Género: Drama/ Suspense/ Pscológico
EEL: TP
Resumen: "Quizás el problema es que no supimos comprendernos a tiempo". Un joven Kitsune cae rendido ante el amor y con la única intención de conservarlo, será capaz de tejer toda una red de mentiras a su alrededor... ¿Qué podría salir mal cuando los celos nublan el juicio?
""La vida es extraña... Primero piensas que cada día es una aburrida calcomanía del anterior y de pronto, algo extraño sucede y lo pone todo patas arriba haciendo que te plantees si no hubieras preferido la vida anterior a todo lo que se te presenta sin previo aviso...
Como kitsune, siempre pensé que mi vida era muy tranquila y que era imposible que algo perturbase mi calma, al fin y al cabo, estoy por encima de los asuntos que tanto preocupan a los humanos... Desgraciadamente para mi, todo cambió la noche en que decidí acompañar a Jonghyun, mi mejor amigo a un bar para tomar unas copas y descansar del trabajo, simplemente para desconectar... Allí fue donde le conocí... Jinki...Mi amor... ""
Tras una dura semana de trabajo, Key y su mejor amigo Jonghyun decidieron salir a tomar unas cervezas y pasarlo bien, olvidar que a la mañana siguiente tenían que volver a aquella oficina en la que ambos trabajaban. Era Jong quien había elegido el sitio al que ir, por lo que dijo era más bien una pequeña tasca en la que servían diferentes tapas acompañadas de cerveza o vino como un menú cerrado pero a muy buen precio. El local no era precisamente grande, decorado con colores neutros y con luz tenue daba la sensación de ser un lugar íntimo y discreto, a Key le encantó y pensó que era una muy buena idea haber ido. Tras las primeras tapas de jamón serrano y queso, acompañadas de unas cervezas que podrían haber revivido a un muerto de lo bien que sabían. Mientras reían hablando de banalidades y cosas de la infancia, el más bajo se giró al escuchar una voz que le llamaba:
- ¡Jonghyun,eres tu!¡Cuantísimo tiempo sin verte! -dijo una voz a las espaldas de ambos.
- ¡Jinki, que sorpresa!
Key apenas giró un poco la cabeza para ver al recién llegado y que había saludado tan abruptamente a su mejor amigo. Aquel chico no le llamó la atención a pesar de la gran sonrisa que se reflejaba en su cara al abrazarse de Jong. No sintió mucha más curiosidad por él y se volvió de nuevo hacia la barra ya que entendía que aquello no iba con él, sin embargo y para su frustración, su mejor amigo le dio unos toquecitos en el hombro mientras le decía que quería presentarle a un viejo amigo de la universidad, con lo cual,el rubio no tuvo más remedio que darse la vuelta para ver a aquel hombre fijamente con sus ojos casi felinos:
- Encantado de conocerte, Key, mi nombre es Jinki.
Key se limitó a asentir, era muy desconfiado con la gente que no estaba en su círculo de amistades o conocidos de muchos años y le pilló completamente por sorpresa que fuera tan cariñoso cuando le plantó un fuerte abrazo que más que gustarle, le provocó rechazo y lo obligó a apartarse mientras su ceño se fruncía y su boca se curvaba en una clara muestra de disgusto. Extrañamente, Jinki se rió y como si no hubiera invadido su espacio personal,se disculpó y peor aún, Jonghyun decidió cambiar de la barra a una mesa para poder sentarse los tres juntos a hablar... La idea de por sí, era terrible ¿por qué aquel hombre había aparecido de la nada para molestarles?¿Por qué no se iba y los dejaba solos?Key no dijo casi nada el resto de la velada mientras escuchaba a aquellos dos bromear y reírse, intentando hacerle partícipe en la conversación a pesar de su clara negativa a ello. Cuando ya las cervezas empezaban a amontonarse en la mesa, aquel intruso soltó una bomba que ni a Jong ni a Key le hizo la más mínima gracia, aseguró de pronto y sin justificación alguna que quería enamorar a Key.
Fue tal el impacto de aquellas palabras que más que enfadado, el kitsune se puso en pie,recogió su abrigo del respaldo del asiento y se marchó indignado por el descaro de aquel impertinente humano que sin conocerlo pretendía semejante tontería... ¿Amor?¿Qué era eso?¡Qué gran estupidez!
