Género: Drama/ Suspense/ Pscológico
EEL: TP
Resumen: "Quizás el problema es que no supimos comprendernos a tiempo". Un joven Kitsune cae rendido ante el amor y con la única intención de conservarlo, será capaz de tejer toda una red de mentiras a su alrededor... ¿Qué podría salir mal cuando los celos nublan el juicio?
"No pienses de mi lo que es verdad... Te voy a enamorar y así alejarte de lo que me pertenece... Estás jugando a mi juego, eres sin saberlo peón en mi tablero, títere en mi función y soy yo quien dirige tus movimientos en las sombras... Te arrinconaré hasta que no quede una sola vía de escape ...Tu alma será mía y lo verás..."
LOCURA
Aquella primera semana fue cuanto menos una locura para Taemin, quien en cada esquina se encontraba con aquel apuesto nuevo alumno que ya le había declarado sus intenciones de enamorarle.
Al menos en el instituto todo parecía ir bien para el kitsune, pero en casa todo era muy diferente. Cada vez desconfiaba más de Jinki y cada vez le costaba más creerse que iba a trabajar y no a estar con el muchacho. Fue tal la obsesión que lo envolvió que pasaba toda la mañana y toda la tarde mandando mensajes a su novio para saber dónde y con quien estaba, provocando que la incomodidad de su pareja aumentara hasta tales puntos que ni contestara a sus mensajes ni a sus llamadas.
Key se volvía loco por momentos...¿Cómo habían llegado a aquel punto? Todo sucedió de forma inexorable, sin que pudiera impedir que la desconfianza barriera todo lo bueno que hubo entre ellos.
Jinki por su parte, estaba cada vez más enfadado y más irritado, en media hora podía recibir más de 200 mensajes en su KakaoTalk y unas 20 llamadas, así a lo largo del día mientras intentaba trabajar y rendir correctamente sin lograrlo. Es más, pronto no hubo nadie en su trabajo que no se diera cuenta de lo irascible que estaba y más aún, de lo cansado que se veía a todas horas. Él no hablaba de casa en el trabajo y nadie le preguntaba.
Por contra que su novio, que TODO lo que pasaba entre ellos se lo contaba a su mejor amigo, Jinki se vio en apenas tres meses sin el apoyo de Taemin, quien poco a poco lo dejó en un segundo plano para pasar todo el día pendiente de los posibles mensajes y llamadas de Minho, de quien irrefrenablemente comenzaba a sentirse atraído hasta el punto de estar en las clases inmerso en sus pensamientos,deseando que fueran los descansos para poder verle por los pasillos...
- ¿Por qué llegas tan tarde? - replicó el kitsune mientras Jinki apenas terminaba de abrir la puerta de casa.
- ... Por Dios ¿quieres dejar de molestarme?
- ¿Molestarte? ¿Cómo te atreves? ¿¡Con quién has estado!?¡Estoy seguro de que me estás engañando!
- ¡¡BASTA!! ¡Basta ya! ¡Vas a conseguir que pierda la cabeza! -lo aparta de sí para entrar en la cocina a por una cerveza.
- ¡No quieras esquivar el problema! ¿Con quién te estás viendo a escondidas mías?
- ¡Key, aquí el único problema que hay, eres tu!
La discusión siguió subiendo en intensidad hasta que Jinki no pudo más y en un arranque de frustración comenzó a tirar todo por el suelo. Volcó con rabia la mesa de la cocina, dio patadas a las sillas hasta romperlas y siguió abriendo las alacenas,sacando la vajilla y lanzándola al suelo provocando un ruido estruendoso cada vez que uno se quebraba contra las lozas de granito del piso. La escena era completamente subrealista, Jinki estaba completamente fuera de sí y Key tenía tal ataque de ansiedad que arrinconado en una esquina de la cocina, contemplaba entre lágrimas como el hombre de su vida, más que harto de todo, arremetía contra todo aquello que pudiera romperse y sirviera para descargar su ira. Cuando nada quedó para romper allí,finalmente el mayor de ambos se detuvo en seco y comenzó a respirar, acabando por sentarse en el suelo junto frente al rubio. No parecía haber solución posible para aquella relación que en sus comienzos,parecía ser un cuento de hadas que se tornó pesadilla.
