Género: Psicología
EEL: TP
Resumen: Una puerta cerrada se ha convertido en la obsesión de dos hermanastros, que han crecido viendo como aquel lugar jamás es abierto por nadie y que, de alguna manera, les atrae de forma irremediable a ambos. Ninguno es capaz de resistirse a su llamada.
Decir que aquella puerta nos llamaba sin voz, sería gritar a los cuatro vientos, que habíamos perdido completamente el juicio.
Key y yo somos hermanastros, nos obligaron a vivir juntos cuando la madre de Key murió y tuvo que venir a vivir conmigo, con mis padres y con mis dos hermanas pequeñas... Fue raro... La primera vez que nos vimos, teníamos apenas 8 años y pensé que jamás nos llevaríamos bien. Él me caía realmente mal y yo a él también. No era un secreto que nos peleábamos constantemente por todo hasta que poco a poco nos fuimos acostumbrando el uno al otro. incluso podría decir que nos gustábamos, aunque eso entre hermanos es una cosa asquerosa, de modo que diré que nos entendíamos muy bien.
Key y yo somos hermanastros, nos obligaron a vivir juntos cuando la madre de Key murió y tuvo que venir a vivir conmigo, con mis padres y con mis dos hermanas pequeñas... Fue raro... La primera vez que nos vimos, teníamos apenas 8 años y pensé que jamás nos llevaríamos bien. Él me caía realmente mal y yo a él también. No era un secreto que nos peleábamos constantemente por todo hasta que poco a poco nos fuimos acostumbrando el uno al otro. incluso podría decir que nos gustábamos, aunque eso entre hermanos es una cosa asquerosa, de modo que diré que nos entendíamos muy bien.
El caso es que después de un par de años juntos, decidimos salir a montar en bicicleta por la urbanización en la que vivíamos. Pasamos por delante de una casa abandonada que nos intrigaba mucho. No lucía descuidada a pesar de que nunca habíamos visto que nadie viviera allí. De hecho, aquel día,decidimos pararnos,bajar de las bicis e ir a inspeccionar como dos grandes aventureros.
La cerca del jardín, que separaba la parcela de la calle, estaba cerrada con un candado, pero el muro no era mucho más alto que nosotros en aquel tiempo y nos encaramamos a él para observar el descuidado jardín. Las malas hiervas estaban tan crecidas, que debían tener la altura aproximada de un niño de cinco años, es decir, que nos llegaban casi a la altura de la cintura. En realidad nos duró poco el alma de aventureros aquella primera vez, porque nos apresuramos en irnos. El motivo no fue otro que el que escuchamos una sirena de policía y creímos estúpidamente, que venían a por nosotros, a arrestarnos por haber entrado en aquella casa abandonada. Aunque... técnicamente no había entrado en la vivienda sino en la propiedad.
La cerca del jardín, que separaba la parcela de la calle, estaba cerrada con un candado, pero el muro no era mucho más alto que nosotros en aquel tiempo y nos encaramamos a él para observar el descuidado jardín. Las malas hiervas estaban tan crecidas, que debían tener la altura aproximada de un niño de cinco años, es decir, que nos llegaban casi a la altura de la cintura. En realidad nos duró poco el alma de aventureros aquella primera vez, porque nos apresuramos en irnos. El motivo no fue otro que el que escuchamos una sirena de policía y creímos estúpidamente, que venían a por nosotros, a arrestarnos por haber entrado en aquella casa abandonada. Aunque... técnicamente no había entrado en la vivienda sino en la propiedad.
Conforme han ido pasando los años, hemos ido descubriendo cosas nuevas en esa preciosa casa, pero la más intrigante de todas ellas era una que se encontraba en su patio trasero.
Se trataba de una preciosa puerta de madera envejecida, con ribetes y relieves hechos de alguna piedra, que le daban un aspecto rígido y noble. Entorno a ella, crecían sendos árboles de wisteria, que parecían estar en flor durante todo el año, adorando los contornos de aquella extraña puerta.
