Género: Yaoi
EEL: +18
Resumen: Jinki es hijo de un importante magnate, maneja dinero y tiene unos gustos muy peculiares en cuanto a sexo se refieren. Por su cumpleaños le regalan algo que hoy en día escasea, un muchacho virgen en plena adolescencia.
Con su nuevo juguete, Jinki ve la ocasión de expandir todas sus frustraciones y sus fantasías, arrojando así al pequeño Taemin a un mundo en el que no podrá confiar más que en sí mismo.
Miraba ido cada una de las burbujas de jabón que había a su alrededor.Suspiró.Otro aburrido día que pasaría en casa para por la tarde acudir a las clases de la universidad.
Vivía en una de las zonas más ricas de todo Seúl,en una gran mansión cutremente pintada según su criterio personal.Pero él era así,egocéntrico y malcriado,así lo habían criado sus padres y así era.
Estaba a punto de cumplir los 25 años y estaba más que harto de todo lo que le rodeaba,la casa era vieja,los muebles eran anticuayas que bien podrían haber salido de un museo;los criados,todos momias andantes.Lo más joven de aquella polvorienta mansión eran él y su habitación.
Salió de la gran bañera con la espuma deslizándose por su cuerpo y agarró una toalla para secarse con desgana.Aquel día tenía que ir presentable al desayuno puesto que tras seis meses de ausencia su multimillonario padre se había dignado a aparecer por allí.Se enfundó el uniforme de la prestigiosa universidad a la que acudia y salió del baño,cogiendo el pasillo a la derecha y bajando las grandes escaleras de mármol para dirigirse hacía el comedor.
No le extrañó encontrar allí sentado a su viejo padre y a su no tan mayor madre.Se sentó a la derecha del cabeza de familia y esperó a que éste hablara primero.Ridículas normas de protocolo que estaba obligado a seguir a rajatabla mientras aquel saco de enfermedades finalmente reventase y se fuera derecho a una tumba.
Su padre le sonrió y dijo:
-Me alegro de verte,Jinki,cada día creces más.
Aquel era el mismo comentario que abría todas sus conversaciones.Contó mentalmente hasta diez pensando para sí que hacía exactamente 3 años que no crecía un solo centímetro y sonrió con falsa modestia a su progenitor.
-Faltan 4 días para tu cumpleaños¿no es así,Jinki?-comentó de nuevo el viejo con voz ronca-¿Qué quieres que te regale esta vez?¿Un coche?¿Una casa en la playa?¿Unas vacaciones exóticas?
Se quedó mirando al viejo y luego sus ojos subieron sobre el hombro de éste mirando a la preciosa criada nórdica que su padre había contratado para su cuidado personal. Andaba en silla de ruedas y era necesario que alguien estuviese pendiente de él en todos los aspectos.Aquella chiquilla que debía tener aproximadamente 20 años si no menos,era el juguete absoluto y subordinado de su padre.
Jinki no estaba inútil,pero de repente la idea de tener un perrito faldero le gustó.Sonrió de forma macabra y mirando a su padre dijo con tranquilidad:
-Cómprame buena compañía.
-¿Buena compañía,Jinki?¿A qué te refieres?
-Quiero que me compres a alguien como ella-señala a la joven que se mantiene alejada de la mesa,tras su padre-.Que me haga compañía todo el día,que cumpla todos y cada uno de mis deseeos sin objeciones.Quiero un perro faldero,sumiso y que además sea virgen.
Su padre le miró unos segundos antes de hablar con tono serio que según creyó Jinki pretendía sonar solemne:
-¿Sabes cuánto cuesta comprar esclavos como ella?
-No lo sé y no me importa-contestó el moreno-.Me comprarás uno porque es lo que te he pedido y porque es mi regalo de cumpleaños.
-Está bien,Jinki,te compraré un esclavo-tose y carraspea provocando una inmediata reacción de asco en su hijo-Tengo entendido que mañana mismo hay una subasta de esclavos en El Club,¿quieres venir a ver la mercancia?
-No.Me fiaré de su criterio,pero si no me gusta lo que me trae,se lo queda usted y yo me llevo a la nórdica¿conforme?
-Conforme,hijo.
Jinki dió la conversación por zanjada y tras tomar el desayuno,salió de su casa,pensando que su padre no tenía conocimiento suficiente como para saber lo que a él le gustaba y que conseguiría a aquella preciosa muchacha a la que seguro su padre ya habría estrenado.Lo pensó con asco,pero se dijó a sí mismo que la mandaría a bañarse bien antes de ponerle la mano encima.
Se pasó dos días en ascuas,deseando saber cómo era el esclavo o la esclava que le había conseguido el viejo puesto que ésta parecía muy satisfecho con la compra que había hecho.
Estaba sentado en el salón,en uno de los sofás forrados de terciopelo color burdeos,con las piernas cruzadas y su madre sentada frente a él.Ella le había regalado como cada año un libro que seguramente narraba alguna imposble historia de amor y que sin duda acabaría con el resto cogiendo polvo en las estanterías de su habitación.Entonces miró hacía el pasillo y vio venir a la nórdica,conduciendo la silla de ruedas en la que iba sentado el viejo.Su padre le sonrió y dijo con suficiencia:
-Bien,Jinki,hoy es tu cumpleaños y tal y como me pediste tengo un regalo para ti.Estoy muy satisfecho con la compra que hice,puesto que considero que vale más de lo que di por él...
-¿Es un chico?-le interrumpió.
-Sí lo es.Cuando la otra noche fui a la subasta en El Club,vi mercancía de muy buena calidad,chicos y chicas de cuerpos perfectos,casi esculturas,pero no estaba convencido de que quisieses algo así para ti.No compré ninguno allí dentro,pero mientras venía de regreso en la limusina,vi algo por la calle que me pareció idóneo para ti.Hablé con sus padres y a cambio de 10.000 wons me lo vendieron.El médico de la familia le hizo un chequeo minucioso y dijo que estaba perfectamente sano.
-¿Padres?¿Cuántos años tiene?-dice con tono de molestia-No quiero cambiar pañales.
-Tiene 14 años y no te preocupes,está perfectamente cualificado para satisfacerte y tal y como me pediste,es virgen.
-¿14?Es muy niño-se quejó-.Más te vale que cambie de opinión al verlo.
Su padre asintió con una sonrisa de satisfacción y le dijo a la muchacha nórdica que trajese al "niño".Ella asintió y salió de la sala para momentos después volver a entrar jalándo con cuidado a un chiquillo pelirrojo,flaco,con ojos brillantes y carnosos labios.Parecía realmente asustado.
Jinki lo miró de arriba a abajo.Temblaba como un flan,tenía la cara húmedecida y por el color de sus ojos supo que había o estaba llorando.Parecía que se escondía en el jersey que llevaba puesto,ya que le iba grande.
El moreno se mordió el labio inferior viendo aquel espectáculo.Su padre se había lucido con el regalo y aquella adquisición le había hecho olvidarse por completo de la muchacha nórdica.La visión que tenía delante resultaba más apetecible.Perfecto,hoy se lo iba a pasar bien.
Entonces su padre le dio una nalgada al muchacho,provocando que éste soltase un gritillo agudo de sorpresa y diera un par de pasos hacía adelante como si realmente aquel viejo tuviese fuerza suficiente para conseguir moverlo.Jinki apretó los puños y dijo:
-No vuelvas a ponerle la mano encima.
-Está bien,hijo-dijo su padre tosiendo-Ahora muchacho,preséntate.
-Ah...M-mi...Mi nombre...e-es Taemin...e-en-encantado...-tartamudeó el pelirrojo haciendo una respetuosa pero torpe reverencia.
Jinki no contestó y le hizo un gesto con la mano para que le siguiera.El muchacho titubeó un poco pero fue tras él y lo siguió hasta que llegaron a su habitación.
-Entra y cierra la puerta-ordenó Jinki mirándole desde dentro.