Miró a Key con cansancio, el verle llorar ya no le provocaba preocupación, más bien le dejaba impasible y sinceramente, le entristecía ver que prácticamente de aquel enloquecido amor, no quedaba nada, ni siquiera cenizas para intentar reavivarlo. Los destructivos celos de su novio habían acabado con su paciencia, con su buen humor, con todo lo que siempre había sido fácil. La vida se hacía cuesta arriba con Key allí y llevaba tiempo planteándose pedirle que por favor se marchara de su casa y que no le buscara más, que verse era inútil... Suspiró profundamente mientras el silencio inundaba la casa haciendo de ellos dos, presos encadenados el uno al otro por una correa invisible que les hacía resistirse a la separación que lucía como única salida viable. Una vez los sollozos de Key dieron paso al silencio, Jinki se levantó de su sitio y trató de acercarse para abrazarle, pero su novio dijo que no quería de sus abrazos y pronto volvió a tensarse el ambiente. Jinki marchó malhumorado a darse un baño para despejarse de todos los sentimientos destructivos que estaban rondando su cabeza en aquellos momentos. Fue entonces cuando el kitsune salió al porche de la casa para hacer una llamada, la llamada de rigor para contarle a Jonghyun lo infeliz que se sentía en aquellos momentos tras la escabrosa reacción de su novio.
- Se ha vuelto loco, Jong...-sollozaba mirando hacia el interior de la casa- Tengo mucho miedo...Se ha vuelto loco a romper todas las cosas...N-no sé cuánto más podré aguantar...
- Key, por Dios... ¡Podría haberte golpeado! ¡No lo soporto más! Voy a ir inmediatamente a buscarte,vas a recoger tus cosas y a salir de ahí ahora mismo.
- N-no puedo hacerlo, Jong...
- ¿Por qué?¿Te tiene amenazado? ¿Quieres que hable con él?
- No... es que yo... le amo... Por favor... tiene que haber otra solución.
- ¿Amor? Key, lo que está pasando en tu casa NO es amor, lo que Jinki está haciendo NO es amor ¡Ha destrozado la cocina! ¿De verdad que no quieres salir de allí?
- N-no... es... es tarde...
- ¡No importa!¡Iré en pijama a recogerte!
- Deja que lo piense,por favor...
- Key, por lo que más quieras... Tiene que ser ya... Cualquier día pierde la cabeza y te hace daño...Yo...No podría soportar que te pasara nada malo...Sufro mucho al verte así...
- Sé que te preocupas por mi... pero quiero intentar resolverlo...gracias por escucharme siempre, hyung... Buenas noches...
- Buenas noches... Key, si necesitas cualquier cosa, lo que sea, no importa la hora, llámame, por favor.
- Lo haré...
Se apartó el teléfono de la oreja y colgó la llamada antes de tomar una gran bocanada de aire y volver al interior de la casa. Jinki seguía dentro de la ducha y a pesar de lo sucedido, el aroma del gel de leche de avena , inundaba el aire dando la sensación, la falsa sensación de que aquel lugar era un sitio feliz. Subió a la habitación principal y suspiró al sentarse sobre el borde de la cama, mirando fijamente hacia la puerta del baño.
No sabía a qué atenerse... ¿Estaría o no estaría Jinki contándole mentiras?... Ahora no estaba seguro de que se viera con Taemin, porque el muchacho siempre estaba pendiente del móvil y mandándole mensajitos de tonteo a Minho, o sea, al propio Key, que ahora tenía que seguirle la corriente a casi todas horas cuando no estaban juntos... Si se detenía a pensarlo, era él quien estaba siendo verdaderamente infiel...Sacudió la cabeza para alejar aquellos remordimientos de su mente. No era infiel, simplemente estaba manteniendo vigilado a un peligroso competidor como era el maknae.
Cuando finalmente Jinki salió de la ducha secándose con una toalla, se quedó mirando a Key que le observaba desde la cama. No sabían ni qué decirse el uno al otro en aquellos momentos... ¿Qué decirse? Llevaban demasiado tiempo aguantando una situación tan tensa como aquella donde la locura y los celos de Key, le hacían volverse completamente loco sin ninguna clase de motivo.
Aquel día, Minho no estaba para prestar cuidado a las clases, a las que sin duda acudía sin querer hacerlo en realidad sólo para mantener controlado a Taemin durante las mañanas. Aunque ahora era él quien parecía esquivar al pequeño, no lograba despistarlo tras ninguna esquina. El indudable encanto que desprendía el kitsune había hecho presa del menor y no cabía duda de que Taemin se había enamorado completamente... Para su desgracia, su doble personalidad, o más bien su segundo yo, por muy consciente que fuera de que seguía siendo Key, también comenzaba a sentir algo por aquel muchacho...
Quiso ocultarse de él en la biblioteca, con la mala suerte de que allí estaba Taemin mirándolo como si supiera que iba a estar allí.
- Hasta que al fin te veo -dijo el menor con cierto reproche en la voz.
- Hola, Tae -dijo con calma Minho.
- ¿Por qué me esquivas? ¿Acaso ya no te gusto?
- Claro que me gustas... Entiende que en último curso estamos muy agobiados con los exámenes.
- Mientes.