No respondió a las llamas de Jong que había salido tras él a la carrera, cuando quería, se ocultaba de quien fuese y en aquella ocasión su amigo no logró dar con él por mucho que lo buscó en los alrededores. Ni siquiera se acordaba de que no había pagado su parte, pero en aquel momento eso no era nada importante. Al regresar a casa se metió en la cama con la ropa puesta y quiso olvidarse de aquella desastrosa noche de fiesta perturbada por un perturbado...¡Que hombre tan estúpido!¡Que poca vergüenza! ¿Cómo se atrevía a hablarle a él de ese modo?
Por suerte para su agotado cerebro, el alcohol ingerido le impidió darle muchas más vueltas al asunto y pronto quedó profundamente dormido, tal fue su estado de embriaguez, que a la mañana siguiente, no fue capaz de levantarse para ir a trabajar, ni siquiera las dos alarmas del despertador lograron sacarlo de los brazos de Morfeo... No fue hasta casi el medio día, que el sonido de su teléfono móvil le obligó a abrir perezosamente los ojos y como si no fuera nada importante, aún se dio tiempo de remolonear y estirarse, ni siquiera recordaba qué día u hora era,tomó el teléfono y descolgó al ver que se trataba de Jonghyun y como si nada, volvió a acomodarse en la cama:
- ¿Sí?-ronroneó.
- ¿Key?¿Estás bien? ¿Cómo te encuentras? ¿Por qué no has venido a trabajar?
- ¿A trabajar...?...¡Oh, Dios mío!-abrió abruptamente los ojos y se sentó en la cama-¡Dios,no me he dado cuenta de la hora! -mira horrorizado el reloj de la mesilla de noche.
- ¿Pero estás bien? Siento mucho lo que pasó anoche...
- ¿Ya ha llegado el jefe?- se levanta apresuradamente para empezar a quitarse la ropa del día anterior.
Mientras alternaba el móvil entre los hombros y las manos para poder desvestirse, Jonghyun le explicaba que el jefe había preguntado por él pero que le había mentido y dicho que ya había salido a hacer los cobros pertinentes de algunos clientes y que con eso no había vuelto a preguntar. Key le dio las gracias y dijo que en media hora estaría en la oficina y sin dar tiempo a su amigo de decir nada más,colgó el aparato y se apresuró a asearse las axilas, la cara,el pelo y los dientes para después vestirse correctamente, perfumarse y demás menesteres que uno lleva acabo antes de salir de casa. Ni se dio tiempo a desayunar algo, no tenía tampoco apetito y corrió escaleras abajo revisando la hora en su reloj de muñeca y corriendo como loco para alcanzar el siguiente metro que debía pasar por la zona en poco menos de cinco minutos. Normalmente era Jonghyun quien pasaba en su coche a recogerlo, pero claramente aquel día y a aquella hora era imposible. Llegó con el tiempo justo de colarse entre las puertas del metro que ya amenazaban con cerrarse del todo sin él.
Respiró agitado una vez dentro del vagón y se sentó en uno de los muchos sitios libres, a aquella hora, no había demasiada gente y eso le dio más confianza para revisar el papeleo que llevaba en su maletín. Era toda una suerte tener siempre algo más de trabajo acabado, no solía dejar cosas para la semana siguiente y había unas facturas y cobros ya firmados y sellados que podía presentar como el trabajo del día, siempre dejaba su firma para el momento de la entrega,de modo que no habría problemas con las fechas porque era él quien las ponía. Sacó su pluma estilográfica y comenzó a rellenar todo lo más rápido posible, no tenía ni 10 minutos para calmarse y llegar bien a la oficina,no...En lugar de ello, tenía demasiado que hacer e inventarse por el camino.