Se trataba de una preciosa puerta de madera envejecida, con ribetes y relieves hechos de alguna piedra, que le daban un aspecto rígido y noble. Entorno a ella, crecían sendos árboles de wisteria, que parecían estar en flor durante todo el año, adorando los contornos de aquella extraña puerta.
A diferencia del resto de la casa, nunca tuvimos el valor de acercarnos a ella para ver qué sucedía o si la puerta estaba abierta o estaba cerrada. Había algo en aquel precioso lugar que nos instaba a mantenernos a una distancia prudente...
Pero era difícil hacerlo, al mismo tiempo que sencillo, era como un imán que cada poco tiempo ejercía su poder de atraernos y de repelernos por igual... Algo mágico había en aquella puerta... Algo irreal y secreto...
Key y yo, incluso, habíamos rondado por los alrededores de la casa, preguntándonos si aquella puerta daría a algún lugar, sin embargo, cuando llegábamos desde fuera del muro a donde se suponía que estaba la puerta, allí no había nada, sino un descuidado jardín trasero con una tapia algo más alta que el resto, pero de la puerta, no había rastro ninguno. Volvíamos a ingresar pues, en el jardín, desde la entrada principal y podíamos ver, al doblar la esquina de la casa, aquella majestuosa puerta esperando por nosotros.
Pero era difícil hacerlo, al mismo tiempo que sencillo, era como un imán que cada poco tiempo ejercía su poder de atraernos y de repelernos por igual... Algo mágico había en aquella puerta... Algo irreal y secreto...
Key y yo, incluso, habíamos rondado por los alrededores de la casa, preguntándonos si aquella puerta daría a algún lugar, sin embargo, cuando llegábamos desde fuera del muro a donde se suponía que estaba la puerta, allí no había nada, sino un descuidado jardín trasero con una tapia algo más alta que el resto, pero de la puerta, no había rastro ninguno. Volvíamos a ingresar pues, en el jardín, desde la entrada principal y podíamos ver, al doblar la esquina de la casa, aquella majestuosa puerta esperando por nosotros.
Cuando regresábamos a casa, hablábamos largo y tendido sobre aquello, sobre lo que pensábamos sobre ese sitio, sobre las sensaciones que nos propiciaba estar allí...
- No sé qué te diga, Jonghyun -me confesó-. Creo que ya hemos prestado demasiada atención a ese lugar sin obtener ninguna clase de respuesta. Llevamos casi ocho años, pasando por ahí día sí y día también y siempre pasa lo mismo... Desde fuera no se ve esa puerta, incluso aunque entremos por la tapia trasera, no hay rastro de ella... Yo creo que nos estamos volviendo locos y nos hemos obsesionado con una imaginación.
- Ya hemos hablado de ésto, Key... Una cosa es que seamos buenos hermanos y nos conozcamos bien, otra, que imaginemos exactamente lo mismo... No es una imaginación, esa puerta está ahí y sólo puede verse cuando vas de frente a ella... Es como... Como si habláramos de una puerta mágica.
- Ahora sí que estoy seguro de que nos hemos vuelto completamente locos los dos...
- Por última vez, Key, te he dicho que no estamos locos... -suspiré ya algo incómodo- Simplemente, somos los únicos curiosos que se han acercado lo suficiente a esa parte de la casa como para verla.
- ¿Y por qué no llamamos a la policía para que vayan a ver qué sucede?
- ¿Y qué les decimos,Key?¿Hay una puerta en medio de un jardín trasero? Nos mandarán al cuerno por hacerles perder su valioso tiempo.
- Pueda que tengas razón... Pero me preocupa que ahora, de pronto, de la nada, esa puerta nos esté hablando.
- Nada asegura que sea la puerta.
- ¿De verdad,Jong? ¿¡De verdad!? Ahora cada vez que nos acercamos empiezan a hablarnos voces extrañas ¡No me digas que no es verdad! Escuchamos voces susurrando y salen del interior de esa puerta.
- ¿Y si no es así sino que los idiotas de turno se han dado cuenta de que vamos todos los días a ese sitio y se ponen tras el muro haciendo ruidos y hablando para que nos confundamos?