-S-sí...-obedece y luego le mira entrelazando los dedos de ambas manos.Temblaba.
-¿Sabes lo que haces aquí?
-N...N-no,s-señor...-contestó tímidamente Taemin.
-Te lo explicaré de forma simple: Mi padre ha pagado a los tuyos por ti,lo cual significa que te han vendido.Ahora eres de mi propiedad y tendrás que obedecerme.Virirás en ésta casa,dentro de mi habitación y únicamennte responderás ante mi,soy el único al que debes obedecer¿He sido claro?
-¿M-me han...vendido...?-pregunta con un hilo de voz antes de dejarse caer de rodillas al suelo mirando al mayor con las lágrimas resbalando por sus mejillas.
-Sí,ahora dependes de mi para vivir-dice con seriedad mirándole desde arriba-¿Alguna duda?
-...-gimotea mientras intenta vocalizar-¿Qué...t-tengo...qué hacer...?
-Obedecerme.Si yo digo que limpies mi ropa,lo haces,si te digo que me bañes,lo haces,si quiero que te tires por la ventana,tu obedeces.
-Ah...S-soy...su esclavo...¿Es eso?-susurra.
-Sí.¿Algo más que quieras saber?
-¿Cómo...?¿Cómo le llamo,s-señor...?
-Jinki y puedes tutearme,mientras obedezcas te daré algunas libertades.
Taemin fue incapaz de vocalizar palabra y asintió derrotado sin levantarse del suelo.Jinki se fijó en su actitud sumisa y sonrió para sí.
Se acercó hasta él con paso firme y se inclinó un poco hacía el pequeño,enredó una mano en la mata de pelo rojizo que sobresalía de su nuca y tiró hacía atrás obligándole a levantar la cabeza.Taemin soltó un pequeño grito si bien de sorpresa o dolor y miró con los ojos llorosos y dilatados a Jinki.Éste miró los labios entreabiertos del pelirrojo y pensó que tenía una boca perfecta y apetecible...Se mantuvieron la mirada apenas unos segundos,antes de que Taemin bajase la vista en actitud sumisa.
Maravilloso,revitalizante.A Jinki le recorrió un hormigueo y soltó el pelo del menor antes de incorporarse y ordenar:
-Levántate,vamos a salir a comprar.
Taemin asintió y se incorporó costosamente manteniendo la cabeza gacha y saliendo tras Jinki una vez abre la puerta y se dirige hacía las escaleras.
Salieron de la casa sin prisa mientras el mayor caminaba delante y Taemin unos pasos más atrás de él.Tenía miedo y sabía de sobra que su cara lo decía todo.Se sentía traicionado por sus padres,desamparado y sin lugar a dudas cohibído por la situación. Comprando como si fuese un esclavo del antiguo Egipto...Ni siquiera quiso barajar la idea de intentar escapar mientras Jinki no mirase.Daba por hecho que si lo intentaba y fracasaba,las consecuencias serían graves.Se mordió el labio inferior y entonces entró tras el castaño en una tienda que no supo era de animales hasta estar dentro y levantar la cabeza.
Entonces Jinki le agarró de la muñeca derecha y tiró de él hasta una pared en la que había correas,muchas correas de todos los colores y dibujos.Taemin miró desorientado al mayor:
-Elige la que más te guste,Taemin,te la voy a comprar.
-¿Ah?¿U-u-una...co-correa?-pone cara de pena inmensa.
No tenía caso discutir con él si ahora era el que manejaba su vida y giró despacio la cara para ver todas las correas de la pared.Entonces levantó despacio la mano y agarró un collar trenzado,con color melocotón,rosa palo y beige y se lo enseñó a Jinki con una expresión triste en la cara.El mayor lo cogió y lo miró sonriendo antes de decir:
-Sin lugar a dudas te pegan estos colores-hace un gesto con la cabeza-.Date la vuelta,vamos a probártelo.
-S-sí...-se gira dándole la espalda al mayor y se alza los rojizos mechones de pelo de la nuca.
Jinki pasó las manos por delante de su cuello y le colocó la correa como quien pone un collar,ajustándolo al rededor del fino cuello del menor.
-Te queda bien-sonríe de lado.
Taemin alzó la vista y se miró el collar en una de las paredes espejo de la tienda y tragó saliva,llevándose una mano al mismo y finalmente asiente de forma sumisa viendo al castaño coger la correa en el mismo color,antes de quitarle el collar e ir a pagarlo.El pelirrojo se miró con tristeza en el espejo y luego caminó despacio hasta detrás de Jinki y alzó la cabeza para verle.El castaño le sacaba por lo menos dos cabezas.
-Ji-Jinki...-le jala suavemente de la manga de su inmaculada camisa blanca de botones.
-¿Mmn?-gira la cara a verle.
-¿M-me...Me llevarás con correa...por la calle?
-Puede,sólo si te portas mal-dice como si fuese lo más normal del mundo-.Ahora ponte el collar,quiero que lo lleves siempre puesto y cuando quieras uno nuevo me lo dices.
Prefirió no contestar.Musitó un gracias y agarró el collar,poniéndoselo bajo la interrogante mirada del encargado.Jinki salió de la tienda de animales seguido del pelirrojo y retornó el camino que les había llevado allí para volver a casa.
Lo que le había pasado aquel día había sido suerte,pura y dura suerte.Tenía a un chiquillo precioso a su completa disposición.Taemin era completamente suyo,podía hacer con él lo que quisiera.Aún era pronto para estrenar aquel cuerpecito adolescente y se propuso darle un par de meses de tregua,antes de hacerle de todo dentro de la cama. Se le pasó por la cabeza humillarlo,aunque fuera a solas,hacerle llorar o suplicar para no hacer algo.¡Puff!La idea hizo que le subiese el calor.Se paró delante de la gran berja del jardín de su casa y miró al pelirrojo que venía tras él con la cabeza gacha."Una aptitud sumisa magnífica" pensó Jinki.
El castaño ladeó la cabeza y dijo con tono autoritario:
-Sácate el jersey,Taemin.
-¿Ah?-le mira sobresaltado como si le hubiese pedido un imposible-¿Pe-perdón...?
-Que te saques el jersey ahora.
-¿A-aquí...?-dijo con la voz ahogada.
Jinki lo volvió a atrapar de los mechones rojizos que le sobresalían de la nuca,obligándole a echar la cabeza atrás,haciéndole soltar un grito.
-Hazlo o recibirás unos buenos azotes.
Incapaz de responder,Taemin asintió muy despacio,con miedo y cuando el mayor le soltó el cabello,se agarró los bordes del jersey y lo empezó a levantar,despacio,con pulso tembloroso hasta alzarlo primero sobre su ombligo,para dejar luego a la vista una cortísima camisilla de tirantes del mismo color que el jersey,antes de pasarlo sobre su cabeza y finalmente quitárselo,dejando su pelo alborotado sobre su frente.
Jinki miró con descaro el vientre del menor,era una perfecta yanura que seguro llevaría a más de una sorpresa si se seguía la línea hacía abajo o hacía arriba.El menor tenía las mejillas encendidas y mantenía la cabeza agachada sosteniendo el abrigo entre sus manos claramente deseoso de volver a cubrirse con él.Entonces Jinki levantó una mano y la posó sobre el vientre del pelirrojo,provocando inmediatamente una reacción de miedo,echándose Taemin atrás para apartarse de su mano mientras se abrazaba a sí mismo,cubriéndose con el jersey.El mayor le miró con el ceño fruncido y dijo con tono severo:
-¿Qué crees que estás haciendo?Ven aquí.
-A-ah...Y-yo...-mira al suelo confuso y tiembla de arriba a abajo.
-¿No me has oído?
-S-s...Sí...-le mira completamente ruborizado y se acerca a él muy despacio.