- ¿Cómo dices?
- He dicho que estás mintiendo. He hablado con los de tu clase y me han dicho que aún no tenéis exámenes ¿por qué me estás mintiendo? ¿Es que andas con otro chico?
- ... -suspiró maldiciendo a aquel pequeño enterado- Está bien, he mentido, pero es que no quiero que te asustes.
- ¿Asustarme? ¿Por qué? ¿Qué sucede? -se levanta y se le acerca.
- Es que... he encontrado un trabajo, un buen trabajo y posiblemente tenga que dejar de venir a clase.
- ¿D- de verdad?... Por un lado es horrible pensar que no vas a venir pero por otro... ¡Oh,Minho, es fabuloso que hayas encontrado trabajo! -se le abraza sonriendo - Que tonto eres... me había preocupado muchísimo.
Taemin lo jaló y lo obligó a sentarse con él para que le contara todos los detalles de su trabajo, al fin y al cabo, el primer trabajo siempre era emocionante para un adolescente y él también tenía intención de trabajar aunque compaginando los estudios con la vida laboral. El kitsune se limitó a hablar del sector que conocía más recientemente, el cobro de seguros, sólo que lo cambió, en lugar de cobrar seguros de vida, dijo que eran seguros del coche y explicó un poco por encima lo que seguramente tendría que hacer. Taemin no desconfió, veía tan seguro a su "novio" que daba por hecho que no podía estar contándole una mentira.
Minho por su parte, se sintió aliviado de que algo al fin fuese bien después de tanto tiempo con problemas en casa y sin poder contenerse siquiera, se acercó a los labios de Taemin y le besó haciendo que el muchacho se estremeciera y quedara sin habla ante la sorpresa... Parecía irreal que el chico más guapo de todo el centro estuviera con él... TODAS las chicas del instituto estarían verdes de envidia en cuanto hicieran público que eran pareja. Sólo de pensarlo, el menor sintió cosquillas por todo el cuerpo y felizmente se abrazó del mayor antes de hacerle la gran pregunta, pues a pesar de que a veces surgían aquellos besos, en realidad nunca habían concretado si eran o no pareja, de modo que decidió aventurarse y averiguarlo.
- Oye Minho...
- ¿Sí? -le mira sonriendo levemente.
- ¿Quieres ser mi novio?
Resultaba desconcertante lo directo que aquel chiquillo de apariencia frágil era. La fachada de Tae, era cuanto menos engañosa, siempre parecía dulce e indefenso y sin embargo era un muchacho con un par de huevos bien puestos y muy mal carácter. Minho se limitó a decir que sí y observó con una sonrisa como el menor comenzaba a correr de un lado a otro gritando de felicidad, es más, lo vio salir a los pasillos para dar conocimiento de ello a todo el mundo. Sintió que se le ruborizaban las mejillas cuando toda la gente que había en la biblioteca giraba a verle sin creer que un hombre tan guapo como aquel, fuera irremediablemente gay.
A la salida del instituto, caminaron juntos hasta la casa del pequeño mientras hablaban ya de lo que harían cuando cumplieran el primer mes de relación. Era una verdadera locura, Taemin había pisado el acelerador a fondo y corría a más de 300 km/h como si su reloj biológico le apremiara antes de morir. Resultaba entre divertido y chocante, pero el kitsune supo llevarlo con toda la entereza de un hombre adulto, sin dar mucho pie a que las locas ideas del menor se salieran de madre por algo tan simple como un amor de instituto. Una vez llegaron a la puerta de la casa del muchacho, éste insistió en que pasara a conocer a sus padres, pero Minho declinó la oferta al revisar su móvil y descubrir un mensaje en el que Jonghyun le preguntaba que dónde estaba, lo esperaba en la puerta de casa... Su calma desapareció de golpe y apurado dio un beso en la frente de Taemin y poco después se excusó y salió a la carrera por las calles de la ciudad buscando llegar al patio trasero de su casa para entrar, cambiar de ropa y de forma y salir a ver a su mejor amigo que sin ninguna explicación se había presentado allí. Tardó poco más de 15 minutos en lograrlo y luego de volver a su forma original, se cambió de ropa y salió por la puerta principal de la casa saludando a su amigo con la mano:
-¿Estabas en casa?-preguntó sorprendido el más bajo.
- No,que va, es que he entrado por detrás,venía con las bolsas de la compra y por el jardín no hay escaleras...-mintió.
- Oh,entiendo... ¡Bueno,es igual! ¡Haz la maleta que nos vamos!
- ¿Cómo que nos vamos? ¿A dónde?
- De aquí, después de lo que me contaste no voy a permitir que te quedes más tiempo ¡Me preocupa mucho tu seguridad!
- P-pe...pero...