- No me digas que crees eso en realidad.
- Es más factible que creer que una puerta nos habla ¿no te parece?
- Y lo dice el que opina que es una puerta mágica...
Nos quedamos en silencio durante varios minutos. Y sí, mi hermanastro tenía razón. Hacía dos años, habíamos tenido la vaga sensación de que algo más pasaba cuando nos acercábamos a aquella puerta. Al principio fueron como sonidos fugases que se asimilaban vagamente a algo conocido, poco a poco, comenzamos a darnos cuenta de que estábamos escuchando voces susurrando, a personas susurrando... O al menos parecían personas, pero si nos estaban hablando, era tan tenue el sonido y a la vez tan confuso e intenso, como si escucháramos hablar a una multitud de personas, que no podíamos acertar a adivinar lo que ninguna de ellas estaba tratando de decir. Hasta que llegamos a la conclusión de que no estaban hablando nuestro idioma. Confieso que es escalofriante...
Ahora por las noches, también escuchamos esas voces. Por una vez, creí que me estaba volviendo completamente loco pero no, Key corroboró que estábamos al mismo nivel porque también las escuchaba desde su dormitorio.
Como debido a ésto, no siempre podíamos dormir, terminaba por ir a su dormitorio y observábamos que a la lejanía, brillaba algo en el patio trasero de aquella casa abandonada.
Sabíamos que era la puerta, que nos estaba llamando. Algo quería de nosotros pero era complicado saber el qué en realidad. Su aura fantástica e irreal, nos había atrapado desde que éramos unos niños y siempre me pregunté el porqué.
¿Qué hay que hacer cuando tienes ante ti una puerta tan grande y tan llamativa, que tu primer instinto te insta a cruzarla y que, sin embargo, tu cerebro dice que no lo hagas porque puede ser peligroso? Somos humanos y al fin y al cabo, venimos de animales, y uno de los instintos más primitivos y primarios es el de la supervivencia. De modo que la duda razonable, da fuerza a éste instinto ¿cómo sé que abrir esa puerta y cruzar su umbral para ver qué hay más allá, es seguro? Nada confirma que lo sea y al mismo tiempo, nada lo desmiente. No va más allá de una pequeña corazonada. De un pinchazo de angustia que se instala en el pecho conforme barajas más y más la posibilidad de tomar esa decisión, de seguir una de las dos direcciones que teníamos. No hay forma de escapar, sus voces nos hablan a todas horas, pronuncian nuestros nombres y a menudo parecen voces suaves, susurros que nos piden permiso para poder acceder a nuestras mentes y guiarnos hacia la puerta.
Todo se hace poco a poco cuesta arriba. No dormir, nos vuelve irritables, no dormir, hace que nuestras energías mermen hasta producir en nosotros, cierto rechazo a la vida. ¿Por qué debo decidir sobre algo tan complicado que podría llegar a ser terriblemente relevante e irreparable en el largo camino de aprendizaje, que llamamos vida?¿Por qué no puede ser un poco más sencillo el tomar una decisión? Tengo la incomodidad instalada en mi pecho y siento que poco a poco se acerca el irrefrenable momento en el que voy a tener que decidir de forma definitiva si atravieso o no esa puerta que nos está esperando desde que tan solo éramos unos niños... Sé que Key piensa como yo, puedo verlo en su cara cuando estamos en casa y en el instituto, sus ojos siempre van hacia la ventana más próxima y da igual lo lejos que nos encontremos en ese momento de la casa abandonada, sus susurros, siguen llamándonos.
Aquel día, decidimos aislarnos un poco a la hora del recreo. Era complicado hablar con los demás de algo que ninguno de ellos iba a comprender y preferíamos hablarlo entre nosotros. Al fin y al cabo, compartíamos las mismas inseguridades y penurias, desde el mismo momento en el que se nos ocurrió llegar a aquella casa abandonada.