Jinki le quitó las manos de delante de su cuerpo para que dejara de cubrirse y sonrió de nuevo viendo su perfecta piel blanca.Acarició despacio el vientre de Taemin y éste se estremeció y quiso apartarse de nuevo pero el castaño no se lo permitió y lo puso contra la verja metálica,aprisionándole con su propio cuerpo antes de comenzar a besarle.Tal y como se esperaba el pelirrojo trató de huir del beso,pero no le quedó más remedio que obedecer.No sabía besar y eso Jinki lo notó enseguida,porque ni siquiera era capaz de mover los labios contra los suyos.Le resultó gracioso.
El menor gimió casi en una queja cuando la entrepierna de Jinki se rozó contra él y se notaba dura.El castaño se apartó de los labios del pelirrojo y repitió el gesto para escucharlo gemir de nuevo con una vocecilla infantil.
-Así me gusta,Taemin-dijo socarrón el mayor-.Sólo tienes que aprender a obedecerme mejor.
Taemin bajó la cabeza en un ademán de derrota y vergüenza.Jinki abrió la verja y entró en el gran jardín que precedía a su casa,Taemin quiso echar a correr pero no pudo.Tenía miedo de aquel hombre y de lo que quisiera hacer con él.
Tras unos segundos entró detrás de su,ahora dueño y se mantuvo caminando varios pasos más atrás hasta que llegaron a la habitación del castaño.
El pequeño se quedó fuera,más bien esperando permiso para entrar.No sabía cómo funcionaba ahora.Jinki sonrió diciéndole que podía entrar y que cerrara la puerta al hacerlo.Taemin obedeció.
El mayor ,se sentó en su escritorio aparentemente a trabajar y vigilaba por el rabillo del ojo al pelirrojo,el cual se mantenía de pie porque no había escuchado a Jinki darle permiso para sentarse.
-Me aprieta-murmuró para sí Jinki y luego se giró a mirar a Tae-Ven,pequeño,tengo un trabajito para ti.
-...
Taemin se acercó con expresión de pena mirando al mayor.
-Arrodíllate-ordenó.
El pelirrojo se limitó a obedecer y se arrodilló junto a él.
-¿Q-qué tengo qu-e hacer,Jinki?-preguntó el pequeño mirándole.
-Enseguida te lo enseñaré-dicho esto Jinki se desabrochó los pantalones y dejó a la vista su erección dura y palpitante.
-¿¡!?-Taemin se puso pálido y retrocedió un par de pasos.
-No me hagas ir por ti o lo lamentarás.
El pelirrojo sintió que se le comprimía el pecho y volvió a acercarse.Sabía perfectamente lo que Jinki quería que hiciese,pero por contra, él no quería ni sabía cómo hacerlo.Jinki sonrió y dijo:
-¿A qué estás esperando?
-N-no...no sé como se hace...-musitó Taemin aguantando las ganas de llorar.
-Es muy simple-ríe-.Seguro que has tenido miles de polos en la boca,es parecido,sólo que no se muerde.
Indirecta pillada...
Tragó saliva y se acercó más a Jinki e incorporándose un poco más,le dio un suave lametón al miembro del mayor.Le dio no supo si asco,miedo, o que era, pero empezó a temblar mientras repetía lo hecho,hasta que el mayor le agarró por los cabellos y lo obligó a metérselo en la boca y chuparlo.
Taemin casi se atragantó con el gran tamaño y sollozó sin poder hacer nada más que satisfacer a su dueño.
Jinki se aseguró de correrse en la boca del menor sin que opusiera resistencia y lo soltó del cabello dejando que se alejase hasta una esquina y se echara a llorar.
-Hay que hacer algo contigo-comentó Jinki en voz alta mientras se desabotonaba la camisa-Hasta una niña de tu edad sabe chupar una polla mejor que tu.
Taemin se encogió sobre sí mismo en la esquina,no sabía exactamente lo que había sentido cuando tuvo el miembro del mayor en la boca,pero le había resultado desagradable porque no quería hacerlo.Jinki le ordenó con frialdad que se levantase y fuera al baño,pero el pelirrojo no paraba de llorar agazapado en su esquina.El mayor se impacientó,se levantó de la silla y fue hasta él,lo agarró por el cabello y tiró de él obligándole a levantarse.Taemin pegó un grito de dolor y sorpresa mirando con los ojos dilatados a Jinki.Este lo lanzó hacia el centro de la habitación,haciéndolo caer de rodillas al suelo,para cogerlo de nuevo,jalarlo por un brazo para llevarlo hasta el baño y volver a lanzarlo al suelo como si fuese un muñeco.El pelirrojo se frenó esta vez con las manos y se quedó de rodillas en el suelo llorando a lágrima viva.
A Jinki no le importó ni le dolió verlo así,ahora aquel niño no era más que su juguete personal,ni siquiera lo veía como a un ser humano.
-Desvísteme,Taemin-ordenó con sequedad el castaño.
Temiendo volver a verse siendo arrastrado por los cabellos,Taemin se levantó temblando y se puso frente a Jinki con la cara perlada de lágrimas pero sin mirarle a los ojos y comenzó a desabotonarle la camisa dejando a la vista un cuerpo esplendido,marcado sin exagerar y bien cuidado.El menor entreabrió los labios gimoteando y le quitó la camisa,casi teniendo que abrazarlo para bajársela de la espalda y luego apartándose porque Jinki se la acabó de quitar,jalando de las mangas y tirándola a un lado.Luego le dijo que lo dejase que ya se encargaba él.Taemin se hizo a un lado y el mayor le ordenó que llenase la bañera con agua caliente,tirando a hirviendo y mientras el pequeño obedecía sus indicaciones,él se desnudaba y tiraba la ropa a un lado.
Taemin prestó atención a las indicaciones del mayor ya que le dijo que sería el encargado de prepararle el baño todos los días.Se enjugó las lágrimas con el dorso de la mano y tras echar las sales aromáticas en la cantidad que le dijo el mayor,se hizo a un lado y lo vio meterse en la bañera y acomodarse,dejando los brazos fuerza mientras se recostaba.
Desvió la mira.Jinki era muy guapo pero no tenía corazón.Se tocó las rodillas y emitió un leve quejido viendo que las tenía ya amoratadas por las caídas.Se quedó de pie junto a la bañera y escuchó a Jinki ordenarle que le hiciera un masaje en los hombros.Miró indeciso al mayor y se colocó tras la bañera a su espalda y posó sus manos sobre sus hombros,sintiendo lo fuerte que era,se sonrojó sintiéndose idiota y atontado a la vez antes de comenzar a presionarle poco a poco moviendo las manos en torno a sus hombros,haciéndole un masaje.
No supo si era el calor que manaba del agua casi hirviendo en la que se bañaba el mayor,si era porque era la primera vez que veía a un chico como él desnudo delante de sus ojos o el simple hecho de estar conmocionado por todo lo que había sucedido ese día,pero se sentí embriagado por la presencia de Jinki,no le gustaba como era pero estaba borracho de su aroma y su presencia.Entonces se descubrió a sí mismo masajeándole los hombros como si en verdad fuesen caricias y observando al castaño como si fuese una especie de dios apocalíptico o del pecado.Entonces se dio cuenta de que Jinki le estaba mirando.Se puso colorado y desvió la mira,quiso apartarse pero él no se lo permitió,le hizo bajar una mano hasta su pectoral,haciéndole estremecerse sólo de sentir su piel mojada y el agua caliente tan cerca de su mano.
Jinki levantó la otra mano y lo agarró de la nuca pero si cogerle del pelo ni jalarle y mientras echaba la cabeza atrás,lo hacía bajar la de él,haciendo que sus bocas se rozasen.Taemin emitió un tímido gemido contra los carnosos labios del mayor antes de que éste lo besase de forma apasionada y le hiciera bajar más la mano por su cuerpo obligándole a meterla en el agua.
Iba a volverlo loco,sin duda,lo iba a hacer.El pelirrojo estaba hecho un lío¿Cómo podía aquel tirano volverlo tan loco tras haberlo tratado como si fuese basura?
