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sábado, 6 de septiembre de 2014

.·. FOREVER OR NEVER VIII .·.

Pareja: OnTae [Onew + Taemin]
Género: Aventuras
EEL: TP
Personajes secundarios: Key-Minho & Jonghyun.

Resumen: Taemin,el famoso y temido hijo de Lucifer tiene la extraña costumbre de adorar las cosas coloridas y de hacerse llamar Sugar porque es un adicto al azúcar.Cansado de la monotonía del infierno,convence a Onew, el inmaduro padre de Satanás,[obsesionado con la simbólica historia de Icaro]para escapar a la superficie y ver el mundo de los humanos de cerca.Aunque ambos son igual de inmaduros y aventureros al llegar a la superficie tendrán que decidir si juegan con las normas de los mortales o con las normas del infierno,cuyos respectivos familiares han estipulado desde sus grotescos tronos.Pronto se verán envueltos en un juego que los de arriba tienen preparado para ponerlos a prueba y del que además forman parte sus viejos amigos,los demonios de los pecados capitales,el envidioso Key,el avaricioso Jonghyun y el furioso Minho.

Aclaraciones: Sugar[Taemin] _ Íkaro[Onew] _ Keymera[Key] _ Charismatic[Minho] _ Bling-Bling[Jonghyun]























-He pensado que sería divertido que Keymera y Bling-Bling subieran a molestar  a Sugar y los otros¿qué opinas,hermano?-decía Satanás mientras removía su café de almas antes de llevárselo a la boca y tomar.
-¿Molestarlos?¿Con eso quieres decir hacerles la vida imposible?-le mira con curiosidad Lucifer como siempre con sus exagerados gestos de adolescente neurótico.
-Naturalmente,que les tiendan trampas y si caen nos los traemos al infierno,podríamos apostar con respecto a ellos¿no te parece?
-¿No podéis parar ya?-dijo con voz cansada Astaroth con su melancólica mirada perdida en el fondo de su taza de café,en la cual aún quedaba un alma,como si se tratase de restos de azúcar.
-Cállate,eres un aguafiestas-le dice con mala cara el peliblanco-Oye Sat,yo me apunto a la fiesta,pero primero deberíamos...Decidir cómo lo vamos a hacer.
-Haber,Luci-deja su taza de café a un lado-Si el reto es que vivan,la trampa será hacer que se maten los unos a los otros.
-¿Cómo han estado haciendo hasta ahora?
-Eso mismo-se ríe-Solo que en ésta ocasión los caídos podrían servir como verdugos.¿qué te parece?
-Una idea grande,brillante,muy brillante.¡Hazlos venir y demos las órdenes pertinentes!
-¡Keymera!¡Bling-Bling!


Ambos demonios aparecieron ante los tres tronos y se apresuraron a arrodillarse en señal de respeto y sumisión:

-¿Han llamado sus majestades?
-Hemos llamado-sonrió Satanás-Puesto que habéis sido los primeros en morir os vamos a dar la posibilidad de vengaros de vuestro asesino, del Príncipe Sugar y del Señor Ikaro.
-¿Vengarnos?-susurra Bling Bling alzando la cabeza para ver al mayor de los Tres Tronos Infernales.
-Eso es.Os haremos subir de regreso al mundo de los humanos para que podáis llevar a cabo vuestra venganza.
-Pero tenemos condiciones para ello-sonrió Lucifer-Mantendréis vuestra apariencia demoníaca,pero vuestros poderes quedarán reducidos,no seréis visibles para ellos y debéis lograr inducirlos al suicidio o a que se asesinen los unos a los otros.¿Alguna preguunta?
-Y-yo tengo una-dijo el demonio canino levantando tímidamente su pata izquierda.
-Pregunta pues.
-¿Tenemos alguna restricción en el uso de nuestro poder?
-No¿no?


Aunque Satanás y Lucifer intercambiaron miradas confirmándose el uno al otro que no iban a poner ninguna restricción al respecto,el siempre ausente y silencioso Astaroth habló:

-Yo sí tengo una restricción para vosotros.No podéis tocarles si están enamorados.
-¿¡Qué!?¡¡VENGA YA ASTAROTH!!-comenzaron a quejarse sus hermanos desde sus tronos.
-He dicho-dijo con voz cansada aquel demonio que rara vez intervenía en las tropelias de sus hermanos.
-Maldito-bufó Lucifer-Siempre protegiendo a los enamorados,que asquito me da...
-...-Satanás negó para sí y dijo al demonio de la envidia y al de la avaricia-Haced pues como se os ha ordenado.Si uno de ellos está enamorado no podréis tocarlo.
-Sí,Majestad.
-Sí,Majestad.