Nos dirigimos al patio trasero del centro y allí, comenzamos ha hablar sobre nuestras sensaciones:
- No se callan, Jonghyun... No dejan de hacer ruido, siento que me va a terminar explotando la cabeza si siguen hablándome... No se callan, no puedo concentrarme, no escucho siquiera mis propios pensamientos y voy a volverme loco... Estamos en los exámenes finales y no estoy ni siquiera seguro de que vaya a conseguirlo. No sé si mis exámenes están bien hecho, no tengo ni idea porque no puedo escuchar a mi propia cabeza cuando intenta recordarme el temario... Si suspendemos estos exámenes, nunca iremos a la universidad... Creo que voy a sufrir un ataque de ansiedad ¡O peor aún, un brote psicótico!
- Estamos en la misma situación, Key... Yo tampoco escucho mis propios pensamientos... Tengo la corazonada de que hasta que no vayamos al jardín y abramos esa puerta, no cesaran en su empeño de pedirnos que vayamos.
- ¡No pienso ir!
- ¿Por qué no?
- ¿Estás loco, Jonghyun? ¿Y si algo sale mal?¿Es que no recuerdas lo que pasa en las películas de terror? Los demonios, siempre piden permiso para entrar y te llaman y te tientan sin parar hasta que haces lo que ellos quieren... ¿No lo ves? Son demonios, quieren que les abramos la puerta para pasar y comerse nuestras almas...
- Key, por favor, eso sólo ocurre en las películas... Quizás los susurros tengan otro significado, tal vez quieran ayudarnos.
- ¿Ayudarnos? ¿¡Cómo nos van a ayudar si lo único que hacen es distraernos durante la época más decisiva de nuestra vida!? Si no llegamos a la universidad seremos un fracaso familiar, un fracaso social y un fracaso en nuestra propia vida - dijo histérico mientras comenzaba a hiperventilar.
- Oh, Key... No seas tan dramático... llevamos toda nuestra corta vida preparándonos para éste momento. Siempre hemos cumplido en los estudios y siempre seguiremos cumpliendo.
- Es evidente, Jong, que no entiendes bien todo lo que nos estamos jugando... Toda nuestra vida está puesta en los estudios. Debemos ser miembros productivos de la sociedad, debemos ir a la universidad, estudiar al menos una carrera y trabajar tras dejarnos la piel en ser los mejores.
- Pero... ¿y si hay otro camino?
- ¿Qué?¿A qué te refieres? ¿Qué otro camino hay más allá de ese?
- ¿Y si la universidad no es para nosotros?
- ¡Estás loco! -grita horrorizado- ¿Quieres que seamos unos Don Nadie y vivamos debajo de un puente?¿O que tengamos que trabajar en los empleos más bajos y menospreciados de nuestra sociedad? ¡El único camino para ser alguien, es la universidad!
Me negué a continuar con aquella discusión. Es cierto que lo que Key decía, es lo que todos los estudiantes pensamos. Es lo que nos inculcan nuestros padres desde que somos pequeños.
"Si quieres ser alguien tienes que estudiar una carrera universitaria"
" Si quieres ser una persona de provecho, tienes que estudiar"
"Si quieres triunfar en la vida, primero debes estudiar y sacar las mejores calificaciones"
"Si quieres honrar a los tuyos, debes estudiar en la universidad y titularte"
"Si quieres sacar a tus padres de la pobreza, tienes que estudiar"
" Si quieres tener algún valor, tienes que estudiar"
"Tu único objetivo,debe ser estudiar"
En estas frases, se resume la vida de cualquier estudiante... Si quieres ser alguien, debes estudiar.
Sí, no niego que el estudio es importante, que es importante tener una educación y saber las cosas básicas de todo pero... ¿Y dónde queda el espacio para los sueños? ¿Por qué los sueños tienen tan poco valor en éste mundo? Tal vez porque ya se ha comprobado que no siempre luchar por tus sueños lleva a alguna parte... ¿Pero eso compensa la infelicidad de tener que encerrarte a estudiar hasta que seas lo suficientemente mayor, como para que la sociedad comience a explotarte en un puesto de trabajo que en el fondo ni siquiera te gusta?¿Eso es lo mejor que puede hacer el mundo por nosotros?