Al llegar a su parada,volvió a meter apuradamente los papeles en su sitio y al bajarse del metro abrió mucho los ojos al encontrarse con aquel idiota de la noche anterior,Jinki. Él le sonrió pero tras un empujón con el maletín,Key comenzó a correr despavorido hacia la salida más preocupado por lo que diría su jefe que por aquella voz que lo llamaba. De hecho al girar un poco la cabeza vio que le perseguía y más espantado aún, aceleró la carrera para entrar en el rascacielos donde la empresa en la que trabajaba, tenía las oficinas. No tuvo ni que presentar su acreditación, el segurita lo conocía y al verlo tan apurado lo dejó pasar con un escueto saludo que la Diva no correspondió. Mientras se dirigía con paso apresurado hasta el ascensor vio por las enormes cristaleras del edificio a Jinki quedarse fuera,observándolo con una gran sonrisa a pesar de que le hubiera dado claro esquinazo...¿Qué le pasaba a aquel tío?¿Es que no entendía que no quería saber nada de él? Tomó aire intentando calmarse una vez que se vio a salvo dentro del elevador y cerró los ojos recostándose en la pared del mismo para mantener la cabeza fría y su imperante necesidad de tener todo bajo control. Abrió los ojos el escuchar que el altavoz indicaba que había llegado a la planta en la que trabajaba y al abrirse las puertas, apenas logró salir sin que Jonghyun lo abordara de imprevisto con mil preguntas que no comprendió por lo rápido que hablaba...Entonces cubrió con una mano la boca de su mejor amigo para que se callara y tras unos segundos,la retiró y dijo con voz calmada:
- ¿Qué decías?
- ... Perdona, es que desde anoche estoy muy nervioso-se disculpó- ¿Qué te sucedió?¿Te encuentras bien?
-Sí, estoy bien -asiente levemente- Tengo los cobros para que los firme el jefe -se acerca a su escritorio y sacó los papeles para ponerles el sello correspondiente y se los entregó a su amigo para que se los llevara al superior.
- Eres impresionante, Key ¿has hecho todo ésto ahora?
- No... El sábado antes de acabar la jornada los tenía ya listos para entregarlos hoy,sólo faltaba mi firma y sello.
- Te juro que ésta mañana estuve tocando a tu puerta durante 10 minutos y ni siquiera me respondiste... Me asusté al pensar que algo malo pudo haberte sucedido...
- Eres un exagerado... -sonrió tomando asiento y de pronto reparó en algo que no había visto- ¿Qué es esto?
Sobre su mesa había un bonito ramo de rosas, con un pequeño sobrecito. Giró la cabeza a ver a Jonghyun y éste aseguró que no sabía de quién era porque no había querido cotillear,pero que el repartidos las había dejado allí no hacía ni veinte minutos.
Key se quedó en silencio hasta que se le encendió la bombilla, no hacía ni veinte minutos que él se había encontrado con Jinki en el metro...No podía ser... Agarró el sobre y lo abrió, no leyó nada, fue a ver si tenía o no firma y al comprobar que era de Jinki, tomó el ramo y como si nada, delante de todos sus compañeros, lo dejó caer sobre la papelera sin intención de quedarse con las flores, destruyó la nota en la triturado de papel y se puso a trabajar en su computadora como si nada hubiera pasado a pesar de que todo el mundo, incluído Jonghyun, estaban expectantes y deseosos de saber quién había sido o si le había gustado. Nadie en la oficina esperaba aquella reacción. Jonghyun tragó saliva, de haber sido él quien enviara las flores le habría dado un disgusto al verlas en la basura... Mientras recogía los papeles de la mesa de Key, que debía entregar al jefe, se percató de que aquella noche, Jinki había dicho que quería enamorar a Key porque le había hechizado con sus preciosos ojos... Ojalá no fueran en serio sus palabras...
Cuando Jonghyun se alejó de su mesa,Key se masajeó los ojos, estaba cansado y el brillo de la pantalla le irritaba aún teniéndolo al mínimo, pero aún así intentó que aquel fuera un día normal de trabajo. Al acabar la jornada, le pidió a Jong que lo alcanzara a casa, no era lo habitual,pero en el caso de que Jinki estuviera fuera esperándole, que no se llevara el gusto de verlo,bajando con su mejor amigo irían derechos al garaje y saldrían por detrás del edificio... ¿Por qué se tomaba tantas molestias para esquivar a aquel tipo? No tenía ni idea... Quizás en el fondo le daba miedo aquella sonrisa desenfadada y aquel brillo en sus ojos que daban a entender que no abandonaría hasta haberle enamorado del todo.