- Nada de peros, vamos dentro y te ayudo a llevarte lo que haga falta.
En realidad Key no fue ni siquiera capaz de resistirse. Jonghyun lo jaló hasta el piso superior sin que se le opusiera, de modo que allí buscó una maleta y ayudó a su mejor amigo a meter algo de ropa y efectos personales que fueran de importancia y tras asegurarse de que se llevaba suficiente ropa, cargó la maleta con una mano y con la otra sujetó la mano de su mejor amigo para llevarlo abajo. Key finalmente se sujetó del marco de la puerta y dijo con voz entrecortada:
- N-no puedo irme, Jong...Por lo que más quieras, no puedo abandonar a Jinki.
- Sí,sí que puedes -deja la maleta en el suelo y le mira- ¡Por Dios santo,Key! ¿De verdad que no eres capaz de ver que te está haciendo daño? Esto que tenéis, no es amor, no es amor y no es nada más que una relación tóxica que podría acabar peor que mal.
- ¡Pero es que yo le amo! -solloza sin soltarse del marco de la puerta- Por lo que más quieras, Jong, no quiero irme y abandonar a Jinki.
- Él ya te ha abandonado a ti, por favor...- se acerca y acaricia sus mejillas- Por lo que más quieras, Key, yo no soportaría que te pasara algo malo, no concibo la vida sin ti... Déjame ayudarte...
- P-pero...
- Por favor...
Aquellos ojitos que Jong ponía en esa clase de situaciones, le hicieron pensar en si debía o no hacerlo realmente y que a fin de cuentas, su amigo sólo pensaba en su bien, en protegerlo de lo que le estaba dañando y destruyendo... Finalmente, no sin cierto dolor en el pecho,soltó despacio el marco de la puerta y se dejó conducir hasta el coche de Jonghyun, donde se sentó en el asiento del copiloto y por la ventanilla observó como el peliblanco, cerraba la puerta de la casa y llevaba la maleta para guardarla atrás. Cuando se subió a su lado, tomó con fuerza la mano de Key, asegurándole que iba a protegerle ante quien fuera y ante lo que fuera... Quizás aquello era lo que verdaderamente merecía, un hombre que estuviera pendiente de él a todas horas como siempre había hecho Jong... Cuando el coche se puso en marcha, miró con cierta ansiedad como la casa de su amado se iba alejando hasta desaparecer tras una esquina, fue entonces cuando cubriéndose la cara con las manos,comenzó a llorar desesperado.
Es misma noche, cuando Jinki regresó a casa venía más dispuesto a hablar y a solucionar los problemas, tras un día más calmado sin llamadas de su obsesivo novio. Sin embargo al entrar en casa, un extraño silencio le recibió. Todo estaba demasiado tranquilo y a oscuras. Llamó a Key sin obtener respuesta y pensó que quizás había salido o estaba por ahí o tal vez se hubiera quedado dormido... Al subir las escaleras y entrar en el dormitorio principal,se encontró con una escena que le pareció cuanto menos irreal. El armario de Key estaba abierto de par en par, revuelto y sobre la cama perchas de ropa. Tragó saliva con dificultad y se acercó a verificar que el armario estaba prácticamente vacío, la ropa de su novio se había esfumado y pensó que quizás hubiera entrado algún ladrón, pero comprobó muy a su pesar, que tampoco estaba allí una de sus maletas y tuvo que sentarse sobre la cama a meditar con la mente lo que había pasado...Era evidente que se había ido, sin duda era eso...Key había hecho la maleta y le había abandonado... Jinki sintió la furia y la confusión apoderarse de él y comenzó a gritar para dejar salir aquella frustración. Se puso en pie y comenzó a volcar y tirar los muebles al piso, jaló de las sábanas de la cama y las rompió mientras maldecía a su novio por todo lo que le había provocado. Maldijo la noche en la que lo conoció y horriblemente se equivocó pensando que era su chico ideal, que era un buen hombre y que merecía la pena enamorarlo... Todo había sido demasiado perfecto hasta que los celos de Key entraron en juego y eso había terminado desgastando la relación hasta tal punto que... simplemente, se había ido y lo había dejado allí llorando y lamentándose sin aparente explicación. ¿Por qué?¿Por qué si él no le había hecho nada malo? Jamás lo había engañado por mucho que Key pensara que sí.
