Entradas populares

sábado, 5 de mayo de 2018

EL AMOR ES COSA DE IDIOTAS 1º

Personajes: JongTae [Jonghyun + Taemin]
Género: Drama /Suspense/Lemon
EEL: +16

Resumen: La clase de persona que no es Taemin, es Jonghyun. Dos polos completamente opuestos que más que atraerse, se repelen de forma irrefrenable. Tae maldice su suerte cuando descubre que en el presente curso, Jonghyun va a estar en su misma clase. ¿Podrá soportarle durante todo el curso o terminarán ambos de la peor de las maneras?




Si a Taemin le preguntaran, cómo definiría a un completo idiota, sin duda, señalaría a Jonghyun.


Aquella mañana, era el primer día de instituto y para su suerte, aquel era el último año de una tortura que se prolongaba desde tres años atrás. Taemin nunca había tenido la suerte que esperaba en el instituto, no porque no encajara en el sistema o los estándares que tenía la juventud para ser popular, sino, porque desde el mismo momento en el que entró por la puerta, se encontró de bruces con un chico, que como él acababa de empezar, pero que en sí, fue un momento completamente absurdo e irreal. Tras disculparse por tropezar con él y ofrecerle seguidamente una reverencia, la respuesta de aquel chico, que días después, supo, se llamaba Jonghyun, fue sacarse el chicle de la boca y pegárselo en el cabello. Fue sin duda la peor primera impresión que podría haberse llevado Taemin de alguien.
De modo que su estancia en aquel centro, había sido una tortura gracias a aquel completo imbécil. ¿Era muy duro por pensar así? En absoluto. En un principio intentó tontamente limar asperezas con aquel chico con el que parecía haber comenzado con mal pie, y la respuesta de Jonghyun, fue aún peor.
Finalmente, tras un par de intentos fallidos en el primer curso, Taemin dio por perdido a aquel compañero que no hacía más que joderle cada vez que se encontraban.
La suerte era que si se lo montaba bien, tan sólo se encontraban por los pasillos o no, dependiendo de si era o no capaz de evitarlo en medio del gentío de hormonas , que puede ser un instituto. En ocasiones, lo veía de lejos y cambiaba prudentemente de dirección, aunque cuando eso hacía, se daba cuenta de que Jonghyun iba tras él, casi corriendo. La primera y única vez que le dio alcance, lo estampó contra la pared y le tiró todos los libros al suelo y para mayor inri, también le tiró la mochila, jalándosela con tantísima fuerza , que llegó a romper una de las correas. Tras aquel "incidente", Taemin no se volvió a dejar coger. Ahora cuando se daba la vuelta, iba corriendo y empujando a quien fuera, en una huida desenfrenada por escapar de cualquiera que fuera la locura que aquel desgraciado pensaba hacerle.

Si se encontraban de frene y él no le había visto, por lo general, Jonghyun se aseguraba de que fuera consciente de que estaba allí y le daba algún golpe para que mirara en su dirección. Llegó incluso a tirarlo al suelo y pelearse con él hasta que le rompió completamente la camisa del uniforme. Los compañeros y amigos de Taemin a menudo se veían obligados a interferir porque verdaderamente a aquel pirado se le iba la mano. De modo que el más bajo, llegó a denunciarlo ante profesores y ante la propia directora del centro, esperando que aquello parase. Jonghyun lo negó incluso cuando chicos de la clase de Taemin mostraron fotos y vídeos de cómo se lanzaba sobre el maknae para pegarle y aún con ello, no cedió ni un milímetro. Fue expulsado en tres ocasiones por un par de semanas y cada vez que volvía, parecía que la cosa se había calmado, pero no era así, porque al par de días, volvían de nuevo los tirones de pelo, los golpes en el pasillo y las amenazas. Podría haber sido la época dorada de su vida, pero no... Era evidente que el mundo no quería que le fuera bien en el instituto, de modo que ya en el segundo año, trató de defenderse. Respondía a los golpes a los insultos e incluso en una ocasión, llegó a dejarle tal arañazo a Jonghyun, que la marca de sus uñas fue visible por semanas en su rostro. 
Obviamente, Jonghyun no tomó aquello nada bien y podía ver su cara de odio desde el otro lado del pasillo, podía ver cómo se tronaba los puños, seguro de que quería reventárselos encima. No había día ni semana en el que no volviera a casa con un cardenal nuevo,gracias a aquel estúpido.


Pues encontrándose frente al tablón de listas de alumnos, se percató de que algo no encajaba. Buscaba su nombre en el listado de la clase a la que siempre había pertenecido, la clase "A", pero no lo encontraba... ¿Se debería a las asignaturas opcionales que había escogido en aquel último año? Eran las opciones de letras...¿Dónde podría haberle tocado?No fue hasta que Onew, un compañero que siempre había estado en su clase y,con el que tenía la suerte de llevarse muy bien; no fue hasta que le llamó, que no se giró:






— Taemin ¿Cómo estás? Desde la fiesta de San Juan que no te veo.

— Onew ¿sabes por qué no está mi nombre en el módulo "A"?

—¿No te has enterado? La normativa ha cambiado.

—¿Cómo que ha cambiado?¿Eso qué significa?¿En qué ha cambiado?

—Ya no van a agruparnos por nuestros apellidos, sino por las modalidades que hemos escogido por ser el último curso. Los del módulo "A" y "B" son los alumnos que van a la rama de matemáticas, ciencia y tecnología.

— ¿Y los de letras? -preguntó notablemente angustiado Taemin.

— Letras...Letras... los de letras, humanidades y sociales están en los módulos "C" y "D". Luego a mi me ha tocado en el módulo "E" por ir con la rama de arte.

— ¡¡NO!!¿¡"C" y "D"!?¡No es posible!






Horrorizado,Taemin se volvió hacia el enorme tablón con las listas y tras localizar el último curso, buscó los módulos que su compañero le había dicho que correspondía a la rama de humanidades y encontró su nombre en clase "C". Se le congeló la sangre.
Como había empezado desde abajo,ya que su apellido era Lee, siguió con el dedo hacia arriba,buscando los apellidos empezados por "K"... Emitió un grito de desesperación al encontrar en su misma clase el nombre de aquel maldito lunático. Kim Jonghyun estaba en su mismo curso. Iba a ir a la misma clase que aquel loco, iba a tener que verlo las 7 horas que duraban las clases. 
Ni qué decir tiene que medio instituto se le quedó viendo cuando empezó a llorar con un horrible ataque de ansiedad. Por suerte, Onew, lo sujetó de los hombros y lo llevó a la cafetería para que pudiera sentarse y una vez vio que estaba temblando como una gelatina, le intentó animar con uno de sus malos chistes antes de decidirse a ir a comprarle una infusión para que pudiera calmarse. Nadie que estuviera en aquel instituto y en su mismo curso, era ajeno a lo que pasaba entre Taemin y Jonghyun y lo más difícil era saber que prácticamente TODA la clase "C", seguía siendo la misma y que salvándole a él y a un par de chicos más, todos ya se conocían de 3 años atrás. 
Estaba tan histérico que apenas podía sujetar el vaso de la manzanilla y mantenía la cabeza gacha mientras sollozaba y trataba de recuperar el aliento perdido:





—Va a matarme...Se acabó, Onew... Se acabó... Voy a morir -sollozaba desolado Taemin.

— Estás exagerando, Taemin... No tiene porqué hacerte nada. A lo mejor ha cambiado y ahora te pide perdón por lo que ha pasado éstos años.

— ¿Es que no me has escuchado? No voy a salir vivo de éste maldito suplicio...Tengo... Tengo que pedirle al director que por favor me cambie de clase... No puedo quedarme en la clase "C"...

—Pero es que no te van a cambiar, los grupos son inamovibles porque están colocados por las optativas... Taemin, no pierdas la calma, todos sabemos cómo son los abusones, si te ve asustado, se aprovechará de eso. Además, ya sabes que si hace algo, se lo tienes que decir a los profesores.

— Tenemos ya 16 años... No somos niños pequeños como para ir corriendo al profesor cada vez que algo va mal.

— Seguimos dependiendo de los profesores, al menos, dentro de las paredes del centro, Taemin... Si ves que no está bien la situación, díselo al director.

— No voy a esperar a que empiece a torcerse todo para ir a quejarme, voy inmediatamente y si es necesario, le diré al director, que revise el historial de Jonghyun... Ésto no puede seguir así...






En el mismo momento en el que Taemin fue a ponerse de pie, un golpe en la mesa le hizo dar tal respingo, que terminó tirando el vaso con la infusión por toda la mesa. Ya antes de mirar, sabía quién estaba allí. Levantó la vista y se encogió en el sitio al ver a Jonghyun con sus gafas de sol, inclinado sobre él y con una sonrisa macabra en el rostro:





— Así que éste año, vienes a mi territorio.

— Jonghyun -intervino Onew saliendo inmediatamente en defensa de Taemin y levantándose de la mesa para ponerse entre medio de ambos - Apártate de él inmediatamente.

— ¿Y a ti quién te ha dado vela en ésto? -comentó molesto el imponente Jonghyun mientras ladeaba la cabeza y se quitaba las gafas de sol obviando al intermediario para decirle al maknae- Te veré en clase, escoria.





