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lunes, 17 de octubre de 2016

♒ ♦ KITSUNE TWO FACES ♦ ♒ _ CAP 2

Personajes: Jonghyun - Key - Minho - Onew - Taemin
Género: Drama/ Suspense/ Pscológico
EEL: TP


Resumen: "Quizás el problema es que no supimos comprendernos a tiempo". Un joven Kitsune cae rendido ante el amor y con la única intención de conservarlo, será capaz de tejer toda una red de mentiras a su alrededor... ¿Qué podría salir mal cuando los celos nublan el juicio?
























" Fue en aquel preciso momento cuando comprendí que aquel niño, era lo peor que podría haberme sucedido jamás... Fue tal la sensación de inferioridad que invadió mi cuerpo al escuchar aquella declaración que sentí por la expresión de Jinki, que realmente iba a dejarme porque a él le conocía de más tiempo...Tengo que hacer lago con ese niño...Tengo que...Tengo que hacerlo desaparecer..."



ENVIDIA



Jinki quedó mudo ante la declaración totalmente inesperada de su alumno. El silencio se hizo tan incómodo que Taemin comenzó a moverse sin saber si echar a correr o permanecer a la espera de una respuesta más concreta... Fue difícil saber cuánto tiempo transcurrió hasta que finalmente el mayor reaccionó... Se movió, acercó al más joven y lo abrazó con fuerza. No hubo respuesta verbal y ante aquel gesto, se dibujó una sonrisa en los labios de Tae, seguramente lo interpretaba como un sí y en un visto y no visto, le robó un beso a Jinki. Al momento de hacerlo,se disculpó asegurando que había tomado demasiado alcohol. 
Jinki se limitó a aceptar la excusa y dijo que lo mejor era regresar a la discoteca, pues todos estarían preocupados al ver que no volvían. De regreso a la discoteca, ninguno dijo nada, en realidad no sabían qué decirse, resultaba algo violenta la situación.

Key salió de su escondrijo y se preguntó si ir a matar a Taemin o no ... Jinki le había dado un abrazo, un abrazo más de consolación que de confirmación. Tomó aire varias veces y se dijo que no pasaba nada. Su novio había rechazado al niño y eso debía ser más que suficiente, significaba que Tae no le interesaba ¿¡Cómo le iba a interesar!? Imposible pretender cambiarlo a él por aquel niño que no tenía nada que ofrecer a su profesor, nada, todo lo que tenía se lo compraban aún mamá y papá y era una pretensión absurda que aún así lo aceptara... Todas aquellas cosas pasaban por su mente y hasta que no se detuvo a pensarlo con frialdad,no se dio cuenta de que todo era una tontería. Si Jinki había dicho que "NO" con aquel abrazo, era porque tenía novio y era un hombre cabal y respetuoso. Ambos estaban muy felices en aquella relación, todo resultaba idílico, los encuentros apasionados por las noches, la sensación de felicidad a todas horas...
Finalmente sonrió y entró de nuevo en la discoteca para ir con el grupo a seguir pasándolo bien, aunque al llegar comprobó de primera mano que la siempre presente sonrisa de su novio, se había esfumado... ¿Por qué?¿Tan preocupado estaba por lo que un niño le había dicho? El kitsune se sentó a su lado y tras hacerle un gesto, su pareja le indicó que estaba cansado y quería marcharse a casa. Desgraciadamente, cuando estaban en aquella zona en la que los locales nocturnos abundaban, era él quien llevaba y traía a Tae, de modo que tuvo que excusarse y los tres caminaron por la calle en silencio en dirección al estacionamiento en el que habían dejado el coche. Key intentó tomar a su novio de la mano en varias ocasiones, pero aparentemente, Jinki no estaba de humor para mimos y mucho menos llevando a su alumno detrás observando todo lo que hacían. Una vez en el coche, Key se dio cuenta por uno de los retrovisores que Taemin no le quitaba ojo de encima a su novio y que Jinki a su vez lo miraba cada poco por uno de los espejos. Sintió que se ponía verde de celos aunque podía ser que aquello no significara nada...o por contra, podía significar todo. Se mordió rabioso el labio inferior y por primera vez en aquellos meses, echó un vistazo al lugar en el que aquel niño vivía. Un barrio residencial de clase media, sin nada fabuloso que tener en cuenta, todas las casas eran iguales, pero se aseguró de aprenderse bien el número de la de aquel niño, tenía que tomar una decisión con respecto a él y no había nada mejor que hacer que saber dónde localizarlo. Taemin se bajó y se acercó a la ventanilla del conductor:


