◕♘ EL TESORO DEL DRAGÓN ♘◕ XI

Personajes: Jonghyun, Onew,Key,Taemin,Minho
Género: Aventura,fantasía,yaoi
EEL: TP

Resumen:El mundo es gobernado por diferentes pueblos cuyas cibilaciones están fundadas sobre descomunales minas de piedras preciosas.Sus gentes tratan con dragones que parecen hechos de las mismas gemas.Pero el pueblo del oro ha extinguido ya a muchos dragones y su siguiente objetivo son los dragones negros.Una raza escasa y esquiva que conserva intactos todos sus tesoros.

Jonghyun aceptó a la bruja Astarte sin estar seguro al cien por cien que se trataba de una auténtica hechicera.Le había dado aquellos libros para que los leyese y se los tradujese a él a unos nuevos libros en papel de oro.

Minho había mandado un emisario a su Ciudad Dorada con el cometido de que devolviese aquellos libros,pero demostró no estar ni mucho menos por la labor de obedecer y mandó al mensajero de vuelta con una carta que advertía a Mingo que si seguía metiendo las narices en sus asuntos no iba a ser tan benévolo con él por muy amigos que se hubieran hecho.
El Rey Verde apenas dos días después de recibir la respuesta,se presentó allí muy enfadado y exigió pasar a la sala del Trono Dorado.Los guardias de Jonghyun se negaron en un principio,pero aquel joven no era un don nadie,era un rey y por lo que se sabía,uno que había salvado la vida de su soberano,así que finalmente abrieron las pesadas puertas de oro que daban a la gran sala y el Rey de las Esmeraldas ingresó en ésta viendo a Jonghyun en su trono,leyendo pergaminos dorados,mientras a sus pies,una mujer cubierta con una capa,leía sus libros prohibidos.

-¡Jonghyun!
-¿?-baja el pergamino y mira con disgusto a Minho-¿Quién te ha dejado pasar?
-Devuélveme lo que has robado de mis tierras-avanza hasta situarse frente al trono-Te di permiso para inspeccionar y leer en MÍ biblioteca,no para que me robases.Esos libros me pertenecen.
-¡Qué tontería!Si son libros que nadie de tu pueblo usa y son justo los que yo necesito.
-La magia está prohibida,Jonghyun.No desafíes a los dioses.
-Desafiaré a quién sea-dice con voz ronca-Y haré lo que haga falta para recuperar a Key.
-Han pasado meses¿qué te hace pensar que sigue con vida?
-Lo sé.Ese Rey Dragón no quiere nada con mi prometido,a quien pretende atraer es a mi.
-Jong,asimila de una vez que Key está muerto y que todo lo que haces es solo fruto de tu propia desesperación por negar la verdad.
-¡He dicho que sigue vivo!-pierde la paciencia y se pone de pie en su trono,desciende los escalones y encara al Rey de las Esmeraldas-¡Está vivo maldito ComeHojas!¡Los dragones negros han dejado de verse porque se han escondido esperando que yo llegue!
-¡No me alces la voz!¡Estás absolutamente majareta!¡El cadáver de Key ya deben de habérselo comido los gusanos!


Justo cuando ambos reyes se dispusieron a sacar sus espadas,la bruja intervino a favor del temperamental Rey de Oro:

-Mi señor tiene razón,su prometido sigue con vida-sonríe mirando fijamente a Minho.


El Rey de las Hojas,sintió un escalofrío recorrer su cuerpo con la penetrante mirada de aquella mujer y por sí mismo,retrocedió algunos pasos.No había que decir nada para comprender que aquella joven arpía era ni más ni menos que una bruja...Una bruja al servicio del sanguinario y emocionalmente desequilibrado Jonghyun...Aquello no podía ser bueno en ninguno de los sentidos.El Rey Dorado de por sí tenía una fama que le precedía,la fama de los nobles de oro,siempre sedientos de poder y de todo aquello que se les pudiera antojar,fuese cual fuese el precio a pagar por ello.Aliado con una bruja,Jonghyun era mucho más peligroso y temible que cualquier Rey Dragón Negro...Aquella alianza sólo podía terminar en catástrofe para las Tierras de las Piedras Preciosas.


