresar a la paz de mi vida normal.

Att. Lee Taemin"

Dejó la nota, lo suficientemente a la vista como para que fuera simple y evidente de ver nada más entrar y finalmente, tras asegurarse de llevar todas sus cosas encima, salió de la habitación mirando con preocupación a ambos lados del pasillo para asegurarse de que nadie impedía que se marchara. Bajó casi tres pisos, yendo por las escaleras, seguro de que esa zona, era menos transitada y menos vigilada que la de los ascensores.
Ya en el piso bajo, pudo ver a la enfermera de guardia en el escritorio de la entrada, revisando papeles. No parecía estar demasiado atenta a la salida, pero sin duda, levantaría la cabeza cuando le viera salir y no quería que le detuviera y le obligara a volver a la cama...

De igual modo, tampoco quiso quedarse allí a esperar que aquella mujer se distrajera y en el mismo momento en el que se dispuso a salir del hueco de las escaleras, escuchó que se movía y vio como se alejaba por el pasillo contrario. Sonrió pensando que se había logrado salir con la suya y caminando de la manera más silenciosa que le fue posible a la par que ligera, salió corriendo del hospital.

Seguía sin tener ni idea de la hora que era, lo único que tenía claro es que era noche cerrada. Comprobando el nombre de la clínica en la que se encontraba, respiró aliviado al saber que su casa quedaba a una hora de camino si iba andando y a veinte minutos si se decidía a gastar el dinero del almuerzo de la semana en un taxi... ¿Qué podía pasar? A aquellas horas dudaba que Jonghyun andara por la calle, pero ciertamente... Con el dolor que sentía por todo el cuerpo, lo último que le apetecía era irse caminando por una larga hora entre calles desiertas y oscuras.
Así que caminó a la parada de taxis más cercana, dos calles más allá y allí pilló uno, aunque al hombre le preocupó su aspecto, él le dijo que no se preocupara, que simplemente venía de una fiesta de disfraces donde se les había pasado la mano con las cosas.

Obviamente aquella mentira no había quien se la creyera, pero Taemin no tenía aspecto peligroso ni sospechoso y el hombre lo llevó a su casa, recibiendo luego de buena gana, el dinero del muchacho al comprobar que efectivamente llevaba encima y que no era de esos que luego se pondría a armarle ninguna clase de numerito para que no le cobrara o que alegaría que se le había perdido la cartera y demás.

No hubo mayores contratiempos y Taemin vio que el hombre parecía esperar allí a ver si era cierto que aquella era su casa o no... Tal vez sólo estaba cuidando que entrara y estuviera bien hasta que la puerta se cerrara. Quizás fueran solo cosas de su cabeza, pero le resultó terriblemente incómodo. Sacó las llaves de la bolsa pequeña que él mismo había cosido el día anterior y tras meterlas en la cerradura, girarla y abrir, entró en casa sin hacer ruido y sin volverse a mirar si aquel taxista seguía o no fuera de la casa... Al menos no lo miró hasta que la puerta estuvo cerrada. Pasó de vuelta la llave y se acercó a la ventana de la cocina, viendo que el coche ya había arrancado y se iba... Tal vez sólo se estaba comenzando a emparanoiar un poco por culpa de lo sucedido con Jonghyun... ¿Por qué iba a dejar que se librase tras todo lo sucedido el día anterior? Se sintió profundamente despreciado por él, cuando le dijo que todo lo que había pasado, no valió para nada más que para desfogarse, como si él no tuviera ninguna clase de sentimientos, ni importara tampoco que los tuviese. Taemin se sentía como un trapo sucio cada vez que pensaba en aquella situación... Dejó la mochila con sus cosas sobre la mesa de la cocina y luego caminó con calma hacia las escaleras para irse a su cuarto a descansar. No tuvo necesidad de encender las luces, porque sabía perfectamente guiarse en la parcial oscuridad en la que estaba envuelta su casa.
Ya descalzo y con su pijama puesto, sonrió pensando que iba a poder descansar de aquella locura de día de una maldita vez, aunque no supo porqué, en el momento en el que abría las sábanas de la cama para meterse dentro, miró hacia la ventana y entornó los ojos... Le había parecido escuchar un motor... ¿Habría vuelto el taxista?... Tragando saliva, se acercó a la ventana. Por suerte, sus cortinas seguían corridas y a través de ellas, amparado por la oscuridad, miró hacia la calle y estuvo tan horrorizado por lo que vio, que tuvo que sujetarse de su escritorio... no... Tenía que haber visto mal.
Jadeando volvió a mirar y descubrió que no eran cosas de su cabeza, Jonghyun estaba en la calle, sentado encima de una moto y mirando hacia su casa, hacia su dormitorio, hacia su ventana... ¿¡Qué hacía allí!? Fue tal el nivel de pánico que alcanzó en unos pocos segundos, que perdiendo por completo el control de sí mismo, salió corriendo hacia el cuarto de sus padres gritando histérico:





— ¡Está aquí!¡Está aquí!¡Mamá, papá!¡Socorro!





Ninguno de sus padres le esperaba en casa, de modo que se llevaron un doble susto cuando, sobresaltados, despertaron de su sueño por los gritos de su hijo. No comprendían qué estaba haciendo Taemin en casa ni cómo había logrado llegar. Pero cuando encendieron la luz y vieron su rostro desencajado, supieron que algo no iba bien. Intentaron sin éxito sacarle algo, pero él sólo repetía que "él" estaba fuera y que había venido a buscarle.
Su padre salió al pasillo y fue directo a la habitación de Taemin, encendiendo las luces y luego abriendo las cortinas y mirando hacia afuera. La calle principal de la urbanización, parecía tan tranquila como cada noche. No vio a nada ni a nadie, fuera de sitio, no vio nada sospechoso... Pero de igual modo, le dijo a su mujer que iba a llamar a la policía. Taemin apenas podía hablar y a pesar de que intentaron calmarle y decirle que en casa estaba a salvo, ya no se sentía así... Él sabía dónde vivía...¿Qué significaba eso?¿Qué le había estado vigilando desde fuera del hospital y había seguido el taxi que había tomado?... Era una locura y al mismo tiempo no era una idea tan descabellada. Se negó de forma terminante a abandonar la habitación de sus padres y su madre decidió que dadas las circunstancias, lo mejor era dejarlo dormir allí y que su padre durmiera en la cama de Taemin.
Cuando todo se hubo calmado, preguntaron a su hijo por el hecho de que se hubiera escapado del hospital, pero él sólo dijo que no quería estar allí encerrado.





— La policía quería hablar contigo, Taemin... Estamos muy preocupados... ¿Qué te sucedió? Te encontraron desorientado, sangrando, lleno de heridas y golpes y.. -su madre fue incapaz de seguir hablando, estando firmemente convencida de que habían violado a su hijo.

— No quiero hablar de eso,madre...

— ¿Cómo que no quieres hablar de eso,Taemin? ¿Qué fue lo que te pasó?¿Quién te lo hizo?

— ¡¡Basta!!¡No quiero hablar de ello!

— ¿Es que acaso no piensas denunciarlo a la policía?