Una vez la furia se calmó, se dejó caer sobre el colchón de la cama deshecho en lágrimas, aún llamando a Key a voces para pedirle una explicación por aquel acto tan cobarde y traicionero. Finalmente, casi a media noche, sintió que su cuerpo le pedía un descanso, no podía más con aquel estado nervioso y depresivo en el que llevaba ya unos meses sumido por culpa de su novio y muy a su pesar, a esas horas después de un día entero de trabajo, tuvo que ponerse a hacer la cama para poder acostarse en un sitio decente para poder descansar como era debido... Aunque en realidad al acostarse no pudo descansar, acabó agarrando su teléfono móvil para llamar a la persona que le había sentado peor que el veneno , esperaba que al menos tuviera el valor de cogerle la llamada, pero no fue así, Key no le respondió y le hizo sentir aún peor, como si verdaderamente, fuera el culpable de aquella catastrófica situación. Finalmente el agotamiento físico y mental le hizo caer en un profundo sueño del que casi prefería no volver a despertar.
Key se volvía loco por momentos...¿Cómo habían llegado a aquel punto? Todo sucedió de forma inexorable, sin que pudiera impedir que la desconfianza barriera todo lo bueno que hubo entre ellos.
Jinki por su parte, estaba cada vez más enfadado y más irritado, en media hora podía recibir más de 200 mensajes en su KakaoTalk y unas 20 llamadas, así a lo largo del día mientras intentaba trabajar y rendir correctamente sin lograrlo. Es más, pronto no hubo nadie en su trabajo que no se diera cuenta de lo irascible que estaba y más aún, de lo cansado que se veía a todas horas. Él no hablaba de casa en el trabajo y nadie le preguntaba.
Por contra que su novio, que TODO lo que pasaba entre ellos se lo contaba a su mejor amigo, Jinki se vio en apenas tres meses sin el apoyo de Taemin, quien poco a poco lo dejó en un segundo plano para pasar todo el día pendiente de los posibles mensajes y llamadas de Minho, de quien irrefrenablemente comenzaba a sentirse atraído hasta el punto de estar en las clases inmerso en sus pensamientos,deseando que fueran los descansos para poder verle por los pasillos...
- ¿Por qué llegas tan tarde? - replicó el kitsune mientras Jinki apenas terminaba de abrir la puerta de casa.
- ... Por Dios ¿quieres dejar de molestarme?
- ¿Molestarte? ¿Cómo te atreves? ¿¡Con quién has estado!?¡Estoy seguro de que me estás engañando!
- ¡¡BASTA!! ¡Basta ya! ¡Vas a conseguir que pierda la cabeza! -lo aparta de sí para entrar en la cocina a por una cerveza.
- ¡No quieras esquivar el problema! ¿Con quién te estás viendo a escondidas mías?
- ¡Key, aquí el único problema que hay, eres tu!
La discusión siguió subiendo en intensidad hasta que Jinki no pudo más y en un arranque de frustración comenzó a tirar todo por el suelo. Volcó con rabia la mesa de la cocina, dio patadas a las sillas hasta romperlas y siguió abriendo las alacenas,sacando la vajilla y lanzándola al suelo provocando un ruido estruendoso cada vez que uno se quebraba contra las lozas de granito del piso. La escena era completamente subrealista, Jinki estaba completamente fuera de sí y Key tenía tal ataque de ansiedad que arrinconado en una esquina de la cocina, contemplaba entre lágrimas como el hombre de su vida, más que harto de todo, arremetía contra todo aquello que pudiera romperse y sirviera para descargar su ira. Cuando nada quedó para romper allí,finalmente el mayor de ambos se detuvo en seco y comenzó a respirar, acabando por sentarse en el suelo junto frente al rubio. No parecía haber solución posible para aquella relación que en sus comienzos,parecía ser un cuento de hadas que se tornó pesadilla.
Miró a Key con cansancio, el verle llorar ya no le provocaba preocupación, más bien le dejaba impasible y sinceramente, le entristecía ver que prácticamente de aquel enloquecido amor, no quedaba nada, ni siquiera cenizas para intentar reavivarlo. Los destructivos celos de su novio habían acabado con su paciencia, con su buen humor, con todo lo que siempre había sido fácil. La vida se hacía cuesta arriba con Key allí y llevaba tiempo planteándose pedirle que por favor se marchara de su casa y que no le buscara más, que verse era inútil... Suspiró profundamente mientras el silencio inundaba la casa haciendo de ellos dos, presos encadenados el uno al otro por una correa invisible que les hacía resistirse a la separación que lucía como única salida viable. Una vez los sollozos de Key dieron paso al silencio, Jinki se levantó de su sitio y trató de acercarse para abrazarle, pero su novio dijo que no quería de sus abrazos y pronto volvió a tensarse el ambiente. Jinki marchó malhumorado a darse un baño para despejarse de todos los sentimientos destructivos que estaban rondando su cabeza en aquellos momentos. Fue entonces cuando el kitsune salió al porche de la casa para hacer una llamada, la llamada de rigor para contarle a Jonghyun lo infeliz que se sentía en aquellos momentos tras la escabrosa reacción de su novio.
