CREAM CUPCAKES

Pareja: OnTae [Onew + Taemin]
Género: Drama- Shonen ai
EEL: TP

Era un día frío a mediados de Diciembre.Las calles estaban cubiertas de un manto de nieve blanca y por todas partes se respiraba el natural ambiente navideño de las fechas.Pero a Jinki esa clase de sensaciones no le resultaba agradable ni mucho menos conmovedor.La navidad le parecía lo mismo que a muchos jóvenes de su edad,una época consumista y carente de sentido.
Iba caminando por la calle con ambas manos en los bolsillos de su gabardina negra;la carpeta de la universidad bajo el brazo y su cara de frialdad.
Le parecía patético ver a la gente cargada de regalos y con estúpidas sonrisas en la cara.
Suspiró cansado y se metió en una pequeña cafetería.
Quería tomar algo caliente y agradable antes de volver al campus a seguir preparándose para sus exámenes avanzados de Matemáticas,F&Q y Biología.
Miró detenidamente el lugar.Lo cierto es que era realmente pequeño,no tenía demasiada luz y a parte de las cuatro sillas de la barra,apenas había dos mesas con sus correspondientes sillones.No era un lugar estrabagante y al universitario le resultó íntimo y confortable.Se sentó en la mesa que pegaba de la pared,dejándo a un lado su carpeta.El local estaba desierto y le extrañó no ver siquiera al camarero.Se cruzó de brazos mirando con atención el lugar y escuchó una tos,que venía posiblemente de la cocina.
-¿Hay alguien?-preguntó con voz tranquila.
-S-sí...Un momento por favor...-contestó desde dentro una voz algo infantil y al poco salió un muchacho de cabello rojo y apariencia añiñada-Lo siento por la espera.
-No es nada.
-¿Qué le pongo?-le sonríe con amabilidad.
-Un leche y leche.
-Marchando.
Jinki miró atento a aquel individuo.Parecía un intento fallido en el paso de niño a adolescente;facciones infantiles,cuerpo frágil y delgado,ojitos grandes y brillantes,labios carnosos y unas mejillas suavemente sonrosadas.Llevaba un jersey de punto de cuello alto en color salmón que sin lugar a dudas le iba grande.El mayor enarcó una ceja.Demasiado infantil, demasiado inmaduro,demasiado precioso,demasiado extraño...Aquel niño era demasiadas cosas juntas.
El menor le trajo una taza con su leche y leche,con una cucharilla envuelta en una servilleta y un sobrecito de azúcar.
-Buen provecho-le dijo dulcemente el chiquillo.
-...Gracias.
Jinki lo vio regresar tras la barra y cubrirse la boca con el dorso de la mano y toser varias veces.Le alivió ver que el pelirrojo se lavó apuradamente las manos tras hacerlo.Al menos resultaba más higiénico así. Dejó de mirarle y tras sacar la cucharilla de la servilleta y comprobar que estaba bien lavada,se dedicó a remover el contenido de la taza con la vista perdida en la espuma que se formaba mientras lo hacía.
Entonces el niño,adolescente o lo que fuera aquello,dejó con cuidado a su lado otro plato en el cual había una magdalena muy bien decorada y de delicioso aspecto.El universitario miró al pelirrojo y dijo con voz seca:
-Yo no he pedido esto.
-Es un regalo de la casa-le dijo con una sonrisa tranquila el chico.
No supo qué contestar a aquello.¿Un regalo?¿Por qué?Volvió a escuhar toser al niño ese y giró apenas la cara para verle tras la barra,con una mano delante de la boca y la otra en el cuello.Le extrañó escucharlo toser de aquella forma,pero no quiso darle mayor importancia y le dio el primer trago a su leche y leche antes de volver a mirar el dulce.Tenía un aspecto realmente delicioso,pero cuando lo fue a coger escuchó un golpe seco y una nueva tos,más potente que las otras.Se levantó inevitablemente preocupado al darse cuenta de que el pelirrojo se había caído al suelo y se asomó por la barra y efectivamente lo vio allí arrodillado tosiendo.
-Oye¿estás bien?-dijo pasando tras la barra y acercándose al camarero.