Sus labios se separaron y Jinki lo apartó de sí con un gesto de desprecio.
-Ve a prepararme la ropa,saldré enseguida-habló con sequedad.
Taemin se sintió descolocado y aturdido,aquel hombre no era normal,tan pronto se sentía hebrío de él como a los segundos lo aborrecía con toda su alma.
Asintió de forma sumisa y salió a la habitación,se acercó al enorme armario de madera de caoba y al abrirlo,otro golpe en sus sentidos.Toda la ropa de Jinki desprendía un delicioso aroma a perfume...No sabía qué perfume era,pero le encantaba.
Se vio a sí mismo descolgando de la percha una de aquellas inmaculadas camisas blancas y con cuidado de no arrugarla,acercársela a la nariz para oler mejor aquella fragancia.Sonríe con tristeza para sus adentros porque hacer eso le recordaba cuando abría su armario en casa y olía ensimismado el suavizante que su madre ponía en la ropa...
No supo muy bien qué iba a hacer Jinki,si iba a salir si iba a quedarse en casa,el caso es que a parte de la camisa,le sacó unos boxers negros y unos vaqueros del mismo color.
Cuando se giró se encontró con el castaño,desnudo de cintura para arriba y con una toalla anudada a la cintura que le cubría hasta las rodillas.Se sobresaltó y poco le faltó para caerse si no fuera porque Jinki lo sujetó.Se miraron unos segundos hasta que el mayor habló:
-Eres torpe,Taemin,muy torpe.
-L-lo siento...-desvía la mirada y lo ve comenzar a vestirse,se sonroja y cierra los ojos no queriendo ver nada más.
Jinki terminó de ponerse la ropa que Taemin había sacado del armario y luego se acercó al escritorio,agarró un folio y redactó una lista,luego se acercó al menor y le dijo con voz seca pero tranquila:
-Estas son tus tareas y el horario exacto en el que debes realizarlas,no quiero errores,ni quejas,te recuerdo que ahora me perteneces y estás aquí para satisfacer todos mis deseos-le agarra suavemente un rizo rojo y se acerca a sus labios-¿He sido claro?
-S-sí...-musitó el pelirrojo agarrando la lista con cuidado y mirándole de forma tímida.
-Bien,ahora voy a salir al EL CLUB con los chicos,decide,¿vienes o te quedas?
-S-so-soy tuyo...Elige lo que desees que haga...-susurra ya habiendo asimilado cuál es su lugar allí.
-Así me gusta-sonríe de lado y mira como va vestido el menor-.Vendrás conmigo,quiero que todos mis amigos te vean.
Taemin vio en aquella sonrisa un ápice de maldad,fuera lo que fuese que hubiera pensado el mayor,no le iba a gustar¿Pensaba excibírlo como un mono de feria?¿Ponerle algún traje degradante?
Lo vio salir de la habitación y llamar a una de las criadas de la casa,pidiéndole que subiese una caja del sótano.El pelirrojo se temió lo peor...Cuando al cabo de breves minutos la mujer regresó con una caja no muy grande,Jinki le dijo que la dejará sobre la cama y se marchase.Ella obedeció y cuando salió,el mayor cerró la puerta y miró a Taemin ordenando:
-Vístete.
El pequeño asintió con timidez y comenzó a desvestirse delante de él,se sentía violado,pero sabía que no tenía más opción que obedecer y antes de quitarse el short vaquero,abrió la caja y sacó una camisa blanca,se la puso y abotonó,viendo que le iba bien y luego,se quitó con cuidado los vaqueros sintiendo la atenta y descarada mirada de Jinki,deborándole con los ojos.Se puso los pantalones negros y el chaleco que venía en la caja mirando al mayor y sintiendo que aquella ropa a pesar de parecer discreta,tenía algún significado que él desconocía.
Jinki salió de la habitación y Taemin detrás suyo y para su sorpresa ya había un coche en la puerta esperando por el mayor.
Era una limusina negra no muy grande pero elegante,el pequeño no sabía si iba con Jinki,si tenía que ponerse en otro lado...
Como el castaño lo vio perdido,lo jaló de un brazo y lo hizo entrar en el coche tras de sí.
El pelirrojo se quedó sentado al lado de Jinki mirándolo con cara de circunstancias y lo primero que hizo fue ponerse el cinturón de seguridad,cosa que no vio hacer a su ahora dueño.Se mordió el labio inferior,reunió algo de valor y dijo en tono infantil y temeroso:
-Ji-Jinki...
-¿Qué?-le mira mientras cruza brazos y piernas.
-N-no...no quiero molestar pe-pero...deberías ponerte el cinturón...Podría pasar cualquier cosa,Dios no lo quiera y tu salir herido por no llevarlo puesto...Es decir...-baja la cabeza.
-...Puede que tengas razón-lo agarra del cabello y le da un jalón,escuchándolo soltar un gritillo-.Cuando quiera tu opinión sobre algo,te la pediré¿fui claro?
-S-s...S-í...-musita mirándole con los ojos llenos de lágrimas.
No intercambiaron más palabras en el resto del trayecto.Entonces,tras varios minutos en el vehículo,Taemin vio por la ventanilla la que hasta esa misma mañana había sido su casa,puso una mano en el cristal y quiso llamar a gritos a sus padres para que le ayudaran o tirarse del coche y salir corriendo en cualquier dirección para escapar...Pero no podía...Sus padres lo habían vendido y no quería matarse por intentar huir...
A medida que pasaba el tiempo en aquel automóvil,Taemin se desesperaba,cada vez había menos edificios,menos casas,hasta que finalmente el paraje se volvió montañoso y dejó de saber la ubicación en la que se encontraban,sólo sabía que estaban fuera de la ciudad.
Le estaba poniendo nervioso,el constante sonido de la ropa del menor al moverse lo estaba desquiciando.Sabía que se movía tanto porque estaba incómodo,nervioso o por lo que fuese,el caso es que le estaba sacando de sus casillas.Le dirigió una fulminante mirada de reproche y lo vio encogerse en su sitio quedándose muy quieto.Respiró aliviado.Aquel pequeño pelirrojo era una pieza de coleccionista,pero tenía sus pegas y era que no sabía comportarse. "Tengo tiempo de enseñarle modales" se dijo para sí,sabiendo que posiblemente en un par de años,tras haber echo con Taemin todo lo que desease,se cansaría y lo echaría de casa para buscarse un nuevo entretenimiento.Era como un pederasta y no le importaba.
Al cabo de casi una hora en aquel coche y habiendo permanecido ambos en silencio durante todo el trayecto, llegaron a una gran mansión que quedaba a la entrada del bosque.Tenía un amplio aparcamiento frente a sus puertas y un elegante fuente de mármol que servía como glorieta para dejar en la puerta a los ricachones que acudían a aquel lugar.Éste fue el caso de su limusina.Cuando paró frente a la puerta del local,Jinki fue el primero en salir,apartándose el fleco de la cara con un elegante movimiento de cabeza y el menor salió detrás de él,casi agarrándose de su camisa por lo mucho que le imponía el lugar.
El portero le dio las buenas horas al mayor y éste sin decir nada se dirigió al interior del edificio,con paso seguro y firme.
Taemin que caminaba tras él se fijó en la forma despectiva en la que lo miraba el portero,despectiva pero lujuriosa.Se sintió de nuevo violado y se pegó más a Jinki,no sabía porqué pero se olía que haber accedido a ir había sido un grave error.
Una vez dentro,Taemin se fijó en que todo estaba lleno de varones y damas que solo con verlos se notaba que eran de alto poder adquisitivo.Todos con copas de licores en la mano,caras joyas y siendo atendidos por hombres y mujeres verdaderamente jóvenes,el más mayor que pudo localizar en todo el servicio no debía de pasar de los 25 años.
Las paredes estaban decoradas con grandes cuadros,los muebles se veían antiguos pero de excelente calidad,las cortinas y los sillones eran de color vino y del techo pendían enormes arañas de cristal...