Los tres tronos dieron permiso a ambos demonios para que se retirasen.


Mientras salían del palacio infernal,Keymera se detuvo y miró a su compañero.Aún no tenían muy claro lo que había entre ambos,había sido extraño que Charismatic hubiera asesinado al demonio de la avaricia y poco después el demonio de la envidia se suicidara por eso.
Bling no le daba tantas vueltas,su corazón era sincero a pesar de ser un demonio.Era de la rama más escasa del infierno.Existía en el infierno un fenómeno llamado "Los Hijos de Astaroth",se llamaba así a los demonios que a pesar de su origen diabólico,eran capaces de sentir amor y cosas consideradas "buenas",no eran mal vistos por eso,pero eran muy escasos esos demonios y se les relacionaba con el melancólico rey Astaroth porque a nadie le era ajeno que muchos eones atrás estuvo enamorado y no fue correspondido,por ello había permanecido siglos y siglos abatido por el desprecio de su amado.
Keymera no quería creerlo,pero Bling-Bling era un Hijo de Astaroth...Aquello hubiera sido quizás un buen augurio de no ser porque todos los demonios de esa clase acababan arrojándose a las fauces de Ammit, empujados por una gran pena causada por un amor no correspondido.
Al demonio zorro se le erizó de terror la cola solo de pensar que su pequeño Bling-Bling podría acabar haciendo aquella locura por su culpa...

-Oye Bling-Bling...
-Dime,Keymera-le sonríe mientras suben las escaleras que conducen al mundo de los humanos.
-¿Te has dado cuenta de que eres un Hijo de Astaroth?
-...Bueno,sí,per eso lo sé desde hace mucho tiempo-se rasca la nuca.
-¿D-de verdad...?¿Y no tienes miedo?
-¿Miedo?¿Miedo de qué?
-Todos saben que los Hijos de Astaroth siempre se arrojan a las fauces de Ammit...
-No,no tengo miedo.
-¿Por qué?¿No te asusta morir?
-¿Acaso tengo motivos para suicidarme?No los tengo Keymera y menos después de ver que te quitaste la vida por mia-sonríe ampliamente-Tú me amas,me correspondes,a tu manera,pero lo haces y eso es maravilloso-se detiene y le besa-Gracias,Keymera por demostrarme que te importo.
-¡IK!-se sonroja por el beso.



Entonces como cualquier cachorro,Bling-Bling empezó a correr escaleras arriba huyendo de los posibles reproches que pudiera darle su mejor amigo,pero Keymera apenas reaccionó con tiempo de correr tras él.
Al llegar ambos a la puerta del mundo de los hombres,los guardianes les miraron y tras la correspondiente identificaciión abrieron las pesadas puertas dejando que ambos pudieran marcharse ya que tenían permiso de los reyes infernales.







"El infierno está cambiando y ya no es como te lo 
enseñaban en la escuela"


.·.




-Señora...
-Dime omma,hijo-le decía siempre la mujer cuando Onew se sentaba a su lado en el porche de aquella vieja y destartalada casa.
-Omma...-susurra sin acostumbrarse a ello.


Hacía ya algunos meses que vivía con aquella señora allí.Ella era muy  amable y le trataba como si fuera su hijo de sangre...Aunque era una vida tranquila,no estaba seguro de poder vivir así durante mucho más tiempo...Extrañaba demasiado a su Príncipe y no estaba seguro de haber hecho lo correcto al dejarlo en manos del inestable Charismatic.
Suspiró mientras se acomodaba en el asiento y miraba aquel mismo paisaje que llevaba contemplando cerca de tres meses.

-Oh,Taemin...te extraño tanto-se lleva las manos a la cabeza.
-¿Ocurre algo ,hijo?

-No...Bueno,sí,omma...Extraño mucho a alguien-suspira.
-¿A alguien?¡Mi niño está enamorado!-exclamó la señora.
-Lo estoy...
-¿Y quién es la afortunada?
-¿Afortunada?No,omma,es un hombre...Pero el afortunado sería yo si alguien de su clase social accediera a corresponder mi amor.
-¿De su clase social?
-Es de sangre noble.
-Ayh hijo,hoy en día,a los reyes no les importa casarse con gente normal y corriente-dijo ella mientras seguí ocupada haciendo ganchillo.
-S-supongo que sí...Pero él...