— Mamá... Mamá, sólo... Solo quiero tener una vida normal... Por favor... No quiero... No quiero hablar más... No voy a denunciar a nadie... Sólo quiero que éste día se acabe... Quiero dormir y no quiero hablar ni con médicos ni con la policía.





Sus padres no pudieron hacer que cambiará de opinión y dejaron que se acostara a dormir. También era cruel por su parte el pensar que su hijo, con todo tan reciente, estaba en condiciones de pensar con claridad. Ninguno de sus padres durmió esa noche a pesar de que Taemin se quedó profundamente dormido en su habitación. Muy temprano, los llamaron del hospital para informar de la desaparición del muchacho y de la nota que allí había dejado. Ambos progenitores tuvieron que disculparse con los doctores antes de tener que atender llamadas de la policía. Una patrulla se presentó en su cada e insistieron a los padres que si Taemin había sido apalizado y violado, lo mínimo que podían hacer por él, lo mejor y lo más justo, era convencerlo de que hablara, porque si no lo hacía, el culpable saldría impune de lo sucedido.
La conversación se prolongó lo suficiente como para que el propio Taemin se despertara y se encontrara con aquellos hombres uniformados sentados con sus padres en la mesa de la cocina... Pero su decisión era inamovible. Insistió en que no tenía nada que denunciar y se ofendió cuando insinuaron que tal vez trataba de alguna clase de práctica poco frecuente. Él se mostró escandalizado por semejante idea ¿a qué clase de persona podía gustarle que le hicieran daño?Simplemente se limitó a negar con la cabeza y a decir que no, que a él no le gustaba que le hicieran daño. Finalmente, los agentes de policía se "rindieron" con el asunto de Taemin, y le recomendaron que descansara y se recuperara de todo lo que había sucedido el día anterior. Era preferible que no fuera a clases, aunque él no parecía estar de acuerdo con eso... Pero realmente, su mente estaba muy confusa como para saber qué era lo que quería.

Cuando los agentes se marcharon, regresó a su habitación y cerró la puerta con la esperanza de evitar que volvieran sus padres a insistir sobre algo que ya había decidido que no iba a hacer. 
Se sentó en la cama y allí rompió a llorar, escondiendo la cabeza contra una almohada para así ahogar el sonido de sus sollozos. 
Todo era demasiado complicado... ni siquiera comprendía el motivo por el que estaba encubriendo a aquel desgraciado que no había hecho más que amargarle la vida... Quizás estaba siendo terriblemente permisivo, o compasivo... O simplemente estaba siendo jodidamente estúpido. Sí, seguro que era esa... Jonghyun ya le había demostrado que no tenía ninguna clase de límite ni control sobre lo que pasaba entre ellos dos y él mismo tampoco la tenía... De modo que lo más sensato, era pedir un traslado a otro centro escolar. Esperaba que el hecho de estar aún a principio de curso, le permitiera obtener plaza en un centro diferente. No lo habló con sus padres hasta la hora del almuerzo y ambos parecieron leer entre líneas, que el responsable de todo era un compañero de estudios o quizás alguien del entorno... Aunque también podía ser, simplemente, que fuera por el hecho de que su hijo hubiera agarrado miedo a tener que volver a repetir un camino tan largo, en el que desgraciadamente en el primer día de clases, le había tenido que suceder algo tan horrible como lo que habría tenido que pasar.
Obviamente no es fácil para un padre entender que su hijo ha sido golpeado y violado y que a pesar de ello, se niegue a hablar y quiera hacer como que nada de eso ha sucedido.
Sus padres le dijeron que a aquellas alturas, no merecía la pena cambiar de escuela, que tendrían que pagar el traslado de archivos y demás, que las cosas podían traspapelarse... Taemin solo dijo que no pasaba nada... Ya llevaba allí tres años y no tenía motivo para no ser capaz de superar aquel también... Sería suficiente con hacerle frente a Jonghyun o ignorarlo como nunca lo había hecho.

Pasó una semana recuperándose de todas las heridas y al fin llegó el momento de volver a clases. Sus padres le habían conseguido un móvil nuevo y todos sus compañeros y amigos le habían estado mensajeando sin parar, todos estaban preocupados por él, por saber cómo se encontraba, si estaba bien.
Se dijo a sí mismo que lo estaba, que todo aquello le había hecho más fuerte y que podría con lo que fuera que viniese después de eso.
Se sintió terriblemente extraño cuando salió a la calle. Notaba la inseguridad subir por su cuerpo conforme caminaba alejándose de casa y apretando con fuerza la correa de su mochila, repitiéndose mentalmente que todo estaba bien, todo iba a ir bien, no tenía porqué pasar nada... Caminó por toda la calle,mirando cada poco hacia atrás para comprobar que nadie le seguía y no fue hasta que llegó a la boca del metro que se maldijo mentalmente y se llamó paranóico por estar pensando que alguien le seguía...

Ahora estaba incluso convencido de que Jonghyun estaba fuera de su casa por las noches, pero no había vuelto a verlo ni una sola vez. Incluso cuando se despertaba en medio de la noche y se acercaba a la ventana a mirar en horas completamente dispares, nada había allí, de modo que llegó a la conclusión de que todo había sido producto de su imaginación y del hecho de que aquel día estaba extremadamente alterado y sensible por todo lo sucedido. 
Subió al metro en silencio, rodeado por una ingente masa de personas que como él, se dirigían a cualquiera que fuese su destino del día a día.
Se sostuvo de una de las barras y cerró los ojos porque se notaba levemente aturdido. En cierto modo, sabía lo que representaba ir en aquel metro a aquella hora y hacia el destino pertinente que era su instituto. Abría los ojos cada vez que notaba que el metro se detenía y que la gente a su alrededor, le empuja, queriendo o sin querer, para poder salir y entrar en un tropel desordenado pero lento... Soporífero... Tantos años haciendo aquello y hasta ese momento, no se había percatado de lo asqueroso y miserable que sentía que era en su existencia... Todo se redujo a aquellos momentos, a aquel lugar atestado de personas que iban como autómatas siempre en la misma dirección, incluso él, era un autómata más, que conociendo lo que le esperaba al final del trayecto, igualmente tomaba el camino...
Taemin emitió un suspiro de tristeza... Nunca había llevado una mala vida, al menos hasta que conoció a aquel chico que se decidió a comenzar a hacerle la existencia imposible... Y pensar que todo comenzó con un simple tropiezo y con un chicle en el cabello... Jamás habría pensado, tres años atrás, que el desenlace de todos sus males ,iba a resumirse únicamente en el nombre de una sola persona... Un nombre que ya aparecía en sus pensamientos en plena madrugada y le hacía sentir pánico con sólo evocarlo e imaginar que estaba allí, en algún oscuro recobeco de su habitación, esperando a que se quedara dormido, para caerle inmediatamente encima y acabar con su vida de un solo plumazo... Como un montón de polvo que el viento se lleva sin que a nadie le importe... Porque él se sentía así a pesar de haber sido apoyado por todo el mundo...Sentía que no le importaba a nadie, porque era incapaz de hablar de ello.
De sus labios no había salido una sola palabra de lo sucedido, nada de lo que DongHae le había hecho saldría nunca a la luz.