- Onew, siento mucho si te incomodé antes...es solo que no podía callármelo por más tiempo.
- ¿El qué? -intervino Key fingiendo que no sabía nada.
- Cosas nuestras, Key-comentó con voz áspera Jinki antes de volverse hacia el menor- Escucha,ya hablaremos, Taemin¿de acuerdo?
- Sí, por supuesto, Onew -sonrió ampliamente y luego miró a Key- Buenas noches.
- ...



El kitsune no dijo nada, estaba más que rabioso con aquel asunto y tan pronto como su novio arrancó el coche decidió no guardarse más la desconfianza que de pronto había hecho mella en su celebro,taladrándolo como un puñal candente:


- ¿Qué tienes con ese niño?
- ¿A qué te refieres? -comentó apático sin apartar la vista de la carretera.
- No hace más que ponerte ojitos, no intentes engañarme, Jinki ¿qué hay entre vosotros?
- ¿Es una broma? -detuvo en seco el coche en medio de la calle y giró a ver a su pareja- ¿En serio me estás preguntando eso?
- No me respondas con evasivas, ¿tienes o no tienes algo con él?
- ¡Estás paranóico! Lo único que hay entre Taemin y yo es una gran amistad, por si lo has olvidado, no sólo era vecino mío hasta hace un par de años, sino que lo ayudo con clases de matemáticas desde que era pequeño ¿Qué cojones piensas que puede haber entre nosotros?
- ¡No te mira como a un amigo! ¡Es imposible que no lo hayas visto!
- ¡BASTA! No pienso seguir discutiendo más sobre éste tema. Tae y yo no tenemos nada, nada más que una buena amistad y tú estás loco.