- Se ha vuelto loco, Jong...-sollozaba mirando hacia el interior de la casa- Tengo mucho miedo...Se ha vuelto loco a romper todas las cosas...N-no sé cuánto más podré aguantar...
- Key, por Dios... ¡Podría haberte golpeado! ¡No lo soporto más! Voy a ir inmediatamente a buscarte,vas a recoger tus cosas y a salir de ahí ahora mismo.
- N-no puedo hacerlo, Jong...
- ¿Por qué?¿Te tiene amenazado? ¿Quieres que hable con él?
- No... es que yo... le amo... Por favor... tiene que haber otra solución.
- ¿Amor? Key, lo que está pasando en tu casa NO es amor, lo que Jinki está haciendo NO es amor ¡Ha destrozado la cocina! ¿De verdad que no quieres salir de allí?
- N-no... es... es tarde...
- ¡No importa!¡Iré en pijama a recogerte!
- Deja que lo piense,por favor...
- Key, por lo que más quieras... Tiene que ser ya... Cualquier día pierde la cabeza y te hace daño...Yo...No podría soportar que te pasara nada malo...Sufro mucho al verte así...
- Sé que te preocupas por mi... pero quiero intentar resolverlo...gracias por escucharme siempre, hyung... Buenas noches...
- Buenas noches... Key, si necesitas cualquier cosa, lo que sea, no importa la hora, llámame, por favor.
- Lo haré...
Se apartó el teléfono de la oreja y colgó la llamada antes de tomar una gran bocanada de aire y volver al interior de la casa. Jinki seguía dentro de la ducha y a pesar de lo sucedido, el aroma del gel de leche de avena , inundaba el aire dando la sensación, la falsa sensación de que aquel lugar era un sitio feliz. Subió a la habitación principal y suspiró al sentarse sobre el borde de la cama, mirando fijamente hacia la puerta del baño.
No sabía a qué atenerse... ¿Estaría o no estaría Jinki contándole mentiras?... Ahora no estaba seguro de que se viera con Taemin, porque el muchacho siempre estaba pendiente del móvil y mandándole mensajitos de tonteo a Minho, o sea, al propio Key, que ahora tenía que seguirle la corriente a casi todas horas cuando no estaban juntos... Si se detenía a pensarlo, era él quien estaba siendo verdaderamente infiel...Sacudió la cabeza para alejar aquellos remordimientos de su mente. No era infiel, simplemente estaba manteniendo vigilado a un peligroso competidor como era el maknae.
Cuando finalmente Jinki salió de la ducha secándose con una toalla, se quedó mirando a Key que le observaba desde la cama. No sabían ni qué decirse el uno al otro en aquellos momentos... ¿Qué decirse? Llevaban demasiado tiempo aguantando una situación tan tensa como aquella donde la locura y los celos de Key, le hacían volverse completamente loco sin ninguna clase de motivo.
~~~~~~
Aquel día, Minho no estaba para prestar cuidado a las clases, a las que sin duda acudía sin querer hacerlo en realidad sólo para mantener controlado a Taemin durante las mañanas. Aunque ahora era él quien parecía esquivar al pequeño, no lograba despistarlo tras ninguna esquina. El indudable encanto que desprendía el kitsune había hecho presa del menor y no cabía duda de que Taemin se había enamorado completamente... Para su desgracia, su doble personalidad, o más bien su segundo yo, por muy consciente que fuera de que seguía siendo Key, también comenzaba a sentir algo por aquel muchacho...
Quiso ocultarse de él en la biblioteca, con la mala suerte de que allí estaba Taemin mirándolo como si supiera que iba a estar allí.
- Hasta que al fin te veo -dijo el menor con cierto reproche en la voz.
- Hola, Tae -dijo con calma Minho.
- ¿Por qué me esquivas? ¿Acaso ya no te gusto?
- Claro que me gustas... Entiende que en último curso estamos muy agobiados con los exámenes.
- Mientes.
- ¿Cómo dices?
- He dicho que estás mintiendo. He hablado con los de tu clase y me han dicho que aún no tenéis exámenes ¿por qué me estás mintiendo? ¿Es que andas con otro chico?
- ... -suspiró maldiciendo a aquel pequeño enterado- Está bien, he mentido, pero es que no quiero que te asustes.
- ¿Asustarme? ¿Por qué? ¿Qué sucede? -se levanta y se le acerca.
- Es que... he encontrado un trabajo, un buen trabajo y posiblemente tenga que dejar de venir a clase.
- ¿D- de verdad?... Por un lado es horrible pensar que no vas a venir pero por otro... ¡Oh,Minho, es fabuloso que hayas encontrado trabajo! -se le abraza sonriendo - Que tonto eres... me había preocupado muchísimo.