Escuchó el nombre de la estación en la que sin lugar a dudas,desearía no haber huído una semana atrás y apretó con fuerza el agarre de sus manos antes de volver a abrir los ojos y... encontrarlo de frente.





— Hola, Taemin...

— ...

— ¿Te has quedado mudo,maknae?





Taemin no fue capaz de responder. Jonghyun lucía muy diferente, tan mayor... Tan maduro con el cabello teñido de oscuro como lo tenía en aquellos momentos...
Giró la cabeza para no verle y cerró los ojos preguntándose en qué diablos estaba pensando como para centrarse en que aquel demente estaba guapísimo con aquel nuevo aspecto. Irradiaba una energía diferente ya que su propio aspecto había cambiado... Taemin lo sentía algo más amenazador a la par que sosegado. Miró hacia arriba cuando estuvieron completamente pegados por el poco espacio que había en el vagón, notando como sus cuerpos se rozaban de forma accidental por el movimiento y causándole una gran incomodidad...Al mismo tiempo se sentía atraído como una polilla a la luz... Siempre le había parecido un hombre inalcanzable y en esos momentos, lucía más intocable e inalcanzable que nunca, como si fuera un león orgulloso ante la vista de una patética y vulgar hormiga, en le que ni siquiera merecía la pena reparar. ÉL volvió a insistir e incluso terminó por moverlo a una esquina del vagón sin mayor oposición por la parte del maknae, frenando sólo, cuando la espalda de Taemin, vio frenado el retroceso por una pared. Lo había arrinconado y tras eso, siguió procurando increparle, dándole algún que otro toque con el dedo, sin tener precisamente cuidado al hacerlo, pues su intención no era ser ni bueno ni amable con aquel chico que había intentado llevarse bien con él desde el primer momento. 
Aún, a pesar de aquel juego de provocación que estaba ejerciendo el más alto,Taemin intentó mantener la calma y no perder las formas. No quería hablar, quería que le ignorara, quería volverse completamente invisible y desaparecer a los ojos de Jonghyun, pero él, parecía tener otros planes... Era imposible que Taemin supiera lo que le pasaba por la cabeza, evidentemente, nunca sabía qué era lo que podía pensar, porque siempre actuaba de forma completamente irracional, como un animal llevado pura y meramente por sus instintos y sin ninguna clase de preocupación por las consecuencias.
Apenas hubo cerrado los ojos, sintió una de sus manos asiarle con fuerza por un brazo, provocando que le doliera cuando se lo dobló bruscamente y se lo puso a la espalda mientras se acercaba a su oído y susurraba:





—Te has vuelto un completo maleducado ¿no te han enseño tus padres que cuando se te habla tienes que responder?

— Por favor... Por favor, Jonghyun... No quiero que haya más problemas, ya tuve suficiente la semana pasada...

— Lo sé, salió en todas las noticias que un chico había sido trasladado de emergencia al hospital tras desmayarse delante de una veintena de personas. La policía y los médicos dijeron después que fue un caso aislado... ¿Por qué guardaste silencio?

— Porque...por que yo no soy como tu... Yo no voy destrozándole la vida a la gente -solloza y gira la cabeza a verle.

— Ah... maknae... Deberías haberme entregado... No pienses que por ésto que has hecho, voy a ser considerado contigo, ni que voy a cambiar.

— ¿P-por qué no?¿Es que acaso no me agradeces que te haya salvado?

— ¿Sabes qué pasa? Que me da asco que no hayas tenido el valor de ponerle freno a ésto...





Jonghyun apretó el agarre del brazo de Taemin contra su espalda, haciendo que éste emitiera un leve quejido, que el propio Jonghyun acalló cubriéndole la boca con una mano mientras se pegaba a su oído y susurraba:






"Ahora que has vuelto, voy a destrozarte hasta que no quede nada de ti...".

EL AMOR ES COSA DE IDIOTAS 2º

Personajes: JongTae [Jonghyun + Taemin]
Género: Drama /Suspense/Lemon
EEL: +16

Resumen: La clase de persona que no es Taemin, es Jonghyun. Dos polos completamente opuestos que más que atraerse, se repelen de forma irrefrenable. Tae maldice su suerte cuando descubre que en el presente curso, Jonghyun va a estar en su misma clase. ¿Podrá soportarle durante todo el curso o terminarán ambos de la peor de las maneras?






Tras aquel inesperado puñetazo en el estómago, Taemin calló al suelo de rodillas, intentando encontrar con mucho esfuerzo, el aire que había perdido tras el golpe. Bajó la vista intentando concentrarse más en respirar, que en el dolor que sentía en esos momentos. Con jadeantes espasmos, fue poco a poco recuperando el aliento y cuando en cierto modo, pudo respirar, obviando el dolor, cerró los ojos y frunció el ceño. ¿Qué diablos le pasaba a aquel tipo? Jonghyun parecía no tener límites en su constante arremetida contra su persona, y lo peor es que la sensación de alivio y seguridad que había sentido mientras le atendía las heridas, se había esfumado. No podía fiarse de él ni bajar la guardia ¿en qué estaría pensando? El propio Jonghyun le dijo que no sentía por él más que desprecio y que quería hacerle daño pero... ¿por qué? Siempre le llamaba de forma despectiva por su nacionalidad pero ,era criado en Corea, de modo que aquello no tenía mayor sentido de ser.
Levantó la vista y observó en silencio a Jonghyun, lo observaba desde arriba con un aire de superioridad que no había visto nunca en nadie. Sin duda, se regodeaba del dolor que le había causado y que a ciencia cierta,debía reflejarse en su cara.
Taemin nunca había sido de peleas, odiaba pelearse y más aún odiaba tener que pegarle a la gente, pero pegarse con aquel chico, era un pase VIP a urgencias con traslado en ambulancia. Estaban solos en un sitio en el que absolutamente nadie sabía que estaban y él, estaba en inferioridad de condiciones, comparado con Jonghyun, era todo un enclenque y debía lucir como una hormiga queriendo vérselas contra un elefante.





— Creo que ya te ha quedado finalmente claro cómo funciona ésto ¿no es así,maknae?

— Mnff...

— Sí,creo que sí que lo has entendido.

— Puedo saber... ¿por qué me odias tanto?

— ¿Cómo dices?¿Por qué te odio? -se ríe de forma estruendosa antes de negar con la cabeza - Eso es lo que me enferma de la gente como tú. Siempre necesitáis encontrar un motivo para cada cosa. No hay un porque, es simple, te odio y no hay nada más. Buscar justificaciones a eso, es de cobardes.

— ¡Pero es que no te he hecho nada como para que me odies!

— Existir. Eso es suficiente como para que mi odio por ti sea tan inmenso. Sólo quiero hacerte daño y que entiendas que te has cruzado con el hombre equivocado.

— No puede ser que sólo quieras dañarme... Hace unos minutos me estabas socorriendo -acaba por ponerse en pie y encararlo- Algo de bondad tiene que haber en todo esto.