Aquellos ramos de flores siguieron llegando a lo largo de tres semanas, todos los días, cuando el kitsune llegaba a la oficina, ya había un regalo floral esperando y descansando sobre su mesa. Hastiado, uno tras otro, todos los ramos acabaron en la basura ante la atónita mirada de todos sus compañeros. Tanto él como Jonghyun comenzaron a sentirse cada vez más incómodos con la insistencia de aquel hombre y curiosamente, antes de que el mes tocara a su fin, un día en el que la lluvia parecía no tener intención de permitir que saliera el sol, ambos compañeros iban en el coche del mayor de camino a la oficina y fue entonces cuando lo vieron. Un sonriente Jinki permanecía en la entrada peatonal del edificio, sujetando un paraguas de color verde y con una gran sonrisa en los labios. En ese momento Key sintió que perdía la paciencia y aprovechando que Jong había aminorado la marcha,se bajó del coche de forma apresurada y se acercó dando gritos a aquel hombre, empapándose en escasos segundos debido a la intensidad de la lluvia:
- ¡Basta, basta ya! ¡Deja de acosarme maldito!
- ¿No te han gustado las flores? - sonrió sin perder la gran sonrisa que adornaba su rostro a pesar de los gritos histéricos de Key y así mismo lo cubrió con su paraguas para que dejara de mojarse.
- ¡No, no me han gustado! ¡Deja de mandarme flores! -le empuja- ¡Déjame en paz o juro que te denunciaré por acoso y pediré una orden de alejamiento!
- ¿Sólo por mandarte flores? Vaya,veo que no estás acostumbrado a que te cortejen.
- ¿Has oído algo de lo que te he dicho?
- Sí, alto y claro -asintió con calma.
- ¿Entonces? ¿Por qué sigues sonriendo?
- Me gustas, Key, quizás no lo veas ni lo comprendas, pero desde aquel día en la tasca me juré a mi mismo que te enamoraría y lograría que te fijaras en mi. Eres el hombre más perfecto que he visto nunca y quiero hacerte feliz por cualquier medio.
- Déjame y seré feliz -contestó secamente.
Justo en el momento en el que Key se giró para caminar hacia la entrada del edificio, Jinki sonrió más aún y jalándolo del brazo, lo hizo retroceder abruptamente para segundos después, cerrar los ojos y besarle de la mejor forma que sabía... Key quedó paralizado, nunca antes le habían besado y aquel contacto provocó en su cuerpo un estímulo extraño, sus neuronas mandaron a todo su ser corrientes eléctricas que hicieron erizar su piel y sin darse cuenta, calló en el embrujo de aquel sonriente humano. Rodeó su cuello con los brazos y correspondió al beso mientras Jinki soltaba el paraguas para abrazarle por la cintura. La lluvia los empapó a ambos y cuando el kitsune abrió los ojos para mirar a su pretendiente se encontró de nuevo con su gran sonrisa y no pudo evitar contagiarse y sonreír a su vez... ¿Qué había sucedido? Hacía unos momentos estaba más que seguro de no querer volver a ver jamás a aquel estúpido humano y sin embargo un simple beso lo había cambiado todo,provocando en su ser una reacción en cadena y activando una bomba que ni el propio Key sabía que iba a explotar en cualquier momento de la peor de las formas.
Jonghyun lo había presenciado todo desde la entrada del garaje y apretaba con tanta fuerza el volante que bien podría haberlo partido. No sabía de qué hablaban aquellos dos tras el beso, pero sí sabía que no quería que aquel hombre le quitara a Key... De haber sabido que iba a enamorarse, jamás los habría presentado un mes atrás... Hasta que el claxon de otro coche no lo sacó de sus pensamientos, no se movió para entrar en el garaje y aún así, no quería hacerlo para no dejarlos juntos. Aparcó lo más rápido que pudo y subió corriendo por las escaleras con el tiempo justo de encontrarse con un empapado Key en la puerta del ascensor. Sin perder el tiempo, lo sujetó por los hombros y lo interrogó:
- ¿Qué es lo que ha pasado? ¿Estás bien? ¿Te ha forzado?
- N-No... Claro que no me ha forzado, Jong, qué tontería-dijo con una gran sonrisa.
- ¿Entonces?¿Qué ha pasado?
- Creo... creo que voy a darle una oportunidad... Hemos quedado para ir después a cenar... ¿Sabes? Me he sentido muy extraño cuando me ha besado...pero también muy feliz... no sabía que sensaciones así existieran realmente.
Jonghyun guardó silencio y se mordió con rabia el labio inferior. No podía creer que las palabras de su mejor amigo fueran sinceras, pero a lo largo de aquella jornada de trabajo lo encontró tan feliz y rebosante de energía que sintió que había perdido algo importante en su vida.