Taemin lo jaló y lo obligó a sentarse con él para que le contara todos los detalles de su trabajo, al fin y al cabo, el primer trabajo siempre era emocionante para un adolescente y él también tenía intención de trabajar aunque compaginando los estudios con la vida laboral. El kitsune se limitó a hablar del sector que conocía más recientemente, el cobro de seguros, sólo que lo cambió, en lugar de cobrar seguros de vida, dijo que eran seguros del coche y explicó un poco por encima lo que seguramente tendría que hacer. Taemin no desconfió, veía tan seguro a su "novio" que daba por hecho que no podía estar contándole una mentira.
Minho por su parte, se sintió aliviado de que algo al fin fuese bien después de tanto tiempo con problemas en casa y sin poder contenerse siquiera, se acercó a los labios de Taemin y le besó haciendo que el muchacho se estremeciera y quedara sin habla ante la sorpresa... Parecía irreal que el chico más guapo de todo el centro estuviera con él... TODAS las chicas del instituto estarían verdes de envidia en cuanto hicieran público que eran pareja. Sólo de pensarlo, el menor sintió cosquillas por todo el cuerpo y felizmente se abrazó del mayor antes de hacerle la gran pregunta, pues a pesar de que a veces surgían aquellos besos, en realidad nunca habían concretado si eran o no pareja, de modo que decidió aventurarse y averiguarlo.
- Oye Minho...
- ¿Sí? -le mira sonriendo levemente.
- ¿Quieres ser mi novio?
Resultaba desconcertante lo directo que aquel chiquillo de apariencia frágil era. La fachada de Tae, era cuanto menos engañosa, siempre parecía dulce e indefenso y sin embargo era un muchacho con un par de huevos bien puestos y muy mal carácter. Minho se limitó a decir que sí y observó con una sonrisa como el menor comenzaba a correr de un lado a otro gritando de felicidad, es más, lo vio salir a los pasillos para dar conocimiento de ello a todo el mundo. Sintió que se le ruborizaban las mejillas cuando toda la gente que había en la biblioteca giraba a verle sin creer que un hombre tan guapo como aquel, fuera irremediablemente gay.
A la salida del instituto, caminaron juntos hasta la casa del pequeño mientras hablaban ya de lo que harían cuando cumplieran el primer mes de relación. Era una verdadera locura, Taemin había pisado el acelerador a fondo y corría a más de 300 km/h como si su reloj biológico le apremiara antes de morir. Resultaba entre divertido y chocante, pero el kitsune supo llevarlo con toda la entereza de un hombre adulto, sin dar mucho pie a que las locas ideas del menor se salieran de madre por algo tan simple como un amor de instituto. Una vez llegaron a la puerta de la casa del muchacho, éste insistió en que pasara a conocer a sus padres, pero Minho declinó la oferta al revisar su móvil y descubrir un mensaje en el que Jonghyun le preguntaba que dónde estaba, lo esperaba en la puerta de casa... Su calma desapareció de golpe y apurado dio un beso en la frente de Taemin y poco después se excusó y salió a la carrera por las calles de la ciudad buscando llegar al patio trasero de su casa para entrar, cambiar de ropa y de forma y salir a ver a su mejor amigo que sin ninguna explicación se había presentado allí. Tardó poco más de 15 minutos en lograrlo y luego de volver a su forma original, se cambió de ropa y salió por la puerta principal de la casa saludando a su amigo con la mano:
-¿Estabas en casa?-preguntó sorprendido el más bajo.
- No,que va, es que he entrado por detrás,venía con las bolsas de la compra y por el jardín no hay escaleras...-mintió.
- Oh,entiendo... ¡Bueno,es igual! ¡Haz la maleta que nos vamos!
- ¿Cómo que nos vamos? ¿A dónde?
- De aquí, después de lo que me contaste no voy a permitir que te quedes más tiempo ¡Me preocupa mucho tu seguridad!
- P-pe...pero...
- Nada de peros, vamos dentro y te ayudo a llevarte lo que haga falta.
En realidad Key no fue ni siquiera capaz de resistirse. Jonghyun lo jaló hasta el piso superior sin que se le opusiera, de modo que allí buscó una maleta y ayudó a su mejor amigo a meter algo de ropa y efectos personales que fueran de importancia y tras asegurarse de que se llevaba suficiente ropa, cargó la maleta con una mano y con la otra sujetó la mano de su mejor amigo para llevarlo abajo. Key finalmente se sujetó del marco de la puerta y dijo con voz entrecortada:
- N-no puedo irme, Jong...Por lo que más quieras, no puedo abandonar a Jinki.