— Te estás ganando que te aplaste la cabeza contra el suelo, escoria.

—¡Deja de llamarme así!¡Me llamo Taemin! ¡Has tenido tres malditos años para aprenderte mi nombre!

— Como sea, no voy a ocupar mi tiempo en aprender cosas de ti.

— Y sin embargo lo ocupas yendo todo el día detrás mío...





Cuando Jonghyun se giró a verle, Taemin supo que había cometido un error garrafal al ponerse a responderle como si fuera alguien con quien pudiera discutir sin ninguna clase de consecuencia. En cuanto lo vio fruncir el ceño, su cerebro encendió la luz de emergencia y echó a correr al interior del edificio en obras, con Jonghyun pisándole los talones. Podía escuchar el eco de su voz ronca profiriendo insulto tras insulto hacia su persona y antes de poder pensar en los contras de su decisión, se encaramó a unas escaleras que estaban sin terminar y las cuales fue subiendo de dos en dos hasta que dejó de haber peldaños y se encontró con el armazón de hierro. Ni pensó que se podía matar, se sujetó como pudo de la pared y empezó a caminar por encima de los hierros, intentando centrarse en no perder pie y dando por hecho que aquello iba a sostener su peso. Se detuvo a unos 6 metros de dónde estaba el último escalón y giró la cabeza para ver si Jonghyun le seguía o no.
Aquel toro en plena estampida, parecía haberse frenado en seco en cuanto los escalones se hubieron terminado y parecía a la expectativa de ver si se mataba o no en aquella caída de cerca de 20 metros, que tenía a sus pies si una de las barras de hierro cedía por estar mal sujeta. No parecía tener intención de seguirlo, pero había algo mucho peor... Le bloqueaba completamente el único sitio por el que podía volver a suelo firme. Cuando el pánico se reflejó en los ojos y la cara de Taemin, Jonghyun sonrió ampliamente, de nuevo había ganado a aquel maknae, sin que se diera cuenta, como la presa que era, que él mismo se había arrinconado y que ahora, el cazador, sólo tenía que esperar. La presa se cansaría y tarde o temprano tenía que regresar sobre suelo firme y ahí estaría él, esperándole. 
Taemin frunció el ceño cuando vio que se sentaba tan alegre en el último escalón mientras descolgaba los pies en el vacío y los balanceaba calmadamente.





— ¿Q-qué haces,Jonghyun?

— Esperar. No durarás mucho ahí arriba y yo estaré aquí cuando se te ocurra moverte.

— Jonghyun, esto no es gracioso... Esto está muy alto... ¿De verdad que te vas a quedar ahí sin hacer nada?

— Sin duda. Desde que decidas venir aquí, yo mismo voy a empujarte y a ver qué tanto ruido haces al estamparte contra el suelo.

— ¿Qu-qué? -se queda sin aire mirando hacia el más alto - Jonghyun... Por favor...M-me...me está dando mucho vértigo... Deja que regrese y me baje de aquí...

— Eres libre de voltearte y venir -dijo sonriendo con evidente malicia mientras se ponía en pie nuevamente- ¿No te sientes bien al borde del precipicio,maknae?

— Al diablo... -dijo para sí mismo antes de intentar retornar por encima de los hierros de regreso hacia donde estaba Jonghyun, aunque se detuvo a una distancia suficiente como para que no pudiera alcanzarle con la mano - Es en serio,Jonghyun...Deja que me baje de aquí... Una cosa es darme una paliza y otra es hacer que me mate.

— ¿Y por qué crees que es así? Puedo dejar que te caigas, que te rompas y luego abandonarte a tu suerte. Nadie sabe que estás aquí. Nadie, salvo yo...

— ¡Estás enfermo!¡Basta,basta!¡O dejas que me baje o voy a...!

— ¿¡O vas a qué!?¿¡A tirarte!?¡Tírate! Llevo tres insufribles años esperando éste momento ¡Tírate y que te jodan,maldito Taemin!

— ¡¡CÁLLATE!!





Ambos se miraron. Taemin notaba subir y bajar su pecho a causa de la ansiedad que le daba el saber que estaba suspendido en el aire sin nada más que lo sostuviera, que unas finas barras de hierro, que poco a poco empezaban a ponerle nervioso. Un tropiezo y se convertiría en puré maknae. Cerró los ojos de nuevo y pegó la espalda cuanto pudo a la pared mientras intentaba mantener sin éxito, la calma. Incluso terminó sollozando y sabía que aquel enfermo de Jonghyun, no le quitaba los ojos de encima y que seguía a la espera de agarrarlo y echarlo al vacío. 
Cuando volvió a mirar, él seguía allí de pie, con su sonrisa torcida, esperando a que perdiera completamente la paciencia y que diera un paso en falso... ¿Merecía la pena todo lo que estaba sucediendo aquel día, con tal de evitar una paliza de Jonghyun? Los golpes, los moratones, podía curarse... pero una mala caída, podía matarle, podía dejarle inválido para toda la vida... Volvió a fijarse de nuevo en su perseguidor y se dijo a sí mismo "Ahora o nunca,Taemin...". Hizo de tripas corazón y en cuestión de segundos, se lanzó contra Jonghyun,pillándolo completamente por sorpresa y acabando ambos, rodando escaleras abajo hasta el primer descansillo de aquellas grandes escaleras. Los escalones no les hicieron a ninguno, precisamente caricias y cuando quedaron detenidos en el rellano, Taemin podía notar no sólo todo el cuerpo dolorido, sino el peso de Jonghyun encima suyo. Desorientado, movió la cabeza y pudo ver que parecía haberse desmayado, pero tenía una brecha en un lado de la cabeza, que le hizo preocuparse horriblemente por toda la sangre que había manchando sus ropas. Se hubiera movido, pero él mismo no estaba en condiciones de hacerlo y sufrió también un leve desmayo. En la caía escaleras abajo, Jonghyun había tenido la mala suerte de darse con la cabeza en los escalones en más de una ocasión y por ello, estaba en aquellos momentos, sin consciencia. 
Taemin emitió un leve sollozo en el momento en el que volvió a abrir los ojos y levantó la vista al techo mientras sentía dolor en cada parte de su cuerpo. Quizás se hubiera roto algo... Quizás tuviera algo más que contusiones, tal vez fracturas o algo así... Todo aquello, simplemente por lidiar con aquel psicópata que decía que quería hacerle todo el daño posible ¿podía hacerle ya más daño? Seguramente sí... Intentó moverse despacio para incorporarse, pero el hecho de tener a Jonghyun encima, no ayudaba a que su dolorido cuerpo pudiera obedecer de forma eficaz las órdenes que su cerebro transmitía. Intentando mantener la calma, movió un poco al más alto:




— Jong... Jonghyun, despierta... Vamos... no me...no me hagas esto... Despierta... por favor...Jonghyun -lo llamó con un hilo de voz,temiendo que en lugar de estar desmayado, se hubiera roto el cuello - Despierta, por favor... -le mueve levemente la cabeza para apartarle el cabello del rostro- ¿Jonghyun?