Cuando la alta figura de aquel chico desapareció por la puerta de la cafetería, Taemin se puso violentamente en pie y llevado por un sentimiento mezclado entre rabia e impotencia, salió tras Jonghyun gritándole y dándole alcance "¡Espera imbécil!¡Veme ahora!". En cuanto el más alto se giró, lanzó un golpe contra su cara. Nunca había sido bueno dando puñetazos, pero aquel lo dio tan fuerte como pudo y cuando fue consciente, le había tumbado las gafas de sol a su ya declarado enemigo. Un corrillo se formó tan deprisa al rededor de ambos, que Taemin no tuvo por dónde escapar cuando Jonghyun lo jaló por el cuello de la camisa y le dio un soberbio puñetazo en la cara. Mientras todos los estúpidos de turno gritaban "Pelea,pelea" como unos críos, los antiguos compañeros y amigos de Taemin, se abrieron paso entre la multitud para intentar que Jonghyun lo soltara mientras otros iban a buscar a director y profesores. 
Un segundo puñetazo, hizo que sintiera el sabor metálico y oxidado de la sangre en la boca, y por suerte,antes de que llegara el tercero, fue el propio Onew quien se tiró encima de su agresor. Lo siguiente que sucedió podría definirse con la palabra "Caos". Todos los de la clase de Taemin, contra los del grupo de Jonghyun, como una batalla campal en la que todos eran enemigos de todos. A los profesores les llevó un buen rato lograr calmar y separar a todos. Nunca antes había pasado algo así y menos originado por una rivalidad entre dos alumnos, pero es que Taemin era muy querido en su antigua clase por su constante buen humor y porque siempre ayudaba a los demás, mientras que Jonghyun, era el "Rey" de la clase "C", era la clase de los chicos malos y él era el más perverso de todos.

Un primer día fascinante.Todo el mundo se fue a casa con un expediente y algún que otro cardenal... Taemin, por supuesto, volvió con un ojo morado, que ni se molestó en explicar a sus padres, porque ninguno vio nada más allá de la nota oficial que había llevado para que le firmaran el expediente por mal comportamiento e incitación a la violencia.

Ya encerrado a solas, se miró en el espejo del baño cómo se le había hinchado la boca y el ojo izquierdo y cómo lo rodeaba una profunda marca morada... Terminó sonriendo al pensar que al menos, él también había logrado alcanzarle la cara a Jonghyun y que ahora estaría de seguro, preguntándose qué había pasado. Sin embargo, dejó de sonreír al ser consciente de que el golpe no valió de nada. Aquel desgraciado no era de los que se echaban para atrás. Al contrario...Como tantas otras veces, había respondido con mucha más saña y coraje... ¿Qué pasaba por la mente de aquel hombre, que tanto le odiaba? Sólo pensar que tendría que volver a verle al día siguiente, resultaba como poco aterrador.





— De verdad que ésto es horrible... ¿Cómo se supone que voy a presentarme mañana en el instituto con la absurda idea de que voy a salir vivo?... No voy a poder correr, no voy a tener dónde esconderme... Ese idiota va... Lo mínimo que va a darme es una paliza... Las cosas no podrían empeorar...





Ese día, lo pasó no solo castigado en su dormitorio, sino mandando mensajes a sus antiguos compañeros de curso, preguntando a todos qué podía hacer mañana. El director iba a negarse a cambiarlo de clase tras el tremendo revuelo del día. Unos le sugerían simplemente mantenerse lejos e ignorarlo, otros, le decían que lo conveniente, era que le plantara cara cada vez que fuera increpado; según ellos, terminaría cansándose de hacerlo si veía que ya no se quedaba callado.
Al menos le quedaba el consuelo de pensar que si los hacían sentarse en orden de lista, como hacía su tutor en la clase "A", iba a ser mucho más llevadero, porque a él le tocaría atrás, lejos de la vista de Jonghyun y más lejos aún de cualquier perrería que se le pudiera pasar por su maquiavélica mente. Tal vez con esas escasas ideas, tuvo una certeza más firme sobre lo que podría o no hacer,dependiendo de las circunstancias. Se dijo mentalmente que tenía que ser muy cuidadoso con todas sus pertenencias. Jonghyun ya le había abierto la mochila alguna vez y le había roto todo lo que tenía dentro, tanto libros como libretas, obligándole a tener que vivir de fotocopias de los libros y de notas de otros compañeros... No era algo que podría hacer en la clase "C", porque allí eran todos amigos de aquel maldito psicópata. Tendría que llevar las cosas más importantes encima. No podía ser en los bolsillos del uniforme, porque corría el riesgo de que se le perdieran o algo peor... Recordando los tiempos de kinder, rebuscó en el baúl de cosas viejas en el armario de su dormitorio y dio con una pequeña bolsa de color rosa clarito... No recordaba muy bien el porqué su fascinación infantil por aquel color, pero no podía presentarse en el curso con algo así, de modo que lo que hizo, fue confeccionarse una nueva, más pequeña y con suficientes bolsillos como para meter en cada uno las cosas importantes. El dinero para el almuerzo, la cartera con los pases de los transportes públicos, la acreditación estudiantil,las llaves de casa, las llaves de la taquilla y finalmente el móvil. Se dijo a sí mismo, que aquella era la bolsa que NUNCA -JAMÁS, iba a quitarse, incluso saldría al pizarrón con ella puesta. Era lo suficientemente pequeña y discreta en color negro, como para poder llevar encima sin que al profesor le pareciera descabellado. Reforzó la zona de las costuras de la correa para asegurarse de que si Jonghyun tiraba de ella, no lograra rompérsela y quitársela. Pasó toda la tarde trabajando en aquella bolsita que llevaría como oro en paño, de modo que cuando llegó la noche, simplemente escuchó sus huesos tronar al moverse finalmente de la incómoda posición de estar inclinado sobre la máquina de coser, y sin pensar en comer, se fue directo a la cama... Mañana comenzaría el verdadero infierno.

Antes de que amaneciera, como ya era costumbre, estaba en pie y estaba acomodándose su impoluto uniforme tras haberse pasado cerca de una hora bastante larga, maquillando y tapando cuanto le fue posible aquel horrible morado que se había formado entorno a su ojo izquierdo. Al menos, ahora, parecía estar relativamente bien,salvo por una notable hinchazón en esa zona y la evidente marca en su labio inferior,del golpe propiciado por los puños de Jonghyun... De verdad,que hombre más horrible...
Ya preparado, tomó un rápido y ligero desayuno para luego apresurarse a salir de casa y tomar el metro en la estación más cercana. El instituto quedaba a casi una hora de camino, teniendo en cuenta, que iba en un transporte bastante rápido, con lo cual, lo peor de que fuera primera hora de la mañana, es que aquello siempre iba terriblemente saturado, de modo que le esperaba un largo camino de pie, más lo que quiera que fuese a pasar aquel día. Conforme entraba y salía gente en las diferentes paradas, miró pensativo, más bien, completamente enajenado, los paneles superiores por los que pasaban diferentes anuncios, que observaba sin mayor atención que la de estar completamente distraído. Dejaba pasar el tiempo, por el momento, no tenía notas ni exámenes de los que preocuparse o los que quisiera repasar, así que era uno de esos pocos días, que iba a ser relativamente tranquilo en cuanto a ese tema.

En una de las paradas, en ésto que la gente a su lado comenzó a moverse para salir, miró al rededor y suspirando vio que iba a entrar mucha más gente de la que estaba intentando salir pero,entonces, lo vio... Pudo distinguir el rostro de Jonghyun entre las personas que intentaban acceder al vagón. Su pulso se disparó y de forma inmediata, Taemin se dirigió hacia la otra salida junto con el resto de personas, cubriéndose la cara con la mano, a la espera de que aquel chico no le viera. No iba a ir con él y mucho menos iba a ir en el mismo vagón. Con tantísima gente apretada, lo más probable, era que se acercara a él y le terminara dando golpes sin que nadie pudiera apreciarlo.
Una vez salió del vagón, aún cubriéndose la cara, se dirigió hacia la salida más próxima, era hora de cambiar de transporte. Mientras se acercaba a las escaleras mecánicas para subir, algo dentro le dijo que se girara y al voltear la cabeza, abrió mucho los ojos al ver que Jonghyun le había visto y peor aún, que iba corriendo en su dirección. Ni lo pensó, empezó a subir corriendo a zancadas de dos en dos, los peldaños de la escalera mecánica mientras sujetaba con fuerza su mochila bandolera con una mano. Ya en la calle, ni idea de en qué zona estaba exactamente, simplemente echó a correr como alma que lleva el diablo por la calle, sin escatimar en empujar a las personas que le cortaban el paso. De vez en vez, giraba la cabeza y veía cómo su perseguidor iba acotando poco a poco las distancias conforme corrían. Taemin nunca había sido un gran deportista, pero tampoco estaba dentro de sus intenciones, detenerse para tratar de hablar las cosas con aquel demente. Podía escuchar los ecos de las pisadas de Jonghyun, descargando sobre el suelo parte de la frustración que sin duda debía tener con él por lo que le había hecho delante de todo el instituto. Intentaba sin éxito despistarlo al girar y girar en diferentes calles y esquinas, sin tener ninguna clase de control o idea de a dónde le estaba llevando. 