Jinki reanuó la marcha del vehículo con el ceño fruncido, estaba terriblemente enfadado con Key por abordarlo de aquel modo. Claro que quería a su novio, pero realmente no podía pasar por alto la declaración de su mejor amigo. 
Aquella noche ni siquiera durmieron juntos, Jinki se marchó a descansar al sofá y bajo la atenta y celosa mirada del rubio,se quedó dormido a regañadientes. Key apenas se movió de la puerta del salón, apenas sí llegó a parpadear, le obsesionaba de pronto la idea de que aquel niño pudiera robarle lo que era suyo. Antes de que llegara la mañana, alzó la cabeza fijándose en el reloj y tomó una decisión que hasta aquel momento, no hubiera tomado bajo ningún concepto. Dejó sobre la mesa de la cocina una nota que decía que iba a salir a dar un paseo,que no se molestara en llamarle, hablarían al volver a casa sobre lo sucedido.
Entonces, entró en silencio en el baño del dormitorio principal y se puso ante el espejo. Debía concentrarse, hacía mucho tiempo que no utilizaba su magia para cambiar a una forma diferente a la que ya tenía ¿a qué podría cambiar? ¿Qué clase de aspecto podría apartar a Taemin de Jinki? 
Cerró los ojos con fuerza y trató de mantenerse en silencio, cambiar de forma era doloroso, pues sus huesos debían mutar hacia una forma más grande o más pequeña y el resto del cuerpo también, en aquella ocasión, se transformó en lo que hubiera definido como el "hombre ideal". Alto, fornido, con facciones marcadas y aspecto de príncipe de cuento de hadas.En el momento en el que abrió los ojos le costó mucho reconocerse a sí mismo y casi le llevó media hora poder controlar su nuevo cuerpo. Su cerebro debía asimilar la diferencia de tamaño y aspecto antes de poder dar órdenes tan simples,sencillas y naturales como mover los dedos, caminar o hablar. Tomó algo de ropa prestada a Jinki y una última vez se acercó al espejo para poder verse bien. Bajó en silencio a la planta inferior y comprobó que su novio aún dormía y tras agarrar las llaves de la casa, salió del coche para ir en busca de Taemin. 
Aún caminar le resultaba algo doloroso, sus huesos aún no se acostumbraban al nuevo tamaño y en cierto modo parecía que su nueva apariencia tenía cierta cojera; lo único en lo que sí reparó en aquel momento, es que las muchachas jovencitas que  en aquel momento paseaban por la calle de vuelta de las fiestas nocturnas y otras con rumbo a sus respectivos colegios, se detenían a verle... ¿Por qué?¿Sería quizás demasiado feo y él mismo se había dicho que tenía un aspecto atractivo para no tener que sobreesforzarse más en mejorar la transformación? ¿Se le habría deformado parte de la cara por la falta de práctica en la transformación? El caso es que las miradas le incomodaron tanto que se cubrió la cara con una mano conforme avanzaba entre la juventud y se detuvo ante un escaparate para poder observar su reflejo... No había nada fuera de lo común...Quizás era cierto que aquella expectación se debía a que era más atractivo que el resto. Tras calmarse al ver que nada había de malo en su nueva forma, decidió acelerar el paso para llegar a tiempo al instituto al que acudía Taemin pero... ¿Qué iba a hacer él allí? No era alumno y hacía muchísimo tiempo que no iba a la escuela, en realidad nunca había ido, todos sus conocimientos los había adquirido a lo largo de su vida tanto de kitsune como de humano. Antes de que el mundo comenzara a cambiar a un ritmo vertiginoso, en los tiempos de máximo esplendor de la cultura samurai, se hizo amigo de varios de aquellos guerreros que con el paso de los años, le fueron empapando de su cultura, de la manera de escribir, de actuar, aprendió a leer y escribir con ellos aunque cierto era que la decadente sociedad actual, había mermado la actitud de aquellos tiempo y una muestra intachable era que estaba dispuesto a mentir y a manipular con tal de conservar a Jinki a su lado... Podía fingir que acudía a la escuela como alumno de intercambio de un curso superior al del amiguito de su novio...¿Y qué decirle?¿Qué nombre darle? Aquel plan comenzaba a hacer aguas y aún no había hecho contacto con él. 
Se detuvo en una tienda a revisar las revistas de moda juvenil en busca de algún nombre convincente o al menos un apodo que darse a sí mismo. Por suerte,dio con uno que le pareció bueno, uno de los artículos sobre cantantes modernos estaba firmado con un nombre que le gustó, así que se preocupó de memorizarlo y de pensar en qué más hacer para encontrarse con Taemin... AL igual que con su aspecto de Key se había labrado e inventado una vida hasta el punto de conseguir un empleo sin tener en realidad estudios de cobros, sino sólo una rápida capacidad de adaptación y aprendizaje, que era fundamental detenerse a pensar antes de nada. 
Finalmente se sentó en una cafetería y tras pedirse un café bien cargado, sacó de su bolsa una libreta de notas, en ella comenzó a inventarse la vida de su nueva apariencia. Apuntó su nombre, una edad inventada, una fecha de nacimiento inventada acorde con la edad, todo lo necesario, una historia tan real y convincente, que lo complicado sería barajar la posibilidad de que no era quien decía ser. Todo aquel trabajo le llevó cerca de 4 horas, no podía dejar cabos sueltos... El resto de la mañana lo empleó en hacerse con algo de material escolar, incluidos un par de libros del último curso del instituto al que sabía que iba Taemin. Luego fue por allí para preguntar qué debía hacer para inscribirse, claramente a aquellas alturas del curso, sonaba algo descabellado, pero no sería la primera vez que sucedía algo así aunque no era lo más común. Rellenó los papeles y la solicitud alegando que apenas llevaba dos días en el país pues venía de vivir en el extranjero, quizás por lo convincente que parecía al hablar, no le pusieron muchas trabas, todo formaba parte del encanto sobrehumano que poseía, podía pedir cosas casi imposibles y se las concedían sin más... En realidad nunca había usado sus poderes de aquel modo, pero sentía que no tenía elección. Justo en el momento en que se disponía a abandonar el centro, sonó la campana para el cambio de la última clase y mientras él se dirigía a la salida, se encontró de frente con Taemin, ambos se cruzaron por el pasillo y como muchos otros, el menor se quedó quieto al verlo pasar y más aún, mirándose fijamente con aquel desconocido.