— Mmnff... -jadea y entreabre apenas los ojos sin llegar a enfocar bien, lo que había a su alrededor, aunque lo primero que le llegó fue el olor y el sabor de la sangre, y el sonido de la voz de aquel maknae, pronunciando su nombre y haciendo que se le revolvieran las tripas.

— Dios...M-menos mal... Estás vivo...¿Crees que...puedes mover...?





Taemin no llegó a finalizar la pregunta, porque las manos de Jonghyun se apretaron de forma inminente entorno a su cuello y apretaron oprimiéndole de tal modo la tráquea, que no tardó más de unos pocos segundos en comenzar a sentir la falta de aire. ¿Es que nunca iba a parar? Apenas si estaba completamente consciente y su primer impulso había sido agarrarlo por el cuello y apretar para asfixiarle. Taemin abrió la boca buscando el aire que le faltaba y comenzó a patalear con todas sus fuerzas y a tratar desesperadamente de quitar las manos de Jonghyun de su cuello, pero él parecía recuperar más y más fuerza por momentos, haciendo que quitárselo de encima, fuera algo verdaderamente complicado y casi imposible. El más bajo empezó a ponerse más y más colorado conforme perdía el oxígeno, hasta que en un destello de lucidez, levantó una rodilla y golpeó tan fuerte como pudo, la entrepierna de Jonghyun, logrando que éste soltara su cuello y se preocupara por sujetarse las partes nobles de su cuerpo. Fue entonces cuando Taemin comenzó a toser y a tomar bocanas de aire de manera completamente errática e irregular. Pudo escuchar la voz de Jonghyun llamándole de todo en su de por sí, soez y vulgar lenguaje e inmediatamente trató de ponerse en pie para alejarse de él , todo lo que le fuera posible.



Craso error. Apenas trató de ponerse en pie y notó un terrible dolor en el tobillo derecho, teniendo no solo que detener su nuevo intento de huída, sino que además, se agachó y sentó en uno de los escalones,comprobando con horror, que parecía tener el hueso salido de sitio. Lo primero que se le pasó por la cabeza al ver aquello fue "Estoy acabado...". Giró la cabeza a ver a Jonghyun ,pero éste, no se le había acercado, estaba sentado contra la pared con aparentes intenciones de empezar a reírse y en cuanto comenzó a hacerlo, se preguntó si es que el golpe en la cabeza lo había terminado de volver demente...
Jonghyun se reía aunque terminaba con una mano en la zona herida de su sien y profiriendo maldiciones, aún sin haber dejado de carcajearse. No fue hasta que levantó la vista y miró a Taemin, que finalmente se decidió a hablarle:





— No puedo creer que después de todo lo que te ha pasado, aún tengas ganas de correr -le observa sin perder la sonrisa- ¿Por qué no te rindes,maknae?

— Porque quiero vivir... -susurró Taemin frunciendo el ceño y apretando los labios - ¿Es que acaso lo ves divertido?

— Vivir... -dijo sin responder a su pregunta y levantando la vista al techo- De modo que, tu idea de vivir, es que nos matemos los dos por las escaleras.

— ¿Y qué esperabas?¿Qué te dejara que me tirases desde allá arriba?

— ¿Qué te hace pensar que lo habría hecho?





Ambos se miraron en un silencio que se prolongó por varios minutos, tanto fue así, que Taemin empezó a sentir incomodidad por el modo en el que Jonghyun le miraba... Como si estuviera tratando de leer sus pensamientos con los ojos, como si aquella mirada fueran dos dardos clavándose en los más profundo de su ser... Tenía miedo, no lo negaba y no disimulaba que a esas alturas, Jonghyun, le daba pánico. Pero él solo sonreía y le observaba de forma casi casi cariñosa... O más bien de forma menos agresiva, más desenvuelta, con mucha menos inquina de la que solían reflejar sus ojos.
Aquella sonrisa le preocupaba, quizás estaba barajando en su desequilibrada mente, tomarlo desprevenido y reventarle la cabeza con un bloque de cemento o algo peor. Pero no parecía tener intención de moverse, de pronto, lucía como si hubieran levantado la bandera blanca e hicieran un alto el fuego por unos momentos.





— ¿Te quedaste sin palabras, maknae?

— Deja de llamarme así... Tengo nombre ¿no te acuerdas?-replicó mientras se abraza a sí mismo y le daba la espalda.

— Ah...Es verdad, lo había olvidado por completo... Taemin ¿no es así?





Lo dijo con un tono terriblemente burletero, pretendiendo en evidencia, sacar a Taemin de sus casillas... pero tras todo lo acontecido aquella mañana, lo último de lo que tenía ganas el más bajo, era de ponerse a discutir con él por una banalidad... Antes de verlo venir, Jonghyun se había acercado por su espalda y se había sentado a su lado, observándole con esa media sonrisa que ahora hacía que su cuerpo se erizara. No confiaba en él, ya había demostrado en aquel horrible día, que no era de fiar y que fiarse de él, significaba acabar con un puñetazo en el estómago. Se recostó un poco en la pared y le miró con preocupación:





— ¿Ahora qué vas a hacerme...? Ya no puedo correr... Tampoco puedo esconderme en ninguna parte ni tengo con qué defenderme... ¿Aplastarás mi cabeza como si fuera una sandía?

— Estoy seguro de que disfrutaría mucho haciéndote algo así -dijo sonriendo de forma autosuficiente mientras observaba a Taemin a los ojos,casi sin parpadear- Pero no... Se me ocurre algo mucho mejor que hacerle a la persona a la que más odio.

— ¿Me romperás uno a uno los huesos del cuerpo? -ve que acorta la distancia entre ambos y se apoya más en la pared, siendo consciente de que no tiene modo de escapar.

— Seguro que eso te gustaría ¿no es así,Taemin? Que te destroce y si sales con vida, puedas decirle a todo el mundo, el malvado y perverso que soy con un mierdecilla como tú.

— E-eres perverso... y todo el instituto lo sabe...

— Ssshh... -lo manda a callar mientras apoya una mano al lado de la cabeza del más bajo- Voy a demostrarte, que tengo muchas otras maneras de acabar contigo.