Satisfecho,el Rey Jonghyun miró a su indeseado visitante y con el ceño fruncido le ordenó marcharse.

-Te devolveré los libros cuando estén traducidos.
-...Estás jugando con fuego,Jonghyun y los que juegan con fuego se queman.
-Si no saben con qué fuego juegan,por supuesto que se queman.Pero no es mi caso,saldré airoso donde todos los demás han fracasado y te lo demostraré.Ahora no pongas a prueba mi paciencia y márchate.
-...Tú no me das órdenes,te recuerdo que también soy rey.
-Pero estás en mi reino y aquí nadie manda más que yo,ni siquiera los dioses.
-¡Blasfemia!¡Has perdido el juicio!
-¡Silencio!-brama el Rey Dorado-Ahora márchate y olvida los malditos libros,te los haré llegar cuando ya no los necesite.


Minho,muy a su pesar,temió por su vida si seguía insistiendo a aquel hombre que había perdido por completo la cordura.
¿Realmente pensaba Jonghyun que podía encontrar a Key usando a una bruja?
El sol del desierto le había anulado por completo el razonamiento lógico.Un chico que llevaba meses en poder de un Dragón Negro,era más que posible que estuviera muerto y digerido por las bestias.


Jonghyun,se dejó caer en su trono y miró de reojo a Astarte,que había ignorado por completo la escena de pelea entre ambos reyes y había continuado con la lectura de aquellos viejos libros de hechizos que se creían sabiduría perdida entre las suyas.

-¿Ves algo que sirva para matar dragones?-dijo Jonghyun con la paciencia mermada a causa de la discusión con el Rey del Oro.
-Hay mucha magia en éstas páginas,mi señor,pero si desea matar a un dragón de la magnitud de un Rey Dragón,deberíais conseguir diamantes.
-¿Diamantes?-le mira con curiosidad-¿Cómo que diamantes?
-Son lo suficientemente duros como para atravesar la piel de un Rey Dragón y si se las bendice con un hechizo de fuerza oscura,su poder aumenta.
-Mmmn...Diamantes...Estamos en la Ciudad del Oro,desconozco por completo si alguno de mis antepasados extrajo diamantes de Las Minas Abandonadas.Voy a la sala del tesoro.


En cuanto se puso en pie,la bruja lo imitó y marchó tras él,curiosa por ver la inmensidad de esa  sala del tesoro o por saber simplemente de qué clase de habitación se trataba...Jonghyun recorrió largos pasillos dorados,seguido por la bruja y ésta seguida por el dragón del Rey que no perdía de vista a aquella extraña intrusa de la que se fiaba su amo.
Llegaron a una sala que  tenía una única puerta.El acceso a ésta no parecía ni mucho menos vigilada,hasta que la bruja se dio cuenta de que había guardias apostados a lo largo del pasillo,con sus armaduras doradas y su propia piel tintada de oro,confundiéndoles con las paredes.Apenas se movían y casi no se les notaba respirar.

-Son la élite de mis hombres.Deben proteger la Sala del Tesoro bajo cualquier circunstancia.Como puedes ver,saber que están ahí,no es simple a menos que te fijes muy bien.
-Realmente asombroso,mi Señor.
-Lo sé,fue idea mía que lo hicieran así.Ni siquiera a mi padre,se le ocurrió una estrategia tan sublime para mantener oculta a nuestra élite.


La bruja se limitó a asentir y se mantuvo a distancia de la gran puerta de oro de la Sala del Tesoro.
No tenía ni idea de qué era lo que podía albergarse tras aquellas puertas,pero su pacto con Jonghyun, aquel suculento pacto monetario,tenía su codicia más que satisfecha y prefirió no cotillear a menos que el Rey Dorado se lo ofreciese.

Jonghyun ingresó en la sala del tesoro y mientras la puerta se cerraba a sus espaldas,su dragón se puso ante ésta para custodiarla,asegurándose de que nadie más que el Rey,entrara o saliese de ella.