Jinki caminó tranquilo hasta una sala,llena de sofás en la que habían otros chicos que debían tener más o menos su misma edad y que para disgusto y sorpresa del pelirrojo parecían estar en su mayoría ebríos y con chicas que no debían tener ni 18 años.
Se había fijado que al entrar,tanto hombres como mujeres se habían vuelto para verle y se había sentido aterrado e intimidado por la situación...La pregunta era ¿Jinki lo había hecho a drede o solo llamaba la atención porque nadie más tenía el pelo rojo?
-Hola,Jinki-lo saludó un joven algo más bajo que él ,de pelo castaño y con el fleco teñido de rubio.
-Buenas tardes,Jong-lo saludó el mayor con una sonrisa y un apretón de manos.
-¿Quieres que mande a llamar a Key?-le sonríe de forma cómplice-Hoy está despampanante,seguro que le gustará verte.
-Hoy traje mi propia mercancía-contestó Jinki echándose a reír.
-¿De verdad?A verla,a verla.
Jong ni tuvo que preguntar,se asomó por detrás de Jinki y vio allí a Taemin,agarrado de su camisa como si le fuera la vida en ello y mirando con miedo al amigo de su dueño.El chico sonrió de golpe y miró a Jinki.
-Es un chico precioso¿de dónde lo has sacado?
-Me lo regaló mi padre por mi cumpleaños-contestó con una macabra sonrisa en el rostro.
-¡¡Jinki!!-gritó una voz aguda a sus espaldas.
Jinki se giró y se le vino encima un muchacho con el pelo teñido de rubio,que se le abrazó por el cuello y sin más le besó.
Taemin se puso pálido al ver no sólo que acababa de besar al mayor,sino que además iba vestido de un modo muy semejante a él.Aquello no era buena señal...Cuando quiso darse cuenta,Jong lo había jalado del brazo,apartándolo de Jinki.El pelirrojo soltó un grito mirando al chico y trató de safárce de él.
-¡D-déjame!-forcejea.
-Tranquilo fierecilla,sólo quiero verte bien-ríe Jong.
Taemin miró a Jinki pero vio que éste no parecía tener intención de ayudarle.Lo vio tocar con descaro al chico rubio y dirigirse a un sillón para sentarse ambos y sin decir nada,vio cómo le servía una copa de licor.Jinki la cogió y bebió un largo trago antes de que el rubio le susurrase algo y él asintiera.
Lo vio levantarse y acercarse a él y a Jong.
-Amo Jong,¿me deja que me lleve al niño un momento?-dijo con tono meloso.
-¿Tiene que ser ahora Key?Iba a empezar a divertirme-le mira frunciendo el ceño.
-Será sólo un segundo,amo-asegura el rubio-.El amo Jinki me ha dado permiso.
-Está bien,pero no tardes.
Key agarró al sorprendido Taemin y lo sacó de allí casi a la carrera,dirigiéndose a una zona poco concurrida.El pelirrojo estaba alucinando,lo habían tratado como un objeto.Entonces miró a Key y se dio cuenta de que éste lo estaba mirando con tristeza.
-¿Qué edad tienes,muchacho?
-...14 años,señor...-susurró casi con miedo.
-...Eres el más pequeño que han traído aquí nunca-le acaricia la mejilla de forma cariñosa y suspira-.Me llamo,Key.
-Taemin...
-Taemin¿sabes por qué estás aquí?
-N-no...
-¿Sabes lo que significa la ropa que llevas puesta?-lo vio negar y suspiró-Significa que eres un esclavo,Taemin y que el que lo desee te puede tocar.
-¿¡Qu-é!?-se altera y rompe a llorar sin poder contenerse,arrodillándose en el suelo.
-Oh,no llores,pobrecito-le abraza y suspira acariciando su pelo rojo-...Escucha Taemin,vas a tener que ser muy fuerte de ahora en adelante¿sí?
-...-niega llorando-Qu-iero...irme a casa...quiero ir con mis padres...-llora desconsolado.
-Oh,mi cielo,eso es imposible-le mira con pena y lo hace levantar,sentándolo en uno de los taburetes de la barra y sin más le sirve una copa de whisky,ofreciéndosela.
-...-niega y musita-N-no bebo...Key...-se lleva las manos a la cara,cubriéndose los ojos sin parar de llorar.
-Taemin,borracho será más fácil-le acaricia el pelo-.Hazme caso,pequeño,con 14 años y en un sitio así no durarás mucho si estás sobrio...
El pelirrojo se quedó mirando a Key.Le estaba pidiendo que se abandonase a los deseos de cualquiera y encima ebrío para hacerlo ameno.No podía hacer eso...Key lo comprendía,pero él se había visto igual años atrás,antes de asimilar lo que ahora era y convertirse en la puta preferida de todo el local.Pero veía que Taemin era débil,que se derrumbaba con nada...Aquel niño necesitaba un aliado y allí,salvo él,nadie le tendería una mano amiga.Tras varios minutos calmando el llanto del pequeño,Key consiguió convencerlo de que bebiese.
El menor tomó el vaso de whisky con cara de desagrado,no tardó en subirle el calor y le ardía la garganta y le daba vueltas la cabeza,se encontraba mal.Key lo agarró de la mano y lo llevó de nuevo de regreso a la sala,cierto que ahora Taemin era más vulnerable,pero al menos no pensaría tanto en la gravedad de la situación.El rubio dejó a Taemin sentado junto a Jong y éste se fijó en lo que había ido a hacer.
-Key,no vuelvas a hacerlo,así pierde la gracia-le reprocha.
-Lo siento amo,prometo no hacerlo más-se sienta junto a Jinki y le rellena la copa antes de comenzar a besarle el cuello y acariciarle todo el cuerpo.
Taemin resopló y se apartó los flecos rojizos de la frente.Se sentía mareado,acalorado y descolocado.Jong lo hizo girar la cara y le lamió los labios antes de besarle.El menor emitió un leve gemido a modo de protesta,pero no fue capaz de oponerse,en realidad ni siquiera era consciente de lo que el amigo de su dueño le estaba haciendo...Cerró los ojos y sintió que el calor se volvía insoportable mientras aquel chico le tocaba con descaro todo su cuerpo y le quitaba el chaleco y la camisa,comenzando a besarle el cuello.
Jinki lo observaba mientras Key hacía algo parecido con él,aunque en lugar de la camisa,lo que le desabrochaba eran los pantalones.
Entonces Jinki se encontró con la brillante e ida mirada de Taemin que había abierto los ojos.Le miraba sobre el hombro de Jong mientras emitía gemidos y jadeos,pareciendo como si llamase a su verdadero dueño.El castaño se tensó al ver el espectáculo...Aquel precioso pelirrojo que le habían regalado no iba a llegar virgen a la mañana y él quería ser el que se encargarse de desvirgarlo.Veía en sus ojos que estaba bebido,pero así era mejor,podía someterlo como desease y sin escuchar una sola queja.
Key se dio cuenta de que miraba a Taemin y pensó que era mejor que lo estrenase su dueño a que lo hiciera otro y sin necesidad de recibir una orden,se apartó de él y Jinki se levantó,caminó hasta el sofá que tenía en frente y se sentó al lado de Taemin.
-Jong,deja que yo me ocupe de él,cuando haya acabado te lo dejaré.
-Joder,ya me duele la polla,Jinki-le mira mal y Key viene por detrás,abrazándosele.
-Yo os complaceré amo-ronronea.
Key consiguió apartar a Jong del pelirrojo y se lo llevó al sofá en el que antes estaban él y Jinki.
Taemin giró la cara y miró al mayor,resoplando con los labios entreabiertos,la cara colorada y cubierta de sudor.
Una escena preciosa y magnífica.Jinki terminó de abrirle la camisa y se inclinó sobre él,lamiendo y chupando sus pezones,sintiendo como Taemin se estremecía y abrazaba a él,gimiendo de forma infantil.