Cuando Taemin quiso darse cuenta, estaba en una calle sin más salida que la de escalar una reja. Ni tiempo tuvo de pensarlo, se encaramó sin preocuparse y sin saber si iba o no a entrar de forma ilegal en el terreno de la casa de alguien o algo así. Todo ello cargando la mochila...No era precisamente el plan ideal, era más como llevar un lastre que sin duda, lo ralentizó al llegar arriba y tener que cargarla y sujetarla bien para no perder el equilibrio y de nuevo volver a bajar. Al volver a tener los pies en el suelo, gritó al ver de frente a Jonghyun. Aquel chico debía ser alguna clase de deportista de escalada, porque se encaramó a la verja de un solo brinco. 
Taemin no tenía tiempo de pararse a ver qué tan rápido era en lo que hacía y comenzó nuevamente a correr por aquella callejuela estrecha que quedaba entre edificios. Hasta casi 200 metros más adelante, no se fijó en que había dado a una zona aparentemente en obra y escuchando tras de sí, el eco de los pasos de su perseguidor, su instinto habló por él y corrió hacia el edificio vallado que se encontraba ante él. Un muro de hormigón de escasos dos metros de altura, se interponía entre él y una posible escapatoria fructífera, de modo que sin pensarlo, tomó carrerilla y logró sujetarse del borde del mismo y subirlo prácticamente de un brinco. Sin mirar atrás, como un auténtico estúpido, se descolgó del muro sin mirar tampoco si era o no seguro y cuando quiso darse cuenta, estaba tirado encima de un enorme rollo de alambre de espinos y de hecho, al revolver de forma instintiva por los cortes, se percató de que se estaba haciendo daño:





— ¡¡AAH!! -gritó dolorido antes de escuchar los pasos de Jonghyun frenarse al otro lado del muro.



En apenas cuestión de segundos, giró la cabeza y vio sobre el muro a Jonghyun observándole... Incluso quiso creer que se apreciaba algo de preocupación en sus ojos pero... ¡Por favor, era Jonghyun! Lo mínimo que iba a pasar en aquel momento es que se le echara encima y se asegurara de que se hiciera verdadero daño.

Jonghyun saltó de forma más eficaz y calló en suelo seguro, sin ningún percance como el que había sufrido Taemin, luego de ello, se acomodó las gafas de sol y acercándose al maknae dijo:





— Mira por donde,Taemin... Justo te han hecho parar a la fuerza...-resopló- Nunca imaginé que corrieras tan rápido, escoria.

— Por Dios...Jonghyun... Basta ya, por favor... -suplicó el más bajo mientras el otro se agachaba frente a él - ¿Es que no vas a ayudarme? M-me he enredado y me estoy haciendo cortes... Por favor...

— ¿Qué te hace pensar que voy a ayudarte? Si después de todos éstos años, crees que tengo algo bueno reservado para ti, te equivocas.

— ¡Haz un alto el fuego,joder! -chilla aunque intenta no moverse demasiado y luego cierra los ojos con fuerza- ¡Por favor,Jonghyun!¡Sácame de aquí! Luego puedes darme una paliza si es lo que quieres, pero por favor...Ayúdame... E-estoy sangrando...

— ... - por primera vez en todos aquellos años, Jonghyun pareció pensativo.






Nunca antes se había detenido a pensar en ayudar a Taemin en ninguna situación posible y de hecho, estaba más que seguro, de que no era algo que nunca pretendiera hacer. Su odio irracional por aquel chico no tenía en sí, una explicación. Simplemente le veía y quería hacerle daño, quería que llorara, que suplicara y que fuera humillado pero... Aunque llevaba varios años golpeándole y acosándole en el instituto, era verdad que nunca antes habían estado en una situación como aquella. Taemin se había enrredado los brazos por culpa de la correa de la mochila y cada vez que se movía, las cuchillas del alambre de espinos, se frotaban contra su piel,produciendo cortes y heridas que sangraban y manchaban su ahora, arrugado y estropeado uniforme.

No estaba claro cuánto tiempo transcurrió...Dudaba demasiado en si ayudarle o no. Podía simplemente largarse y dejar allí a aquel maknae al que odiaba sin mayor motivo que el de ser quien era. Lo odió desde aquel primer choque y desde que aquella sonrisa de dientes torcidos le había pedido disculpas. Se incorporó y antes de que llegara a encaramarse de regreso al muro, escuchó a Taemin llamándole nuevamente con voz débil y evidentemente cargada de pánico.





— ¿Q-qué haces...?¿Dónde vas?...Jonghyun, por favor... Te lo ruego...No me abandones aquí...

— No es mi problema, basura miserable -dicho eso trepó por el muro y se descolgó por el lado contrario.

— ¡No,espera! ¿Jonghyun?¿¡Jonghyun!?





Taemin se quedó petrificado... ¿Realmente se había ido y le había abandonado allí?¿Así sin más? ¿Tantísimo era el odio que acumulaba Jonghyun en sus vísceras hacia él? Empezó a hiperventilar al ser consciente de que estaba sólo en una zona de construcción en la que no había nadie y estuvo a punto de ponerse a gritar, pero dentro de ese pánico que sentía, intentó entrar en razón:





— Va-vale...Calma,Taemin... S-si lo hago despacio... Si tengo cuidado, quizás pueda soltarme...





La idea era más sencilla de decir que de llevar a cavo, pues en cuanto comenzó a mover sus brazos de forma lenta, podía notar el filo de aquellas púas, clavándose en su piel y provocando cortes que comenzaban a escocer y a sangrar.

Temblando, observó que había llegado a hacerte un corte verdaderamente feo en el antebrazo derecho, podía ver perfectamente que iba a necesitar puntos en esa herida. ¿Cómo iba a poder soltarse si apenas alcanzaba a moverse sin hacerse daño? Un movimiento brusco en falso y corría el riesgo de cortarse una vena o una arteria y eso significaría un "Sayonara forever".
Aún intentando concentrarse en algo positivo, escuchó ruido al otro lado del muro y dijo con voz temblorosa:





— ¿Hola?...¿Jonghyun...eres tú?...¿Hay alguien ahí?...Por favor, necesito ayuda...





Taemin escuchó que alguien se subía al muro e inmediatamente giró la cabeza pensando que quizás en vez solucionar el problema, iba a empeorarlo de forma drástica. Ni siquiera sabía si podía o no ser una persona peligrosa que se aprovechara de la situación. No fue hasta que vio el rostro de Jonghyun aparecer, que volvió a sentirse capaz de respirar. Cerró los ojos por unos segundos, dándole las gracias por no haberse marchado y entonces se percató de que venía abriendo un paquete con unas enormes tijeras de poda, que daba por hecho, servirían para cortar el alambre de espinos. Una vez se arrodilló a su lado y comenzó a cortar y a liberarlo de aquella horrible tortura, no pudo sentirse más agradecido con él... Realmente significaba mucho que hubiera dejado los rencores a un lado para socorrerle, aunque recordó que le había prometido que si le soltaba, podía darle la paliza que deseara y eso se traducía en que soltarle le era conveniente.
Cada vez que cortaba una parte del alambre, notaba un leve tirón en el resto que aún seguía enganchado por su cuerpo y sus brazos y se mordía el labio inferior intentando mantener los quejidos acallados, aunque de vez en vez se le escapaba alguno lastimero y en ese momento, Jonghyun paraba de lo que hacía con las tijeras y se ocupaba de tratar de desenrredar y sacar las púas clavadas en la piel de Taemin... Lo que parecía que iba a durar escasos minutos, se prolongó a lo largo de una hora. A ninguno le preocupaba en aquellos momentos el no llegar a clases. Aunque al maknae le dolía todo el cuerpo, Jonghyun estaba siendo verdaderamente cuidadoso al retirar el alambre de su alrededor. Llegaron a mirarse fijamente alguna que otra vez y fue una sensación extraña para Taemin, porque los grandes ojos azules de su momentáneo salvador, le produjeron un nerviosismo muy diferente al que solía proferirle cuando estaban en el instituto. Por el contrario, el más alto no parecía sentir ninguna clase de empatía o de emoción referente al menor, simplemente, le estaba haciendo el favor de soltarle, si bien porque no era divertido ver a una persona sufriendo y sangrando como en aquella ocasión , o porque de verdad pensaba agarrarlo allí mismo a golpes.
Hora y media después, ambos estaban sentados en el suelo, a varios metros de dónde se encontraba el alambre de espinos y Jonghyun, había demostrado ser una persona de mente fría, pues había traído en su mochila,algo más que unas simples tijeras de podar. Había comprado alcohol de romero y desinfectante para las heridas, vendas, unas pequeñas toallas esterilizadas... Había prácticamente obligado a Taemin a que se sacara la camisa y en el momento en el que lo hizo y vio que llevaba bajo el uniforme una camisa de tiras, dejo algo que el maknae no llegó a comprender y luego lo tomó con brusquedad por una muñeca y comenzó a limpiarle las heridas de forma eficiente. 
No fue hasta ese momento, que Taemin reparó en el morado que tenía sobre el pómulo su eterno acosador y luego, observó en silencio el cuidado y la habilidad con la que trataba sus cortes y heridas. Sin duda, Jonghyun tenía experiencia curando cosas así y se preguntó si es que habría hecho algún curso de salvación o de primeros auxilios en verano o... No... Aquel chico no parecía de los que se pasaban el verano estudiando y mucho menos en algo que fuera para ayudar a los demás.
Terminado el primer brazo, prosiguió con el siguiente, donde además de limpiar, se detuvo a observar el corte que Taemin tenía en el antebrazo:





— Vas a tener que ir al hospital...Ésto tienen que coserlo, pero por ahora te haré un vendaje para que no se infecte y que puedas aguantar hasta que vayas al médico.