Tras aquellas palabras, Taemin observó con desconcierto cómo Jonghyun se inclinaba sobre él y acercaba sus rostros hasta que finalmente sus labios hicieron contacto. Sintió un escalofrío subir por su cuerpo cuando adivinó un desagradable sabor a sangre, provenir de la boca del mayor. Resoplando y tratando de imponer la lógica, Taemin puso las manos sobre el torso de Jonghyun para procurar apartarlo de su cuerpo, algo que no logró, pues el más alto, le sujetó las muñecas e hizo que las apoyara contra la pared a modo de inmovilizarlo, provocando que el maknae emitiera un quejido. Era normal que se quejara, tenía todo el cuerpo magullado de golpes, de cortes... Y los escalones por los que habían rodado, no hacían precisamente caricias.
Poco a poco, los labios de Jonghyun comenzaron a presionar los suyos para abrirse paso y encajar sus bocas, la una con la otra como dos piezas de puzzle, hechas para estar juntas. Sus lenguas se rozaron y enredaron, mezclando las salivas y la sangre que aún hubiera en la boca del más alto, dejando en ambos, la sensación de tener algo oxidado en la boca, pero que por consiguiente, era igual de excitante.
Aún sin ser plenamente consciente de lo que estaba pasando, Taemin notó que Jonghyun soltaba sus manos para poder moverle y echarle sobre el suelo, mientras él mismo se acostaba encima suyo, dejando sus cuerpos juntos, sintiendo sus respiraciones aceleradas y el calor manar de uno y otro.
Aquello era un sin sentido... Si se odiaban tanto ¿por qué estaba pasando aquello?¿Por qué se estaban besando?¿Por qué las manos de Jonghyun habían empezado a recorrer de aquel modo el cuerpo del maknae?
Taemin podía sentir aquellas firmes caricias bajar desde sus hombros hacia su vientre por encima de la ropa, llegando en ocasiones, a ser más que evidente el roce accidental de la piel de los dedos del mayor con la suya propia a través de las roturas que tenía su uniforme tras lo sucedido con los alambres de espino. Asistió con sorpresa a la prematura desnudez de su ahora amante. Jonghyun se quitó el jersey y la camisa del uniforme escolar, como si fueran prendas en llamas, que le molestaban y le quemaban sobre la piel, dejándose el cabello despeinado, viéndosele así, con un toque completamente sensual y salvaje. No era la primera vez que Taemin le veía sin camisa, pero era la primera vez que verdaderamente se detenía a observarlo y a deleitarse con su musculada silueta, ya que en el instituto, aquel demente, podía pasar muchas horas jugando en las canchas sin camisa y haciendo suspirar a todas las chicas cada vez que se sacudía el sudor del cuerpo... Por primera vez, entendía aquella fascinación... Tragó saliva en el mismo momento en el que Jonghyun se inclinó para volver a besar sus labios, ahora de forma hambrienta, como un animal que acaba de ser liberado de su jaula y que ha encontrado lo que desea devorar tras meses de ayuno. Entre jadeos, Taemin, sintió cómo empezaba a desabrocharle la camisa y con cierto sonrojo en el rostro, con timidez, por lo que él pudiera pensar al ver su cuerpo, ayudó a desabotonar la camisa, dejando visible una piel blanca salpicada de enormes hematomas amoratados por todas partes. Sus brazos estaban llenos de cortes e incluso alguno más había en su vientre. Aquello no pareció disgustar al más alto, pues esbozó una gran sonrisa al saberse artífice de aquel lienzo de cardenales.
Inclinándose del todo sobre el maknae, Jonghyun se pegó a sus claros y pequeños pezones, para juguetear con ellos con lengua y dientes mientras escuchaba a Taemin gemir a causa de sus atenciones mientras subía y enredaba una mano en sus cabellos. Apenas le dio tiempo a disfrutarlo verdaderamente, porque de forma casi inmediata, Jonghyun se incorporó, quedando frente a su presa con una sonrisa autosuficiente. Era evidente a qué zona de su anatomía, estaba dirigiendo Taemin su mirada, y en un inequívoco gesto de picardía y seguridad, el más alto tomó sus manos e hizo que desabotonara el cierre de su pantalón y que comenzara a bajarlo para dejar salir lo que llevaba rato siendo oprimido dentro de la tela. Para ese momento, el maknae miraba a los ojos a Jonghyun... Y en cuanto sintió que la tela se deslizaba hacia abajo, movió la cabeza y se incorporó un poco para poder mirar. Sus ojos se posaron primero en el vello oscuro que bajaba del ombligo del mayor y que dibujaba un camino descendente hasta su entrepierna, en la que también había vello...Se llevó una mano a la boca en un evidente gesto de sorpresa al ver el tamaño de aquella erección, se presentaba ante él, erecta y orgullosa, venosa,hinchada y enrrojecida por el encierro al que había estado sometida.

Tras unos segundos de duda, y volviendo a mirar a Jonghyun a los ojos, Taemin bajó una mano y tratando de mostrar su mayor aplomo, sujetó la erección del mayor, haciéndole emitir un gemido ronco en el mismo momento que comenzó a masturbarle. Cerró los ojos sintiendo cómo le vibraba en la mano, como si el cierre que ejercían sus dedos entorno a aquella polla, fuera el verdadero destino por el que debía entrar. 
Jonghyun comenzó entonces a llenarle los hombros y el cuello de marcas de mordeduras, pues cada vez que enganchaba la piel de Taemin, no saltaba hasta haber incrustado bien los dientes en ella,asegurándose de que así dejaba aún más señales en él. De vez en vez,movía la cadera contra la mano del maknae, al menos hasta que perdió completamente la paciencia y como quien maneja un muñeco, se incorporó y puso al más bajo a cuatro, pasando las manos hacia delante y sacándole con premura el cierre del pantalón, para a jalones, bajar la pendra por debajo de sus muslos. Sonrió de nuevo y al ver que en aquella zona, no había marcas,se dio el gusto de propiciarle a Taemin un buen azote, escuchándole gritar sobresaltado y cómo, de forma inmediata, la piel de la zona, se enrrojecía tras el golpe. 
No es que fuera un hombre escrupuloso, pero no tenía intención de dañarse su propia polla por entrar en aquel estrecho orificio sin dilatación y sin lubricante, de modo que pegó la boca y comenzó a lamerle y llenarle de saliva, mientras le mantenía sujeto por las caderas para evitar que se apartara, llegando incluso a dejar un buen mordisco en una de sus nalgas.
Taemin gimió con voz aguda mientras echaba una mano atrás para sujetar a Jonghyun por el cabello, si bien para pegarle más contra sí o para alejarlo cada poco. En un visto y no visto, Jonghyun se había incorporado y lo tenía sujeto por el pelo, haciendo que apoyara la cabeza contra el suelo, evitando así que se levantara o revolviera, mientras con la otra mano, se sujetaba la base de la polla y apretaba contra aquella estrecha entrada:





— Aah...Mmnff... E-espera... E-espera, Jonghyun...¿N...No vas a ponerte...un condón? -jadeó Taemin intentando moverse de la postura en la que el mayor lo tenía colocado.

— Ah...¿Para que coño quieres uno? -sonríe de lado y dice con voz gutural- Disfruta de que vas a notarla entera dentro de ti, sin la molestia de esa porquería.