¿De qué te vale tener talento artístico si te dicen que todos los artistas se mueren de hambre...? ¿De qué te sirve tener una sensibilidad pasmosa para plasmar los sentimientos con tinta sobre papel, si con eso no aprenderás a estar encerrado en una oficina durante diez horas el resto de tu vida? ¿Cuál es el objetivo de pasar miles de horas y años de nuestra vida, para conseguir una titulación, que en realidad solo es un trozo de papel que no nos asegura nada? ¿Y si la vida pone a alguien con tres carreras universitarias a vivir bajo un puente? ¿Es justo acaso?... Ese es el sacrificio que toda la juventud está obligada a ofrecer como tributo a la sociedad. Sacarse el corazón, arrancar de él los sueños y conformarse con ser uno más de los millones que ya somos, que día tras día, se levanta en una fotocopia del día anterior. Da igual lo que sueñes, porque lo único que le importa al mundo, es que pagues con el sudor de tu frente, todo aquello que por dignidad humana, tienes el derecho a tener para subsistir.
Sí, no niego que el estudio es importante, que es importante tener una educación y saber las cosas básicas de todo pero... ¿Y dónde queda el espacio para los sueños? ¿Por qué los sueños tienen tan poco valor en éste mundo? Tal vez porque ya se ha comprobado que no siempre luchar por tus sueños lleva a alguna parte... ¿Pero eso compensa la infelicidad de tener que encerrarte a estudiar hasta que seas lo suficientemente mayor, como para que la sociedad comience a explotarte en un puesto de trabajo que en el fondo ni siquiera te gusta?¿Eso es lo mejor que puede hacer el mundo por nosotros?
¿De qué te vale tener talento artístico si te dicen que todos los artistas se mueren de hambre...? ¿De qué te sirve tener una sensibilidad pasmosa para plasmar los sentimientos con tinta sobre papel, si con eso no aprenderás a estar encerrado en una oficina durante diez horas el resto de tu vida? ¿Cuál es el objetivo de pasar miles de horas y años de nuestra vida, para conseguir una titulación, que en realidad solo es un trozo de papel que no nos asegura nada? ¿Y si la vida pone a alguien con tres carreras universitarias a vivir bajo un puente? ¿Es justo acaso?... Ese es el sacrificio que toda la juventud está obligada a ofrecer como tributo a la sociedad. Sacarse el corazón, arrancar de él los sueños y conformarse con ser uno más de los millones que ya somos, que día tras día, se levanta en una fotocopia del día anterior. Da igual lo que sueñes, porque lo único que le importa al mundo, es que pagues con el sudor de tu frente, todo aquello que por dignidad humana, tienes el derecho a tener para subsistir.
No importa cuan buen trabajador seas, no importa cuántas carreras tengas, cuántos idiomas conozcas. La vida puede decidir que ya has tenido suficiente y hacer que bajes hasta el suelo en una irrefrenable caída libre. Todos los días, a partir del momento en el que trabajes, van a ser iguales. Los que triunfen, serán afortunados, pero muchos otros, muchos que estudiaron con ellos, gente a la que conocieron, muchos de ellos irán quedando poco a poco en el camino, porque no llegarán a ser más que los obreros productivos que demanda la sociedad , para que los ricos sigan robando y los pobres puedan ser más pobres. Puede que un día, esa persona que en la escuela se sienta a tu lado, llegué muy alto o que por el contrario, toque fondo... Porque estudiar y trabajar para que en un mal momento de la vida, te veas ahogado con deudas y lo poco que tengas debas darlo para pagar, no te compensará el sufrimiento. La sociedad no ayuda al que lo necesita. Da igual que se diga que se regalarán casas a personas desfavorecidas, habrá una inmensa mayoría, que terminará siendo desauciada de su propia casa, por no tener suficiente ni para comer... ¿Es ese el sistema que estamos obligados a alimentar...? ¿Es eso lo que quieres para los que vengan después de ti?... Seguramente me responderás que sí porque es lo que te han enseñado que es correcto y que está bien, y no es tu culpa... La sociedad se retroalimenta a sí misma de ésta manera, una y otra vez.