— Jonghyun... Muchas gracias -susurró Taemin haciendo que él levantara la vista para verle a los ojos - N-no sé qué habría hecho sin ti... Pensé por un momento que...

— No me des las gracias, no lo estoy haciendo por ti y no creas que me das pena -replicó frunciendo el ceño- Cuando mañana regreses al instituto, pienso hacer que todos los puntos que te pongan hoy,salgan volando. No vas a librarte de mi por ésto que ha pasado ¿lo comprendes? No somos amigos. Tú no me caes bien. Creo que eres un completo imbécil.

— Pero... ¿Por qué...? Ni siquiera me conoces como para decir que soy imbécil.

— Cállate, todo estaba bien hasta que abriste la boca. Tu problema, es que intentas caerle bien a todo el mundo y eso me da muchísimo asco.





Taemin se sintió terriblemente mal... No estaba seguro de si por el reproche de Jonghyun o porque de pronto, le había apretado tantísimo el vendaje,que le había dejado sin aliento. 
Era evidente que entre ellos jamás iban a llevarse bien y eso era lo peor de todo ¿Cómo no iba a estarle agradecido tras aquel gesto que había tenido con él? No dijo nada durante el resto del tiempo que Jonghyun siguió atendiendo sus heridas. Cuando finalmente se apartó de él y comenzó a desechar por ahí las vendas y las toallas sucias, Taemin se miró los brazos ya vendados y luego siguió la figura del más alto por los alrededores. Sus palabras seguían taladrando su cerebro,haciéndole pensar que verdaderamente había hecho algo malo al intentar ser agradecido con él por sus amables atenciones y por no haberle dejado allí abandonado... Era imposible saber si habría llegado o no otra persona para salvarle o si en su lugar, habría ido alguien peor que él para hacerle aún más daño... De modo que se puso en pie y se acercó lentamente hacia donde estaba Jonghyun de espaldas y de igual modo, intentó expresarle que le agradecía su preocupación. Hizo una leve reverencia y dijo:





— Sé que no te gusta que lo haga, pero de verdad que te estoy muy agradecido,Jonghyun...





Cuando Taemin levantó la cabeza y miró al más alto,podía ver en sus ojos que era como una locomotora a punto de reventar, y antes de verlo venir siquiera, un fuerte puñetazo en el estómago le hizo quedarse sin aire y sujetarse a como sus escasas fuerzas dieron lugar, de Jonghyun. Quien entre diente dijo:



— No vuelvas a hacer eso jamás...Escoria...






-¢σηтιηυαяá-


sábado, 14 de abril de 2018

.·. FOREVER OR NEVER .·. II [Remasterización 2018]

Personajes: Onew - Taemin - Key - Jonghyun - Minho
Género: Suspense
EEL: +13

Personajes secundarios: Satanás, Lucifer y Astaroth

Resumen: Taemin,el famoso y temido hijo de Lucifer ,cansado de la monotonía del infierno,convence a Onew, el inmaduro padre de Satanás,para escapar a la superficie y ver el mundo de los humanos de cerca.Sin embargo, antes de que logren alcanzar la puerta que les conduce al mundo de los hombres, se presenta ante ellos uno de los reyes infernales,con un trato que no podrán rechazar.
¿Qué sucede cuando accedes al mundo de los hombres como uno más?



Aclaraciones: Sugar[Taemin] _ Íkaro[Onew] _ Keymera[Key] _ Charismatic[Minho] _ Bling-Bling[Jonghyun]




Al ser absorbidos por la luz del mundo humano, los cinco demonios cayeron en un sopor que les impedía moverse,ver e incluso oír. Era como haber caído en un vacío donde nada hay y nada se puede sentir.
No fueron conscientes del tiempo que permanecieron de esa manera, pero poco a poco, comenzaron a ser conscientes de que se escuchaban sonidos extraños a su alrededor, el canto de los pájaros, el murmullo de la gente al hablar, la brisa, el sonido de las hojas de los árboles al balancearse...
Charismatic fue el primero en comenzar a abrir los ojos, la luz le hacía verdadero daño y tuvo que cubrírselos en más de una ocasión, mientras lentamente, comenzaba a acostumbrarse a la claridad. Su cuerpo se sentía extraño de controlar, era como si lo sintiera por primera vez.
Aquello debía ser lo más parecido a volver a nacer, que habría sentido jamás...
Al mover la cabeza, pudo ver a sus compañeros tirados junto a él, todos ya comenzaban a dar señales de vida y parecían presentar como él, la misma sensibilidad a la luz, al menos en un primer momento.
Íkaro fue el primero en incorporarse hasta quedar sentado y observar confundido al rededor. Se encontraban en lo que habría descrito como un bosquejo de árboles dispersos pero... No, sin lugar a dudas, no era un bosque, había demasiada gente como para serlo.
En silencio aún, el más anciano de los demonios, levantó las manos y se las observó desconcertado al darse cuenta de que sus garras y sus escamas habían desaparecido por completo. Al igual que Charismatic, le costaba controlar su cuerpo o lo que al menos parecía ser su cuerpo ¿Cómo describirlo? Se sentía terriblemente débil y blandito, como si en lugar de estar vivo, estuviera metido en una burbuja flexible...



— ¿Dónde estamos? -bufó el demonio de la envidia mientras trataba en vano de ponerse en pie.
— Lo desconozco -admitió Íkaro antes de girarse y sujetar al Príncipe, que del mismo modo, intentaba incorporarse din demasiado éxito.
— Estamos en el mundo de los hombres... -dijo entonces Sugar mientras pasaba los dedos sobre aquel manto de hierva del color de la envidia, que había bajo ellos- ¿Dónde íbamos a estar si no?... Hicimos un trato con mi padre y aquí estamos.
— ¿El mundo de los humanos?¿Entonces estamos fuera?¿Así de fácil? -quiso saber Charismatic mientras se percataba de lo que ya el mayor de ellos se había dado cuenta y era que no tenían sus atributos demoníacos, buscó sus preciosos cuernos y gruñó enfadado al darse cuenta de que habían desaparecido, así como los clavos que llevara incrustados en la carne en su forma demoníaca- Perfecto... ¿Y ahora qué coño hacemos aquí?
— Se supone que vinimos para molestar a los hombres ¿no? -dijo Bling Bling, quien no tenía ninguna clase de intención de erguirse más que a sus ya acostumbradas cuatro patas, aunque en aquella forma resultaba muy incómodo.
— No... No es así - susurró Sugar mientras se sujetaba de Íkaro para tenerse bien en pie- El trato era venir al mundo de los hombres como un humano... Lo que significa que somos hombres... O eso es lo que juraría que le entendí a mi padre.
— Entonces... ¿comos humanos? -preguntó el demonio de la envidia.
— Eso es justo lo que he dicho,Key...¿?
—¿Key?¿Cómo que Key? Ese no es mi nombre- replicó irritado el peliblanco.
— Yo... es que no logro recordar cómo te llamabas... Sólo me sale ese nombre...
— Yo tampoco lo recuerdo -dijo Bling preocupado al darse cuenta de que había olvidado el nombre de su pareja -¿Qué está pasando?-se alteró BlingBling.
— ¿Os golpeastéis la cabeza? -se burló el demonio de la ira aunque al tratar de pensarlo fríamente, él tampoco era capaz de recordar el nombre de su compañero.
— Eso es porque el Rey Lucifer nos cambió los nombres -intervino Íkaro, que era el único que recordaba aquel detalle- Nos los dijo cuando nos lanzó al mundo de los hombres... Tú eres Key, él es Jonghyun, él Minho, el Príncipe se llama Taemin y yo soy Onew.



En ese momento todos se quedaron callados al escuchar un profundo gruñido provenir de Jonghyun. El demonio de la avaricia sintió que se le sonrojaban las mejillas en el instante en el que las miradas de sus compañeros se posaron sobre él y de nuevo volvieron a escuchar aquel sonido antes de que uno muy similar saliera de los estómagos de cada uno de ellos.

— ¡Por Satanás! -bramó Minho- ¡Nos han metido algo dentro!
— ¿¡Que QUÉ!? -gritó horrorizado Key mientras se levantaba la camisa y trataba de ver si lo que quiera que fuese,se movía y era visible o no.