El joven monarca miró al rededor en aquella gigantesca sala llena de tesoros y piedras preciosas de todos los colores.Por supuesto el oro era superior a cualquier otro material,pero algo le preocupaba y era que no recordaba haber visto nunca en aquella sala,un trozo de diamante...De hecho apenas sabía nada de ese mineral,ya sus padres comentaban que era algo escaso y que pertenecía a los dragones negros...Eso le molestaba...Él que podía llegar a cualquier lugar de las tierras conocidas,se dio cuenta de que entre tantos tesoros,no tenía nada que pudiera servirle porque no era diamante.
Abrió las puertas de la sala para marcharse y entonces miró fijamente a la bruja y preguntó:

-¿No sirve el rubí?¿O la esmeralda?¿O el zafiro?
-Veo que vuestros tesoros carecen de diamantes,mi señor-respondió ella sonriendo de forma siniestra.
-¿Acaso sabes dónde conseguir un diamante para mi espada?
-En el Reino de los Mares Helados del Norte,los reyes poseen un diamante,uno de los pocos que se encuentra fuera del alcance de los dragones negros.
-¿Es eso posible?-frunce el ceño-Tráeme esa gema y hazme esa espada,empiezo a perder la paciencia.Tienes que enseñarme de una vez magia,no esperaré un segundo más leyendo libros estúpidos.
-A sus órdenes majestad-hace una reverencia segundos antes de desaparecer.


Jonghyun observó en silencio aquel prodigio y parpadeó incrédulo de que una simple humana,con ayuda de la magia,pudiera realizar semejante maravilla...Aprendería a hacerlo,eso y todo lo que estuviese en su poder...Estaba desesperado,ya casi había olvidado por completo el aroma de la piel aterciopelada y caliente de su hermoso Key...
Sacudió la cabeza y apretó los puños.Estaba seguro de que seguía con vida y si así era,aniquilaría a todos los dragones negros y los extirparía de la tierra como se extirpaba una punta de flecha de una herida abierta; con brutalidad y sin ninguna clase de contemplación.Nadie extrañaría a aquellas horribles bestias,y él,pasaría a la historia como el Rey Dorado más poderoso de todo su largo linaje...Sí,alcanzaría sus objetivos,recuperar a su Príncipe Key y convertirse en inmortal gracias a sus hazañas.
Un fuerte resoplido salió de sus labios y corrió de regreso a la Sala del Trono y su dragón tras él.Estaba histérico,no soportaría un día más sin encontrar al Príncipe de los Rubíes.

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-...Onew¿piensas ignorarme durante más días?

-...Key,por favor,tengo que pensar.

-¿Pensar en qué?

-En cómo protegerte a ti y a mi hijo.

-¿¡Quieres olvidarte ya de eso!?¡Estás perdiendo un tiempo precioso!-se lleva las manos al vientre-¡Si es cierto que pasará algo horrible,en lugar de estar ahí sentado mirando a la pared,deberías estar aprovechando a disfrutar de tu hijo y de mi!

-¡NO ME GRITES!-ruge y se pone en pie mirándole con el ceño fruncido.

-¡¡Te grito si me da la gana!!-chilla más alto.

-¡Key que te calles!-lo acorrala contra la pared y gruñe mostrándole sus dientes afilados-Sss...Escucha,tengo que pensar...deja de incordiarme.

-¿?¿Ahora resulta que te incordio?¿Cómo te atreves?-se le llenan los ojos de lágrimas-Me has follado y ahora te dedicas a ignorarme...

-Grr...No te atrevas a repetir esa barbaridad-le sujeta de la mandíbula obligándole a que mantenga la mirada fija en él-No soy como Jonghyun,así que deja de decir estupideces,no te conviene enfurecerme.

-¿Me amenazas?¿Cómo tienes la poca vergüenza de hacerlo?-le da una bofetada.

-...

Onew levantó la mano en un impulso involuntario para abofetear a Key.Pero algo dentro de su cabeza detuvo su mano en seco,se apartó del menor y transformándose,alzó el vuelo,abandonando la cueva en cuestión de segundos,dejando allí al Príncipe de los Rubíes que temblaba,conmocionado por pensar que el Rey Dragón,estuvo a punto de golpearle del mismo modo en que Jonghyun lo hacia.

Key se abrazó a sí mismo y cerró los ojos intentando calmarse con respecto a lo que acababa de suceder.No comprendía porque Onew huía de esa manera de él,era acercarse al mayor y éste salir disparado fuera de la cueva para ausentarse por horas e incluso días...Sólo a él le dolía que aquel hombre-dragón,le ignorase como lo hacía.