Antes de que Taemin tuviera tiempo de replicar, Jonghyun había apretado su glande contra su entrada con tanta presión, que los músculos habían cedido y se habían dilatado para dar paso a la punta de su erección,antes de contraerse y volver a apretarse y cerrarse entorno al glande. Un gemido agudo salió de los labios del más bajo ,mientras el mayor de ambos,tensaba todos los músculos del cuerpo y aún sujetándolo por el cabello contra el suelo, retiraba la mano de su erección y la colocaba en la cadera del maknae para evitar que se apartara. No iba a esperar a que su cuerpo se dilatara, no era de esos hombres pacientes; de modo que moviendo la cadera de forma brusca, chocó violentamente contra el cuerpo de Taemin, deteniéndose tan solo cuando el muro de sus caderas impidió que llegara más allá,hundiendo su polla en su cuerpo como un puñal venoso que no pretendía más que hacer daño. El coche de sus testículos contra la piel del maknae, hizo eco en aquel edificio, para al momento ser coreado por un grito proferido en una mezcla perfecta entre dolor y placer.
Jonghyun emitió al mismo tiempo un jadeo y sin pensar en nada más que en "herir" a su compañero, comenzó entonces a embestirle a un ritmo relativamente acompasado, en el que sacaba la polla casi por completo, para luego arremeter hasta el fondo de Taemin, sonriendo cuando el propio maknae empezó a intentar mover la cadera al ritmo que él marcaba, siguiendo con movimientos serpenteantes el vaivén de sus cuerpos, conforme aquella grosa virilidad se perdía en sus entrañas vez tras otra. Todo ello acompañado del fabuloso olor de la excitación y los deliciosos gemidos que salían por la boca de aquel chico, al que sin duda iba a follarse cada vez más fuerte. 
Puesto que lo tenía aún agarrado por el cabello, Jonghyun jaló a Taemin del mismo para hacer que fuera incorporándose,de modo que quedara completamente apoyado sobre sus rodillas y con la espalda pegada al torso del más alto. En el mismo momento en el que adquirió aquella nueva postura, una bofetada le fue dada a la par que la mano que lo tenía antes por el pelo, pasó a su cuello y comenzó a ahogarle, apretando entorno a su traquea en cada arremetida, para dejarle sin aire y luego aflorar, permitiendo así, que fuera recuperándolo. Regresaron entonces aquellos besos hambrientos, en los que sus bocas buscaban saciarse la una con la otra, sus lenguas se enredaban,dejando caer el exceso de saliva por entre las comisuras de sus labios e incluso, llegando a caer en hilos por sus barbillas, aunque luego, Jonghyun se ocupaba de recogerlas con la lengua y volver de nuevo a los labios de Taemin, para morderle y hacerle heridas en los mismos.



El ritmo de los embistes comenzó a acelerarse y en ese momento, Taemin cerró los ojos y se inclinó levemente hacia delante porque la polla de Jonghyun era como un puñal que acababa de encontrar su punto G y arremetía contra él sin ninguna clase de piedad, descargando vez tras otra, choques que hacía que su cuerpo entero vibrara a causa del placer y que hacían que de forma completamente mecánica, tensara los músculos y estrechara su entrada en un intento de contener aquellas descargas sobre un punto tan sensible. Incluso algún grito con el nombre del más alto, escapó de aquellos labios sangrantes. 
Aún sujeto por las caderas, Taemin se vio sacudido por algo más que las salvajes arremetidas de Jonghyun, éste había vuelto a ocuparse de dejar marcas de mordiscos por su cuello y sus hombros e incluso, en algún momento, perdido en el éxtasis, creyó escucharle susurrar con voz animal en su oído "Eres mío"... Pero ni siquiera podía asegurar que verdaderamente hubiera sido así. Incluso el agarre de las manos del más alto era tan fuerte en sus pequeñas caderas, que lo más seguro, es que le quedaran cardenales con la forma de sus manos. 
Una lamida y un mordisco en su nuca ,pillaron al maknae por sorpresa y, de forma completamente automática, se movió hacia arriba intentando librarse de los dientes que tenían atrapada su piel en una zona tan sensible, pero las manos de Jonghyun, tiraron de él hacia abajo al mismo tiempo que éste empujaba su cadera hacia arriba y en ese momento, el choque entre ambos cuerpos, fue completamente doloroso, para uno y otro. Taemin lo expresó con un grito y Jonghyun, lo dejó saber apretando más los dientes en el nacimiento del cabello del maknae, hasta hacer brotar la sangre. Y de nuevo, como a un muñeco,sacó la polla del interior de Taemin y lo echó bruscamente al suelo, dejándolo en ésta ocasión acostado sobre la espalda. En un nuevo alarde de su poco cuidado, jaló de una de las perneras del pantalón del uniforme del maknae y tras desgarrarlo para liberar sus piernas, sonrió separándoselas y sujetándole por los muslos, para hacer que levantara la cadera y así poder volver a penetrarlo. 
Tras un nuevo grito orgásmico, Taemin se sujetó de Jonghyun, aferrándose con desesperación a sus hombros y arañándole con fuerza, dejando surcos rojos por su piel, conforme volvía a ser embestido por aquel hombre, que parecía una bestia hambrienta a la que habían liberado al fin de sus cadenas y se deshacía en frenesí contra la presa a la que iba a devorar. En esos momentos, no sólo sus cuerpos se fundían en uno solo. También lo hacían sus salivas, su sudor y sus fluidos corporales, haciendo que todo a su alrededor,ardiera embriagado con el inequívoco aroma del sexo. 
Tal y cómo le mantenía Jonghyun las piernas levantadas y el modo en el que sus caderas chocaban una y otra vez, tenía la sensación de que nunca una polla, le había perforado tan rudamente como la de él lo estaba haciendo, profanando su cuerpo y haciéndolo llegar al delirio absoluto a pesar de estar siendo tortuoso por su escaso cuidado. Taemin terminó soltándose de los hombros de Jonghyun y apoyando ambas manos en la pared,en busca de un punto firme de apoyo para poder hacer frente a las arremetidas, que vez tras otra se repetían sobre su cuerpo y que no llegaban más adentro, por el límite que imponía la barrera física de sus caderas. 
Taemin cerró los ojos musitando entre gemidos que no podía soportarlo más, no iba a poder aguantar más. Jonghyun lo escuchó y reparó entonces en el abandonado miembro de Taemin, sonrió de forma traviesa y con una mano comenzó masturbarlo al mismo ritmo de los embistes y con el mismo nulo cuidado hasta que finalmente, y pocos segundos después, el maknae alcanzó el orgasmo corriéndose sobre ambos vientres mientras emitía un gemido que alcanzó tal nivel, que por unos segundos,hubiera jurado que todo el edificio tembló ante su voz.
Jonghyun también estaba cerca de correrse y acabó por salir de entre las piernas de Taemin, provocando que éste protestara casi de forma automática por semejante abandono, pero no tuvo tiempo de decir mucho más al respecto, puesto que Jonghyun lo tomó por el cabello y le ordenó con voz ronca que abriera la boca.
Una vez la orden fue obedecida, Jonghyun comenzó a masturbarse a la vista de Taemin y en apenas unos instantes, llegó también al orgasmo, eyaculando sobre la cara y la boca del maknae, sin importarle verdaderamente si su simiente quedaba o no en el lugar deseado en un principio. Emitió un gemido ronco en el momento en el que finalmente se corrió y acto seguido se apartó de Taemin para apoyarse contra la pared.