"Eso, mis queridos niños, se llama tener hambre y forma parte del ser humano, pues necesitáis alimentaros para mantener el motor en marcha"



— ¿Qué?¿Cómo?¿Escucharon eso? -dijo Key mientras los mandaba a callar a todos agitando las manos.
—Lo escuché... Juraría que era la voz de mi viejo... -dijo Taemin mientras miraba al rededor- ¿Viejo?¿Dónde te escondes?
— ¡Mirad ahí! -dijo Bling Bling antes de saltar literalmente, encima de un collar que reluce en medio del círculo que están formando entre los cinco- Observad...¡Es el símbolo del demonio! -levantó el collar para que lo vieran los demás.
— ¿Viene de ahí?...-Taemin tomó el colgante y lo observó con atención

                                               

"Taemin... YO...SOY...TU... PADRE"



El Príncipe se puso rojo como un tomate de la vergüenza que le hizo sentir su progenitor cuando habló de aquel modo tan ridículo e innecesario. Minho contenía la risa y Jonghyun y Key se cubrían la boca intentando disimular las risillas que se les escapaban por la cara que había puesto Tae. Onew por su parte, ya estaba acostumbrado a los arrebatos de locura del Rey Lucifer, ya que aquel no era el peor que había tenido y todos lo sabían... El tiempo había vuelto a aquel temible demonio, un hombre que estaba siempre bromeando, pero al que no podías dejar de tomarte en serio por el hecho de ser quien era.



"He pensado..." Continuó Lucifer " Que como sois nuevo en ésto de ser humanos, necesitaríais un poco de ayuda¡OH;POBRES MORTALES!"


Taemin estaba que quería que se lo tragara la tierra... Su padre era idiota,daba igual lo que dijera la biblia sobre él o lo que dijera sobre el resto de demonios importantes, todo era mentira... ¿Quién fue el iluso que escribió que aquel hombre daba miedo? No dirían lo mismo, ni siquiera se tomarían enserio a Lucifer si supieran que cuando le daba uno de sus ataques de locura,corría por el palacio disfrazado de cangrejo, lo cual, ya le había hecho quedar en ridículo delante de su grupo de amigos en más de una ocasión...
Y ahora otra vez, aquel Rey no tenía vergüenza ninguna, pero bien que se la hacía padecer a los demás.

Mientras sus cuatro amigos miraban a Taemin disimulando algunas risillas, el medallón por el que hablaba el padre del Príncipe siguió sirviéndoles de interfono.
Lucifer les explicaba que ahora que eran mortales, podían sentir emociones, podían pasar hambre, podían padecer enfermedades y lo más importante del todo, podían morir, porque lo divertido, al menos para él y según su propia opinión, de acudir al mundo humano, era el hecho de que podían correr peligro en cualquier momento porque en el mundo humano, todo lo que te rodea es una causa potencial de muerte. Seguido de aquella necesaria aclaración de lo que era la mortalidad, en el suelo, frente a cada uno y formando indudablemente una estrella de cinco punta invertida, aparecieron unos dispositivos electrónicos, eran similares a los que se empleaban ya en el infierno y en ellos encontrarían algo así como una "GUÍA SOBRE EL COMPORTAMIENTO Y LA VIDA HUMANA" e incluso, explicaciones de los diferentes objetos que iban a encontrar en aquel mundo y que en el suyo no lo había, ya que el infierno, a pesar de ser como una gran ciudad del mundo humano, funcionaba de forma muy diferente.
Iban a necesitar toda la información disponible a su alcance, de modo que en aquellos aparatos, podían encontrarlo todo. Lucifer también les dio a cada uno de ellos un anillo. Debían llevarlo puerto en todo momento, ya que serviría para que volvieran inmediatamente a casa en caso de morir y además, con ellos podían poner una marca demoníaca sobre un objeto desconocido y luego emplear la cámara de su dispositivo móvil para buscarla en el registro del mismo. 




— Adelante, adelante -incitó la voz de Lucifer, que ahora procedía del móvil amarillo de Taemin- Probad los anillos sobre algún objeto.



Minho se adelantó a los demás y señaló con su anillo un árbol, observando cómo en la corteza del mismo,se formaba un pentagrama invertido. Siguiendo las indicaciones de Lucifer, colocó la cámara de su móvil hacia la marca y poco después, en la pantalla apareció la descripción del árbol.
Aquello iba a ser una herramienta muy útil si sabían emplearla cómo debía ser.
Del mismo modo, el demonio les indicó que tenían un mapa que los llevaría derechos a sus casas humanas, donde además, tenían familias humanas esperándolos.



— Si necesitáis contactarme para lo que sea, no olvidéis marcarme al 666. ¡Hasta pronto!¡Estoy deseando ver en qué clase de aventuras os vais a ver envueltos!



Cuando Lucifer colgó la llamada, los cinco amigos se miraron de nuevo y entonces comenzó el debate sobre cuál iba a ser el siguiente paso a dar:



—¿Qué hacemos, Príncipe Taemin?-preguntó Onew mientras se cruzaba de brazos y se mordía ligeramente el labio inferior de manera pensativa.
— Antes de que mi padre se liase a explicarnos lo que es ser humano, estábamos todos sintiendo el estómago vacío ¿correcto? Si eso es hambre, tendremos que alimentarnos pero ¿podemos comer almas aquí?
— Según éste aparato -comentó Key mostrando la pantalla del suyo- Tenemos que comer comida, no almas...Dice que hay una amplia variedad de alimentos que pueden ser ingeridos por un cuerpo humano.
—¿Y dónde encontramos alimentos? -quiso saber Minho.
— Los humanos los compran con dinero... ¿Dinero?



Cuando Jonghyun sintió las miradas de todos sobre sí, negó rotundamente con la cabeza y se llevó las manos a la espalda como si ocultara así la saca de joyas y oro que solía llevar siempre en el Infierno:



—¡Oh,no!¡De ninguna manera!¡Yo no tengo dinero!
— Claro que tienes -replicó Minho- Saca unas monedas y vamos a comer algo, empiezo a irritarme mucho por cómo me duele el estómago.
— ¡No le pondréis un dedo encima a mis monedas!
— ¿Ni siquiera lo harías por mi?- preguntó Key tocándose la barriga- Hyung, tengo hambre...
— Bueno yo...
— Sólo un par de ellas, por favor -dijo Key parpadeando de forma coqueta.
— ¡Marchando dos monedas de oro! -dijo Jonghyun llevándose las manos a los bolsillos- Eyh...¡Mis monedas!¡Mi dinero!¡NO ESTÁ!¡No no no no no no no!



Los otros cuatro demonios vieron al de la avaricia echarse al suelo e intentar rastrear con su nariz humana el olor del oro, aunque era evidente por su gesto de desconcierto, que no solo no tenía el dinero sino que era incapaz de rastrearlo,como siempre había podido hacer en el infierno.
Cambio de planes, lo mejor era ir a ese lugar llamado "casa". Si era como en el Infierno, alguna clase de viandas debía de haber en ese sitio y por tanto, tendrían que servírselas para que pudieran comer.
De modo que una vez que lograron activar los mapas en sus dispositivos, se percataron de que vivían en el mismo sitio, aquello les iba a facilitar mucho más las cosas en el momento en el que tuvieran que comunicarse. Pusieron en común el mapa y fue cuando Key y Jonghyun se miraron al darse cuenta de que vivían no sólo en el mismo edificio,sino en la misma casa. En sus fichas como humanos,decía que eran hermanos y que Key contaba con 20 años mientras que Jonghyun tenía tan sólo 17. Él y Taemin,eran los más jóvenes del grupo y Onew, como no podía ser de otro modo, era el mayor con 23.
El hecho de que aquel par de dos viviera junto, molestó bastante a Minho , quien aún sostenía que la mejor pareja para alguien como el demonio de la envidia, no podía ser otro que él mismo, ya que era no sólo valiente y atractivo, sino fuerte, uno de los más fuertes. Aunque claro, tal vez eso no significara que por vivir juntos Jong tuviera más posibilidades de quedarse con él, pero... Igualmente, le daba mucha rabia que les hubiera tocado juntos.


Comenzaron pues a caminar por la calle, llamando la atención de por sí, porque Jong no paraba de agacharse y de tratar de andar a cuatro como lo había hecho siempre y tenía que volver a levantarse al ver que era no solo incómodo sino casi imposible moverse de aquella manera. También era cierto que cada vez que pasaba un coche cerca, alguno de ellos daba un brinco o un grito y todos saltaban al mismo tiempo para cubrirse de lo que aparecía como un inminente peligro. Ni siquiera eran conscientes de porqué la gente los miraba, según ellos, no estaban dando el espectáculo de ninguna manera. Conforme se acercaban al centro de la ciudad, era evidente que parecían sino salidos de una caverna,al menos haciendo el tonto por simple gusto. Key y Taemin no paraban de señalar las enormes ventanas en las que había gente gigante hablando de alguna clase de ungüento milagroso o de cosas que ninguno de ellos llegaba a comprender en realidad.
Onew se paraba cada poco, observando diferentes lugares llamados "Restaurantes" de cuyo interior,surgían aromas que hacían que su estómago tuviera aún más necesidad de comer, porque lo podía sentir saltar dentro de su cuerpo...Habría entrado a comer si no hubiera buscado en su dispositivo lo que era un restaurante y el indudable hecho de que allí no podían comer sin las monedas de oro que Jong había perdido.
El demonio de la ira, sentía su ego engrandecerse conforme la gente que pasaba a su alrededor parecía detenerse a verle, si bien por su altura o porque era más guapo que el resto de sus compañeros, e incluso llegó a recibir alguna mirada coqueta de algunas hembras humanas jóvenes.
Jong por su parte iba con la vista fija en el suelo, observando con todos los sentidos por si veía relucir alguna de las monedas que había perdido sin motivo aparente. Resultaba especialmente gracioso verle, ya que iba agarrado de la camisa de Key. A falta de aquella peluda cola de zorro del demonio de la envidia, de la cual solía sujetarse a todas horas, ahora,en sustitución de la misma, iba agarrado de la camisa como si fuera un niño pequeño intentando no perderse.