Por contra, Key comenzó a pensar que realmente merecía que lo adoraran como Jinki aseguraba que lo hacía, aunque para los humanos era desconocida su naturaleza como criatura mítica, llevaba tanto tiempo viviendo entre ellos e ignorando sus sentimientos que el simple hecho de haber recibido un beso estimuló su mente y le hizo plantearse que durante todos aquellos años había perdido grandes oportunidades de ser realmente feliz... ¿No era en realidad lo que los hombres debían hacer? Adorarle, aunque no fuera como kitsune, pues era un secreto que no podía dar a conocer, pero igualmente merecía aquel trato, estaba seguro de merecer aquel amor por su vida tan austera y sencilla. Ni él mismo ni nadie podía imaginar que la vida junto a Jinki iba a traerle muchas sorpresas.
En apenas unos días, era tal su nivel de compenetración y entendimiento que finalmente Jinki dio el paso y le pidió a Key, no solo ser novios sino irse a vivir juntos. De modo que en un agitado fin de semana, el rubio abandonó su apartamento y se mudó con su pareja a un elegante piso del centro de la ciudad que le quedaba a menos de cinco minutos a pie del trabajo. Pronto comenzó a conocer a las amistades del mayor y a encajar perfectamente con ellos. Todos eran jóvenes a los que les gustaba salir por las noches a beber y disfrutar para al día siguiente, simplemente volver al trabajo.
En uno de aquella reuniones, conoció a un muchacho aún menor de edad al que su novio daba clases particulares de matemáticas y se le hizo muy extraño que un joven que aún no había acabado siquiera la universidad, se moviera en un grupo en el que todos pasaban de los 22 años y que además trabajaban... Podía no parecer importante, al fin y al cabo sus 17 años no estaban tan alejados de la franja de edad del resto, pero no era lo normal que gente trabajadora se juntara con estudiantes, ya que la prioridad de éstos debía ser sacar buenas notas en la universidad hasta acabar una carrera y no estar de fiesta con los adultos durante la noche.
En principio no le dio mayor importancia, la vida le sonreía, la relación con Jinki era todo cuanto podía soñar, noches de pasión desenfrenada, desayunos en la cama, regalos y sorpresas románticas... Para el poco tiempo que llevaban juntos todo iba maravillosamente bien o al menos hasta la noche del 11 de noviembre. Aquel día se celebraba en Corea, el conocido "Día del Pepero" y junto con los amigos de su pareja ,Key había decidido ir a una discoteca a bailar y pasarlo bien. En aquel local se repartían peperos a la gente con cada copa que compraban y en su caso, ya habían compartido dos peperos y resultaba tan divertido como romántico. Sin embargo, cerca de las 12 de la noche, se percató de la falta de su novio tras haber ido en busca de dos cervezas más.
Key se levantó del reservado y comprobó que no solo faltaba Jinki en el grupo sino que también aquel niño al que le daba clases había desaparecido ¿le habría ocurrido algo a aquel chico y como su novio era su tutor había ido a ocuparse de él? El kitsune echó a andar a paso ligero y en apenas unos minutos se recorrió todo el lugar de arriba a abajo y reconoció el cabello del muchacho saliendo seguido de Jinki del local. Pensó que quizás se encontraría mal y decidió ir por si necesitaban ayuda pero una vez fuera de la discoteca, Taemin, el estudiante infiltrado en un grupo de adultos, se llevaba a su tutor a un sitio más tranquilo alejado de la puerta y allí se detenían a hablar. Apresurado, Key se acercó sin saber porqué, procurando que no lo vieran, quizás porque quería saber el motivo de que hubieran salido prácticamente a escondidas y lo peor es que aquel niño se veía físicamente bien. Se quedó tras una cabina de teléfono escuchando la conversación.
- Aún no comprendo porqué querías hacerme salir ¿qué es eso tan importante que tienes que decirme, minnie?
- Onew -le llamó de forma cariñosa por aquel apodo que nadie más que él empleaba- No podía callarme más y necesitaba hablarlo contigo a solas...
- ¿El qué? Me estás asustando.
- ¡¡Onew estoy enamorado de ti desde hace mucho tiempo!!- soltó de golpe haciendo acopio de todo su valor.
♒ ♦ CONTINUARÁ ♦ ♒
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