Aunque ambos se giran para verse una vez han pasado el uno junto al otro, aquel extraño desconocido volvió la cabeza y siguió caminando sin parecer darle mayor importancia a las miradas de todos los curiosos que se preguntaban sobre su identidad.

Extrañamente, Taemin sintió que todo su cuerpo se erizaba, no estaba seguro de si era a causa del miedo o porque aquel chico le había gustado... Pensó que no volverían a verse más, que sólo era el hermano de alguien que había ido a dejar algo...

En su nueva forma, Key regresó a casa con paso apresurado, sabía que Jinki no estaría, a esas horas aún se encontraba en el trabajo y no se preocupó por darse prisa en cambiar de forma, de hecho,necesitaba tiempo para poder adaptarse y cambiar más deprisa de forma...Por suerte, podía pedirle a su jefe que le dejara trabajar desde casa, al fin y al cabo, los temas que trataba en la oficina podía realizarlos desde su domicilio ,así como emplear el resto del día para ocuparse de ir a cobrar a los sitios pertinentes mientras por la mañana se ocupaba de ir al instituto y mantener alejado a Taemin todo lo posible de su novio. 
Una vez dentro de casa, se acercó al cuenco donde solían dejar las llaves del coche y de casa al volver, había una nota de Jinki:


"No sé bien lo que te está pasando, Key, me molesta mucho que no hayas venido a hablar conmigo cara a cara... Supongo que nos veremos cuando regrese ésta noche.
Te quiero."


Emitió un prolongado suspiro y mientras entraba en la cocina a dar buena cuenta del arroz con kimchi que Jinki había preparado, se sentó a mirar en silencio aquella notita. Quizás sí que se estaba pasando, podía ser que sí que había exagerado las cosas la noche anterior y todo se hubiera desbordado. Una vez acabó de comer, marchó apresurado al baño del dormitorio principal y allí volvió a adoptar su forma normal como Key... Tenía muchas cosas que hacer, llamar a su jefe y lo más seguro es que tuviera que ir a verle para hablar sobre las condiciones de trabajar desde casa. Pasó el resto de la tarde más ocupado en hacer llamadas alternando entre Jonghyun y su jefe, ya que su mejor amigo era el secretario principal y tuvo que rellenar varios papeles con su solicitud. A media tarde, sobre las seis y poco, escuchó la puerta y se levantó de la cama para ir a recibir a su novio:


- Hola,Jinki...
- Hola...
- ¿Quieres que hablemos?
- No... Ahora mismo no... Estoy muy cansado del trabajo, preferiría ir a darme un baño y acostarme.
- ¿Acostarte? Son las seis de la tarde- replicó el kitsune.
- Sí, puede que lo sea, pero estoy agotado.


El rubio miró indignado a su novio, que ignorándole por completo, subió a la habitación para darse una ducha y acostarse, extrañamente, al ir a recoger la ropa del mayor para ponerla a lavar, se encontró conque tenía un perfume extraño, no era el suyo, eso estaba claro, lo conocía demasiado bien y aquel ni siquiera era una de las fragancias que usaba. Revisó entonces el resto de la ropa y se encontró conque la corbata y el cinturón también tenían aquel extraño perfume. Frunció el ceño y se dijo que algo extraño estaba pasando... ¿Y si Jinki le engañaba? De golpe, todas sus inseguridades y todos sus celos se arremolinaron en su cabeza haciendo de él un terremoto presa de una histeria que no supo explicar. Se asomó al baño para ver si tenía alguna marca en el cuerpo, un morado o un arañazo que le confirmara que había estado con alguien más, pero a primera vista, al menos por la espalda, su cuerpo estaba libre de todo lo que pudiera inculparle de una infidelidad. Entró finalmente fingiendo ir a echarse una de sus cremas hidratantes en la cara y por medio del espejo vio que por delante, tampoco había nada incriminatorio y suspiró. Su novio alzó la vista mientras se aclaraba el jabón y entornó los ojos, parecía molesto por su presencia.