Cuando finalmente lograron llegar al edificio en el que todos vivían, se encontraron con otro evidente dilema. La puerta no cedía. Minho trató de forzarla, Onew de empujarla y Taemin de abrirla empleando una magia que en aquellos momentos no tenía.
Key dirigió entonces su anillo hacia todos aquellos botones colocados a un lado y que habían llamado su atención y luego de ver aparecer la marca del demonio, lo enfocó con el móvil:




—Eyh chicos...¡CHICOS!¡Hacedme caso!-replicó haciendo que los demás se olvidaran de la puerta de forma momentánea- Escuchad, según ésto, la puerta se abre si tocamos uno de los botones.
— Onew -ordenó entonces el Príncipe- Toca un botón.
— ¿Pero cuál? Hay demasiados...
— Dice aquí que tendrías que tocar el que corresponde a tu casa -comentó Key mientras guardaba el dispositivo rosa en su pantalón.
— Oh,entiendo...Creo que comprendo, es como un código¿no?-dijo convencido y tras revisar su propio fichero en el móvil, pulsó el botón indicado-...- todos miraron a la puerta pero nada sucedió.
— ¿Diga? -dijo una voz de mujer desde el aparato de los botones.
— Key, dijiste que eso activaría la puerta...Yo creo que hemos convocado a una súcubo...
— ¿Onew?¿Eres tú?-dijo la voz de mujer al otro lado del aparato- ¿Qué horas son éstas de llegar a casa? Ni siquiera has contestado mis llamadas. Haz el favor y sube a casa, tienes deberes que hacer.
— ¿Cómo?Mujer ¿es que no sabes con quién estás hablando?-dijo evidentemente ofendido Onew, ya que jamás le habían dado órdenes (al menos nadie que no fuera Taemin).
— Déjate de tonterías y sube -dijo la mujer como si tal cosa.



Acto seguido, sonó un pitido en la puerta que hizo que los cinco jóvenes saltaran hacia atrás al mismo tiempo mientras gritaban sorprendidos por lo que acababa de suceder:



—¡¡ATRÁS,ES UNA TRAMPA!!-gritó Jonghyun agarrando a Key antes de caerse juntos al suelo por tropezarse éste último.
— ¡Brujería! -se asustó Taemin escondiéndose detrás de Onew- ¡Haz algo!



La gente que caminaba por la calle, se detuvo o se giraba a ver la subrealista escena en la que cinco adolescentes parecían estar peleándose con una puerta a gritos. La gente los observaba con perplejidad. Parecía una escena de una mala película de risa.

Aunque lo que para ellos era motivo de risa, realmente no lo estaba siendo en absoluto para ninguno de aquellos cinco demonios con forma humana,que parecían seguir peleando con una puerta que según gritaban entre sí, estaba encantada o contenía algún hechizo de destrucción que ahora estaba activado. Finalmente, ante la negativa de todos los demás a acercarse, Minho tomó la iniciativa. Iba  a demostrarle a Key, que no había un demonio más valiente que él, de modo que acortó distancias con la puerta encantada y se dispuso a colocar su mano sobre la misma, mientras sus compañeros le decían que no lo hiciera, podía ser peligroso, podría ser absorbido a una dimensión diferente o desintegrado por completo pero... Ninguna de aquellas cosas llegó a suceder.
Minho puso la mano sobre la superficie de cristal sin recibir ninguna clase de daño y empujando levemente la misma, todos vieron con asombro, cómo la había abierto y hecho ceder:



— ¡La has hecho ceder!¡Has roto el hechizo!-gritó Taemin pletórico antes de acercarse y tocar la puerta viendo que en efecto, no parecía tener ninguna clase de magia que pudiera hacerles daño.
—¡Minho, eres fantástico!-gritó Key colgándose del cuello del más alto-¡Has sido tan valiente!
— No ha sido para tanto, sabía que esa magia no tenía nada que hacer contra mi fuerza- alardeó sonriendo mientras se dejaba idolatrar por Key.
— No sería una magia tan poderosa, si la ha podido romper Minho-dijo Jong evidentemente molesto e ingresando al interior del edificio junto a los demás, dando por finalizado de ese modo, el gracioso espectáculo que habían dado para la gente que pasaba por la calle en aquellos momentos.




Ya en el interior del edificio, tras seguir el largo corredor de la entrada, llegaron a una zona ligeramente apartada en la que se encontraban tres puertas. Dos de ellas, metálicas y evidentemente regias, seguramente, esas puertas no se podían abrir y escondían algo importante tras ellas. La tercera, era la del hueco de las escaleras, que de por sí, estaban abiertas.
Ninguno de los cinco demonios, reparó siquiera en la idea de saber qué eran aquellas puertas metálicas cerradas. En el Infierno iban siempre subiendo y bajando miles y miles de escalones, con lo que no les pareció una locura, subir por las escaleras. Claro que ésto, era más fácil hablarlo que hacerlo. En cuanto comenzaron a subir las escaleras, se dieron cuenta de que conforme iban avanzando peldaño a peldaño, notaban que sus cuerpos se fatigaban, que les faltaba el aire, les dolían las rodillas y apenas en el 9 piso, tuvieron que detenerse y sentarse en las escaleras a recuperar el aliento. Aquello no era normal, no tenía sentido que sus cuerpos se fatigaran por un par de pisos subidos cuando en el Infierno pasaban horas y horas subiendo sin que lo notaran siquiera.




— ¿Cómo se supone que los humanos soportan ésto?-replicó Taemin mientras apoyaba la cabeza en la pared- Uff... Estoy muy fatigado... Creo que me da vueltas todo...
— Si nosotros estamos cansados, significa que no es algo que los humanos hagan realmente -apuntó Onew mientras se levantaba y miraba a lo largo de toda aquella planta en la que se encontraban detenidos, parándose delante de las puertas y leyendo un pequeño panel que hablaba de las normas del ascensor-... ¿Ascensor?¿Y eso qué es?




Mientras sus compañeros seguían tomando aire, Onew tomó su dispositivo móvil y comenzó a buscar todo lo que pudo acerca de los ascensores. Al parecer eran máquinas que funcionaban con algo llamado electricidad, que servía para muchas cosas y entre ellas, la que más le llamó la atención, para abrir y cerrar puertas. De modo que lo que había pasado en la entrada del edificio era que aquella magia llamada electricidad había abierto la puerta... pero parecía que no era una magia peligrosa si se tenía el debido cuidado. Tal vez,Minho,sin saberlo tuviera la capacidad de controlar aquella cosa llamada electricidad...



— Eyh,chicos...-gira la cabeza y frunce el ceño al ver que ninguno le está escuchando- ¡¡CHICOS!!-grita finalmente.
— Ahora no, Onew-replicó Taemin mientras miraba a su compañero con el ceño fruncido.
— He encontrado una forma de subir, funciona con una magia llamada electricidad.
— ¿Subir con magia,dices?- ahora tenía la atención de todos sus compañeros.
— Sí.
— ¿Y la puedes controlar?¿Sabes cómo funciona?-dijo el príncipe de los demonios acercándose hasta Onew,seguido de sus compañeros.
— Se usan éstas puertas. Es algo así como un transportador infernal, sólo que funciona con mandos en forma de botón -pulsa el botón de llamado que hay junto a la puerta del mismo.
— ... - al ver que no pasaba nada, Taemin miró de reojo a Onew y dijo a mala gana- Eres un auténtico gilipo...-no llegó a finalizar la frase, cuando escucharon un leve golpeo y tras unos segundos, las puertas se abrieron ante ellos,dejando ver un habitáculo lo suficientemente grande como para que entraran todos juntos al interior- Lo retiro...Entremos.



Una vez estuvieron los cinco dentro del ascensor, los cuatro demonios se giraron a ver a Onew, quien recordando el piso al que había tocado en la entrada, pulsó de nuevo ese mismo botón¿Qué era lo que esperaban en realidad? Un transportador te llevaba de un lado a otro en cuestión de segundos, de modo que a ninguno de ellos se le ocurrió que aquel no fuera el mismo caso y en cuanto las puertas se cerraron, cundió el pánico, comenzando por Jonghyun, quien al sentir el movimiento del elevador, gritó horrorizado y se lanzó contra la puerta para arañarla, contagiando su estado de pánico a sus compañeros.



—¡DEJADNOS SALIR!¡Ésto es una trampa!¡Vamos a morir! -lloriquea arañando la puerta-¡Socorro!
— ¡SE MUEVE!¡KIAAA!-chilló Key entrando en un estado de pánico similar al que estaba teniendo Jonghyun-¡Soy demasiado hermoso para morir!
— ¡Onew,inútil!¡Haz algo!-gritaba Taemin mientras se sujetaba del rubio, observando cómo Minho intentaba abrir sin éxito la puerta- ¡Detenlo inmediatamente!
—...¿¡!? -Onew se giró a mirar el panel que marcaba en qué piso iban y casi sin pensarlo, pulsó la siguiente planta .