Ambos comenzaron a recuperar el aliento y poco a poco a tratar de normalizar sus agitadas respiraciones y los desbocados latidos de sus corazones. Fue en ese momento, en el que Taemin se percató, en el que fue verdaderamente consciente de lo que había sucedido y de que tenía en la boca el semen de Jonghyun. Frunció el ceño al sentir el sabor salado y amargo de aquel fluido, que en aquellos momentos, le provocó una profunda sensación de asco, haciendo que se incorporara un poco, se girara sobre uno de sus costados y comenzara a escupirlo, casi sufriendo arcadas al mismo tiempo.
Escuchó entonces a Jonghyun reírse como si verdaderamente, aquello fuera algo divertido y giró un poco la cabeza a verlo. Él ya se había puesto en pie y se estaba abrochando los pantalones mientras buscaba en los bolsillos de los mismos algo... Entonces, vio que sacaba una cajetilla de tabaco y de ésta, un cigarrillo... Nunca antes había visto a Jonghyun fumar, pero era evidente que en esos momentos, cumplía perfectamente el mito de que después del seco, siempre hay quien quiere o necesita fumarse un cigarro. 
Taemin por su parte, se encontraba completamente desconcertado, completamente confundido y perdido. No estaba acostumbrado a aquella clase de situaciones y ahora que la adrenalina y el éxtasis del momento iban pasando, sentía su cuerpo aún más dolorido y magullado que antes. Notaba que había heridas que le escocían y un molesto dolor se había alojado en sus lumbares a causa del constante golpeteó contra el suelo, al que había estado sometido gracias a los embistes de Jonghyun. Se cubrió avergonzado con las manos y luego vio al mayor buscar el mechero por todos los bolsillos del uniforme, conforme se volvía a vestir:





— D-Jonghyun... Yo... -musitó mientras intentaba acomodarse la camisa y los pantalones.

— Ni se te ocurra decirlo -dijo con voz ronca mientras seguía buscando el encendedor por los bolsillos de su uniforme.

— Pero... ¿Qu-qué ha sido ésto?¿Po...por qué...?

— No ha sido nada. No te equivoques, escoria, para mi no ha significado nada y para ti tampoco.

— P-pero... ¿¡Cómo puedes decirme eso!? -replica sintiéndose terriblemente mal - Y-yo... Yo no soy de esos...

— ¿De esos? -se ríe y sube por las escaleras buscando el mechero hasta que lo encuentra en una esquina de unos escalones, en los cuales se sienta antes de encender el cigarro y observar a Taemin desde arriba- Déjame que lo adivine. Tú eres la clase de idiota que folla por "amor" ¿no es así?

— ¿Por qué lo dices así...? ¿Por qué lo has hecho sino...?No comprendo nada...

— Escucha, ha sido sexo sin más ¿entiendes eso, maknae? Follar por follar, sin nada más, simplemente quería descargarme los huevos y tú eras lo que me quedaba más cerca -da una calada y luego echa el humo por la boca hacia Taemin sonriendo- Además, el amor es para los idiotas.

— ¡Cállate! -cierra los ojos y sacude la mano delante de su rostro para disipar el humo mientras resopla con fuerza.





Claro que Taemin no podía esperar que fuera algo tan profundo como el amor, pero al menos, hubiera querido pensar que era algo, fuera lo que fuese, que quizás hubiera un deje que significara que no eran tan ajenos y tan enemigos como siempre había parecido y como Jonghyun siempre se esforzaba en recordarle por medio de golpes... Cerró los ojos negándose a llorar y luego de morderse el labio inferior con fuerza, intentando no venirse abajo, reparó en el dolor de aquel tobillo que se había torcido y del que se había olvidado completamente en medio de la euforia.

Jonghyun seguía allí fumando, mientras Taemin se revisaba las heridas, dándose cuenta de que su tobillo se había hinchado de manera horrible y que lucía verdaderamente mal. Apenas podía siquiera estar sentado porque le dolía todo. Mientras pensaba en cómo iba a llegar ahora a casa...Su pantalón de uniforme tenía una enorme rotura por la costura lateral que dejaba a la vista prácticamente toda su pierna llena de cardenales. Su camisa y su chaqueta, estaban también rotas y llenas de raspones por los alambres de espino... Él mismo era un completo, total y absoluto desastre.
En ese preciso momento, escuchó que Jonghyun se levantaba y que al pasar por su lado, de forma completamente inoportuna, le apagaba la colilla del cigarro en el cuello, provocándole así una quemadura. De forma inmediata, Taemin se puso en pie con un sobresalto y un grito de dolor antes de mirar con los ojos muy abiertos a aquel chico que aún con lo que acababa de hacerle, continuaba sonriendo. El maknae se cubrió la zona afectada con la mano y estuvo a punto de romper a llorar... Aquel era con diferencia el peor día de su maldita existencia.
Jonghyun, no añadió nada más y se dirigió hacia la salida:





— ¡E-eyh!¡Jonghyun, espera!...¡No puedes dejarme aquí!

— Ya estás suelto de los alambres, búscate la vida, trozo de mierda.





Taemin se quedó callado viendo a Jonghyun trepar por el muro y salir de allí, en aquella ocasión, sin mirar atrás y sin intención de volver para ayudarle. De modo que Taemin se quedó solo, observando en silencio a su alrededor y sintiendo una profunda angustia. Estaba por subirse de nuevo a aquellos hierros y lanzarse al vacío a ver si tenía la suerte suficiente como para matarse... Cerró los ojos con fuerza y trató de contener las lágrimas mientras se decía mentalmente que tenía que ser valiente, que tenía que ser fuerte y dar la cara tras todo lo acontecido aquella horrible y fatídica mañana... Jonghyun había jugado con él como un gato jugaría con una bola de estambre y luego le había abandonado allí sin más, con un tobillo herido, con todo el cuerpo lleno de más y más cardenales... Tardó bastante en salir de allí, en primer lugar, porque tuvo que atravesar de regreso todo el edificio para buscar sus dos mochilas, encontrándose conque en la pequeña que había confeccionado el día anterior, su móvil se hallaba con la pantalla estallada y completamente inactivo. Sin duda, el día no podía ir a peor... Tuvo que bordear todo el lugar en obras hasta que dio con una salida lo suficientemente segura y accesible como para poder salir por ella sin romperse el otro tobillo. ¿Cuál era su primera opción una vez fuera? Ni siquiera sabía cómo había llegado allí ,ni en qué zona de la ciudad se encontraba... Ni dónde quedaba el hospital más cercano... Tomó aire y simplemente eligió una dirección y echó a andar por ella. Iba despacio, cojeando, no podía tener prisas en caminar,teniendo el pie como lo tenía y en general,como tenía todo el cuerpo... Siendo necesario acudir de urgencias a un centro médico, la idea de volver a casa a descansar, se le hizo demasiado alegre y lejana... Lidiar con todo aquello, provocó que ese día tuviera pensamientos que nunca antes había tenido... 
¿Por qué Jonghyun le había hecho todo aquello?¿Cuál era el objetivo de aquella innecesaria mañana y aquella horrible sucesión de catástrofes, una detrás de otra?
Cuando por fin llegó a una calle principal, estaba tan terriblemente agotado, cansado y dolorido, que ante la estupefacta mirada de al menos una veintena de transeuntes,calló desmayado al suelo.





-¢σηтιηυαяα-