- ¿Ahora resulta que me estás siguiendo?
- ¿Es que ya no puedo siquiera entrar en el baño? -se gira para verle- ¿Desde cuándo te molesta mi presencia?
- Quizás desde que no haces más que rondarme ¿qué diablos te pasa? ¿Es que no confías en mi?
- ¡Sólo he entrado a ponerme crema!
- ¿A quién pretendes engañar? En todo el tiempo que llevamos juntos he visto de primera mano que eres un chico de costumbres, tu nunca te pones crema si no es justo antes de acostarte y justo después de darte la ducha de por la mañana ¡No soy estúpido! ¿Qué me estás vigilando?
- ¡NADA! Me siento muy idiota por lo que pasó ayer y solamente intentaba acercarme a ti para pedirte disculpas...¿Tan malo es que quiera disculparme contigo? Estoy muy triste por éste enfado...
- Por favor... necesito pensar...Deja que descanse y hablaremos mañana sobre ésto.


Key asintió en silencio y salió del baño sin querer decir nada más. No podía explicarse en ese momento si Jinki tendría o no la razón de sus celos... Pero estaba seguro de que un olor raro estaba anclado en su ropa, sin duda era perfume... ¿Y si simplemente había pasado por la zona de perfumería y uno de sus compañeros le había presentado uno nuevo?No...Sin duda aquello no era una explicación razonable. Se sentó en la cama pensativo y cuando lo vio salir desnudo, quiso decirle algo,pero él se fue derecho a su lado de la cama y se acostó. Por tanto, aquel fue un día extraño en el que no hubo modo de entablar ninguna clase de conversación, lo más probable es que al día siguiente pudieran hablar con calma, pero no podría ser por la mañana. No iba a decirle que había pedido trabajar desde casa y que se lo habían concedido sin casi ponerles trabas... Tenía que ser un secreto porque a partir de ese momento iba a llevar una doble vida.



♒ ♦ - ♦ ♒


Aquella mañana llovía, el tiempo era asqueroso y él se había olvidado el paraguas en casa, de modo que corría bajo la lluvia intentando no retrasarse para la entrada a clases. Poco antes de llegar,la lluvia cesó sobre su cabeza y giró a mirar a quien sostenía un paraguas negro y le miraba muy fijamente. Se trataba del mismo desconocido que el día anterior había causado un gran revuelo en el instituto debido a la novedad y a lo atractivo que era... Alto, fuerte, bien parecido...Taemin sacudió la cabeza y se escurrió un poco el pelo antes de decirdirse a darle las gracias.


- Gracias...
- No hay de qué - le respondió el más alto con voz calmada.
- ¿Te conozco? -dijo intrigado, pues algo en sus ojos le resultaba familiar.
- Creo que ayer nos cruzamos en el instituto.
- Ah, sí... - intentó sonreír para mostrarse simpático aunque aquel extraño le parecía cuanto menos sospechoso, pero no sabía por qué motivo.
- Mi nombre es Choi Minho, voy a último curso -dijo de sopetón- ¿Y tu eres...?
- Me llamo Taemin...
- Encantado de conocerte,Taemin.


Su sonrisa no hizo más que aumentar sus sospechas sobre aquel extraño chico salido de ninguna parte aparentemente. Mientras caminaban bajo la lluvia hasta las puertas del instituto, giró la cabeza para poder verlo mientras sacudía el paraguas y aunque quiso agradecerle de nuevo que le cobijara, no tuvo tiempo. Habían llegado tarde y el encargado los sorprendió antes de que intentaran siquiera llegar a sus clases respectivas y con tono serio los mandó a la sala de los castigados, donde deberían permanecer en riguroso silencio de cara a la pared, aunque como muchos otros adolescentes, en cuanto el adulto se marchó, Taemin suspiró mirando de reojo a Minho:


- Bonita forma de comenzar en una escuela ¿no te parece?
- En realidad lo hice a propósito.
- ¿Llegar tarde?¿Por qué?
- Así podía pasar contigo una hora completa a solas.

El más bajo de ambos enmudeció y se sintió incapaz de mirar a otro sitio que no fuera la pared. Sintió como sus mejillas enrojecían tras aquella poco inusual declaración y avergonzado jugó con su pelo sin ser capaz de responderle nada.




CONTINUARÁ

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