El castaño lo cargó en brazos,sujetándolo por el trasero y salió con él de la sala,se acercó a la mesa principal y tiró varios platos y copa al suelo para acostar a Taemin encima.Todo el mundo se giró a mirarlos,nadie se sorprendió de ver a Jinki,siempre había sido el más desinibido de EL CLUB y el centro de verdaderos espectáculos pornográficos.La última vez había atado a Key a una de las barras de estriper que hay a los laterales de la gran mesa y allí,ambos de pie,habían sido la atracción principal de la noche.Además de eso,Jinki tenía un miembro enorme que todo el mundo quería probar pero hasta el momento tan sólo 5 de las 500 personas que iban a aquel lugar,lo había probado y ahora aquel niño pelirrojo iba a ser el centro de todas las miradas junto con su dueño.
Jinki le levantó las piernas a Taemin mientras le jalaba los pantalones y se los quitaba,tirándolos al suelo,dejando sus largas y perfectas piernas blancas al descubierto,levantando envidias cuando las tocaba y dejaba enrojecida la piel por donde pasaba.El menor se dedicó a desabrochar torpemente la camisa del mayor mientras sus labios se encontraban,uniendo sus bocas en un beso salvaje y desenfrenado.Taemin no llegaba a pensar con coherencia lo que estaba sucediendo,sólo sabía que el que estaba allí con él era Jinki y de nuevo su perfume comenzó a volverlo loco.
El mayor no dejó que le quitase la camisa,puesto que no gustaba de desnudarse delante de la gente y que mostrase ya cierta parte de su anatomía era todo un privilegio para los espectadores.Movió la cabeza a un lado para profundizar el beso y meterle la lengua en la boca al pelirrojo,mezclando ambas salivas.Más gemidos ahogados salieron de la boca del pequeño antes de que Jinki lo acabase de desnudar,arrancándole la ropa interior y quitándose de encima de él para que todos admirasen al bello efebo al que estaba a punto de reclamar como propio.Taemin sólo veía muchas figuras borrosas,distintos focos de luz que parecían apuntarle a él,gimió sin saber porqué,de forma audible,haciendo sonreír a su amo y estremecerse a todo EL CLUB.Miró al mayor y le extendió los brazos de forma suplicante,pidiendo en silencio que volviese a arroparlo con su cuerpo.Jinki se puso entre sus piernas y volvió a besarle concediéndole su deseo de cubrirlo con su cuerpo.Taemin se sujetó de sus hombros y gimió en sus labios al sentir que algo duro se rozaba contra su entrada.Sus mejillas tornaron carmesí y pasó las manos por la espalda del mayor y susurró contra su boca:
-J-Jinki...sea...lo que sea que vayas...Aah...a hacerme...ah...hazlo ya...no puedo más...
No tuvo que pedirlo dos veces,Jinki apoyó una mano sobre la mesa y con la otra le alzó las caderas,se quitó de encima suyo,quería que todos viesen la expresión de aquel niño y que la grabasen en su retina porque sólo él conseguiría que se comportase de aquella forma.Le sujetó una pierna y sin esperar más,lo penetró de una sola vez,viéndose obligado a ejercer presión y empujar,debido al reducido tamaño de la entrada del menor y a pesar de que resultó doloroso,jamás había sentido tanto placer junto.
-¡¡AAAAAH!!-gritó Taemin,arqueándose sobre la mesa y arañando los brazos de Jinki.
Nadie olvidaría jamás la expresión de intenso placer y dolor que reflejó la cara del pelirrojo en aquel preciso instante.Pareciera que sus labios se había tornado a rojo y de sus ojos brotaban lágrimas,una detrás de otra.
Jinki emitió un sonido gutural y retrocedió saliendo a medias de su cuerpo y sintiendo como se cerraba de nuevo,sonrió triunfante y volvió a embestirlo,otro grito y mucho mejor,glorioso.
La gran mayoría de los presentes comenzó a masturbarse ante tal espectáculo.El cuerpo blanco de Taemin relucía perlado de sudor bajo las luces de la sala,su pelo rojo centelleaba como si fuese fuego y sus gemidos y gritos infantiles parecían delirios de un ángel incitando al pecado.Y por primera vez,todos vieron el torso desnudo de Jinki,perfectamente marcado,también reluciendo por el sudor.Él era sin duda el que lo estaba disfrutando más.
Entraba y salía del cuerpo del menor sin ningún cuidado,embistiéndolo como si tratase de romperle el cuerpo con cada penetración.No lo quería admitir pero estaba disfrutando más que nunca con aquel crío inexperto y llorica...Sus gritos,sus gestos,su forma de moverse para complementarse con él en el acto y la expresión de su cara eran lo más hermoso que había visto jamás.Pero no lo admitiría.Se mordió el labio inferior y sin darse cuenta comenzó a llenar al menor de caricias,besos,mordidas y chupetones,quería dejar marcas más visibles que aquella dilatación enrojecida y quizás desgarrada de su entrada.
Taemin no se opuso a ninguno de sus deseos,se agarraba de sus hombros,de sus cabellos,se movía con dificultad pero de forma sensual bajo él.Jinki acabó quitándose la camisa porque le molestaba.Quería sentir aquellas suaves manos recorrerle y arañarle.No se dio cuenta de que incluso comenzó a gemir de placer y agarrando el miembro del menor comenzó a masturbarlo y no se sorprendió de que se corriese al poco de comenzar a hacerlo,era virgen y por tanto tenía poco aguante,pero él no pensaba detenerse hasta haberse corrido dentro de ese estrecho hueco en el que estaba metido.
El pelirrojo estaba descolocado,aquella sensación tan parecida a una descarga eléctrica que había sentido cuando Jinki le tocó la entrepierna,lo había dejado completamente descolocado,extasiado...Podría haberse quedado quieto,pero seguía sintiendo un dolor y placer desgarrador que se movía dentro y fuera de él...No,hasta que Jinki no se detuviese él tampoco lo haría...Tenía que complacerle como fuera,aunque le estuviese haciendo tanto daño.Le molestaba el roce del mantel de la mesa contra su espalda y aquel incesante choque que se producía entre sus caderas y las de el mayor iban a volverlo un demente aunque verdaderamente no era consciente de lo que estaba sucediendo.No sabía que lo estaba "violando" delante de todo EL CLUB,que todos los focos estaban sobre ellos,que todas las personas se masturbaban por ellos.
De pronto escuchó a Jinki soltar un gemido ronco y con una última arremetida,se corría dentro de su cuerpo soltando un chorro caliente que le llenó por completo.
-¡AAH!¡JINKI!-gritó el pelirrojo volviendo a sufrir un orgasmo y corriéndose de nuevo en la mano de su amo.
El castaño jadeó y recuperó la forma que había perdido durante aquella loca tentación.Se acomodó el cabello,se puso y abotonó la camisa;salió sin cuidado de Taemin escuchándolo quejarse y se colocó los pantalones.Estaba más sudado que nunca,ansioso por volver a repetirlo,pero no,no iba a tomar a Taemin de nuevo.Se fijó en que gracias a su poco cuidado,el pequeño estaba sangrando,no le importo,pero era como la sangre de las vírgenes,significaba que ya tenía dueño.Sonrió y se agachó un poco,le abrió bien las piernas y lamió su sangre y se incorporó relamiéndose los labios.
Se fijó en cómo subía y bajaba el pecho del pequeño debido a su acelerada respiración.Miró de reojo a todo el mundo y aunque su intención era humillar al pelirrojo,no tenía gracia si estaba ebrío.Se acercó y lo cogió en volandas y sin añadir nada a todo el público,se lo llevó consigo rumbo a la salida y sonrió de lado cuando vio allí aparcada su limusina.Siempre tan puntual.Se subió con Taemin en brazos y se marchó de allí.