El ascensor se de tuvo de forma inmediata y en cuanto se abrieron las puertas del mismo, los cinco demonios se echaron fuera en tropel, aún gritando histéricos por lo que acababa de suceder.
Taemin jadeaba en el suelo fijándose junto a Onew en cómo las puertas del ascensor se cerraban y luego le daba un golpe en la pierna a su compañero mientras rabioso le decía que no tenía ni idea de nada para variar.
Onew siguió buscando en silencio información en su móvil sobre los ascensor y pensó que había sido demasiado precipitado el cómo habían reaccionado todos cuando las puertas se cerraron,ya que al fin y al cabo, de haber sido realmente una trampa, habrían muerto o sido heridos prácticamente en el mismo momento en el que ingresaron en el habitáculo. Nada de eso había pasado y todos se habían asustado porque aquella cosa se movía...¿Era normal asustarse tanto por todo?...No... lo que le molestó ni siquiera fue en realidad el hecho de que todos salieran corriendo, sino que Taemin parecía no apreciar ni uno solo de los detalles que tenía con él o de las cosas que hacía por facilitarle la vida.
Se giró pues a ver al príncipe, quien tras ponerse en pie decretó que iban a subir por las escaleras los pisos que fuera que quedasen hasta la casa de Onew:



— Tae...¿podemos hablar un momento?
— ¿Hablar?Después de la que has liado, Onew, de lo último que tengo ganas es de hablar contigo -dijo mientras se dirigía con los demás de regreso al hueco de las escaleras y con Minho y Jong peleándose por atender al alterado Key.
— ...



Onew apretó los puños y la mandíbula y tras las palabras del menor, decidió volver a centrarse en aquel transportador humano al que nadie le había dado una oportunidad y mientras todos estaban ya en las escaleras, Key se giró viendo que el más viejo entraba de nuevo en el ascensor. Cuando le preguntó que qué hacía, el padre de Satanás se limitó a responder "Subir más deprisa que ustedes".
Cuando las puertas del ascensor se cerraron, haciendo imposible ver al demonio ,los tres restantes, se giraron a ver a Taemin. Mantenía la idea original de subir por las escaleras y dijo que Onew era igual que un diablillo, infantil y que por eso, se había vuelto a meter en su propia trampa.
Nadie se lo discutió y reanudaron la subida. Les quedaban apenas unos cinco pisos para llegar al que correspondía a la casa del mayor, aunque tras la desobediencia de éste ante Taemin, ninguno de ellos entendía el porqué iban a la casa de él y no fue hasta que llegaron al piso indicado y comprobaron que Onew ya estaba allí, sin ninguna clase de herida, esperándoles con los brazos cruzados y gesto de autosuficiencia, que el príncipe pareció hartarse de él:



— ¿Sabes qué te digo?Que nos vamos a mi casa, estoy muy harto de cómo te portas conmigo,Onew.
— ¿De cómo me porto contigo?¿De verdad? Eres un malagradecido. Siempre estoy cuidando de tu débil trasero real para evitar que te lo patee alguien más fuerte.
— ¿Cómo te atreves a hablarme de ese modo?¡Minho!



El demonio de la ira se adelantó y se puso delante de Onew haciendo de barrera entre él y Taemin... Claro que Onew, no tenía ni la más remota intención de agredir al hijo de Lucifer... Nunca lo había hecho y desde luego, no iba a comenzar ese día, por muy estúpido que fuera siempre el menor.
De hecho, cuando Tae dijo que no estaba invitado a ir a su casa, Onew descruzó los brazos y se fue directo a la puerta de su casa, aporreó la misma con la mano y en cuanto la mujer del interfono abrió, entró empujándola, siéndole totalmente indiferente que ella estuviera molesta por su tardanza y a saber porqué más cosas.
La puerta de la casa del demonio más viejo volvió a cerrarse y fue en ese momento en el que Taemin resopló arrepintiéndose de haberle hablado así... No era por nada en especial, pero es que ya estaba acostumbrado a emplear a su mejor amigo como saco de boxeo y eso no tenía remedio.

Jonghyun le sacó de sus cavilaciones con un fuerte abrazo, que el Príncipe de los demonios no llegó a ver venir:



— No te preocupes, Príncipe, seguro que cuando hayamos comido y tapado el hueco que tenemos dentro, estaremos todos de mejor humor y podremos preocuparnos de ver qué vamos a hacer en éste mundo.
— Tienes razón... ¿Entonces vamos a mi casa? -se sonroja por el abrazo y asiente levemente con la cabeza.
— Creo que sería prudente que cada uno fuera a la suya -dijo Key revisando su teléfono móvil- Quizás no tengan comida para todos y yo no soporto más estar sin comer...
— Yo voy a bajar usando el transportador -dijo Minho cruzándose de brazos- No quiero caminar más.
— ¿Vamos,chicos?- preguntó el Príncipe al ver a Key y Jong retroceder de forma automática y simultánea hacia las escaleras.
— Ni hablar... Ese trasto me pone de los nervios -comentó Key antes de agarrar la mano de Jonghyun -¿Vamos a casa?
— ¡Sí! -gritó el demonio de la avaricia con las mejillas totalmente coloradas- ¡Hablamos después,Príncipe Taemin!¡Adiós,Minho!-dio esa última despedida con retintín. Sabía que al demonio de la ira le molestaba el hecho de Key y él estuvieran en el mismo departamento.
— Maldito perro sarnoso-dijo Minho entre dientes antes de descruzar los brazos y girar la cabeza a ver a Taemin.



El joven noble, estaba ya frente a la puerta metálica del ascensor y tras haber pulsado también el botón pertinente, observaba en la dirección en la que se habían ido dos de sus mejores amigos.
Fue entonces, cuando el demonio de pelo largo, lo miró y dijo con cierta calma en la voz, sobretodo, porque de pasar, sería algo bueno para él.



— ¿Ha pensado ya en decirle a Jonghyun que tiene su atención,Príncipe Taemin?
— ¿Qué?... No... No podría... Ni siquiera me hace caso... Está todo el dichoso día pendiente de Key... Dudo mucho que considere siquiera mi ofrecimiento.
— Sería un necio si no lo hiciera -dijo mientras se acomodaba el cabello con un movimiento de cabeza- Tener la atención de un miembro de la realeza es mucho más que un honor para cualquier demonio, seguro que por muy idiota que sea Jong, sabría apreciar ese hecho indiscutible...
— Es muy fácil decirlo pero...¿qué sabrás tú? -dijo entrando en el transportador junto al más alto- A ti también te gusta Key.
— Cierto, me gusta... pero yo no desaprovecharía el honor de estar con un Príncipe, eso es más importante que un demonio como Key -dijo inclinándose levemente y tomando la mano de Taemin para besar de forma calmada su dorso.
— ¿De verdad lo crees así? -dijo el menor sonrojándose levemente por el beso y pulsando los botones correspondientes a sus respectivos pisos- Tal vez tengas razón y deba decírselo, al fin y al cabo, siempre puedo recurrir a ordenárselo.
— Sería lo justo, Taemin, la obediencia es muy importante y el castigo para los que desobedecen a los monarcas infernales, es la pena capital.



Taemin sonrió más animado, pensando en que quizás, sí que no era tan mala idea después de todo, el decirle a Jonghyun, lo que se le pasaba por la cabeza.
El demonio de la avaricia tenía algo que lo hacía verdaderamente encantador, tal vez era el hecho de que en un mundo lleno de maldad, a él se le veía brillar entre su oro, con una luz diferente, porque era capaz de sentir emociones verdaderamente inmaculadas y sin ninguna clase de mancha. Podía llegar a sentir amor verdadero, por eso era un hijo de Astaroth y por eso mismo, le gustaba.
Minho tenía razón. ¿Qué clase de demonio no apreciaría el hecho de que un rey o un príncipe le dedicara su tiempo? Ninguno en absoluto. La verdad era que se había animado mucho gracias a las palabras del demonio de la ira, a quien además, dio las gracias por haberle ayudado a decidirse. Claro que ahora, tenía que pensar bien en cómo iba a decirle al peliblanco, lo que sentía por él.

Cuando el ascensor se detuvo en la planta del Príncipe, Minho le despidió con una leve sonrisa y una ligera inclinación de cabeza. Si todo salía bien, iba a quitarse a Jonghyun de en medio sin tener que llenarse las manos con su impía sangre.
Animar a Tae era una de las mejores cartas que tenía para jugar en aquellos momentos, de modo que intentó mantener la calma y no empezar a reírse como un demente, cuando las puertas del ascensor se cerraron, dejándole sumido en el silencio y la soledad. Subir al mundo humano no había cambiado su impresión sobre sus compañeros, Taemin era un niño pequeño, Onew, un idiota, Jonghyun un estorbo y Key... Sobraba decir que Key era todo lo bueno que pudiera pasarse por su mente.