-¡Coff!¡Coff coff!-asiente despacio aún con la mano delante de la boca y la otra al cuello-S-sí...Sí,l-lo siento...
Justo cuando el chiquillo bajo la mano para quitársela de la boca,Jinki vio que tenía sangre y abrió desmesuradamente los ojos,agachándose junto a él y agarrándole la mano viendo efectivamente lo que le había parecido.El pelirrojo le miró desconcertado y él vio que tenía los ojos llenos de lágrimas.
-Deberías ir al médico,muchacho.
-N-no...No se preocupe,no es nada...
-Estás tosiendo sangre,al menos tendrías que estar acostado.
-De verdad,no se preocupe más-le sonríe con dulzura-.Siento haberle asustado,por favor,siga tranquilo.
-Sinceramente no puedo estar tranquilo viendo como toses sangre,resulta preocupante.
Jinki no dijo nada más y agarrándo con cuidado al pelirrojo por los hombros,lo hizo levantarse,para ayudarle a lavarse las manos y le mojó la frente y la nuca,para posteriormente,sentarlo en la misma mesa en la que él estaba.
-L-lo siento...De verdad que no debe preocuparse...-se disculpó avergonzado el muchacho.
-No es necesario que me trates con tanta formalidad-dijo tranquilamente el mayor mientras cogía una botella de agua de detrás de la barra y la ponía en la mesa antes de sentarse frente a él-.Soy Jinki¿y tú?
-Ah...M-me llamo Taemin-dijo con las mejillas encendidas.
-Bueno,Taemin,deberías estar descansando en lugar de trabajar,no es conveniente que estés de pie.
-Yo...No puedo hacer eso...-le sonríe con ternura.
-¿Por qué no?¿Te obligan tus padres a trabajar en esas condiciones?
-No...No...-niega despacio-M-mis padres están muertos,Jinki,v-vivo solo...
-Vaya...Mis condolencias,Taemin-dice suavizando un poco el tono de voz y bebe un largo sorbo de la taza mientras el menor bebía de la botella que le había traído-...Entonces¿éste negocio es tuyo?
-Sí...Bueno,lo era-le sonríe de nuevo.
-¿Lo era?
Taemin asintió en silencio y antes de que Jinki tuviera tiempo de preguntar de nuevo comenzó a escuchar a la gente cantar villancicos y no pudo evitar poner cara de asco.El menor le miró confundido.
-¿No te gustan los villancicos?
-No me gusta la navidad en sí-dijo disgustado el mayor mientras provaba el dulce que había junto a su taza y se asombraba al ver lo delicioso que estaba.
-¿Por qué no te gusta,Jinki?
-Es una época de apogeo consumista en el que la gente se vuelve loca a comprar porquería y a gastar dinero en estúpideces.
-...A mi me parece una temporada preciosa-le sonríe dulcemente-.El día después de noche buena ves las sonrisas de los niños con sus nuevos juguetes y me parece precioso.
-No lo es-niega disgustado-.La mayoría de esos niños son unos malcriados que responden a sus padres y a cualquier autoridad de forma impertinente y aún así por la ley de "No usar la bara" los adultos se dejan mangonear.Las nuevas generaciones son tan sólo una abominación en la que los hijos controlan a sus padres como muñecos de feria.Me resulta repugnante.
-...También hay niños que sufren maltrato por parte de sus padres-dice con la voz ahogada-¿Acaso no tienen derecho a sonreír esos niños?-se quita una lágrima de la mejilla con la manga de su jersey-No,Jinki,generalizar tanto está mal...¿No piensas darle una navidad a tus hijos el día de mañana?
-No digo que esos niños no tengan derecho a sonreír,pero no así,de esa forma solo se compra el cariño y el silencio y  los que no se lo merecen se crecen cuando reciben regalos-frunce al ceño al darse cuenta de que llora-.No.Principalmente porque no quiero hijos y si los llego a tener,nunca les criaré con esa ridícula costumbre.
-Los niños se sienten Jinki...-solloza-Si no les das una navidad¿cómo crees que se sentirán cuando regresen al colegio y vean a sus amiguitos con juguetes nuevos?Les hará sentirse mal...y preguntarán que por qué a ellos no les han dado nada...