- Sí,sí que puedes -deja la maleta en el suelo y le mira- ¡Por Dios santo,Key! ¿De verdad que no eres capaz de ver que te está haciendo daño? Esto que tenéis, no es amor, no es amor y no es nada más que una relación tóxica que podría acabar peor que mal.
- ¡Pero es que yo le amo! -solloza sin soltarse del marco de la puerta- Por lo que más quieras, Jong, no quiero irme y abandonar a Jinki.
- Él ya te ha abandonado a ti, por favor...- se acerca y acaricia sus mejillas- Por lo que más quieras, Key, yo no soportaría que te pasara algo malo, no concibo la vida sin ti... Déjame ayudarte...
- P-pero...
- Por favor...
Aquellos ojitos que Jong ponía en esa clase de situaciones, le hicieron pensar en si debía o no hacerlo realmente y que a fin de cuentas, su amigo sólo pensaba en su bien, en protegerlo de lo que le estaba dañando y destruyendo... Finalmente, no sin cierto dolor en el pecho,soltó despacio el marco de la puerta y se dejó conducir hasta el coche de Jonghyun, donde se sentó en el asiento del copiloto y por la ventanilla observó como el peliblanco, cerraba la puerta de la casa y llevaba la maleta para guardarla atrás. Cuando se subió a su lado, tomó con fuerza la mano de Key, asegurándole que iba a protegerle ante quien fuera y ante lo que fuera... Quizás aquello era lo que verdaderamente merecía, un hombre que estuviera pendiente de él a todas horas como siempre había hecho Jong... Cuando el coche se puso en marcha, miró con cierta ansiedad como la casa de su amado se iba alejando hasta desaparecer tras una esquina, fue entonces cuando cubriéndose la cara con las manos,comenzó a llorar desesperado.
Es misma noche, cuando Jinki regresó a casa venía más dispuesto a hablar y a solucionar los problemas, tras un día más calmado sin llamadas de su obsesivo novio. Sin embargo al entrar en casa, un extraño silencio le recibió. Todo estaba demasiado tranquilo y a oscuras. Llamó a Key sin obtener respuesta y pensó que quizás había salido o estaba por ahí o tal vez se hubiera quedado dormido... Al subir las escaleras y entrar en el dormitorio principal,se encontró con una escena que le pareció cuanto menos irreal. El armario de Key estaba abierto de par en par, revuelto y sobre la cama perchas de ropa. Tragó saliva con dificultad y se acercó a verificar que el armario estaba prácticamente vacío, la ropa de su novio se había esfumado y pensó que quizás hubiera entrado algún ladrón, pero comprobó muy a su pesar, que tampoco estaba allí una de sus maletas y tuvo que sentarse sobre la cama a meditar con la mente lo que había pasado...Era evidente que se había ido, sin duda era eso...Key había hecho la maleta y le había abandonado... Jinki sintió la furia y la confusión apoderarse de él y comenzó a gritar para dejar salir aquella frustración. Se puso en pie y comenzó a volcar y tirar los muebles al piso, jaló de las sábanas de la cama y las rompió mientras maldecía a su novio por todo lo que le había provocado. Maldijo la noche en la que lo conoció y horriblemente se equivocó pensando que era su chico ideal, que era un buen hombre y que merecía la pena enamorarlo... Todo había sido demasiado perfecto hasta que los celos de Key entraron en juego y eso había terminado desgastando la relación hasta tal punto que... simplemente, se había ido y lo había dejado allí llorando y lamentándose sin aparente explicación. ¿Por qué?¿Por qué si él no le había hecho nada malo? Jamás lo había engañado por mucho que Key pensara que sí.
Una vez la furia se calmó, se dejó caer sobre el colchón de la cama deshecho en lágrimas, aún llamando a Key a voces para pedirle una explicación por aquel acto tan cobarde y traicionero. Finalmente, casi a media noche, sintió que su cuerpo le pedía un descanso, no podía más con aquel estado nervioso y depresivo en el que llevaba ya unos meses sumido por culpa de su novio y muy a su pesar, a esas horas después de un día entero de trabajo, tuvo que ponerse a hacer la cama para poder acostarse en un sitio decente para poder descansar como era debido... Aunque en realidad al acostarse no pudo descansar, acabó agarrando su teléfono móvil para llamar a la persona que le había sentado peor que el veneno , esperaba que al menos tuviera el valor de cogerle la llamada, pero no fue así, Key no le respondió y le hizo sentir aún peor, como si verdaderamente, fuera el culpable de aquella catastrófica situación. Finalmente el agotamiento físico y mental le hizo caer en un profundo sueño del que casi prefería no volver a despertar.
♒ ♦ CONTINUARÁ ♦ ♒
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡ Ahora mis frutitas podéis añadir fotos y vídeos!
Foto: [img]URL de la imagen[/img]
Video: [video]URL del video[/video]