En el camino de regreso,Taemin ya dormía envuelto en el abrigo del mayor y arropado en los brazos de este,que cada poco iba controlando la hemorragia que le había provocado al hacerle un desgarre,pero había dejado de sangrar casi desde que subieron al automóvil.
Jinki miraba por la ventana la luna llena y el paisaje que poco a poco se iba volviendo más urbano.Miró al menor,dormido entre sus brazos y le resultó casi enternecedor ver su expresión infantil,sus rizos rojos revueltos,sus labios carnosos,rosados y entreabiertos mientras respiraba.
No se lo podía creer.Era verdaderamente feliz sintiendo a aquel pequeño ángel suyo...Y ahí radicaba el hecho de querer hacerle daño...Cuanto más cariño le iba cogiendo más deseaba hacerlo infeliz y hacerlo llorar.Le pasó una mano por sus rizos pelirrojos para quitárselos de la cara y besarle suavemente mientras susurraba:
-Voy a hacer que dependas tanto de mi que cuando no esté a tu lado sientas que todo tu mundo se derrumba.
Sonrió para sí.Taemin no sería el primero ni el último que acabase así por él,pero lo que sí quería era que no pudiese vivir sin él.
Al llegar a casa,mandó que subiesen a su habitación la "cama" del menor,subió las escaleras con los criados detrás,mandó que lo pusiesen junto a su cama y allí acostó al pequeño,agarró las mantas que traía una criada y las extendió sobre el pequeño para abrigarlo.Una vez salieron todos de su cuarto,cerró la puerta con pestillo y llave y tras ir a darse una ducha rápida y ponerse el pijama,se acostó en su cama,maquinando la que sería la tortura del pequeño al día siguiente.
Cuando abrió los ojos,lo primero que vio fueron sombras borrosas que se cernían a su alrededor y que poco a poco iban cobrando forma.El techo estaba demasiado alto como para ser el de su habitación.Giró la cabeza y miró a los lados,viendo a la derecha un gran armario empotrado en la pared y a la izquierda una cama...Escuchó una respiración y se medió incorporó viendo a un joven de media melena castaña dormir en esa cama...
-Jinki...-musitó y se le vino a la cabeza todo lo ocurrido durante el día pero por algún extraño motivo no conseguía recordar lo sucedido horas atrás.
Quiso levantarse pero un extraño dolor en la zona baja de su cuerpo le hizo quedarse quieto.Se quejó dirigiendo una mano a la parte baja de su espalda y de ahí entre sus glúteos,apenas se rozó y sintió un doloroso escozor.Se puso pálido comprendiendo lo que había sucedido...Miró a Jinki y se preguntó si habría sido él o habría sido otro hombre el que le había causado aquello.Se le llenaron los ojos de lágrimas y se puso una mano delante de la boca para ahogar el llanto.Bajó la cabeza y se enjugó como pudo los ojos,entonces vio el reloj de mesa del mayor y se fijó en la hora: "5.30" de la madrugada...Aquel número le sonaba de algo...No supo de qué hasta que pasaron un par de minutos y recordó la lista de tareas que le había dado el mayor.Se puso en pie como pudo,ahogando quejidos y sollozos y se fijó que donde estaba acostado era un cojín de grandes dimensiones...
-Como un animal...-susurró para sí.
Vio la lista de tareas en el escritorio del mayor y se acercó con cuidado ya que le costaba caminar y a parte no quería hacer ruido.Tomó el folio y comenzó a leer dándose cuenta que Jinki se despertaba a las 6 en punto,tomaba un baño y se iba a desayunar.Si aquellas eran sus tareas,tenía que cumplir...No sabía si volvería a ir al instituto ni si vería a sus amigos...
Se dirigió al cuarto de baño que se encontraba al otro lado de la habitación de Jinki,entró y cerró suavemente la puerta para que el ruido del agua al llenar la bañera no despertara al mayor.De hecho,ni siquiera se había dado cuenta de que Jinki ya estaba despierto cuando él leía lo que tenía que hacer.
Ni se lo esperó cuando irrumpió en el baño.Se giró alterado y pensó que lo habría despertado porque hizo mucho ruido:
-Ji-Jinki...-tiembla y entonces siente un escalofrío,se da cuenta de que ambos están desnudos y se cubre a sí mismo con las manos en un antiquísimo gesto de pudor.
-No te alteres,Taemin,ya estaba despierto-le dice con sequedad el mayor mientras le observa,fijándose en que tiene el cuerpo algo amoratado por varias zonas.
El pelirrojo no dijo nada y desvió la mirada al darse cuenta de que Jinki le estaba observando el cuerpo.Él mismo no se había visto ni percatado de que estaba desnudo hasta ese momento.Entonces escuchó al mayor decirle:
-Báñate conmigo.
-¿Ah?¿Y-yo?-le mira confundido y sabe que la pregunta es estúpida porque no hay nadie más.
-Sí,vamos-cierra el grifo para que deje de llenarse la bañera y se mete dentro,sentándose y ofreciéndole la mano.
Taemin dudó varios segundos y finalmente tomó la mano de Jinki ya que no había sido una petición sino una clara orden.El castaño observó el cuerpo desnudo del pequeño y lo hizo sentarse entre sus piernas,pegándolo contra sí como si fuesen dos novios tomando un baño juntos.Taemin se sonrojó al sentir los brazos del mayor rodeando su cuerpo en un abrazo y se sintió confuso y descolocado por esa actitud tan¿humana?¿agradable?¿cariñosa?Se estremeció y otra vez no supo que era lo que le estaba ocurriendo.¿Era la situación?¿El agua caliente?¿El hecho de que ambos estuviesen desnudos?¿El hecho de que fuese simplemente Jinki el que estaba allí con él?
Cerró los ojos y de nuevo aquel extraño y embriagador aroma se apoderó de él.Sintió que se le aceleraba el corazón y al mismo tiempo se le revolvían las entrañas...Era demasiado hermoso,demasiado perfecto...Aquello tenía trampa...
Pero no pasó nada,en un momento Jinki dejó de abrazarle pero fue solo para coger la pastilla de jabón y enjabonarle la espalda mientras decía con voz tranquila que luego le tocaba a él.Taemin le miró de reojo y asintió de forma sumisa mientras sentía moverse la mano del mayor de forma circular al extender el jabón por su espalda.
De pronto la otra mano de Jinki estaba rozando su entrada.Emitió un quejido y trató de apartarse pero él no se lo permitió y dijo en su oído:
-Sigues teniéndolo inflamado-juega con uno de sus dedos como si quisiera meterlo dentro de su cuerpo.
-A-ah...Ji-Jinki...por favor...n-no...-vuelve a intentar separarse d él,pero no lo consigue.
-Quieto o lo lamentarás-advirtió con tono amenazante el castaño.
Taemin se quedó quieto ,giró la cara para verle y justo en ese momento,Jinki ingresó el primer dedo en su interior haciéndole soltar un quejido agudo.
-¡Aah!-se tensa y cierra los ojos,poniéndosele toda la cara colorada y le duele.
-Si supieras cómo te miraban todos anoche-dice con voz gutural el mayor mientras le besa el cuello-.Tu cara de perra en celo era sublime-comienza a mover el dedo dentro y fuera de él.
-N-no...ahah...Me...d-duele...
Jinki ni se inmutó por sus palabras,lo hizo ponerse en cuatro dentro de la bañera e introdujo otro dedo dentro de él,moviendo ambos de forma apresurada mientras le besaba y lamia la nuca. Taemin entre gemidos y quejidos empezó a verlo tono nublado,sus ojos se estaban llenando de lágrimas.No le salían las palabras,nada coherente al menos.Entre la brusquedad de los movimientos de los dedos del mayor y los besos que le propinaba no sabía con exactitud que era lo que le estaba volviendo más loco.Entonces escuchó que Jinki se movía y se colocaba de rodillas detrás de él,sacando los dedos de su interior:
-P-por favor...n-no lo hagas...-solloza.