-Estúpido...imbécil...-susurró para sí y luego se masajeó el vientre,fijando su vista en éste-...Yo...hijo mío...no sé qué nos depara el destino...Los dioses son caprichosos...Muy caprichosos...

El rubio marchó a la entrada de la cueva,escalando la montaña de oro y gemas que había hasta allí y luego se sentó mirando aquella pestilente ciénaga que supuraba veneno que...de sobra,sabía que de seguro le había envenenado  a él también...De hecho podía sentirlo en sus pulmones...A veces tosía y su tos se volvía violenta...Pero no le había dicho nada a Onew...Si le decía sobre aquella tos y que incluso,llegaba a escupir sangre,le alejaría de él para siempre...Le estaba haciendo un flaco favor a ese hijo por el que reclamaba las atenciones del Rey Dragón,pero es que no quería separarse de Onew...Verse soltado de nuevo en los brazos de Jonghyun a pesar de que su amante,jurase que no le dejaría ir sin pelear por él...

En la entrada de la cueva,la sensación de asfixia era mucho mayor que en cualquier otra parte,así que comenzó a toser,de forma tan súbita que sintió que iba a vomitar...La tos le provocaba espasmos musculares y eso a su vez,desencadenaba dolor en el pecho,el estómago y la garganta.Finalmente,se inclinó hacia delante ,se sujetó de la pared de roca y comenzó a vomitar.Se horrorizó al ver más sangre de la que solía escupir y su piel se erizó,negó con fuerza para sí mismo convenciéndose de que aquello no era verdad y regresó dentro de la cueva,marchando lo más deprisa que pudo hacia las termas.Al ser el sitio más alejado de la entrada,sus pulmones se sentían menos asfixiados en aquella zona y casi podía jurar que el aire gracias al vapor de agua era más puro,aunque  resultaba escaso.
Metió los pies en el agua caliente y cerró los ojos tratando de normalizar la respiración a pesar de su malestar.Se recostó en la pared y cayó en un profundo sueño.Estaba agotado.Por mucho que Onew se esforzaba en buscarle comida en buen estado,nada más sobrevolar las ciénagas,cualquiera que fuese el alimento que le traía,se podría...Con lo cual su dieta dejaba mucho que desear y para el estado en el que se encontraba,estaba muy delgado.

-Key,Key despierta-le zarandea.
-Mmnff...¿Ah?-abre lentamente los ojos y mira en silencio al Rey Dragón-¿Q-Qué pasa?-se soba los ojos y se estira para desperezarse.
-¿Qué diablos crees que estás haciendo?
-...¿Dormir?
-He visto el vómito nada más regresar y sólo puede ser tuyo...Estás vomitando sangre...Es éste odioso aire de la ciénaga...Tengo que sacarte de aquí.
-...¿Y a dónde vas a llevarme?¿Con Jonghyun?
-...No...Tenemos que ir a los Bosques Esmeralda...Allí podré encontrar un antídoto para ti.
-¿Tengo que ir yo también?Me reconocerán...Avisarán a Jonghyun...
-Iremos de incognito...Pero no puedes seguir así...-acaricia las mejillas del rubio-Mi precioso Key...¿no eres consciente de que te estás envenenando y que podrías matar al bebé y matarte tú mismo?
-Joder...Está bien,soy una horrorosa persona,pero¿qué puedo hacer?No quiero separarme de ti...
-No nos vamos a separar...iremos junto al Reino de Esmeraldas para ir a buscar medicinas y que comas algo.Ya tengo esmeraldas preparadas para ir a comprar medicinas.


El indeciso príncipe de los rubíes accedió a acomparñar al mayor,aunque temía que le reconociesen y volver a caer en las garras de aquel hombre de mirada desquiciada y ropajes dorados.
¿Cómo iban a pasar por las tierras de las esmeraldas sin que los reconociesen?Sus ropajes iban a delatarles,Onew de negro,él de rojo..:Era imposible no saber que se trataba de extranjeros.Pero el mayor le sonrió de forma calmada y susurró:

-Confía en mi...

CONTINUARÁ...