-Conoces bien los sentimientos de los niños en esas circunstancias¿no te daban tus padres una navidad?
-A menudo no podían dármela-le sonríe con tristeza limpiándose las lágrimas de la cara con la manga del jersey-,decían que mis regalos se  los habían dado a niños que lo habían perdido todo y entonces yo lloraba,pero me hacía feliz pensar que otro niño que estaba más necesitado que yo,estaba sonriendo con algún juguete entre sus manos...
-Comprendo-le mira fijamente-.Realmente se te ve poco egoísta...-mira la cafetería-¿Por qué dices que ya no es tuya?
-Me la van a quitar-dice con voz tranquila.
Jinki le miró y Taemin le sonrió con tristeza.
-¿Por qué?
-Porque nunca he podido ganar lo suficiente como para pagarlo...Como ves,nunca hay nadie-mira despacio el local.
-¿Y a dónde vas a ir?¿Tienes familiares?
-No los tengo...-le sonríe apenas-Y...supongo que iré a la calle,ésto es todo lo que me queda.
A Jinki se le comprimió el corazón en el pecho.¿A la calle?¿Cuántos años tenía Taemin?Sin padres,sin modo de subsistir y para rematar la faena enfermo...No hacía falta que el pelirrojo le dijera nada,no estaba ciego y sabía perfectamente que el hecho de escupir sangre implicaba una enfermedad pulmonar,que bien podía ser una neumonía o una tuberculosis.
Todos los músculos de su cuerpo se tensaron mientras miraba a Taemin con los ojos muy dilatados.Nunca había sentido cariño o compasión por nadie y de pronto aquel  chiquillo se plantaba frente a él sin quererlo y le aturdía los sentidos con una sonrisa.Jinki sintió que se le hacía un nudo en la boca del estómago.Él siempre había luchado por todo,se había ganado por esfuerzo propio todo lo que poseía y sin embargo Taemin parecía dispuesto a no luchar por conservar lo poco que tenía...No podía,no sabía por qué,pero no podía permitir que aquel precioso intento de hombre acabase en la calle,muriéndose en cualquier rincón.
Se sorprendió a sí mismo,incorporándose sobre la mesa y tomando al menor de las mejillas para besarle.Nunca había besado a nadie,pero sentía un irrefrenable deseo de besar a Taemin,una,dos,mil veces,todas las que pudiese.
El pelirrojo se sorprendió y comenzó a temblar ante el contacto de sus labios.Jinki se separó levemente y le acarició la mejilla con suavidad antes de besarle de nuevo para ésta vez,ser correspondido.Cuando sus labios se separaron para coger aire,el universitario susurró:
-Ven conmigo,Taemin...
-¿Ah...?Ji-Jinki...P-pero...-le mira confuso.
-Por favor,Taemin,ven conmigo-le acaricia las mejillas-,yo cuidaré de ti y si algún día quieres irte de mi lado hazlo,pero ven conmigo...No quiero que te congeles en la calle.
La voz del mayor se quebró y el pelirrojo rompió a llorar sintiendo que el corazón le latía de forma desbocada,amenazando con explotar.No entendía los motivos de Jinki para hacerle aquel ofrecimiento y por extraño que fuese todo,no se sintió capaz de negarse.Algo dentro le decía que podía confiar en el mayor,que Jinki iba a cuidarle como nadie había hecho desde hacía muchos años y entonces volvieron a mirarse a los ojos y a fundir sus bocas en un cálido beso.
Jinki se separó despacio y levántandose del sillón agarró la mano de Taemin y le dijo con suavidad que si tenía que recoger algo que lo hiciera ahora.El pequeño asintió y fue a la cocina y tras unos momentos regresó con un peluche de osito blanco,notablemente desgastado por el paso de los años.Jinki sonrió con ternura al verle y le agarró de la mano para segundos después cruzar con Taemin la puerta de aquella cafetería.Ambos miraron el lugar por última vez.Entonces Jinki leyó el nombre del local y sonrió "Cream Cupcakes".Él se llevaba de aquel tétrico lugar el más precioso de todos los pasteles,para tenerlo a su lado siempre.