Por que en un mundo como el nuestro, no hay sitio para los que quieren soñar.
Quizás hayáis comprendido ya el porqué os estoy contando ésto.
Quizás os estéis dando cuenta de lo que sucede ahora mismo.
Quizás sepáis ahora lo que esa puerta fantástica representa.
Fue tras esa discusión, que Key y yo, tomamos caminos diferentes. Sé que no es su culpa, sé que es lo que nos han enseñado y por ende, lo que se supone que es correcto. Pasamos nuestros exámenes y Key entró en la facultad de medicina, pero yo no... Yo quise tener el valor de, por una vez, elegir qué era lo que deseaba realmente. Siempre había hablado de que quería ser abogado como mi padre, porque era lo que me habían inculcado, que les haría felices, si seguía los pasos de mi padre... Pero no lo hice y eso decepcionó a toda la familia. No lo hice.
Lo que hice fue ir a aquella puerta que se encontraba tan escondida de todo y de todos, aquella puerta que desde niño me había estado llamando. La puerta de mis sueños, la puerta de mis verdaderos sentimientos y aspiraciones, la puerta que conducía al verdadero destino al que yo quería llegar... Eso significaba aquel sitio con un aura tan especial... Eran nuestros sueños, nuestros deseos, llamándonos a la aventura, al camino en el que íbamos a tratar de realizarlos...
Una luz resplandeciente me recibió cuando finalmente, abrí aquel portón y vi a lo lejos aquello que yo más deseaba, aquello para lo que verdaderamente había nacido y que muchos, como Key, dejarían pasar para siempre, en pos de lo que era moral y socialmente más correcto. Mi sueño estaba allí, estaba lejos, en lo alto de una montaña. El sendero que iba a llevarme hasta mi sueño, era largo, estaba lleno de agujeros y piedras enormes que me harían caer y tropezar, la montaña se desprendía por cada una de sus faldas... Pero mi objetivo seguía allí, cálido, sereno y orgullo esperando que llegara hasta él...
Eché un último vistazo hacia la ciudad, hacía el camino gris que todos esperaban que continuara como el resto de chicos de mi edad. Sonreí y me despedí de él. Finalmente, di el primer paso en el que iba a ser el camino a mis verdaderos deseos, a mi verdadera felicidad y al hacerlo, pude ver que junto a mi camino, aparecía uno perfectamente pavimentado, con señales clara de en qué dirección había que ir, a qué velocidad y en qué momento exacto. En el inicio de aquel sendero estaba Key y me ofreció su mano, no para ir con él, sino para que nos acompañáramos una vez más. Cuando la tomé, una voz me dijo:
"¿Estás listo para emprender el camino de tus sueños?"
"Sí..."
En ese momento, me pusieron una venda en los ojos y todo se volvió negro, pero a lo lejos, seguía divisando el brillo del lugar al que quería llegar con todo mi corazón...Y afianzado en el apoyo de mi hermano, comencé a caminar en aquel sendero incierto, en el que avanzaba a tientas, pero con todo el corazón.
Podría llegar o no a alcanzar mi sueño, pero lo único importante para mi, es que al menos, lo habría intentado y perseguido con todo mi corazón.
No tengáis miedo de que ese camino se vea tenebroso, las cosas que amamos y que realmente deseamos lograr, nunca son sencillas ni nunca serán apoyadas por absolutamente todo el que nos rodea. Sed fuertes, amigos míos, porque después de haberos caído mil veces, llegaréis a ese lugar en el que realmente queréis estar. Elijáis el camino que elijáis, nunca va a ser fácil, pero si tenéis suerte, alguien que tomó un sendero diferente, estará ahí para sujetaros y acompañaros desde su propio sendero.
❣ THE END...?
No, rather, it's just the beginning ❣
No, rather, it's just the beginning ❣
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