-¿Quién es tu amo,Taemin?-no esperó respuesta y lo penetró con su miembro,de nuevo hasta el fondo para abarcar toda la capacidad del pelirrojo.
-¡¡¡AAAAH!!!-se le saltan las lágrimas y se resbala,salpicando el suelo del baño y cerrando los ojos con fuerza.
Jinki lo sujetó por el cabello y jalando de él sin cuidado lo hizo incorporarse y soltar más gritos cuando repetía aquella dolorosa forma de embestir.Una y otra vez,gritos y llantos del pelirrojo que intentaba sin éxito de escapar de él y al mismo tiempo entregárselo todo.Se desfallecía,no tenía fuerza suficiente para soportar aquel ritmo tortuoso y bestial al que lo estaban sometiendo.
Disfrutaba viéndolo llorar de aquella forma,suplicar y gemir al mismo tiempo,lo hizo voltearse y salió de él,pero no volvió a entrar.Taemin le miró con miedo,con la cara perlada de lágrimas,el cuerpo temblando por el dolor...Entonces,Jinki levantó una mano y lo abofeteó con tanta fuerza que le hizo sangre en el labio y la nariz.
-¡¡ERES MÍO!!¿¡Te quedó claro!?
No hubo respuesta,sólo sollozos y gimoteos.Taemin se había hecho una bola y se había abrazado a sí mismo escondiendo la cabeza entre sus rodillas,temblaba por el miedo.Eso a su amo le gustaba,verlo con miedo,sumiso.
-Aprenderás a golpes-aseguró Jinki-.Aprenderás a obedecer mis órdenes y mis deseos,no es lo que tu quieras,es lo que quiera yo.
Sin añadir más,sale de la bañera y se enfunda la bata mirándole:
-Limpia el baño y vete a descansar,cuando vuelva de clases me ocuparé de ti.Eres más inservible que un perro viejo.
El pelirrojo sollozó sin moverse de la bañera.Esperó hasta que Jinki se marchase,largos e infinitos minutos de espera;lo escuchaba vestirse y de pronto un sonido de spray como si estuviera echándose perfume.Se movió despacio en la bañera,quejándose porque el simple hecho de moverse le dolía,sobre todo por lo brusco que había sido el mayor el penetrarlo.
Salió casi a gatas y tambaleándose de la bañera,resopló dolorido y se dispuso ha hacer lo que Jinki le había mandado,vació la bañera y se aseguró de dejarla tan limpia como la había encontrado,después fregó el suelo,limpiándolo de toda el agua que había salpicado cuando estaban en la bañera.Todo lo había hecho básicamente de rodillas porque no podía levantarse.
-Quiero irme a casa...-musitó con lágrimas en los ojos.
AL final,apoyándose en el lavamanos,consiguió levantarse y salir del baño.Cuando lo hizo,Jinki ya no estaba allí,pero si estaba su olor,o al menos el olor de su perfume.Cerró los ojos al olerlo con más claridad;era exquisito sin duda,le encantaba ese aroma...Se le erizó la piel y pensó en la orden de descansar que le había dado su amo¿no iba a ir al instituto entonces?¿no vería más a sus amigos?Tenía que resignarse a demasiadas cosas...Le gustaba aprender,quería ser algo en la vida...Algo¿cómo qué?Era solo un niño,ahora un esclavo de un hombre que lo maltrataba y del cual a pesar de todo,dependía su ahora miserable existencia.
Se acostó en el enorme cojín del que apenas una hora antes se había levantado y de lo cansado que se encontraba,no tardó en dormirse.
Soñó que regresaba a su casa con sus padres tras volver de la escuela,que todo era normal,él les decía que les quería mucho y se abrazaba con fuerza a su madre...
Un golpe lo despertó y se incorporó alterado.Miró confundido a todos lados y entonces vio a una muchacha vestida de sirvienta que estaba dejando diferentes utensilios de limpieza en la puerta.
-El cuarto del señorito Jinki es responsabilidad tuya-le dijo con frialdad-.Cambia las sábanas de su cama después de limpiar el polvo y fregar los suelos.
-...Va-vale...-musitó y antes de que la chica se fuera dijo-D-disculpe...¿sabe si puedo ir al instituto?E-estamos dando álgebra y no quisiera retrasarme...
Ella lo miró con una mezcla de asco y socarronería:
-No puedes salir de ésta casa a menos que sea el señorito quien te saque.
Finalizada la conversación,salió dando un portazo que hizo que al pelirrojo le doliese la cabeza.Vivir entre cuatro paredes...Que triste era.
Limpió lo mejor que pudo toda la habitación de Jinki,abrió las ventanas para que se refrescase y luego hizo la cama con un juego se sábanas limpias que le había traído la chica,extendió después la colcha y acomodó los cojines.¿Y ahora?
Buscó su ropa y se la puso pues ni se había dado cuenta de que todo lo había hecho desnudo hasta que se vio en el espejo del armario.Salió del cuarto de Jinki con las sábanas sucias en brazos y buscó con los ojos a alguien a quien preguntarle dónde debía ponerlas.Entonces,saliendo de una habitación no muy lejana a la de él vio a la chica que lo había llevado a aquella casa el día anterior.Se mordió el labio inferior y se acercó con paso tímido y titubeante porque le costaba caminar.
-D-disculpe...¿p-podría decirme dónde debo poner esto?
-...-se giró a verle-En la lavandería-le da la espalda para marcharse.
-Ah...P-pero...¿dónde está eso...?
-...-se gira de nuevo a verle-Niño idiota,baja y pregunta en cocina,aprende como hacen todos aquí.
-...L-lo siento...
En aquella casa todo el mundo era muy desagradable con él.Bajó las escaleras ayudándose del barandal y cuando logró dar con la cocina,encontró allí a una señora mayor.Temió preguntar y que le respondiese mal,pero ésta se giró antes de que pudiese hablar y lo miró:
-Oh,pobrecito niño,tienes mala cara-se le acerca y le acaricia el pelo-¿Quieres que Tata te prepare una leche calentita con miel?
-Ah...Yo...Pe-perdón...soy nuevo en la casa y b-buscaba la lavandería para las sábanas de Jinki...
-Sí,sí,sus sábanas,es muy meticuloso en sus cosas-le coge las sábanas-.Siéntate que ahora vengo.
Obedeció y se dio cuenta de que en aquella casa eran casi todos extranjeros.La criada que le mandó limpiarlo todo se veía de procedencia latina,la rubia del pasillo quizás rumana o inglesa y la señora de la cocina...aún no tenía claro dónde situarla.Parecía muy amable,como una abuelita.
La vio regresar:
-¿Desayunaste,angelito?
-N-no...aún no,señora...
-Llámame Tata-dijo con calma la mujer-¿te gustan las galletas?
Taemin asintió y se le escapó una sonrisa inocente.Tata le preparó una leche caliente con miel y le dio galletas con chocolate que ella misma había hecho.
-Muchas gracias,Tata...-dijo tímidamente el pelirrojo.
-De nada,angelito.
Tras el desayuno,quiso quedarse con Tata a ayudarla en la cocina y la señora pareció encantada con la compañía de Taemin aunque tras ver que no podía caminar bien,entendió a lo que se debían los gritos de la mañana.Casi a las 12 le dijo al pelirrojo que se marchase al cuarto de Jinki a esperarlo y que no dijese nada de que había estado allí ayudándola.
No entendió porqué tenía que callarlo,pero obedeció y una vez en el cuarto de Jinki,cerró la puerta y se sentó en su cojín esperando a que el moreno llegase.
Pasó casi hora y media hasta que la puerta se abrió y lo vio ingresar en la habitación con un elegante uniforme negro,la camisa blanca a medio desabrochar y la chaqueta al hombro.Jinki lo miró en silencio y Taemin le sostuvo la mirada con miedo.En aquellos profundos pozos negros solo veía reflejada su propia perdición.
[FIN DEL PRIMER CAPÍTULO]