Onew se quedó en silencio.Su lado demoníaco le estaba poniendo alerta de algo.Se levantó y bajó del porque para revisar que no hubiese nadie al rededor de la casa...No parecía haber nada pero juraba que sentía algo,incluso algo que iba pegado a su espalda,pero allí no había nada ni nadie,al menos no que él pudiese ver.Keymera era quien iba a sus espaldas comprovando que al tocarle recibía una pequeña descarga eléctrica,así que finalmente regresó a paso más apurado que el del padre de Satanás y le dijo a Bling-Bling:

-A Ikaro no podemos tocarle.
-Lo imaginaba...
-¿Entonces cómo se supone que vamos a hacer que pelee con los otros?
-...¿Que tal atacando a todo cuanto tiene en éste momento?


Dicho eso,el demonio de la avaricia se situó tras el asiento de la anciana y Keymera sacó sus garras.Ambos le hicieron un tajo en el cuello que pronto comenzó a sangrar de manera abundante,lanzando chorros en casi todas las direcciones.

-¡OMMA!-se horrorizó Onew al regresar al porche y encontrar así a la anciana-¡Omma!-se acerca a sujetarla pero en vista de que ya estaba muerta,se mordió el labio inferior y giró la cabeza en todas direcciones hasta dar con algo...


Se trataba de un trozo de tela roja.Para cualquier otro hombre habría sido una pista más que inexacta y desconcertante,para él,aquel color solo podía apuntar a una persona entre las millares que existían en el mundo...Charismatic...
Apretó con rabia el trozo de tela entre sus manos,marchó dentro de la casa de la difunta y abrió aquel viejo armario en el que ella le había enseñado que tenía pistolas y escopetas de su marido fallecido y de hecho le había enseñado a usarlas para que puediera defenderse o defender a ambos en caso de asalto a la casa.Cogió un par de pistolas,las cargó y luego fue a por la vieja ranchera que había en el granero,introdujo la llave,arrancó y pisó el acelerador para salir disparado casi a 150 km/h en la carretera,rumbo a la ciudad,seguro de que allí iba a dar con aquel demonio problemático que no hacía otra cosa que fastidiar y hacer daño.

Keymera y Bling-Bling lo vieron marchar desde el porche y ambos se sonrieron satisfechos.El principal objetivo era que mataran a Charismatic y después que el enamorado Onew matase a su adorado príncipe o viceversa.No tardaron en ir tras él,pero puesto que ahora tenían poderes,fueron mucho más rápido,dieron alcance al caballo de hierro de Onew y pasaron junto a él sin que su viejo compañero de juegos se percatase de la presencia de ambos.

Mientras corrían siguiendo aquel rastro inequívoco que tiempo atrás dejaron Charismatic y Sugar,un rastro que deja cualquier demonio y que es complicado de hacer desaparecer.
Una vez en la ciudad,ambos demonios,llevando un par de horas de ventaja sobre Onew,buscaron el aroma inconfundible del Príncipe Sugar.Siempre había tenido un aroma demoníaco muy peculiar,una mezcla de caramelo y azufre.
Se detuvieron ante un gran edificio.No solo era notable allí la presencia de sus amigos,sino que además lo era el hediondo olor a muerte.Aparentemente se habían estado divirtiendo a lo grande.


-Estoy harto de nuestra vida humana,han pasado meses y no ha ocurrido nada interesante-se quejaba el Príncipe.
-¿Y qué quieres que suceda?Matamos todos los días a alguien para comer y volvemos a encerrarnos aquí-dice entre dientes el demonio de la ira  mientras despelleja otro cadáver.
-Algo intenresante habrá que podamos  hacer...


Ambos guardan silencio cuando suena la puerta y los dos giran a mirar el pasillo.El más joven se acercó con extrañeza  a la puerta y por la mirilla revisó si había o no alguien,se extraño al no ver nada,pues parecía que algún gracioso había tintado la mirilla de negro,así que quitó el fechillo y abrió la puerta.Se asomó al pasillo pero allí no había nadie.
Keymera y Bling Bling entraron al piso sin que ninguno de sus compañeros pudiera verlos.

-¿Qué hacemos con ellos?
-Ponerlos a pelearse-dijo secamente Keymera mientras observaba a Minho.


Como demonio de la envidia,él ni perdonaba ni olvidaba y aún no había olvidado lo que ese odioso demonio había hecho.Se colocó a su espalda,casi prefería matarlo directamente ahora que tenía la oportunidad,pero las normas del juego de los Tres Tronos,eran las normas.Miró fijamente la nuca de aquel hombre y no le sorprendió que Charismatic girara la cabeza para comprobar que a sus espaldas no había nadie.Podía sentir que allí había algo,pero no lo podía ver ni conocer la magnitud de su fuerza.


-Ha llegado la hora de la venganza-sonrió Keymera.



"EL INFIERNO ESTÁ CAMBIANDO"





 CONTINUARÁ...

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