Apenas tuvo tiempo de acceder a su supuesta casa en el mundo de los hombres, que una mujer de mediana edad, sin mayor atractivo, se apresuró a instarlo para que fuera a darse un baño, ya que al parecer,tenían que salir a alguna parte.
Como en realidad no conocía la casa ,avanzó Minho abriendo cada puerta para ver lo que había tras ellas, encontrándose con la que debía ser su habitación por la ingente cantidad de tonos rojos que en ella había. Sin lugar a dudas, era la suya, porque ese, era el color que le representaba y su color predilecto por excelencia.
Al dar con el baño, revisó primeramente en su dispositivo móvil lo que se suponía que era un baño, pues imaginaba que no se parecería en nada a lo que en el Infierno llamaban de aquella manera.
Leyó la descripción con toda la atención que pudo, pues le resultó mortalmente aburrido ver que se trataba de algo relacionado con el agua,aunque...Claro... el agua era dañina para los demonios, sobretodo si hablaban de las aguas ponzoñosas de los bosques de Astaroth en el 3º Infierno, o del agua bendita... pero no parecía ser el caso.
Se acercó a abrir la llave tal y como indicaba la guía de vida humana y tras tocar con la mano y ver que el agua no le hacía ninguna clase de daño,ajustó la temperatura lo más caliente que su piel parecía poder soportar y dejando el móvil a un lado, se dispuso a desvestirse.


Todo iba bien para Minho hasta que al sacarse los pantalones y la ropa interior, se encontró conque algo no marchaba bien entre sus piernas. La que siempre fuera una brava y salvaje erección envuelta en llamas, se encontraba sin vida y totalmente flácida, como si realmente su hombría hubiera muerto.
Tensó absolutamente todo el cuerpo al pensar que había dejado de ser un hombre y que su polla estaba realmente muerta, pues por más que la sujetaba y trataba de levantar y mantenerla erguida, parecía tratarse de una misión imposible. Estuvo muy cerca de entrar en pánico, pero ya se había dejado llevar por el pánico de los demás durante todo el tiempo que llevaran en aquel mundo y aunque no era un hombre de emplear el cerebro sino los músculos, se señaló la polla con el anillo y una vez apareció en ella la marca del demonio, usó la cámara de su móvil para escanear la zona y luego leer lo que estaba pasando... Inteligente por su parte haberlo hecho así en vez de volverse loco a gritar que su polla estaba desinflada... Con algo así, no tendría ninguna posibilidad de ganar las atenciones de Key, claro que, ahora contaba con la ventaja de que sabía porqué estaba así y porqué era tan pequeña y enclenque...




—Malditos humanos...-dijo entre dientes mientras leía la descripción- Sus pollas sólo se despiertan en el momento en el que se ejerce alguna clase de estimulación que hace que el riego sanguíneo se concentre en la zona y la eleve para el acto sexual... ¡Puff! En el Infierno no tenemos ese problema... -sonrió de lado mientras se llevaba el móvil a la boca en un gesto pensativo, observándose en el gran espejo del baño- Espero que Jonghyun quede en ridículo de tal modo delante de Key, que no vuelva a intentar ponerle una mano encima nunca más -se empieza a reír a carcajadas hasta que una voz que venía de fuera del baño le hizo dejar de reír y entornar los ojos.
— ¡Minho,deja ya de jugar con el móvil y dúchate!¡Hemos quedado con tus abuelos en media hora y no voy a tolerar que te intentes escaquear!
— Grrr... ¡Ya voy,mujer,no me grites! -dijo irritado.




.·.




Los dos demonios, que ahora eran al parecer,hermanos, Key y Jonghyun, habían llegado ya por las escaleras a su piso correspondiente, y tomados de la mano se acercaron a la puerta con el número que ponía en sus dispositivos. Fue el más bajo de ambos el que tocó con los nudillos en la misma.
Al principio no se escuchó nada, ninguna clase de ruido que rompiera con la quietud del pasillo en el que ambos estaban parados... Tal vez se hubieran equivocado ¿no?
Sin embargo después de unos interminables segundos, la puerta se abrió y una mujer mayor se les quedó mirando con cierto disgusto en el rostro.




—¡Hasta que al fin llegáis!Ya pasó la hora de comer,espero que tengáis una buena excusa los dos.
—Nos entretuvimos en casa de Onew y hablando con el Príncipe Taemin en el pasillo -dijo Key mientras miraba la casa con interés. Sin duda era una vivienda moderna y con bastante estilo para su gusto personal.
—¿Y por qué no avisaron? Me han tenido preocupada toda la mañana.
—Estábamos distraídos,señora-respondió Jonghyun rascándose la cabeza con una mano y revolviéndose así el cabello blanco.
—¿?¿qué te traerás entre manos para llamarme así?-se acerca y le huele el pelo a uno de sus hijos-Uff...Oléis muy mal,id a daros una buena ducha y ya hablaremos cuando llegue vuestro padre.



Key entró en la habitación que tenía dos camas deduciendo que esa era la de ellos y con mala cara se acercó la mano a la nariz para oler qué era eso que disgustaba tanto a su progenitora provisional.
No encontró ningún olor extraño.  Aunque sí que notó con una pasmosa claridad el aroma del azufre adherido a su piel... Claro que, ese era el aroma normal que debía de tener un demonio...
Pero estaban en el mundo de los humanos, quizás allí oler así, no era tan normal. De hecho, nada a su alrededor olía de aquella manera...

Jong entró en la habitación y cerró la puerta tras de sí al ver que tenían un baño allí mismo. Sus grandes ojos de cachorro se quedaron clavados en la esbelta, elegante y delicada silueta de Key,sentado en el borde de una de las camas gemelas que había en su dormitorio.



—Eres demasiado sexy,Key-sonrió con cierta inocencia,mezclada con picardía mientras acortaba la distancia entre ambos, para inclinarse sobre el que ahora era su hermano y pasar primeramente la punta de la nariz por su cuello, deseando indiscutiblemente, llenar sus pulmones del olor que más adoraba en el mundo.
—AAh...Mmn...Mi cuello-resopla cerrando los ojos y sintiendo como toda su piel se eriza ante el leve contacto entre ambos-Mmn...Jonghyun...
—¿Estás listo para una buena sesión de sexo? -susurró subiendo a su oído y mordisqueando ligeramente el lóbulo de su oreja.
—¡Sí!



Ambos demonios, ahora en sus formas humanas, se apresuraron a retirar las molestas prendas de ropa, con la urgencia y la necesidad propias de la juventud, incapaz de hacer esperar más lo que llevaban posponiendo prácticamente desde su llegada a aquel mundo...Al menos, estaban seguros de haberlo estado posponiendo a pesar de no haber pensado concretamente en ello .
Key se desvestía echado en la cama y no fue hasta que se deshizo de sus pantalones y se incorporó para llamar al demonio de la avaricia, que reparó en algo que sucedía entre las piernas de Jonghyun. Algo que le hizo fruncir el ceño, momentos antes de que comenzara a aparecer la estruendosa risa burlesca por la que siempre se había caracterizado. El más bajo no comprendía de qué se estaba riendo su amante hasta que bajó la vista a la zona que el propio demonio de la envidia había comenzado a señalar con su acusador dedo índice:




—¡Ah!¡Por Lucifer!¿Qué le ha pasado a mi hombría?-se altera abriendo tanto los ojos que parece que van a salirse de sus órbitas-¡¡Ha muerto!!
—¡¡JUJUJUJUJU!!-la risa hizo que cayera de la cama,dando con el culo en el suelo mientras comenzaba a patalear, riendo de forma estridente-¿Se supone que es con eso con lo que vas a darme placer?¡Jujujuju!
—¿¡P-por qué cuelga!? -se mira desesperado lo flácida que tiene la polla- P-pero si siempre está...¡Y ha encogido!¡Es muy pequeña! -se lleva las manos a la cabeza con desesperación- ¿¡Qué ha pasado!?
—¡Ayh que me da un ataque!-rió Key mientras se llevaba una mano al pecho sin poder contener las carcajadas mientras veía a Jonghyun correr al baño para poder verse en el espejo, lo cual, por supuesto, provocó nuevos gritos en el más bajo.
—¡Pero si es enana!¡No!¡Por Satanás!¡Mi hombría ha muerto!-se la sujeta y levanta y al soltarla siente ganas de llorar al ver que vuelve a caer.



Key, haciendo alarde de su mente analítica y felina, entre carcajadas, buscó bajo el montón de ropa, en dónde habían metido sus dos dispositivos móviles. Tenía que haber una explicación para aquella calamidad y tras poner en el buscador la palabra "polla", escrutó la información que apareciera poco después en la pantalla, haciéndole entender a qué se debía el hecho de que el cuchillo de carne del más bajo, no estuviera listo ya para perforarle.
Leyó con una sorprendente calma mientras  que Jonghyun, lloraba y se lamentaba en el cuarto de baño asegurando que ahora era un hombre inservible.

Key se puso en pie una vez controlada su risa y se asomó al baño, observando con cierta ternura el gesto desesperado de su amante, quien al verle por el espejo, se alteró de nuevo:



—¡No mires!¡Soy un monstruo!-se cubre la entrepierna.
—Ven,sé cómo solucionarlo-le dijo con una sonrisa el demonio de la envidia.
—¿S-sabes cómo curarme?-le mira esperanzado.
—Sí,ven -le jala fuera y lo hace sentarse en una de las camas-Recuéstate, yo me ocuparé de todo.
—¿Ah?-obedece y le mira-¿Qué vas a hacer?
— Ahora lo verás~ Confía en mi~ -le mira a los ojos mientras se relame- Voy a devolverte la polla a la vida, Jonghyun~ y así podremos follar.






.·. CONTINUARÁ .·.